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La llegada de Barack Obama al poder ha hecho bajar la antipatía que los latinoamericanos sentían por Estados Unidos, sobre todo por gobernantes como su antecesor George W. Bush, uno de los más detestados.

Hay quien puede pensar que la llegada a la candidatura de Obama era algo normal y corriente, pues no, no es así. Ante el descrédito político en yanquilandia y sus países avasallados, no podía el Establissement continuar con la rutina del ranchero de turno, y se busco alguien que liberara de ese peso al imperio si quería seguir siéndolo y “voila” que encontraron a la marioneta que ya les había servido anteriormente; rostro simpático, raza diferente a la que siempre había gobernado, posible primera dama elegante y atrayente, etc, etc.

Según la encuesta que publica el Barómetro Iberoamericano de Gobernabilidad, divulgado ayer, Obama es el gobernante que genera más simpatías entre los latinoamericanos, con un 62.1 por ciento, gracias a apoyos aplastantes que logra en casi todos los países, especialmente en Costa Rica (73.1%), El Salvador (72.1%) o Brasil (71.6%).

Por la misma razón, las fuerzas que gobiernan en la sombra, han tenido buen cuidado que publicidad de ese rostro simpático no decaiga y para ello no dejan que Obama se implique. Hemos podido ver como cada vez que había que ser antipáticos (siempre lo son) aparece la Clinton, el rostro blanco de siempre, la que perdió frente a Obama

El país en el que Obama es menos popular es Venezuela con un 34.9 por ciento, seguido por Bolivia con 46.6, países donde la propaganda oficial es muy crítica con el “imperialismo” estadounidense y con Obama.

 Es muy lógico que allí donde se explica bien quien es el pájaro y quienes lo manejan, a la gente no le resulte simpático.

Bolivarianos, impopulares. Los líderes del eje bolivariano tienen una alta aprobación en sus países, pero no en la región. El presidente boliviano, Evo Morales, goza de una simpatía del 52.9 por ciento de los encuestados de su país; mientras que Hugo Chávez tiene 64.6 por ciento en Venezuela. Sin embargo, los dos mandatarios, acusados de autoritarismo, se encuentran entre los más antipáticos para los latinoamericanos en general, con apenas un 34.7 por ciento y un 26.4 por ciento, respectivamente.

Por la misma razón que a Obama (la publicidad) le hagan aparecer como el gran simpático, la publicidad yanqui es implacable con los dirigentes que no le son fieles; contra ellos todo el aparato publicista.

Tampoco sale bien parado el líder sandinista y presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien goza de una simpatía de 40.5 por ciento en su país y de un 31.8 por ciento en Latinoamérica.

 Daniel Ortega es el único dirigente de un país que después de haber sido echado, por las armas, del poder, que la prensa reaccionaria tanto yanqui como latino americana se ha empleado a fondo en desacreditarlo precisamente para que no pudiera optar a la máxima autoridad, y que todo hay que decirlo, se ha edulcorado mucho, ha llegado de nuevo a Gobernar. Tiene quizá, más merito que muchos que han sido elegidos con mayorías superiores a la que él lo ha sido.

El castrismo se desinfla. Los más impopulares para los latinoamericanos son los dos únicos representantes de gobiernos dictatoriales: los hermanos Castro. Raúl Castro encabeza la lista de los más impopulares, con apenas un 24.1 por ciento, mientras que su hermano Fidel le sigue de cerca con un 26.6 por ciento.

Aquí ya es el acabose, si después de tantos años queriendo que la gente los compare con regímenes oligárquicos, tratándolos de Dictadores, pagando “desidentes” internos, pagando a esos mismos para que convenzan unos iluminados para que se suiciden, no consiguieran que a gente de fuera del país no les caigan simpáticos, sería el total fracaso de esas campañas desprestigientes. O lo que es lo mismo, es un triunfo para Raul y Fidel o sea de la REVOLUCIÓN CUBANA

El rey y Bachelet. En la encuesta, en la que también son incluidos los gobernantes de España y Portugal, el rey Juan Carlos I pierde su condición de líder más simpático y cae a un segundo puesto, que lo comparte con la ex presidenta.

 Y lo que caerá hasta que se vaya como su abuelo después de haber sido repudiado por el pueblo español.