El pasado 26 de septiembre algo cambió en el panorama político venezolano. La ventaja de tres millones de votos que Hugo Chávez alcanzó en las elecciones presidenciales de 2006 se esfumó. Ahora la oposición vuelve a la Asamblea Nacional con 60 escaños unificados por la llamada Mesa de Unidad Democrática. Francisco Bello, vicepresidente del partido Copei, es un protagonista de este cambio y asegura que "a victoria sobre el chavismo está más cerca que nunca".
-Muchos han sido los titulares tras las elecciones del 26 de septiembre. ¿Cuál es su análisis?
-Estamos muy contentos tras los resultados de las elecciones de septiembre. Es un proceso que los venezolanos lo hemos catalogado de histórico, creemos que lo ocurrido va a tener un apartado muy significativo en los libros de historia dentro de veinte años.
-El sistema electoral venezolano es muy criticado desde la oposición. ¿Es un sistema hecho a la medida del chavismo?
-Logramos ganar a Hugo Chávez en cantidad de votos, aunque tengamos el sistema de votación más perverso conocido, hecho a la medida de Chávez. Para explicar el sistema de elecciones venezolano hay que ser muy gráfico. Para que ustedes lo entiendan, el país habría que dividirlo en dos zonas, en la zona sur viven cinco millones de electores y en la zona norte once millones. Los electores del sur, zona donde Chávez recoge la mayoría de sus votos, tienen el 60% de los escaños, mientras que el norte elige el 40% restante. La consecuencia es que un diputado de la zona sur puede salir electo por treinta mil votos, mientras que un diputado de la zona norte necesita hasta ciento ochenta mil electores. El sistema no sólo es perverso desde el punto de vista conceptual. Durante todo el proceso, antes y después, todos los grupos opositores hemos tenido que luchar contra todos los recursos del Estado, los cuales están en manos del presidente, utilizados en su único beneficio. Hay que reconocer el esfuerzo y la dimensión de lo conseguido por parte de la oposición.
-¿Qué papel han jugado los medios de comunicación durante esta campaña?
-El Gobierno nacional ha organizado medios de comunicación, públicos y privados. Estos medios no están al servicio del Estado, sino que trabajan para la campaña presidencial a todos los niveles. Utiliza las cadenas de radio y televisión para hacer fraudulentamente campaña electoral. A todo esto hay que añadir además muchas irregularidades en los procedimientos de votación y en los propios censos electorales. Esto ofrece resultados completamente incongruentes.
-¿Qué medidas tienen en sus manos para reaccionar ante estos atropellos?
-Respecto a estas irregularidades nosotros como partido vamos a presentar las pertinentes denuncias, aunque estamos convencidos de que estas reclamaciones no van a ningún lado. En Venezuela no existe el Estado de Derecho, no hay seguridad jurídica, todos los poderes están supeditados al Ejecutivo. Ahora esto va a cambiar. Hasta ahora la Asamblea, conformada por el partido de Chávez, era quien tenía la potestad de nombrar al Tribunal Supremo de Justicia o al Poder Electoral. Ahora las cosas serán diferentes.
-La unión de los diferentes partidos de la oposición ha dado sus frutos. ¿Cómo ha sido este camino hacia la unificación para presentar batalla a Chávez?
-Chávez es fruto de una pérdida de identidad de los propios partidos políticos venezolanos. Los grupos se han ido dividiendo y atomizando, perdieron su razón de ser. Sin partidos democráticos fuertes no hay democracia fuerte. Desde el Copei entendimos que debíamos aunar esfuerzos y ceder espacios, por encima de corrientes ideológicas. Y no sólo nosotros, otros muchos partidos han cedido para que este proyecto salga adelante, restituir una democracia plena.
-Usted y otros muchos representan un cambio generacional en el panorama político venezolano. ¿Qué cambios aportan?
-En el caso del Copei hemos unido el ímpetu de la juventud con los conocimientos de aquellos que tienen una mayor experiencia política.
-¿Qué opina sobre la posibilidad de que el Gobierno de su país haya colaborado con ETA?
-No cabe la menor duda de que Chávez colabora con grupos armados, y ETA está entre ellos. Nosotros lo sabemos bien, hemos visto los campos de entrenamiento de las FARC cercanos a la frontera con Colombia, en el estado de Táchira. Un ejemplo fue el propio desarme de la Policía de Táchira ordenado por Chávez. Eso es colaborar. A día de hoy Venezuela es el país de Latinoamérica donde este tipo de grupos pueden sentirse más cómodos, no sólo por el idioma sino por la propia posición del Estado.
