El desenlace de la disputa fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica tendrá un impacto decisivo en los planes de reelección del presidente Daniel Ortega en los comicios del 2011, advirtieron analistas.
Los analistas creen que la disputa fronteriza elevó la popularidad de Ortega, pero advierten que el apoyo puede crecer o mermar dependiendo del curso que tome el conflicto.
“Los dictadores golpistas argentinos estaban con problemas de popularidad cuando invadieron Las Malvinas (en 1982) y entonces el pueblo salió a las calles a darles su apoyo”, recordó Roberto Courtney, presidente de Etica y Transparencia, un organismo independiente de observación electoral.
“A las cuatro semanas cuando (los argentinos) estaban derrotados en esa guerra, los mismos generales que habían sido vitoreados empezaban a enfrentar la justicia”, declaró Courtney.
Una manifestación universitaria multitudinaria tuvo lugar el martes en Managua, y entre las consignas sobre la disputa limítrofe, se mezclaron otras en apoyo a la reelección de Ortega. La marcha se desarrolló un día después de que todos los poderes del Estado apoyaran lo obrado por el mandatario frente a Costa Rica.
Courtney dijo que “es evidente que hay más apoyo (a Ortega), eso siempre pasa” cuando surgen conflictos territoriales, pero advirtió que “podría tener efecto pasajero”.
Apoyado por el Frente Sandinista, Ortega logró en meses recientes, con maniobras cuestionadas por la oposición, que los poderes del Estado avalaran su deseo de postularse para un nuevo mandato en las elecciones de noviembre del 2011, algo que la constitución prohibía.
Una semana antes de que estallara la disputa fronteriza, un sondeo mostró que el nivel de aprobación de Ortega había aumentado a 45.1%, la calificación más alta desde que inició su segundo gobierno en enero del 2007.
Ortega, quien cumplió 65 años el 11 de noviembre, mejoró 13 puntos en comparación con los niveles mantenidos durante su mandato, según la encuesta de la firma M&R.
“Todo conflicto que surge de orden fronterizo ha tenido ese efecto y muchísimos jefes de Estado han recurrido desgraciadamente a eso, con ese propósito”, dijo a la AFP el ex canciller liberal Norman Caldera.
“En este caso, sin embargo, creo que cualquier efecto artificial no era necesariamente buscado” por Ortega, agregó.
El analista salvadoreño Juan Héctor Vidal, un ex directivo de la cúpula empresarial ligado a la derecha, cree que la manifestación universitaria puede haber buscado impulsar las opciones electorales de Ortega.
“Ortega está muy activo. La movilización el martes de los estudiantes puede ser una estrategia para ganar adhesiones en un tema de interés nacional y perpetuarse en el poder o simplemente para distraer la atención de sus pretensiones de reelegirse en el 2011”, dijo Vidal a la AFP.
Otro analista salvadoreño cree que no solo Ortega, sino también la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, estaría aprovechando la disputa fronteriza “con intereses ocultos”.