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General: El negocio de las drogas en EEUU
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Respuesta  Mensaje 1 de 21 en el tema 
De: hr-mk  (Mensaje original) Enviado: 31/03/2010 17:04

El negocio de la droga en Estados Unidos

Publicado el 31 Marzo 2010 en Especiales, Hedelberto López Blanch, Opinión

Por Hedelberto López Blanch

Estados Unidos no solamente es el mayor consumidor de drogas en el mundo sino también se ha convertido en uno de los mayores productores de marihuana al alcanzar las 10 000 toneladas métricas anuales y cuyas utilidades son mayores que la de alimentos como el maíz y la soya.

La mayoría de esta droga es sembrada en los parques nacionales como el bosque californiano de Secuoyas donde según Brent Word, supervisor de la Oficina de Narcóticos del Departamento de Justicia de ese Estado, traficantes mexicanos y estadounidenses emplean guardias armados y tendidos de cables que detectan cualquier intruso para proteger parcelas con miles de plantas, capaces de producir hasta 30 toneladas al año.

El Bosque Nacional de Secuoyas en el centro de California contiene un mosaico de plantaciones escondidas a lo largo de arroyos y cañadas, lejos de los senderos de excursionistas. Lo mismo ocurre en otros parques, entre ellos el Yosemite y en Apalachia, colindante con los Estados de Kentucky, Tennessee y West Virginia.

Además de estos sembrados en parques federales lejanos, también se incrementó la producción de marihuana en casas ubicadas en las ciudades. En estos centros, la hierba se cultiva bajo extremas medidas dentro de varios locales completamente cerrados.

Allí, el personal encargado de su cuidado permanece las 24 horas pues a las plantas no les puede faltar luz artificial, abono y agua. Las casas, hermetizadas para que las luces no se vean desde el exterior, son custodiadas permanentemente por los narcotraficantes.

Este negocio se ha incrementado en los Estados de La Florida y California. El cultivo es permanente y cada cosecha se evalúa en miles de dólares.

Esta droga ha sido objeto de cruces y mutaciones genéticas que han dado lugar a la marihuana transgénica y la sintética, las cuales cuentan con un 20 % de concentración de tetrahidrocannabinol (THC), que causa el doble de daño al sistema nervioso central, en comparación con la marihuana regular.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado en 2008 informó que Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas del mundo. Solo en cocaína, los norteamericanos consumen un tercio de la producción mundial.

Las cifras son significativas pues señala que 72 millones de estadounidenses mayores de 12 años, han consumido drogas alguna vez. Asimismo, lo han hecho el 41 % de los jóvenes que asisten a las escuelas secundarias y el 47 % de los preuniversitarios. El documento explica que el 62 % de los estudiantes de secundaria asiste a centros donde se trafica con drogas.

La comercialización reporta “beneficios” en Estados Unidos por más de 100 000 millones de dólares anuales que también ayudan a mover la economía en una sociedad donde el consumo es la base del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Las autoridades apenas confiscan el 1 %. A causa del consumo de drogas, 20 000 norteamericanos mueren cada año; decenas de miles van a parar a las cárceles.

El ex presidente William Clinton reconoció durante una audiencia congresional en 2007, que en Estados Unidos se consume el 50 % de las drogas producidas en el mundo, mientras su población es solo el 5 % del orbe.

Pese a que Washington acusa constantemente a otros países (en la mayoría en forma injustificada) de tener relaciones con el narcotráfico, muchos de sus funcionarios han reconocido que el problema fundamental se halla en su propio país.

En declaraciones recogidas por la agencia mexicana Notimex, en fecha tan lejana como diciembre de 1997, el ex director de la DEA, Thomas A. Constantine, reconoció que sin grupos de distribución en Estados Unidos los cárteles no podrían operar. Explicó que ellos necesitan (y tienen) en Norteamérica una red de administradores de alto nivel, transportistas, contadores, expertos en comunicaciones y personal de almacenamiento.

La canciller mexicana, Patricia Espinosa, afirmó recientemente que la violencia del narcotráfico en localidades de su país cercana con la frontera del vecino del norte, deriva de la falta de reducción del consumo de drogas en Estados Unidos.

Razón suficiente tiene Espinosa pues se conoce que más de 300 000 organizaciones y bandas, en el gigante del norte, participan en el control de la droga.

Con la actual crisis económica mundial, los precios de los estupefacientes se han incrementado abruptamente. Organizaciones No Gubernamentales norteamericanas que protegen a víctimas de ese flagelo, aseguran que el precio de un kilo de cocaína cuesta 2 500 dólares en Colombia, 4 000 en Panamá, 6 000 en Guatemala, 12 000 en México, 16 000 en la frontera norte del país azteca y 139 000 en Estados Unidos, o sea, 200 dólares el gramo en las calles.

En la sangrienta ruta desde Sudamérica hasta el principal mercado consumidor de la droga, su valor aumenta enormemente.

Son numerosos los informes que relacionan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con el tráfico de drogas para emplear el dinero en desestabilizar gobiernos o crear campañas adversas contra naciones que no se pliegan a sus exigencias.

Un estudio del Departamento de Estado reconoce que pese a la intervención militar norteamericana en Colombia, ese país sigue siendo el líder mundial en producción de cocaína con el 70 % del total de distribución mundial y el 90 % de procesamiento.

Por tanto, cada día son más incongruentes los informes emitidos en Washington sobre actividades de drogas pues el centro del negocio se encuentra concentrado en sus naciones aliadas y en su propio territorio.

 



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Respuesta  Mensaje 7 de 21 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 02/04/2010 12:14
20076142223rata2-2.jpg picture by terejodo

Respuesta  Mensaje 8 de 21 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 02/04/2010 12:16
HR-MK,
HR-MK,
Cuánta pinga
tú te comes
 
 
 


Respuesta  Mensaje 9 de 21 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 02/04/2010 12:17
e: Margarita Enviado: 26/03/2010 05:25
¿Ya estamos
jodiendo
las páginas
por no saber
poner los mensajes
en un foro?
 
 
 
HR-MK,
HR-MK,
Cuánta pinga
tú te comes
 
 
 

                                       HimnodeRiego


Respuesta  Mensaje 10 de 21 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 02/04/2010 12:22

PEDRO RODRIGUEZ MEDINA

(Alias Bastón)

BIOGRAFIA

Combate News

Hialeah Habana Tours

 

Nació en La Habana, Cuba el 25 de Julio de 1936 de hijo de un sargento del ejercito, Rodríguez Ochoa, uno de los compañeros de Batista cuando el golpe del 4 de Septiembre y su fiel servidor hasta el ultimo día de Batista en el poder. De clase media acomodada siempre envidio a los ricos y poderosos a pesar de disfrutar de las ventajas de ser hijo de uno de los esbirros de la dictadura de Batista, primo del General Ochoa fusilado por Castro por querer implantar al Pérez Troica de acuerdo con los soviéticos en la isla. Sobrino de otro de los golpistas del 4 de Septiembre. Primo hermano de Herman Echevarria Medina a quien uso cuando llego a Estados Unidos para poder acercarse a los políticos locales en su desmedida ansiedad de hacerse millonario pero que después insulto cuando vio que había descubierto su papel de infiltrado del régimen de Cuba.

 

Estudio en la Academia Militar del Caribe de la Víbora La Habana y siendo su padre oficial de las Fuerza Aérea de Cuba, al graduarse lo coloco de mecánico de vuelo de esas fuerzas al servicio de la dictadura de Batista. Alcanzo el grado de sargento y como mecánico de vuelo incursiono según sus propias declaraciones en repetidas ocasiones, en la Sierra Maestra para transporte de tropas y materiales a los casquitos de Batista. Fue uno de los militares que firmaron el acuerdo de permitir que Batista gobernara por estatutos, aboliendo la Constitución  de 1940.

 

Su padre y su tío Rodríguez Ochoa, golpistas del 4 de Septiembre, permanecieron fieles a Batista desde ese golpe de estado hasta el 31 de Diciembre de 1958, a pesa de haber sido relegados por el dictador en su segundo golpe del 10 de Marzo. El dictador Batista prefirió rodearse de los Tabernillas ante que regresar con sus antiguos so golpistas. Debido al apellido Ochoa de su padre Rodríguez Medina era conocido como Ochoita en los círculos militares de la dictadura.

