Las centrales sindicales que convocaron a la huelga general de hoy en toda España, proclamaron después del mediodía (hora española) que la medida de fuerza era todo un éxito seguida en toda España por diez millones de trabajadores, un 70% del total.

 

El paro se hizo sentir con particular intensidad en la industria metalúrgica y la del automóvil, ambas esenciales tanto para la producción nacional como para las exportaciones. El consumo de electricidad, según la información oficial, cayó un 19% en las primeras horas del paro.

 

La huelga fue declarada contra el drástico plan de austeridad del gobierno, que congeló las jubilaciones (menos las mínimas), disminuyó los salarios de los empleados públicos y aumentó los impuestos indirectos (IVA) que gravan muchos productos de consumo popular.

 

También critican enérgicamente la reforma del mercado laboral que, a su juicio, reduce las indemnizaciones y pone en marcha otras medidas para facilitar los despidos. Tanto los empresarios como el gobierno rechazan estas acusaciones y justifican las drásticas medidas económicas por la grave crisis económica.

 

El paro tuvo incidencia en los transportes de las principales ciudades, especialmente en Madrid y Barcelona y en los mercados de abasto que fueron bloqueados por piquetes de huelguistas. Los comerciantes denunciaron que los piquetes comenzaron a “cerrar” bares y restaurantes a medianoche y que muchos de sus locales no pudieron ser abiertos porque las cerraduras habían sido selladas. “¡Esquiroles!” (carneros), gritaron algunos  huelguistas mientras arrojaron huevos sobre algunos ómnibus que trataban de salir de una cochera madrileña.

 

Fueron cancelados el 80% de los trenes de Alta Velocidad (AVE) y todos los de media distancia. En los interurbanos, solo el 25% funcionaba. Una recorrida de Madrid por la zona norte comprobó que en algunas obras no había ningún obrero trabajando e, insólitamente un miércoles, en el vasto campo de golf de la Real Federación español, había numerosos jugadores.

 

La policía y los piquetes tuvieron varios enfrentamientos en las primeras horas de la madrugada cuando los huelguistas bloquearon las salidas de las cocheras de ómnibus y trenes del servicio subterráneo. En Barcelona, hubo escasos taxis, además de otros medios de transporte y muchas personas fueron formando grupos para tomar los vehículos de alquiler entre varios.

 

Algunos medios radiales informaron que se habían producido 16 heridos en los choques con la policía y unos 30 detenidos. En general, se cumplieron los servicios mínimos acordados e incluso se respetaron otros que habían decidido unilateralmente autoridades regionales o ayuntamientos. Pero, esas normalizaciones tardaron horas en producirse.

 

En los aeropuertos se cumplieron un 30% de servicios mínimos aunque las líneas aéreas Reynar, Air Berlin, Easyjet y Lufthansa cancelaron sus conexiones con España total o parcialmente. Iberia, la aerolínea nacional, la principal transportadora aérea de España, anuncio que operarán solo el 35% de sus vuelos después que algunos controladores de tráfico aéreo y personal de tierra se unieron a la convocatoria la medida de fuerza.

 

El ministro de Trabajo señaló que la huelga se cumplía “con normalidad”. Los empresarios denunciaron “la violencia y coacción “de los piquetes”, sobre todo en el transporte.