Madrid. (Europa Press).- El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, asegura que en Cuba se trata con "dignidad" a todos los presos y considera incluso que el sistema penitenciario de la isla es "el más humano del planeta". En cuanto a la huelga de hambre que mantiene el periodista disidente Guillermo Fariñas, confió en que quienes le están manipulando dejen de hacerlo, pero advirtió de que en ningún caso el Gobierno cubano ordenará su "alimentación forzada" porque sería una humillación.
En una entrevista concedida a Europa Press esta semana con motivo de su asistencia a la Cumbre Unión Europea, América Latina y Caribe, el canciller cubano quiso dejar claro que los llamados presos políticos son "personas que cometieron actos ilegales previstos en nuestras leyes penales", que fueron "juzgados con todas las garantías procesales por tribunales civiles" y no militares como ocurre con los detenidos de Guantánamo. Además, subrayó, se trata de "agentes al servicio de una potencia extranjera" lo cual constituye, según Rodríguez, un acto que sería punible en España, en Estados Unidos y en cualquier lugar del mundo".
Estas personas, lamentó, "actúan contra su propio pueblo, contra nuestro orden constitucional y por tanto son sancionadas". Sin embargo, "se les trata con toda la dignidad" ya que las leyes cubanas tienen hondo sentido humano". "El sistema penitenciario cubano, me atrevo a decir, es el más humano del planeta", valoró, aclarando que "existen todas las garantías" para que "se proteja la dignidad de las personas en privación de libertad" y para que "se garantizan sus condiciones de salud". En este sentido, explicó que "las leyes cubanas establecen requisitos de compatibilidad entre el estado de salud del recluso y las condiciones penitenciarias".
Como resultado de ello, dijo, "Cuba ha puesto en libertad a decenas de personas sancionadas a privación de la libertad precisamente en ejercicio de nuestras leyes porque su condición de salud no es compatible con el régimen legal".
En cuanto a la posibilidad de que se pueda poner en libertad próximamente a alguno de los presos políticos cuyo estado de salud es más delicado, Rodríguez insistió en que sus leyes contemplan la posibilidad de que estas personas salgan en "libertad extrapenal o libertad supervisada" y dejó abierta la posibilidad de que esto ocurra al afirmar: "así lo hemos hecho en el pasado, así lo haremos siempre en acto soberano que responde al cumplimiento de nuestras leyes". Pero advirtió, "nunca jamás haremos algo bajo presión o chantaje".
En cuanto al caso de Orlando Zapata, el preso fallecido el pasado mes de febrero tras mantener una huelga de hambre de 83 días para reclamar mejoras en sus condiciones de detención, Rodríguez recordó que el Gobierno cubano, con el presidente Raúl Castro a la cabeza, expresó su pesar por lo ocurrido e insistió en que "por razones de profunda humanidad hicimos todo lo posible por salvar la vida del recluso". Según el canciller, Zapata "fue empujado a la muerte por intereses políticos espurios norteamericanos y europeos" que le utilizaron como "un peón para desestabilizar a nuestro país". "Fue parte de un esquema de política subversiva", insistió, asegurando que "ningún país hace más que Cuba en defensa de la vida no sólo de los cubanos sino en general de los países del Tercer Mundo", como lo demuestra entre otras cosas su "cooperación médica emblemática".
"Lamentamos muy profundamente esa muerte y lamentamos profundamente que otras personas sean empujadas a la muerte como el caso de la persona que se mantiene en huelga de hambre", insistió, en referencia a Guillermo Fariñas, quien mantiene una huelga de hambre desde el día siguiente de la muerte de Zapata para reclamar la puesta en libertad de los presos de la Primavera Negra detenidos en marzo de 2003 que tienen graves problemas de salud.
Rodríguez puntualizó que en este caso, se trata de una persona que fue sancionada por delito común y sin embargo fue excarcelado rápidamente precisamente por sus condiciones de salud". Tras cumplir su pena en casa, actualmente "no tiene ninguna restricción para su libertad, sin embargo camina hacia la muerte precisamente manipulada por estos intereses políticos oscuros", lamentó.
También en este caso, aclaró, "hacemos lo que está a nuestro alcance", ya que Fariñas se encuentra hospitalizado desde hace semanas por el deterioro de su salud como consecuencia de la huelga de hambre y sed, pero en Cuba "respetamos principios bioéticos", algo que, según el ministro cubano no ha ocurrido en centros de detención como Guantánamo, Bagram (Afganistán) o Abu Ghraib (Iraq). Allí, dijo, "el problema de la huelga de hambre se resuelve con la alimentación forzada a los prisioneros". "Nosotros no lo haríamos nunca porque nos parece que humilla, lesiona y ofende a la dignidad de las personas, requiere el empleo de la fuerza", aseguró.
"Nuestros médicos mantienen una posición bioética inobjetable, sin embargo se hace todo lo posible por salvar su vida y yo espero que las fuerzas políticas que lo empujan hacia la muerte y lo manipulan hoy cesen en esa actividad y que no cueste más vidas de cubanos la política de subversión que realiza Estados Unidos contra Cuba hasta este momento con la complicidad de varios gobiernos europeos", remachó.