 

Al triunfo de la Revolución se puso al servicio de las huestes castristas y a pesar de estar su padre y su tío detenidos por haber pertenecido a las fuerzas armadas de Batista y de perder un medio hermano en los pelotones de fusilamiento  acepto ser trasladado a la aviación civil para poder viajar constantemente a Miami y espiar los movimientos de los ex batistianos. Se infiltro en los campamentos de la Brigada 2506 y unos días antes de la Invasión de Girón desapareció y regreso a Cuba con datos e información del exilio. Al parecer y según cuenta Rafael Pérez expreso político plantado por mas de veinte años,  Rodríguez, en su desmedida ambición de riquezas, acepto dinero de la contrarrevolución o de la CIA como doble agente y unos días después del fracaso y detención de los invasores fue detenido por la seguridad del estado cubana, seguramente por declaraciones de algunos de los prisioneros de la brigada.

Su juicio fue secreto y según el, su causa fue por trafico de armas pero a los que detenían en Cuba por ese delito contrarrevolucionario en aquella época no libraban de la pena de muerte y mas habiendo sido miembro de las fuerzas armadas de la dictadura de Batista.

 

Durante los primeros días de su regreso a Cuba, denuncio el escondite de su medio hermano o primo hermano a la seguridad del estado en Marianao. Rodríguez Medina es responsable por el fusilamiento del Teniente Joaquín del Cueto que conspiraba contra la revolución castrista.

 

En la prisión siempre acató las ordenes de la guardia y nunca estuvo plantado como me asegura Delfín Martín, uno de los últimos prisioneros políticos liberados en la época de 1980. Rodríguez adquirió en la prisión el sobrenombre de “bastón” debido que para evitar ser golpeado en las requisas por los guardias carceleros alegaba tener problemas en una rodilla y el tener que andar con un bastón.

 

Estando en prisión se casó, privilegio que no se sabe como obtuvo, con la hija de otro prisionero político, guajiro envuelto en la sublevación del Escambray y conocido como Cheo.

 

En 1979 fue puesto en libertad y emigró hacia los Estados Unidos dejando a su esposa detrás. En 1980 se embarco hacia el Mariel a recoger a su señora e hijos de esta, no de el. Pues según sus comentarios nunca pudo tener hijos por ser infecundo. Siempre ha sido muy sospechoso el hecho de que Rodríguez Medina fuera excarcelado y expatriado haya podido pocos meses depuse regresar a Cuba a recoger a sus familiares.

 

Desde que llego a Miami se radicó en la ciudad de Hialeah ya que su primo Herman Echevarria Median era uno de los principales políticos del momento y amigo incondicional de Raúl Martines, cubano y en aquel momento alcalde vitalicio de esa ciudad. Vivió durante un tiempo de los negocios sucios que le proporcionaba el primo para no dar la cara, pero presentándose un problema de códigos de construcción con una escuela importante de la ciudad, Miami Technical Collage y con ordenes de cerrar, aprovecho la ocasión y le planteó al dueño de la misma, Roberto Piacenti, argentino y técnico dental, casado con Gladis Piacenti, dentista y co dueña del Instituto, que si lo nombraba director del plantel el se encargaba de resolver el problema con la ciudad. Así fue y actuó de director sin tener títulos o acreditaciones por cerca de tres años, hasta que fue descubierto por la administración de la escuela sus robos a los fondos de los alumnos que pagaban cash. Así todo el Sr. Piacenti por no buscarse problemas con él por su fama de terrorista (fotos en los periódicos vestido de camuflaje, con armas en la mano, siempre armado etc.) le mantuvo el sueldo por más de diez meses hasta que se enteró de que estaba diciendo por todos lados que Piacenti era Montonero y que lo iba a denunciar ante el FBI porque enviaba dinero a la Argentina para ese movimiento político terrorista. Quiso Rodríguez virarle a Piacenti la confianza que tenia con los profesores y alumnos cubanos acusándolo a gritos de tener un retrato del Che en su casa y de ser comunista. Después de su despido hizo todo lo posible para que despidieran del trabajo a su cuñado Felo y a su suegro Cheo a quienes el había colocado aprovechando el chantaje que tenia sobre Piacenti, pero como eran buenos trabajadores conservaron su trabajo, cosa que hoy en día todavía Rodríguez le saca en cara a Felo.

 

Durante su empleo en el MTC convenció a Mr. Piacenti que le donara dos mil dollares para entregarlos a la Fundación Cubano Americana y poder formar parte de la directiva. Convenciéndolo de que esto traería a la escuela ventajas políticas y lo haría lucir como amigo de los cubanos. Mas Canosa, conocedor de las sospechas de que Rodríguez Median fuera un infiltrado mas del régimen, no lo aceptó pero Rodríguez mantuvo engañado a Piacenti por varios meses con el fin de no devolverle los dos mil dólares.

 

Fundó una agencia de seguridad I & I Security y por medio de su primo Herman Echevarria, concejal de la ciudad, consiguió de Esteban Bobo, administrador de Hialeah Housing, vivienda publica, un contrato para hacer servicio de seguridad en seis edificios de bajos recursos. Servicios que hasta el presente nunca ha brindado o cuando mas en vez de mantener un guardia en cada edificio que es como le pagan, el hace personalmente una ronda de edificio en edificio para que no lo descubran estafando, desde aquella época al presente ha usurpado miles de dollares de los contribuyentes y de los ansíanos y discapacitados que pagan sus rentas para obtener ese servicio.

 

Después de su despido del MTC, además de mantener la agencia de seguridad, se dedico a presentarse como amigo de Raúl Martines en todas las ocasiones en que políticos como los Díaz Balar se presentaban para pedir favores políticos o económicos, llegando así a obtener fotos en compañía de muchos políticos locales y federales, fotos que después colocaba en los periódicos y en la Internet y sacaba provechos económicos de personas que le presentaban problemas y creían que debido a su amistad con esos políticos Rodríguez les iba a resolver.

 

Apoyo las huelga de hambre para que no deportaran a Posada Carriles y se codeaba diariamente con políticos como Menoyo, haciéndose pasar por el terrorista mayor que estaba dispuesto a derrocar al régimen de Cuba con sus armas en la mano. Acudía constantemente a los campamentos de entrenamiento de los movimientos como Alfa 66 y Omega 7 en los Everglades, para la preaparición de la nueva invasión a Cuba. Muchos que conocían su trayectoria, como Llaneras o Martín Pérez le dieron de lado, cosa que el mantuvo en su rencor para posteriormente difamar sobre estos hombre honrados.

 

En el 1989 se divorcio de su señora y se casó con una prima de él, millonaria en la esperanza de poder obtener ventajas económicas, pero al poco tiempo la prima se dio cuenta de sus bajas intensiones y lo lanzo a la calle, Rodríguez trato de mover influencias con sus políticos conocidos para reclamar bienes de matrimonio pero lo perdió todo porque todos los bienes habían sido adquiridos por la prima antes del matrimonio. Regreso a la casa de su antigua señora donde vive a costa de su cuñado Felo y del producto del trabajo en una factoría de su señora con la que no se ha vuelto a casar.

 

En 1996, enterado de los grants federales que iba a conceder Clinton a las organizaciones del exilio para la supuesta democratización de Cuba, movió Rodríguez cielo y tierra para obtener uno, usando la esperanza de libertad de un amigo, hombre conocido por sus luchas en California en contra de la dictadura de Castro, y de quien solo diré su nombre Rafael, lo utilizó para escribir cientos de cartas pidiendo que se le otorgara un grant, confiado en que la cuñada de Martines, Lula Rodríguez, había sido nombrada administradora de dichos grants, por sus conocimientos de los personajes del exilio.

 

Se le descubrió que su organización era fantasma y se le ignoró. Desde ese momento se volvió en contra de todos los políticos y amigos y decidió abrir una agencia de viajes a Cuba, convenció a otra prima que tenia algún dinero para que se metiera en el negocio con el y dispusiera de los fondos de su esposo, capitán retirado del servicio de bomberos y de buena posición económica. En realidad esa agencia de viajes es propiedad de ese matrimonio familia de Rodríguez.

