Unos 100 millones de trabajadores se sumaron hoy a la huelga general de 24 horas convocada por ocho centrales sindicales de la India, varias de ellas afines a los comunistas, para protestar contra el alza de los precios, y las privatizaciones.
Debido al hecho de que la mayoría de los sindicatos simpatizan al Partido Comunista de la India, la protesta, que tiene carácter nacional, fue especialmente bien acogida en los estados de Kerala y Bengala Occidental, gobernados por comunistas.
De acuerdo con G. Sanjeeva Reddy, presidente del Congreso Nacional de Sindicatos de la India, el paro afectó los sectores del transporte, la minería, la electricidad, las telecomunicaciones, bancario, petrolero, portuario, y otros no organizados como el de la construcción.
La huelga se cumplió en un 99 por ciento, aseveró Reddy, citado por la agencia india IANS.
Casi la totalidad de los trabajadores de los estados de Bengala Occidental, Tripura, Kerala, respondieron a la convocatoria, mientras que en el resto del país, las protestas se cumplieron con mayor o menor intensidad.
Los tres territorios antes mencionados son gobernados por el Partido Comunista de la India (Marxista), que apoyó la huelga.
En Mumbai y Nueva Delhi, las dos principales metrópolis indias, sólo sufrieron los usuarios de los autorickshaws, los emblemáticos taxis verde-amarillos de la India, cuyos conductores se sumaron al paro.
Entre las principales demandas escuchadas a lo largo y ancho del país destacó el llamado a las autoridades a poner freno a la espiral alcista en los precios de los alimentos y de otros productos básicos, y a la privatización de las empresas públicas centrales.
También exigieron que se tomen medidas para proteger los empleos en los sectores afectados por la recesión, y el cumplimiento de todas las leyes laborales aprobadas.
En la huelga participaron también sindicatos afiliados al gobernante Partido del Congreso.