Si alguien busca tu casa con frío,
es porque tienes el abrigo.
Si alguien busca tu casa con tristeza,
es porque tienes la alegria.
Si alguien busca tu casa con lágrimas,
es porque tienes el pañuelo.
Si alguien busca tu casa con versos
es porque tienes la poesía.
Si alguien busca tu casa con dolor
es porque tienes el consuelo.
Si alguien busca tu casa con palabras
es porque tienes el oído.
Si alguien busca tu casa con cadenas
es porque tienes la libertad.
Si alguien busca tu casa con soledad,
es porque brindas compañía.
Si alguien busca tu casa con dudas
es porque tienes el camino.
Si alguien busca tu casa con música,
es porque tienes la fiesta.
Si alguien busca tu casa con desánimo
es porque tienes el estímulo.
Si alguien busca tu casa con fantasías
es porque tienes la realidad.
Si alguien busca tu casa con desesperación
es porque tienes la serenidad.
Si alguien busca tu casa con entusiasmo
es porque tienes el brillo.
Si alguien busca tu casa con secretos
es porque tienes la complicidad.
Si alguien busca tu casa agobiado
es porque tienes la paz.
Si alguien busca tu casa con confianza
es porque la inspiras.
Si alguien busca tu casa con miedo
es porque tienes el apoyo.
Todos buscan tu casa
porque tú tienes el amor.
Nadie llega por azar a tu casa.