 

En el año 2000 obtuvo por influencias políticas un permiso del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, para vender alimentos y medicinas a Cuba. Viajo con el dinero de los primos innumerables veces a Cuba y a la Oficina de Intereses de Cuba en Washington llevando listas de precios de alimentos y medicinas pero no les pude vender a los “gerentes” cubanos ni una lata de leche condensada. A pesar de los e mails enviados invitando a los diplomáticos cubanos a recepciones en Washington, y adulando a los asesinos de la cúpula del gobierno de Cuba, le dieron siempre la callada por respuesta, basados seguramente en el asco que produce un ser tan lamebotas como el, por la desmedida ambición de enriquecimiento a base del sufrimiento del pueblo cubano. Imagínense como se reirían de él, todos estos poderosos de la industria de importación del gobierno de Cuba. (Alimport)

 

Fundó con Yndamiro Restano, quien obtuvo la pluma de Oro de manos de Miterand, La Alianza Martiana. Yndamiro de tendencias socialistas no le fue permitido regresar a Cuba después de venir a recoger un premio en Washington por sus obras periodísticas.

Después de un tiempo y cuando Rodríguez comprendió que esto no le daba nada, y traicionando al propio Restano, le entregó La Alianza Martiana al polaco Lesnick, traidor de nacimiento y vende patria, que desde entonces conserva muy buenas “relaciones” con Rodríguez, y lo usa como trapo de limpiar el piso imponiéndole su voluntad y este como buen criado, espera las limosnas que cree un día le otorgará su omnipotente amo.

 

En el año 2002 en un viaje a Cuba entabló contactos con agentes de la contra inteligencia de Cuba quienes le indicaron que le otorgara carnets de su supuesta agencia de noticias, Combate News, para que estos pudieran viajar a Cuba a rendir sus informes en seguridad del estado y su contacto en Miami es un tal Fernado agente declarado de los cuerpos represivos del régimen de Cuba, con quien tuve un enfrentamiento verbal en el restaurante La Carreta, y al que dejo a Rodríguez bastante mal parado y desde entonces ha tratado de evitar contactos con migo y más cuando reté al polaco Max Lesnick a que me concediera una hora en su programa radial en Miami.

 

Desde el año dos mil al presente se ha dedicado a insultar a todo aquel que tiene ideas políticas distintas llamándolos asalariados de la Mafia y publicar reproducciones de copias del diarios comunista Gramma. Su furia defendiendo a transgresores de la ley como los espías de la red avispa lo ha llevado a insultar y catalogar como ratas de cloaca a todo aquel que condena los bajos actos de espionaje de estos castristas. Se ha atrevido hasta insultar públicamente a una dama expresa política bien conocida de Miami como lesbiana pero con palabras más vulgares. En varios foros que tratan sobre la problemática cubana ha llegado hasta amenazar a sus oponentes políticos de que se preparen cuando vayan a Cuba porque ya el los tiene en la lista negra. Muchos mas horrores que seria interminable detallar en esta biografía, ha cometido este Sr. Rodríguez hasta el punto de transgredir abiertamente la ley de los Estados Unidos con amenazas contra la vida y la seguridad de sus oponentes políticos.

 

Arturo Ron Messer

aronmesser@hotmail.com

305 307 2181

 

Que se atreva a desmentir esto si tiene vergüenza que sabe que no puede levantar la cabeza delante de mí y si mantuve su amistad es porque creía en lo que siempre me decía que el estaba en ese negocio porque quería infiltrarse en Cuba como negociante, junto al gallego Menoyo, (a mi siempre me extraño, conociendo la trayectoria de Menoyo, su amistad incondicional) para ayudar al derrocamiento de régimen y poder participar de la lucha contra la dictadura de Fidel. Además me aseguraba que llevaba mensajes a la disidencia cubana, cosa que, comprobé, era totalmente falsa. Por razones obvias no diré nombres ni más datos.

Respuesta  Mensaje 11 de 21 en el tema 
De: unodostres Enviado: 03/04/2010 02:14
De: hr-mk Enviado: 02/04/2010 00:12
Renecita,yo no la oculto a Ud,por decir malas palabras,sino por puerca y rascista,por no tener valor para dialogar,y por su demencia senil..al paecer estas compitiendo con la Coti....que se pone los espejuelos en la punta de la nariz,y despues no los encuentra.

HRMK
No tiene justificacion lo que haces, no debes de ocultar los mensajes, tu no tienes moral ni nada para saber lo que debes de ocultar y lo que no, tú eres lamebotas, naciste para ser lamebotas, no sabes como viven los cubanos que viven fuera de Cuba, hrmk, naciste para ser esclava del régimen castrista, tu pareja ha de ser un esbirro y por eso tienes acceso a la internet, has llevado 39 años de vida perra, esa es la triste realidad, tu nivel humano está muy bajo, eres escoria humana, producto del sistema castrista

Respuesta  Mensaje 12 de 21 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 03/04/2010 18:35
Jóvenes en EE.UU. encienden marihuana sintética

Washington.— Cada vez una mayor cantidad de jóvenes estadounidenses se están fumando una especie de incienso asiático que funciona como droga, alertó hoy un estudio institucional.

Muchos lo llaman la marihuana sintética, en algunas ciudades le dicen K2 o Spice, el asunto es que causa alucinaciones y es el invitado especial en muchas fiestas de sábado por la noche.

De acuerdo con un reporte de la institución federal Drug Enforcement Agency, un problema es que el químico además de euforia causa aceleración del ritmo cardíaco, problemas respiratorios y ataques de pánico.

Durante los primeros ocho meses del 2009, autoridades detectaron sembradíos de marihuana en cinco estados del país con un valor equivalente a 12 mil millones de dólares.

De acuerdo con el censo del 2004, 14,6 millones de norteamericanos de 12 años en adelante usaron el también llamado canabís por lo menos una vez en el mes anterior a ser encuestados.


Respuesta  Mensaje 13 de 21 en el tema 
De: unodostres Enviado: 03/04/2010 18:39
Ya deja de copypastear cosas de USA, mejor platica como se vive en Cuba, como vive el pueblo cubano, platica que Cuba está hecha una mierda

Respuesta  Mensaje 14 de 21 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 05/04/2010 15:31
TomDispatch


Cómo pacificar al narcoestado número uno del mundo

Alfred McCoy
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Introducción del editor de Tom Dispatch

Un artículo en primera plana de Rod Nordland en el New York Times sobre las secuelas de una reciente ofensiva de los marines de EE.UU. en la provincia Helmand, capital del cultivo de la amapola del opio del planeta, comienza como sigue: “El esfuerzo por convencer a los afganos en el territorio talibán en Marja ha colocado a comandantes estadounidenses y de la OTAN en la posición inusual de argumentar contra la erradicación del opio, enfrentándolos a algunos funcionarios afganos que presionan para destruir la cosecha.” Considerando la naturaleza de Afganistán – el principal narcoestado del planeta – es sólo es probable que semejantes problemas sólo se multipliquen a medida que el comandante de la guerra general Stanley McChrystal implementa su estrategia de hacer retroceder a los talibanes en el sur de Afganistán y de reforzar la asediada ciudad sureña de Kandahar y sus alrededores.

Ya que Afganistán produce ahora las amapolas del opio que proveen más de un 90% del opio del mundo, la materia prima para la producción de heroína, no es sorprendente que las noticias del narcotráfico y de la guerra se entrecrucen de vez en cuando. Más sorprendente s son las pocas veces que el cultivo de la amapola y el narcotráfico son mostrados como algo más que secundario para nuestra Guerra Afgana. Por suerte, el colaborador regular de TomDispatch Alfred McCoy se ha concentrado durante mucho tiempo en el narcotráfico –y en el papel estadounidense en su auge– en Asia del Sudeste, Central y del Sur. En la era de Vietnam, la CIA realmente trató de retirar de la circulación su clásico libro (actualizado posteriormente con un capítulo sobre Afganistán), The Politics of Heroin: CIA Complicity in the Global Drug Trade [La política de la heroína; la complicidad de la CIA en el narcotráfico global] . Ha estado siguiendo la historia desde entonces, y ahora ofrece a TomDispatch lo que puede ser el primer informe a fondo que coloca al narcotráfico en su lugar apropiado, directamente al centro de la guerra de 30 años de EE.UU. en Afganistán. Es una historia sombría pero digna de mención, plena de sorpresas, que da un nuevo sentido a l os aprietos en los que los militares de EE.UU. se encuentran en ese país. Tom

De maneras que han escapado a la mayoría de los observadores, el gobierno de Obama está ahora atrapado en un ciclo interminable de drogas y muerte en Afganistán para el cual no hay ni un final fácil ni una salida evidente.

