Cuba endureció el control sobre el acceso a internet de sus ciudadanos
a través de una mayor restricción a la red y de presiones sobre los
blogueros, que logran burlar los cortafuegos del régimen, según el
informe sobre la libertad de prensa en internet publicado hoy por
Reporteros Sin Fronteras.
Junto con Corea del Norte y Turkmenistán, Cuba es uno de los países
que ejerce la censura en internet a través de una prohibición casi
total del acceso de sus ciudadanos a la red, precisa el informe, que
señala que La Habana acompaña esta sequía con un arsenal represivo
contra quienes se saltan el bloqueo.
Muy pocos ciudadanos tienen acceso a la red en la isla, donde los
"exorbitantes" costes de acceso y la escasez de medios hacen que
internet sea un artículo de lujo.
Junto a ello, el régimen restringe el acceso a un internet libre a
la mayoría de sus ciudadanos y sólo otorga unas claves especiales a
unos pocos.
El resto, afirma RSF, tiene que conformarse con una conexión lenta y
limitada que apenas les permite enviar correos electrónicos, acceder a
una enciclopedia en línea y a los medios oficiales de información, como
el diario "Granma".
Estas cortapisas han provocado el desarrollo de un mercado negro de
acceso a la red en el que se comercializan las claves que dan acceso a
la conexión internacional.
Los blogueros disidentes que desafían este bloqueo, por su parte, se
ven obligados a publicar sus artículos a través de servidores basados
en el extranjero, donde los hacen llegar a través de memorias USB.
A la vista de estas fugas, el régimen ha incrementado la presión
sobre los "ciber-disidentes", agredidos y arrestados con frecuencia por
las fuerzas del orden.
La disidente y bloguera Yoani Sánchez fue agredida el pasado 6 de
noviembre en vísperas de una manifestación junto con el también
bloguero Orlando Luis Prado, señala RSF.
Sánchez, considerada en 2008 una de las personas más influyentes del
año por la revista estadounidense "Time Magazine", era este año una de
las candidatas al premio "Net-ciudadano" de RSF, que finalmente recayó
en la asociación iraní de blogueras "Cambio por la igualdad".
Luis Felipe Rojas, por su parte, fue detenido en dos ocasiones en 2009 y consignado a arresto domiciliario.
Al estudiante Darío Alejandro Paulino Escobar le salió caro crear un
grupo "polémico" en la red social Facebook, puesto que las autoridades
le expulsaron de la Universidad de La Habana.
El informe asegura también que existen sospechas de que el Gobierno
cubano esté en contacto con piratas informáticos destinados a boicotear
las páginas críticas de cubanos albergadas en el extranjero.
Junto a todo ello, el régimen cuenta con un arsenal jurídico
represivo que prevé penas de hasta 20 años de prisión para los
internautas que publiquen artículos considerados
desafectos al Regimen Asesino y Oprobioso de los hermanos castro.