Hace unos días, empezaron a publicarse las declaraciones de Fidel Castro a un periodista norteamericano, en una larga entrevista en la cual se tocaron muchos temas.
Uno de los temas que salió a relucir fue acerca de los judíos. Y la razón por la cual agradecemos estas declaraciones a Fidel Castro, es sencillamente porque se ajustan a la verdad histórica.
“Yo no creo que nadie haya sido más injuriado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes”, dice el ex mandatario cubano, que según cuenta Goldberg, el autor de la entrevista, a pesar de su delicado estado de salud su mente sigue siendo tan aguda como siempre, tiene un alto nivel de energía y no ha perdido su típico sentido del humor.
“Han sido mucho más calumniados que los musulmanes debido a que son culpados por todo, pero nadie culpa a los musulmanes por cualquier cosa”, agrega Castro, quien señala que “Irán debe entender que los judíos fueron expulsados de sus tierras, perseguidos y maltratados en todo el mundo como los que mataron a Dios”.
Castro señala que durante 2.000 años los judíos “han sido sometidos a terribles persecuciones y a los pogromos. Uno podría haber pensado que habría desaparecido, pero su cultura y religión los mantuvo juntos como nación”. Para Castro la existencia de los judíos ha sido mucho más dura que la de cualquier otro pueblo. “No hay nada que se pueda comparar con el Holocausto”, aseguró.
El periodista le pregunta si estaría dispuesto a decirle eso al presidente iraní, que niega el Holocausto, y Castro responde: “Si estoy diciendo esto, lo puedes comunicar”.
Para nosotros, los judíos, que se diga solamente la verdad histórica, que se enumeren los hechos ciertos, ya es una declaración de solidaridad y de afecto para con nosotros. Porque ajustarse a la verdad, sin tomar posición ni expresar cariño o admiración, en nuestros días, ya es una gran cosa, un favor incluso, para los judíos y para el Estado de Israel.
La suerte de revisionismo histórico que ha devenido en una especie de negación de la historia o manipulación de la misma para fines inconfesables pero evidentes, ha puesto a los judíos, en una muy difícil situación en muchas partes del mundo. Se niega su derecho a tener un Estado judío, pero se niega sobre la base falsa de no reconocer que fueron los únicos en haber vivido, como nación independiente en las tierras del hoy Israel, de donde fueron expulsados en un par de ocasiones, para retornar luego de casi 2.000 años de exilio y dispersión obligadas.
A menos de siete décadas de finalizada la Segunda Guerra Mundial, y de la Shoá, el holocausto de judíos, que asesinó a más de seis millones de judíos por el solo hecho de ser judíos; cuando los sobrevivientes de campos de concentración habilitados para la tarea mortífera, van desapareciendo por razones de edad, la negación de este trágico evento constituye un hecho hasta común ya. Propiciado nada más y nada menos que por una nación poderosa y peligrosa, el Irán de nuestros días, pesadilla de nuestras noches.
No creo que las palabras de Castro estén cargadas de afecto. Tampoco hay en ellas una defensa de Israel, el único país judío del mundo. No le hace una reclamación o advertencia directa al presidente de Irán. Resulta hasta políticamente correcto desmarcarse de este último país.
Pero aún así, sin quizás mucho cariño para los judíos,… gracias Fidel. Decir la verdad en nuestros días es un acto de valentía y su palabra es escuchada por algunos actores influyentes e influenciados. Gracias Fidel.