Después de un año de cauteloso debate y de costosos despliegues, el presidente Obama finalmente lanzó su nueva estrategia para la guerra afgana a las 2:40 am del 13 de febrero de 2010, en una remota localidad-mercado llamada Marja en la sureña provincia Helmand de Afganistán. Mientras una ola de helicópteros descendía en los alrededores de Marja levantando nubes de polvo, cientos de marines de EE.UU. se lanzaban por campos cubiertos de amapolas de opio hacia los edificios de adobe de la población .

Después de una semana de combates, el comandante estadounidense de la guerra , general Stanley A. McChrystal , llegó en helicóptero a la localidad con el vicepresidente de Afganistán y el gobernador provincial de Helmand. Su misión: una presentación a los medios del new look de la estrategia de contrainsurgencia del general basada en llevar el gobierno a aldeas remotas como Marja.

En una reunión cuidadosamente escenificada con unos 200 aldeanos, sin embargo, el vicepresidente y el gobernador provincial enfrentaron una cólera inesperada e improvisada. “Si llegan con tractores,” anunció una viuda afgana ante un coro de gritos de apoyo de los demás agricultores, “tendrán que atropellarme y matarme antes de que puedan matar mis amapolas.”

Para esos cultivadores de amapolas y miles más como ellos, el retorno del control gubernamental, no importa cuán disputado, trajo consigo una amenaza peligrosa: la erradicación del opio.

Durante todos los disparos y gritos, los comandantes estadounidenses parecían extrañamente desapercibidos de que Marja podía ser calificada de capital de la heroína del mundo – con cientos de lab oratorios, supuestamente ocult os en las casas de adobe del área, que procesan regularmente la producción local de amapolas para producir heroína de alta calidad. Después de todo, los campos circundantes de la provincia Helmand producen un notable 40% del suministro ilícito de opio del mundo, y gran parte de esa cosecha ha sido comercializada en Marja. Apresurándose por esos campos de opio para atacar a los talibanes en el primer día de esa ofensiva, los marines no dieron con su verdadero enemigo, la fuerza máxima tras la insurgencia talibán, mientras sólo perseguían a la última cosecha de guerrilleros campesinos cuyas armas y salarios son financiados por esas plantas de amapola. “No es posible ganar esta guerra,” dijo un funcionario de la embajada de EE.UU. que acababa de volver de una inspección de esos distritos del op io, “sin enfrentar la producción de droga en la provincia Helmand.”

Por cierto, mientras Air Force One [el avión presidencial de EE.UU.] se dirigía a Kabul el domingo, el consejero nacional de seguridad James L. Jones aseguró a los periodistas que el presidente Obama trataría de persuadir al presidente afgano Hamid Karzai de que priorizara “la lucha contra la corrupción, llevando la batalla a los narcotraficantes.” El narcotráfico,” agregó, “provee gran parte del motor económico para los insurgentes.”

Tal como esos agricultores de Marja arruinaron el evento mediático del general M cChrystal , su cultivo ha subvertido cada régimen que ha tratado de gobernar Afganistán durante los últimos 30 años. Durante la guerra clandestina de la CIA en los años ochenta, el opio financió a los muyahidín o “combatientes por la libertad” (como los llamaba el presidente Ronald Reagan) que finalmente obligaron a los soviéticos a abandonar el país y luego derrotaron a su Estado cliente marxista.

A fines de los años noventa, los talibanes, que habían tomado el poder en la mayor parte del país, perdieron toda posibilidad de legitimidad internacional al proteger y beneficiarse con e l opio – y luego, irónicamente, perdier on el poder sólo meses después de dar marcha atrás y prohi bir el cultivo. Desde que los militares de EE.UU. intervinieron en 2001, una marea creciente de opio ha corrompido al gobierno en Kabul mientras aumentaba el poder de un talibán resurgente cuyas guerrillas han tomado el control de partes cada vez más grandes del campo afgano.

Estas tres eras de guerra casi constante alimentaron un aumento incesante en la cosecha afgana de opio – de sólo 250 toneladas en 1979 a 8.200 toneladas en 2007. Durante los últimos cinco años, la cosecha afgana de opio ha representado hasta un 50% del producto interno bruto (PIB) del país y ha suministrado el ingrediente primordial para más de un 90% del suministro de heroína del mundo.

La devastación ecológica y la dislocación social de esas tres décadas desgarradas por la guerra ha n introducido tan profundamente el opio en la vida afgana que no existe una solución, ni por los mejores y más brillantes de Washington (y tampoco por los más ineptos y menos competentes). Sin poderse decidir entre ignorar la producción de opio y exigir su total erradicación, el gobierno de Bush titubeó durante siete años mientras la heroína vivía un boom, y al hacerlo ayudó a crear una narcoeconomía que corrompió e inhabilitó al gobierno de su aliado, el presidente Karzai. En los últimos años, el cultivo del opio ha sustentado a 500.000 familias afganas, cerca de un 20% de la población estimada del país, y financia una insurgencia talibán que se ha extendido desde 2006 por el campo.

Para comprender la Guerra Afgana, hay que captar un punto básico: en naciones pobres con servicios estatales débiles, la agricultura es el fundamento de toda política, uniendo a los aldeanos al gobierno o a los señores de la guerra o a los rebeldes. El objetivo máximo de la estrategia de la contrainsurgencia es establecer la autoridad del Estado. Cuando la economía es ilícita y está por definición fuera del control del gobierno, esa tarea se hace monumental. Si los insurgentes capturan la economía ilícita, como lo han hecho los talibanes, la tarea se hace prácticamente insuperable.

El opio es una droga ilegal, pero la cosecha de amapola del opio de Afganistán todavía se basa en redes de confianza social que une a la gente a cada paso en la cadena de producción. Préstamos agrícolas son necesarios para plantar, mano de obra para cosechar, estabilidad para el comercio, y seguridad para los envíos. La economía del opio en Afganistán es actualmente tan dominante y problemática que hay que formular una pregunta que Washington ha evitado durante los últimos nueve años: ¿Hay alguien que pueda pacificar un narcoestado hecho y derecho?

La respuesta a esta pregunta crítica yace en la historia de las tres guerras afganas en las que Washington ha participado durante los últimos 30 años – la guerra clandestina de la CIA en los años ochenta, la guerra civil de los noventa (alimentada al comienzo por 900 millones de dólares en fondos de la CIA), y desde 2001, la invasión, ocupación y campañas de insurgencia de EE.UU. En cada uno de esos conflictos, Washington ha tolerado el narcotráfico de sus aliados afganos como el precio del éxito militar – una política de abandono benigno que ha ayudado a convertir Afganistán actual en el narcoestado número uno del mundo.

La guerra clandestina de la CIA, extensión de los campos de amapola, y laboratorios de la droga: los años ochenta

El opio emergió primero como una fuerza clave en la política afgana durante la guerra clandestina de la CIA contra los soviéticos, la última en una serie de operaciones secretas que realizó a lo largo de los rimlands [zonas que bordean la zona central) de Asia que se extienden 8.000 kilómetros desde Turquía a Tailandia. A fines de los años cuarenta, cuando se aceleraba la Guerra Fría, EE.UU. organizó primero intentos encubiertos de los puntos vulnerables asiáticos del comunismo. Durante 40 años, la CIA libró una sucesión de guerras secretas a lo largo de ese borde montañoso - - en Birmania durante los años cincuenta, Laos en los sesenta, y Afganistán en la década de los 80. En uno de los accidentes irónicos de la historia, el alcance meridional de China comunista y de la Unión Soviética había coincidido con la zona del opio de Asia a lo largo de ese mismo borde montañoso, atrayendo a la CIA a alianzas ambiguas con los señores de la guerra de las tierras altas de la región.

La primera guerra afgana de Washington comenzó en 1979, cuando la Unión Soviética invadió el país para salvar a un régimen marxista cliente en Kabul, la capital afgana. Al ver una oportunidad para herir a su enemigo de la Guerra Fría, el gobierno de Reagan trabajó estrechamente con la dictadura militar de Pakistán en una campaña de diez años de la CIA para expulsar a los soviéticos.

