La Coordinadora Estatal de Solidaridad con Cuba, CESC, denunciamos con toda firmeza la reciente
condena del Parlamento Europeo al gobierno cubano como un indignante intento de injerencia en los asuntos
internos de Cuba basado en la desinformación, la tergiversación y la manipulación de la trágica muerte de un
preso común. La declaración del Europarlamento constituye además una repugnante muestra de doble moral.
Los gobernantes europeos jamás han condenado las múltiples y graves acciones represivas que se han
producido en su propio seno o en países cuyos gobiernos someten a sus propios pueblos a las políticas y
expolios dictados por las agencias financieras del capital multinacional.
Los tribunales de excepción; los maltratos policiales, constatados por organismos internacionales de
Derechos Humanos, el confinamiento de inmigrantes y la legislación represiva imperante en el Estado Español
o las leyes racistas italianas o checas no le han merecido ni una sola línea de condena a sus señorías de
Europa. Ni se pronunciaron jamás sobre la brutal represión de manifestantes en Dinamarca, Grecia e Italia,
con sendas muertes en estos dos últimos países
Para el Parlamento Europeo no existen los desplazamientos de poblaciones enteras, ni el asesinato
masivo de activistas sociales y campesinos a manos del paramilitarismo y el golpismo gobernantes en
Colombia y Honduras respectivamente. Acerca del genocidio israelí contra el pueblo palestino siempre han
pasado de puntillas; sobre la represión en Marruecos, contra el pueblo saharaui y los propios marroquíes nunca
han ido más allá de mostrar una tibia preocupación basada en los vacuos lugares comunes de siempre.
Contra el injusto encarcelamiento de Cinco Jóvenes Revolucionarios cubanos y el brutal ensañamiento
penitenciario de que son objeto ellos y sus seres queridos, por haber prevenido atentados terroristas contra
Cuba, tampoco ha dicho nunca nada el Europarlamento.
La lista de atropellos y crímenes perpetrados por poderosos y sátrapas gobernantes, disfrazados
muchas veces de demócratas, contra sus propios pueblo o contra otros es interminable. Pero al Parlamento
Europeo solamente le preocupa Cuba.
El inmoral ataque contra la Revolución Cubana cabalga a lomos de la desbocada campaña mediática
que las multinacionales de la desinformación han desatado tras la muerte de Orlando Zapata. Sobre este
desgraciado asunto han mentido al mundo entero afirmando que se le denegó la asistencia médica al fallecido
e incluso llegó a impedírsele la ingesta de agua, cuando la realidad es que no le faltó de nada y tuvo
tratamiento médico en los mejores hospitales de la isla. Pero obviamente, la campaña mediática era necesaria
para la declaración parlamentaria, de ahí que también haya estado basada en la doble moral, la manipulación y
el silencio acerca de lo que pasa en Cuba y en el resto del mundo.
Los diputados de la Unión Europea han protagonizado una vez más el enésimo acto de sumisión y
complicidad para con el imperialismo norteamericano en su obsesión por derrocar a la Revolución. Este
recurre a todo tipo de agresiones y no duda en fabricar mentiras acerca de una presunta disidencia, dentro y de
fuera de la isla, formada en realidad por asalariados de la Casablanca, como parte de ellos mismos han
reconocido en sus sitios de Internet y como ha demostrado el propio Estado cubano con pruebas contundentes.
Rechazamos por todo ello el manifiesto anticubano del Parlamento Europeo, a quien condenamos por
su doblez, su cinismo y su complicidad con las agresiones del gobierno yanqui contra cualquier pueblo o país
que no se someta a sus intereses.
Responsabilizamos también a ambos gobiernos, de la UE y de los USA, de todo lo que pueda ocurrir
por su irresponsable comportamiento agresivo para con una Revolución que demuestra día a día ser un
ejemplo de que la superación del modo de producción capitalista es tan posible como perentoria para toda la
humanidad.
Madrid 16 de marzo de 2010