-Muchos han sido los titulares tras las elecciones del 26 de septiembre. ¿Cuál es su análisis?
-Estamos muy contentos tras los resultados de las elecciones de septiembre. Es un proceso que los venezolanos lo hemos catalogado de histórico, creemos que lo ocurrido va a tener un apartado muy significativo en los libros de historia dentro de veinte años.
-El sistema electoral venezolano es muy criticado desde la oposición. ¿Es un sistema hecho a la medida del chavismo?
-Logramos ganar a Hugo Chávez en cantidad de votos, aunque tengamos el sistema de votación más perverso conocido, hecho a la medida de Chávez. Para explicar el sistema de elecciones venezolano hay que ser muy gráfico. Para que ustedes lo entiendan, el país habría que dividirlo en dos zonas, en la zona sur viven cinco millones de electores y en la zona norte once millones. Los electores del sur, zona donde Chávez recoge la mayoría de sus votos, tienen el 60% de los escaños, mientras que el norte elige el 40% restante. La consecuencia es que un diputado de la zona sur puede salir electo por treinta mil votos, mientras que un diputado de la zona norte necesita hasta ciento ochenta mil electores. El sistema no sólo es perverso desde el punto de vista conceptual. Durante todo el proceso, antes y después, todos los grupos opositores hemos tenido que luchar contra todos los recursos del Estado, los cuales están en manos del presidente, utilizados en su único beneficio. Hay que reconocer el esfuerzo y la dimensión de lo conseguido por parte de la oposición.
-¿Qué papel han jugado los medios de comunicación durante esta campaña?
-El Gobierno nacional ha organizado medios de comunicación, públicos y privados. Estos medios no están al servicio del Estado, sino que trabajan para la campaña presidencial a todos los niveles. Utiliza las cadenas de radio y televisión para hacer fraudulentamente campaña electoral. A todo esto hay que añadir además muchas irregularidades en los procedimientos de votación y en los propios censos electorales. Esto ofrece resultados completamente incongruentes.
-¿Qué medidas tienen en sus manos para reaccionar ante estos atropellos?
-Respecto a estas irregularidades nosotros como partido vamos a presentar las pertinentes denuncias, aunque estamos convencidos de que estas reclamaciones no van a ningún lado. En Venezuela no existe el Estado de Derecho, no hay seguridad jurídica, todos los poderes están supeditados al Ejecutivo. Ahora esto va a cambiar. Hasta ahora la Asamblea, conformada por el partido de Chávez, era quien tenía la potestad de nombrar al Tribunal Supremo de Justicia o al Poder Electoral. Ahora las cosas serán diferentes.
-La unión de los diferentes partidos de la oposición ha dado sus frutos. ¿Cómo ha sido este camino hacia la unificación para presentar batalla a Chávez?
-Chávez es fruto de una pérdida de identidad de los propios partidos políticos venezolanos. Los grupos se han ido dividiendo y atomizando, perdieron su razón de ser. Sin partidos democráticos fuertes no hay democracia fuerte. Desde el Copei entendimos que debíamos aunar esfuerzos y ceder espacios, por encima de corrientes ideológicas. Y no sólo nosotros, otros muchos partidos han cedido para que este proyecto salga adelante, restituir una democracia plena.
-Usted y otros muchos representan un cambio generacional en el panorama político venezolano. ¿Qué cambios aportan?
-En el caso del Copei hemos unido el ímpetu de la juventud con los conocimientos de aquellos que tienen una mayor experiencia política.
-¿Qué opina sobre la posibilidad de que el Gobierno de su país haya colaborado con ETA?
-No cabe la menor duda de que Chávez colabora con grupos armados, y ETA está entre ellos. Nosotros lo sabemos bien, hemos visto los campos de entrenamiento de las FARC cercanos a la frontera con Colombia, en el estado de Táchira. Un ejemplo fue el propio desarme de la Policía de Táchira ordenado por Chávez. Eso es colaborar. A día de hoy Venezuela es el país de Latinoamérica donde este tipo de grupos pueden sentirse más cómodos, no sólo por el idioma sino por la propia posición del Estado.