Fue, sin embargo, una operación clandestina diferente de cualquier otra en los años de la Guerra Fría. Primero, la colisión de las operaciones secretas de la CIA y de la guerra convencional de los soviéticos llevó a la devastación de la frágil ecología de las tierras altas de Afganistán, dañando su agricultura tradicional más allá de una posible recuperación inmediata, y fomentando una creciente dependencia del narcotráfico internacional. De igual importancia : en lugar de realizar esa guerra clandestina por su propia cuenta como lo había hecho en Laos en los años de la Guerra de Vietnam, la CIA subcontrató gran parte de la operación a la Inteligencia Inter-Servicios de Pakistán (ISI), que pronto se convirtió en un aliado poderoso y cada vez más problemático.

Cuando la ISI propuso a su cliente afgano, Gulbuddin Hekmatyar, como dirigente general de la resistencia antisoviética, Washington –con pocas alternativas– estuvo de acuerdo. Durante los 10 años siguientes, la CIA suministró unos 2.000 millones de dólares a los muyahidín de Afganistán a través de la ISI, la mitad a Hekmatyar, un violento fundamentalista de triste fama por haber lanzado ácido a mujeres sin velo en la Universidad de Kabul y, después, por asesinar a dirigentes rivales de la resistencia. Cuando la operación de la CIA disminuía gradualmente de intensidad en mayo de 1990, el Washington Post publicó un artículo en primera plana con la acusación de que su principal aliado, Hekmatyar, operaba una cadena de laboratorios de heroína dentro de Pakistán bajo la protección de la ISI.

Aunque la producción de heroína en esta área era nula a mediados de los años setenta, la guerra encubierta de la CIA sirvió como el catalizador que transformó las tierras fronterizas de Afganistán y Pakistán en la región del mundo con la mayor producción de heroína. Mientras las guerrillas muyahidín capturaban importantes áreas agrícolas dentro de Afganistán a comienzos de los años ochenta, comenzaron a cobrar un impuesto revolucionario a la amapola del opio a sus partidarios campesinos.

Una vez que los guerrilleros afganos llevaban el opio a través de la frontera, lo vendían a cientos de laboratorios paquistaníes de heroína que operaban bajo la protección de la ISI. Entre 1981 y 1990, la producción de opio de Afganistán se decuplicó – de 250 toneladas a 2.000 toneladas. Después de sólo dos años de apoyo clandestino de la CIA a las guerrillas afganas, el Procurador General de EE.UU. [ministro de justicia] anunció en 1981 que Pakistán ya era la fuente de un 60% del suministro de heroína a EE.UU. En toda Europa y Rusia, la heroína afgana-paquistaní pronto capturó una parte aún mayor de los mercados locales, mientras dentro del propio Pakistán la cantidad de adictos aument aba de cero en 1979 a 1,2 millones en sólo cinco años.

Después de invertir 3.000 millones de dólares en la destrucción de Afganistán, Washington simplemente se fue en 1992, dejando detrás un país profundamente destruido con más de un millón de muertos, cinco millones de refugiados, entre 10 y 20 millones de minas terrestres colocadas en el lugar, una infraestructura en ruinas, una economía por los suelos, y señores de la guerra bien armados preparados para luchar entre ellos por el control de la capital. Incluso cuando Washington finalmente cortó su financiamiento clandestino de la CIA a fines de 1991, sin embargo, la ISI de Pakistán siguió respaldando a sus señores de la guerra locales preferidos siguiendo su objetivo a largo plazo de instalar un régimen cliente pastún en Kabul.

Señores de la droga, dientes de dragón, y guerras civiles: los años noventa

Durante los años noventa, implacables señores de la guerra locales mezclaron fusiles y opio en un brebaje letal como parte de una brutal lucha por el poder. Fue casi como si el suelo hubiera sido sembrado con esos dientes de dragón del mito antiguo que pueden brotar repentinamente en un ejército de guerreros que saltan de la tierra con espadas desenvainadas para la guerra.

Cuando las fuerzas de la resistencia del norte finalmente capturaron Kabul del régimen comunista que había sobrevivido a la retirada soviética durante tres años, Pakistán siguió respaldando a su cliente, Hekmatyar. Él, por su parte, desencadenó su artillería sobre la ca pital sitiada. El resultado: la muerte de unos 50.000 afganos más. Incluso una matanza de proporciones tan monumentales, sin embargo, no pudo llevar al poder a ese fundamentalista impopular. De modo que la ISI armó a una nueva fuerza, el talibán , que en septiembre de 1996 logró capturar Kabul, sólo para combatir a la Alianza del Norte durante los cinco años siguientes en los valles al norte de la capital.

En esta guerra civil aparentemente interminable, facciones rivales se basaron fuertemente en el opio para financiar los combates, más que duplicando la cosecha a 4.600 toneladas en 1999. Durante estas dos décadas de guerra y una multiplicación por veinte en la producción de droga, el propio Afganistán se transformó lentamente de un ecosistema agrícola diverso –con ganadería, huertos, y más de 60 cultivos de alimentos– en la primera economía del mundo dependiente de la producción de una sola droga ilícita. Con ello, una frágil ecología humana fue arruinada de una manera sin precedentes.

Ubicado en el borde septentrional de las lluvias anuales del monzón, en las que las nubes llegan secas del Mar Arábigo, Afganistán es un país árido. Sus cultivos básicos de alimentos se han mantenido históricamente gracias a sistemas de irrigación que se basan en nieve derretida de las altas montañas de la región. Para suplementar alimentos básicos como el trigo, los miembros de las tribus arreaban cientos de kilómetros grandes manadas de ovejas y cabras para pastear en el verano en las tierras altas centrales. Lo más importante, los agricultores plantaban cultivos perennes –nueces, pistachos, y moras– que prosperaban porque hunden sus raíces profundamente en el suelo y son notablemente resistentes a las sequías periódicos de la región, ofreciendo alivio de la amenaza de hambruna en los años secos.

Durante esas dos décadas de guerra, sin embargo, el poder de fuego moderno devastó los rebaños, dañó los sistemas de irrigación con nieve derretida, y destruyó muchos huertos. Mientras los soviéticos simplemente arrasaban el paisaje con su poder de fuego, los talibanes, con un instinto infalible por la yugular económica de su sociedad, violaron las reglas no escritas de la guerra afgana tradicional talando los huertos en el vasto llano Shamali al norte de Kabul.

Todos esos ramales de destrucción se unieron en un verdadero nudo gordiano de sufrimiento humano cuya única salida era el opio. Como la espada legendaria de Alejandro, ofrecía un camino directo para cortar a través de un problema complejo. Sin ninguna ayuda para reponer sus rebaños, volver a sembrar sus campos, o volver a plantar sus huertos, los agricultores afganos –incluidos unos 3 millones de refugiados de retorno– encontraron su sustento en el opio, que había sido históricamente sólo una pequeña parte de su agricultura.

Ya que el cultivo de la amapola requiere nueve veces más mano de obra por hectárea que el trigo, el opio ofreció empleo estacional inmediato a más de un millón de afganos – tal vez la mitad de los que estaban realmente empleados en esos días. En ese país arruinado con su economía devastada, sólo los comerciantes del opio podían acumular capital rápidamente y así dar a los agricultores de la amapola préstamos agrícolas equivalentes a más de la mitad de sus ingresos anuales, créditos críticos para la supervivencia de muchos aldeanos pobres.

En marcado contraste con los rendimientos marginales que el duro clima del país permite a la mayor parte de los cultivos alimentarios, Afganistán resultó ser ideal para el opio. En promedio, cada hectárea de producción de amapolas en Afganistán produce entre tres y cinco veces más que su principal competidor, Birmania. Pero lo más importante es que en un ecosistema tan árido, con sequías periódicas, el opio necesita menos de la mitad del agua requerida por alimentos básicos como el trigo.

Después de tomar el poder en 1996, el régimen talibán alentó una expansión a escala nacional del cultivo del opio, duplicando la producción a 4.600 toneladas, el equivalente en aquel entonces de un 75% del suministro mundial de heroína. Mostrando su apoyo a la producción de droga, el régimen talibán comenzó a cobrar un impuesto de 20% sobre la cosecha anual de opio, y ganó unos 100 millones de dólares en ingresos.

