Los días 6 y 9 de agosto de 1945, fue la apertura de las puertas del infierno para las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Nada justifica esta tragedia que aun, hoy, sigue manifestando sus consecuencias en dichas poblaciones. Ataques con bombas atómicas, ordenados por el presidente de los Estados Unidos de la época: Harry Truman. Pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial ¡¡a qué precio!!!
El arma nuclear recibió el cínico nombre de Little Boy, tal barbaridad nunca fue sancionada por nadie. Tomemos conciencia del significado de una guerra nuclear y de los países que cuentan con esas terribles armas...el desarme lo veo muy difícil, ya que el primer guerrerista del mundo exige que los demás países se desarmen, pero ellos conservan las suyas.
¡Hasta cuándo tendremos esa espada de Damocles sobre nuestras cabezas!!