Un escándalo de corrupción en una planta procesadora de níquel en Cuba — una de las fuentes clave de ingresos en la isla — ha dado lugar a la detención de por lo menos 10 de sus ejecutivos, según dos disidentes en Cuba.
El caso incluye la desaparición de vehículos y motores de repuesto que se encontraban almacenados para una expansión de la planta Pedro Soto Alba en la ciudad de Moa, informaron los disidentes.
Algunos de los ejecutivos, añadieron, también recibieron salarios extraordinariamente altos de $1,500 a $2,000 mensuales, en un país donde el salario promedio oficial es de unos $20 al mes.
Fue imposible verificar independientemente los informes del periodista disidente Luis Felipe Rojas, y de Omar Wilson Estévez, miembro del Movimiento Nacional de Resistencia Cívica Pedro Luis Boitel. Ambos viven en Moa.
La planta Soto Alba es una empresa operada conjuntamente por la firma estatal Cubaníquel y la compañía Sherritt International, con base en Canadá.
Llamadas de El Nuevo Herald a la sede principal de Sherritt, en Toronto, no fueron respondidas el martes.
Los informes de los disidentes llegan después del reciente despido de la ministra de la Industria Básica, Yadira García, que supervisaba el sector del níquel.
Residentes de La Habana dijeron que los rumores sobre el caso en Moa han estado circulando durante varios días.
De acuerdo con un comunicado del gobierno emitido en septiembre, García fue remplazada por “deficiencias en la dirección del organismo, reflejadas de manera particular en el débil control sobre los recursos destinados al proceso inversionista y productivo de la Industria Básica”.
Cuba se ha visto conmocionada por varios escándalos de corrupción este año, incluyendo uno que implicó a la aerolínea estatal Cubana de Aviación en supuestos vuelos no registrados cuyas ganancias fueron a parar a manos de funcionarios.
El grupo Transparencia Internacional, basado en Berlín, que monitorea casos de corrupción en todo el mundo, colocó a Cuba en el 69no. lugar de su informe anual este año, lo que significa un descenso de ocho puestos con relación al informe del año 2009.
Rojas y Wilson dijeron haber obtenido su información de trabajadores y ex trabajadores de la planta Soto Alba, así como de familiares y vecinos de los ejecutivos detenidos.
No identificaron a sus fuentes por temor a represalias gubernamentales.
Ellos hablaron con El Nuevo Herald por teléfono desde Moa, una ciudad de unos 100,000 habitantes en la costa noreste de Cuba que es el corazón de la industria de níquel nacional.
Las exportaciones de níquel son una de las principales fuentes de divisas extranjeras junto con el turismo y las remesas desde el exterior.
Wilson dijo que al menos 10 ejecutivos de la planta fueron detenidos en sus casas, durante las primeras horas del 24 de septiembre, en acciones policiales que, en muchos casos, fueron presenciadas por los vecinos.
Rojas, que escribió un informe el lunes sobre el escándalo, situó la cifra de detenidos entre 17 y 19, y dijo que familiares de dos de ellos le habían dicho que los tenían en Villa Marista, la sede de la Seguridad del Estado en La Habana.
Wilson y Rojas dijeron que habían recibido información, independientemente uno del otro, de que algunos de los ejecutivos estaban recibiendo salarios de $1,500 a $2,000 mensuales.
Se estima que Cuba tiene un tercio de las reservas comprobadas y probables de níquel, que es esencial para la producción de acero inoxidable y otras aleaciones que son resistentes a la corrosión.
http://impactocna.com/2010/11/17/escandalo-en-planta-de-niquel-en-cuba/