En retrospectiva, la innovación más importante del régimen fue indudablemente la introducción de la refinación en gran escala de heroína en los alrededores de la ciudad de Jalalabad. Allí, cientos de laboratorios elementales se pusieron a la obra, pagando sólo un modesto impuesto a la producción de 70 dólares por cada kilo de heroína en polvo. Según investigadores de la ONU, los talibanes también fueron responsables de animados mercados regionales de opio en las provincias Helmand y Nangarhar y protegie ron a unos 240 comerciantes principales.

Durante los años noventa, la creciente cosecha de opio de Afganistán alimentó un comercio internacional de contrabando que incorporó a Asia Central, Rusia y Europa a un vasto mercado ilícito de armas, drogas y lavado de dinero. También ayudó a alimentar una erupción de insurgencia étnica en un territorio que iba de Uzbekistán en Asia Central a Bosnia en los Balcanes.

No obstante , en julio de 2000, el líder talibán Mullah Omar ordenó repentinamente una prohibición de todo cultivo de opio en un intento desesperado de lograr reconocimiento internacional. De modo bastante sorprendente, el régimen talibán utilizó casi instantáneamente la implacable represión que le había asegurado su triste fama para reducir la cosecha de opio en un 94%, a sólo 185 toneladas.

Para entonces, sin embargo, Afganistán había llegado a depender de la producción de amapolas para la mayor parte de sus impuestos, ingresos por exportaciones, y empleo. En efecto, la prohibición talibán fue un acto de suicidio económico que llevó al borde del colapso a una sociedad ya debilitada. Fue el arma involuntaria que sirvió a EE.UU. cuando inició su campaña militar contra los talibanes en octubre de 2001. Sin opio, el régimen ya no era más que un cascarón vacío y esencialmente implosionó al estallar las primeras bombas estadounidenses.

El retorno de la CIA, opio, y contrainsurgencia: 2001

Para derrotar a los talibanes después del 11-S, la CIA movilizó exitosamente a antiguos señores de la guerra, activos desde hace tiempo en el tráfico de la heroína, para capturar aldeas y ciudades en todo Afganistán oriental. En otras palabras, la Agencia y sus aliados locales crearon condiciones ideales para revertir la prohibición del opio de los talibanes y reanimar el narcotráfico. Sólo semanas después del colapso de los talibanes, funcionarios informaron sobre un rebrote de la plantación de amapolas en los centros de la heroína de Helmand y Nangarhar. En una conferencia de donantes internacionales en Tokio en enero de 2002, Hamid Karzai, el nuevo primer ministro instalado por el gobierno de Bush, emitió una prohibición pro forma del cultivo de opio – sin ningún medio para imponerla contra el poder de esos señores de la guerra locales resurgentes.

Después de invertir unos tres mil millones de dólares en la destrucción de Afganistán durante la Guerra Fría, Washington y sus aliados se mostraron parsimoniosos en los fondos de reconstrucción que ofrecieron. En esa conferencia de Tokio en 2002, los donantes internacionales ofrecieron sólo cuatro mil millones de dólares de los 10.000 millones de dólares que eran necesarios según los cálculos para reconstruir la economía durante los próximos cinco años. Además, resultó que los gastos totales de EE.UU. de 22.000 millones para Afganistán de 2003 hasta 2007 estaban orientados fuertemente hacia operaciones militares, dejando, por ejemplo, sólo 237 millones para la agricultura. (Y como en Iraq, sumas importantes de los fondos de reconstrucción disponibles, simplemente cayeron en los bolsillos de expertos y contratistas privados occidentales, y sus homólogos locales.)

Bajo estas circunstancias, no debería haber sido una sorpresa para nadie cuando, durante el primer año de la ocupación estadounidense, la cosecha de opio de Afganistán aumentó a 3.400 toneladas. Durante los cinco años siguientes , los donantes internacionales contribu yero n 8.000 millones de dólares para reconstruir Afganistán, mientras el opio in yecta ba casi el doble de esa cifra, 14.000 millones, directamente a la economía rural sin ninguna deducción para esos expertos occidentales o para la burocracia inflada de Kabul.

Mientras la producción de opio continuaba su inexorable aumente, el gobierno de Bush minimizó el problema, subcontratando el control de narcóticos a Gran Bretaña y el entrenamiento de la policía a Alemania. Como principal agencia en las operaciones aliadas, el Departamento de Defensa de Donald Rumsfeld consideraba que el opio constituía una distracción de su misión principal de derrotar a los talibanes (y, claro está, de invadir Iraq). Apartando el problema a fines de 2004, el presidente Bush dijo que no quería “desperdiciar una vida estadounidense más en un narcoestado.” Mientras tanto, en sus operaciones de contrainsurgencia, las fuerzas de EE.UU. trabajaban estrechamente con señores de la guerra locales que demostraron ser importantes señores de la droga.

Después de cinco años de ocupación de EE.UU., la producción de droga de Afganistán ha aumentado a proporciones sin precedentes. En agosto de 2007, la ONU informó que la cosecha récord del país cubría casi 202.000 hectáreas, un área mayor que todos los campos de coca en Latinoamérica. De modestas 185 toneladas al comenzar la intervención de EE.UU. en 2001, Afganistán producía ahora 8.200 toneladas de opio, un notable 53% del PIB del país y un 93% del suministro global de heroína.

De esta manera, Afganistán se convirtió en el primer verdadero “narcoestado” del mundo. Si el tráfico de cocaína que representaba sólo un 3% del PIB de Colombia podía llevar a interminable violencia y a poderosos cárteles capaces de corromper el gobierno de ese país, podemos imaginar las consecuencias de la dependencia de Afganistán del opio para más de un 50% de toda su economía.

En una conferencia sobre la droga en Kabul durante este mes, el jefe del Servicio Federal de Narcóticos de Rusia calculó el valor de la actual cosecha de opio de Afganistán en 65.000 millones de dólares. Sólo 500 millones de esa vasta suma llegan a los agricultores de Afganistán, 300 millones a las guerrillas del talibán, y el resto de 64.000 millones de dólares “a la mafia de la droga”, asegurando amplios fondos para corromper al gobierno de Karzai en un país cuyo PIB total es de sólo 10.000 millones de dólares.

Por cierto, la influencia del opio es tan penetrante que muchos funcionarios afganos, de dirigentes de las aldeas al jefe de policía de Kabul, el ministro de defensa, y el hermano del presidente han sido deshonrados por el tráfico. Esa corrupción es tan cancerosa e inhabilitadora que, según recientes cálculos de la ONU, los afganos se ven obligados a gastar la suma sorprendente de 2.500 millones de dólares en sobornos. No es sorprendente que los repetidos intentos de erradicación del opio del gobierno ha ya n sido comprometidos a fondo por lo que la ONU ha llamado “tratos corruptos entre propietarios de los campos, ancianos de las aldeas, y equipos de erradicación.”

Los impuestos a la droga no sólo han financiado una creciente fuerza de guerrilla, sino el papel del talibán en la protección de los agricultores del opio y de los comerciantes de heroína que se basan en su cosecha les da verdadero control sobre la base de la economía del país. En enero de 2009, la ONU y “funcionarios de inteligencia” de EE.UU. estimaron que el narcotráfico suministró a los insurgentes talibanes 400 millones de dólares al año. “Evidentemente,” comentó el secretario de defensa Robert Gates, “tenemos que perseguir a los laboratorios de la droga y los señores de la droga que apoyan a los talibanes y a otros insurgentes.”

A mediados de 2009, la embajada de EE.UU. lanzó un esfuerzo multi-agencias, llamado la Afghan Threat Finance Cell , para cortar los dineros de la droga de los talibanes mediante controles financieros. Pero pronto un funcionario estadounidense comparó ese esfuerzo con “boxear contra gelatina.” En agosto de 2009, el frustrado gobierno de Obama ordenó que los militares de EE.UU. “mataran o capturaran” a 50 señores de la droga conectados con los talibanes que fueron colocados en una “lista mortal” confidencial.

