"No pienses nunca en el éxito. El éxito es una consecuencia natural. Si realmente trabajas en ti mismo con sinceridad, el éxito te acompañará como te acompaña tu sombra. El éxito no ha de ser el objetivo, por eso Lao-Tse dice:

"Trabaja discretamente, calladamente, sin inquietarte por la idea del éxito o del fracaso".

Ten en cuenta que si piensas mucho en el éxito, también estarás pensando continuamente en el fracaso. Van juntos, en el mismo envase. El éxito y el fracaso no pueden separarse el uno del otro. Si piensas en el éxito, muy dentro de ti también habrá miedo. ¿Quién sabe si lo lograrás o no? Tal vez fracases.

El éxito te proyecta hacia el futuro, te ofrece la esperanza de ganancias, una prolongación del ego y una ambición; pero el miedo te produce, además, agitación y escalofríos, puesto que puedes fracasar.

La posibilidad de fracasar te produce escalofríos, y entre la indecisión, la codicia y la ambición, no puedes trabajar tranquilo.

Tu trabajo acabará siendo un gran desorden; trabajarás para un lado y mirarás para otro.

Irás por la calle con la mirada perdida en un punto lejano del cielo.

No mires demasiado hacia delante o de lo contrario tropezarás con el primer escalón.

El éxito vendrá por sí solo. No te preocupes por él, la existencia es muy remuneradora; nada queda sin recompensa".

Osho, El ABC de la iluminación