Lejos de lo que se pueda creer, el historiador no es solamente un individuo ensimismado en sus documentos y libros, encerrado intemporalmente en su torre de marfil. Reclamamos para el historiador, como ya hicieran los profesores Casanovas, García de Cortázar o Sisinio Pérez, un papel activo en lo social que contribuya a crear conocimiento, controversia y debate público al mismo tiempo. El “profesional de la memoria”, el historiador, tiene la responsabilidad de enseñar tanto las luces como las sombras del pasado de la humanidad. Las “fosas de Franco” no deben permanecer en el silencio, pues el olvido se constituye como el arma más eficaz para quienes pretenden correr una cortina de humo que disimule las barbaries del franquismo. Como defendiera Walter Benjamin, es nuestra obligación crear una historia de los olvidados, de los que no dejaron en los registros carcelarios más que un nombre, un testimonio, las menos de las veces una memoria, normalmente tan solo un acta de defunción. Los descendientes de aquellas personas reclaman el más digno final posible para la triste historia que estalló en el verano de 1936.
Durante la década de 1940 “toda España era una cárcel” -nos transmite Paz Ballesteros- pues quien no estaba preso, lo andaban buscando” . Puede parecer una exageración, pero desde mi personal punto de vista, no son pocos los amigos, familiares y colegas de profesión que conocen a testigos que padecieron en primera persona tan magna labor represiva. La amenaza y el miedo fueron las armas más eficaces de la dictadura en sus albores. Vivir bajo la espada de Damocles en cada uno de los ámbitos de la vida impedía pensar con claridad, asociarse, conformar una verdadera oposición organizada. Lo más común era levantarse cada mañana con el temor a poder ser descubierto, perseguido por republicano o masón, sin un argumento judicial firme; era vivir con la inquietud de no saber cómo alimentar a una familia numerosa. Abrazarse, besarse en público, sonreir despreocupado, expresar libremente tu opinión eran argumentos de una novela que se escribió décadas más tardes.
Esta fue la España de nuestros abuelos. Esta fue la España de Franco.
TENEIS UN COMPLEJO NO SUPERADO ...FRANCO MURIÓ HACE MAS DE 30 AÑOS...
LO QUE HACE FALTA ES ARREGLAR LOS PROBLEMAS QUE TENEMOS AHORA ... CLARO QUE CON LOS QUE HAY EN EL GOBIERNO ESO ES IMPOSIBLE .
ESTO SI ES ACTUALIDAD:
POEMA A ZP A SU GOBIERNO Y AL P.S.O.E.
Con diez millones de votos De arrepentidos o ingenuos Ganaron las elecciones Y entraron en el gobierno Unos pillos socialistas Que se llamaban obreros Sin tener un solo callo En la yema de los dedos
Gran revuelo entre las gentes Causó el acontecimiento Hubo bailes y charangas Entre la gente del pueblo.
Zapatero y sus compinches Habían ganado el duelo Al pie del puño florido Hicieron su juramento Con la rosa por testigo Los ministros prometieron Dar trabajo, hacer justicia Predicar con el ejemplo
Pasaron algunos meses Y al llegar al año y medio Las rosas ya estaban secas Y sus promesas volaron Cual hojas que lleva el viento
Todo se llenó de pícaros Trepadores y mastuerzos Políticos sin gramática Donjuanes de medio pelo
Tragaldabas, tragaperras Traga cargos, traga sueldos Y en menos que canta un gallo Nos dejaron medio en cueros
Las calles y plazas públicas Los mercados y paseos Se llenaron de chorizos Robaperas, descuideros Tramposos, trapisondistas Mangantes y presos sueltos
La corte de los milagros Salió del túnel del tiempo Y volvieron los mendigos Los parados, los hambrientos, Por miles las prostitutas Con sus chulos al acecho Invertidos, maricones Zorras de pelaje nuevo
Ambulantes de la droga De esos que llaman "camellos" En calzón van pensionistas, En perniles los obreros, Empresarios en pelotas, Contribuyentes en cueros, Los ladrones en la calle, Los tontos al Ministerio, Los ministros en Mercedes, Los electores al huerto, Indultos a terroristas, Y guardias al cementerio.
Con diez millones de votos De arrepentidos o ingenuos Ganaron las elecciones Y entraron en el gobierno Unos pillos socialistas Que se llamaban obreros Sin tener un solo callo En la yema de los dedos
Gran revuelo entre las gentes Causó el acontecimiento Hubo bailes y charangas Entre la gente del pueblo.
Zapatero y sus compinches Habían ganado el duelo Al pie del puño florido Hicieron su juramento Con la rosa por testigo Los ministros prometieron Dar trabajo, hacer justicia Predicar con el ejemplo
Pasaron algunos meses Y al llegar al año y medio Las rosas ya estaban secas Y sus promesas volaron Cual hojas que lleva el viento
Todo se llenó de pícaros Trepadores y mastuerzos Políticos sin gramática Donjuanes de medio pelo
Tragaldabas, tragaperras Traga cargos, traga sueldos Y en menos que canta un gallo Nos dejaron medio en cueros
Las calles y plazas públicas Los mercados y paseos Se llenaron de chorizos Robaperas, descuideros Tramposos, trapisondistas Mangantes y presos sueltos
La corte de los milagros Salió del túnel del tiempo Y volvieron los mendigos Los parados, los hambrientos, Por miles las prostitutas Con sus chulos al acecho Invertidos, maricones Zorras de pelaje nuevo
Ambulantes de la droga De esos que llaman "camellos" En calzón van pensionistas, En perniles los obreros, Empresarios en pelotas, Contribuyentes en cueros, Los ladrones en la calle, Los tontos al Ministerio, Los ministros en Mercedes, Los electores al huerto, Indultos a terroristas, Y guardias al cementerio.