En los hechos, la producción de opio ha bajado en algo desde la cosecha récord de 2007 – a 6.900 toneladas en año pasado (todavía más de un 90% del suministro mundial de opio). Mientras analistas de las ONU atribuyen esta reducción de un 20% en gran parte a los esfuerzos de erradicación, una causa más probable ha sido la superabundancia global de heroína que vino con el boom del opio afgano, y que había reducido el precio de las amapolas en un 34%. De hecho, incluso está cosecha de opio reducida en Afganistán sigue siendo muy superior a la demanda total en el mundo, que la ONU calcula en 5.000 toneladas por año.

Informes preliminares sobre la cosecha afgana de opio en 2010, que comienza el próximo mes, indican que el problema de la droga no desaparece. Algunos funcionarios de EE.UU. que han estudiado el centro del opio en Helmand ven señales de una expansión de los cultivos. Incluso los expertos en la droga de la ONU quienes han predicho una disminución continua de la producción no son optimistas respecto a las tendencias a largo plazo. Los precios del opio podrían disminuir durante unos pocos años, pero el precio del trigo y otras cosechas de productos básicos disminuye aún más rápido, lo que hace que la amapola sea el cultivo más rentable para los agricultores afganos pobres.

Terminar con el ciclo de drogas y muerte

Con sus fuerzas plantadas ahora en el suelo de dientes de dragón de Afganistán, Washington está bloqueado en lo que parece ser un ciclo interminable de drogas y muerte. Cada primavera en esas escarpadas montañas, las nieves se derriten, las semillas de opio brotan, y una nueva cosecha de combatientes talibanes parten a la lucha, y muchos mueren por el letal fuego estadounidense. Y el año siguiente, la nieve vuelve a derretirse, nuevos brotes de amapola aparecen en el suelo, y una nueva cosecha de combatientes adolescentes del talibán toman las armas contra EE.UU., derramando más sangre. Este ciclo se ha repetido durante los últimos diez años y, a menos que algo cambie, puede continuar indefinidamente.

¿Existe alguna alternativa? Incluso si el coste de reconstruir la economía rural de Afganistán –con sus huertos, rebaños, y cosechas de alimentos– llegara a 30.000 millones de dólares o, en realidad, 90.000 millones de dólares, el dinero existe. Según cálculos conservadores, el coste de la actual ‘oleada’ del presidente Obama de 30.000 soldados es de 30.000 millones de dólares por año. De modo que sólo el que esos 30.000 soldados vuelvan a casa crearía suficientes fondos para iniciar la reconstrucción de la vida rural en Afganistán, posibilitando que los jóvenes agricultores comiencen a alimentar a sus familias sin unirse al ejército del talibán.

A menos que haya una retirada precipitada similar a 1991, Washington no tiene una alternativa realista par a la costosa reconstrucción a largo plazo de la agricultura de Afganistán. Bajo los ojos de una fuerza aliada que ahora cuenta con unos 120.000 soldados, el opio ha alimentado el crecimiento talibán hacia un gobierno fantasma omnipresente y un ejército efectivo de guerrilla. La idea de que nuestra presencia militar expandida pueda rechazar pronto esa fuerza y entregar la pacificación a la policía y al ejército afgano de analfabetos y drogadictos, sigue siendo, por el momento, una fantasía. Arreglos rápidos como el que se pague a los agricultores para que no planten, algo que británicos y estadounidenses han tratado de hacer, pueden ser contraproducentes y terminar por impulsar aún más cultivo de opio. La erradicación rápida de la droga sin empleos alternativos, algo que el contratista privado Dyncorp trató de hacer con resultados tan desastrosos con un contrato por 150 millones de dólares en 2005, simplemente haría caer Afganistán en aún más miseria, avivando la cólera masiva y desestabilizando aún más al gobierno en Kabul.

De modo que la alternativa es bastante clara: podemos seguir fertilizando ese suelo mortífero con aún más sangre en una guerra brutal con un resultado incierto – tanto para EE.UU. como para el pueblo de Afganistán. O podemos comenzar a retirar fuerzas estadounidenses mientras ayudamos a renovar ese país antiguo y árido, replantando sus huertos, volviendo a complet ar sus rebaños, y reconstruyendo los sistemas de irrigación arruinados por décadas de guerra.

En esta situación, la única alternativa realista es este tipo de desarrollo rural serio – es decir, reconstruir el campo afgano mediante innumerables proyectos en pequeña escala hasta que los cultivos alimentarios se conviertan en una alternativa viable al opio. Dicho simplemente, tan simplemente que hasta Washington lo pueda comprender, sólo se puede pacificar un narcoestado cuando deja de ser un narcoestado.

--------

Alfred W. McCoy es profesor de historia J.R.W. Smail en la Universidad de Wisconsin-Madison. Es autor de A Question of Torture: CIA Interrogation, From the Cold War to the War on Terror (Metropolitan Books), que también existe en traducciones al italiano y al alemán. Su último libro Policing America's Empire: The United States, the Philippines, and the Rise of the Surveillance State , explora la influencia de operaciones de contrainsurgencia en el exterior en la propagación de medidas de seguridad interior en EE.UU.

 


Respuesta  Mensaje 15 de 21 en el tema 
De: unodostres Enviado: 05/04/2010 16:06
Aqui está el millonario Silvio
Donde está la igualdad de clases?
Mientras los médicos cubanos están de
esclavos este lamebotas goza de la gran vida
El régimen ya está despertando
De: unodostres Enviado: 03/04/2010 10:57
             
Esta caricatura es de Granma
 

Respuesta  Mensaje 16 de 21 en el tema 
De: Rene Gomes Enviado: 05/04/2010 16:21
De: Margarita Enviado: 26/03/2010 05:25
¿Ya estamos
jodiendo
las páginas
por no saber
poner los mensajes
en un foro?
 
 
 
HR-MK,
HR-MK,
Cuánta pinga
tú te comes
 
 
 

                                       HimnodeRiego


Respuesta  Mensaje 17 de 21 en el tema 
De: talitita Enviado: 05/04/2010 19:21
me parece que la preocupacion de los gringos no es lo que sucede en Mexico con los cartel, mas bien la gran demanda de consumo de ese pais qpra que se peleen los grupos de la mafia a mas demanda de cocaina  mas negociadores en mexico y colombia,
esta aqui ya la FBI la DEA , una invasion en la guerra en que nos ha metido el presidente servilista, por que a la orden de el gobierno yanki de enfrentar a los grupos de los carteles, declaro una guerra que ha llevado a la ciudadania a morir en las rafagas cruzadas no solo de la policia y narcos, tambien en la militarizacion que estamos sufriendo, una gran cantidad de millones de dolares para que siga el presidente en esta guerra, mas armas sofisticadas para matar sin mirar a quien, la pregunta es : como han hecho los gringos para que la mafia de ellos este apechugada? sin tanta violencia social, solo alimentando a los drogos de su pastillita o polvito...
tenemos un mal vecino que sabe aprovecharse de los gobiernos serviles ....

Respuesta  Mensaje 18 de 21 en el tema 
De: unodostres Enviado: 05/04/2010 19:28

Taliti

Sigues escribiendo mierda


Respuesta  Mensaje 19 de 21 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 07/04/2010 07:48

Al pueblo estadounidense lo mantienen drogado para impedir que surja un gobierno del pueblo
Patricio Silva - www.aporrea.org
06/04/10 - http://www.aporrea.org/tiburon/a98377.html

Muchos y variados han sido los análisis políticos para tratar de explicar cómo en 200 años de existencia en los EEUU jamás ha habido la posibilidad de torcer el camino expansionista, hegemónico y asesino de los amos del mundo, la teoría que más se acerca según mi modesto entender es que fueron colonizados por varias culturas a la vez todas tienen su origen en el viejo continente que fue expansionista por excelencia.

Sólo nos basta con ver el caso de la invasión española en 1492, mas sin embargo esta no es la razón principal aun cuando es válida, se trata entonces de un problema complejo y sería muy largo de exponer aquí pero tratare de explicarlo de la manera más insólita que se me ha ocurrido y quizás hasta desordenada espero sepan perdonar mi ineptitud. Todo surge a raíz de un documental en donde Fidel Castro en la UCV en 1999 dice que aparte de mucho y minucioso estudio comprender la realidad pasa por entender que nunca las cosas son tal y cual como parecen siempre hay algo mas allá, al menos eso fue lo que yo entendí, pues bien pensé entonces en las 7 bases norteamericanas instaladas en Colombia, la que instalaran en Brasil además de las otras en todo nuestro continente, ¿Qué cuidan con tanto celo con tal poderío militar? y ¿por qué destinan cantidades de dinero astronómicas en su sostenimiento?

Lo que sabemos y se nos ha dicho es que contamos con las mayores y únicas reservas energéticas de todo el planeta, incluyendo el agua claro está, lo cual podría satisfacer cualquier análisis pero acudiendo a las palabras de Fidel. Pensé además que hace algún tiempo salió a luz pública un informe que da cuenta que los billetes que circulan en los EEUU contienen un porcentaje de trazas de cocaína, pero además otro informe reza que los EEUU son el mayor consumidor de drogas del mundo.

De modo que no es descabellado pensar que ese es un pueblo drogado pero si además pensamos en donde están los mayores laboratorios de producción de cocaína no es difícil la respuesta en Colombia ya que su condición de narco estado ya no es un secreto para nadie, pero detengámonos aquí unos momentos, quien manejaba ese negocio antes de la presencia norteamericana, no era acaso Pablo Escobar porque lo asesinaron, porque el hombrecito ni corto ni perezoso quiso sacar del camino a los gringos capos de la droga, asociándose con mafias italianas y europeas.

Entonces, los amos del valle inventaron el plan Colombia que después se llamó plan patriota para acabar con los compañeros alzados en armas contra el estado narco paramilitar de uno de los jefes de la mafia como lo es varito lo cual hasta hoy no les ha sido posible porque nunca fue su verdadero objetivo, su verdadero objetivo es cuidar personalmente su negocio, siempre me pregunte porque el hermetismo en torno al caso Colombiano ?, ningún presidente dijo absolutamente nada sobre ese lamentable conflicto, tenía que llegar nuestro comandante Chávez y pronunciarse abiertamente sobre ese delicado tema y sin embargo hoy como que está un poco alejado de aquel escenario, Fidel alguna vez opinó vagamente sobre ese particular y como puede ser posible para todos los jefes de los movimientos alzados en armas en nuestro continente jamas expresaron solidaridad alguna por uno de los movimientos alzados en armas conducido magistralmente por uno de los hombres que mayores ataques del imperio ha recibido y el más antiguo de nuestro continente autentico y genuino por provenir del movimiento campesino, semi analfabeto, guevarista y marxista del cual deberíamos estar orgullosos todos los revolucionarios por habernos dado la mayor lección de compromiso político con las clases oprimidas y por si fuera poco Bolivariano por convicción me refiero al comandante manuel Maru Landa mas conocido como tiro fijo conductor del invensible hasta ahora y heróica Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ejercito popular FARC-EP.

Porque no ha habido un pronunciamiento de los partidos comunistas de nuestro continente sobre ese particular y si lo ha habido ha sido muy tímido, estaremos pendientes de lo que surja en la V internacional convocada por Chávez, Chávez representa en verdad una amenaza tan cerca de Colombia, que pudiera repercutir y crear condiciones en el hermano país para una verdadera democracia la cual tendría que acabar con el jugoso negocio del narcotráfico que tanto daño ha causado al mundo pero que principalmente mantiene drogado al pueblo norteamericano para garantizar la imposibilidad absoluta de que allí surja un gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo, paz para Colombia, pero la continuidad del Uribismo es más que evidente y no veo por ahora alguna posibilidad de que esa realidad se transforme y acabe con uno de los conflictos más sangrientos y crueles de nuestra historia acabemos con la droga que allí se produce principalmente para el consumo norteamericano y veremos renacer la esperanza de un mundo nuevo.

Patria socialista proletaria o muerte!

Hasta la victoria siempre!

Cualquier sumisión es nuestra derrota!

m1r1p1s1@yahoo.com

Articulo leido aproximadamente 151 veces

Respuesta  Mensaje 20 de 21 en el tema 
De: unodostres Enviado: 20/05/2010 21:04
General: Cuba y este foro cloaca es lo mismo
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: unodostres  (Mensaje original) Enviado: 18/05/2010 22:51
 
Cuba y este foro cloaca es lo mismo
----------

Lodo y podredumbre es lo que hay en Cuba

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En Cuba la población en su mayoría vive con un salario promedio de entre 10 a 20 dólares al mes, por ello el presidente Raúl Castro reconoció que es insuficiente este monto para satisfacer las necesidades básicas de la población. A pesar de estas dificultades económicas es raro apreciar en las calles cubanas a personas de extrema pobreza, como sí se pueden observas en otros países latinoamericanos.

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Para medir la pobreza en Cuba se tiene que usar otros parámetros a los usados en latinoamericana, ya que su población a diferencia los demás países de la región tienen acceso a la educación, salud, luz eléctrica y el agua potable. Para brindarles ayuda a los cubanos más pobres el país cuenta con una red de seguridad social que envía a sus asistentes sociales para determinar que familia es la que verdaderamente necesita la ayuda.

cuba-2

A pesar de que la mayoría de familias no viva holgadamente, no sufren como los pobladores de otros países de las necesidades básicas. Además, los niños que se encuentran desamparados tienen la ayuda del Estado que les brinda educación e incluso la universidad.

cuba3




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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: unodostres Enviado: 19/05/2010 23:02
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Respuesta  Mensaje 21 de 21 en el tema 
De: hr-mk Enviado: 26/06/2010 23:23

El 85 por ciento del beneficio económico del tráfico de cocaína se queda en EEUU

Publicado el 26 Junio 2010 en Noticias

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Foto: Reuters

El 85 por ciento del beneficio bruto por tráfico de cocaína desde Sudamérica a EEUU se queda en la red de distribución de mayoristas y minoristas de ese último país, declaró hoy a Efe Antonio Luigi Mazzitelli, representante para México y Centroamérica de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC).

El experto explicó que, según cálculos de 2008, los beneficios generados por el trasiego de drogas en EEUU totalizaron unos 35.000 millones de dólares, de los cuales unos 29.500 se los repartieron doscientos grandes mayoristas, 6.000 medianos, y el resto, los miles de minoristas, una cifra imposible de calcular.

Éstos, los más próximos al último eslabón de distribución, son los que obtienen “mejor provecho” pero a la vez, los que enfrentan los mayores riesgos de ser arrestados, secuestrados o víctimas de bandas rivales.

Según el experto, al agricultor de la región andina, de cuyas cosechas salieron unas 310 toneladas, le tocan unos 500 millones de dólares mientras que los traficantes de la hoja en esas regiones se quedan con unos 400 millones de dólares.

Por encima de ellos en la cadena están los intermediarios colombianos y los poderosos cárteles de la droga mexicanos, que juntos obtendrían beneficios en torno a 4.600 millones de dólares en el año de referencia.

“Los mexicanos que controlan el cruce de la frontera hacia EE.UU. y el traslado desde América Central hacia Norteamérica, incluyendo el mercado de México (de unos 400 millones de dólares) y de Canadá, se quedan con 2.900 millones (de beneficios)”, indicó el alto funcionario.

A partir de ese punto, dentro ya de territorio estadounidense, los mayoristas obtendrían unos 5.300 millones de dólares de beneficios, mientras que el intermediario más próximo al minorista y el vendedor callejero se quedarían con 24.200 millones de dólares de beneficios brutos.

Los últimos son quienes ponen en el mercado unas 196 toneladas de droga, mientras que el resto se quedó en mercados intermedios o fue incautada por las policías de los distintos países.

“El gran beneficio del dinero generado por el negocio se queda en los mercados finales, más cerca (del distribuidor y consumidor final)”, explica Mazzitelli.

Señaló que la cadena de participación se asemeja a la imagen “dos triángulos”, uno de ellos invertido sobre la punta del otro, el primero de productores, y el segundo de distribuidores.

Las cifras aparecen en el Informe Mundial sobre las Drogas 2010, presentado el pasado 23 de junio, y “desmitifican”, según Mazzitelli, la noción de que los traficantes de droga latinoamericanos son los más poderosos y beneficiados de cadena.

A juicio de Mazzitelli los datos, basados en estimaciones sobre incautaciones, valores de mercado y otras variables, colaboran en “reducir el mito del poder económico y financiero de los cárteles de la droga”.

“Seguramente el negocio de la droga es y sigue siendo el más rentable para las organizaciones criminales y sus operadores pero la distribución del provecho tiene que ser tomada en cuenta”, concluyó.

(Con información de EFE)



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