La persona que eres actúa firme y fuertemente de acuerdo a tus más genuinos pensamientos. Cuando piensas algo una parte de ti comienza, inmediatamente, a hacerlo realidad.
Eres el fiel y dedicado servidor de tus pensamientos. Aquellos que piensas más a menudo y más fuertemente son los que toman las decisiones que darán forma a la realidad de tu vida.
A medida que cada día va transcurriendo, tú vas extrayendo de la vida lo que piensas de ella. En los grandes esfuerzos y en los pequeños instantes, tus pensamientos apuntan en una dirección que tu vida, obedientemente, acata.
Cada vez que sinceramente te convences a ti mismo en cuanto a que algo debe ser hecho, debe ser hecho. De manera similar, si decides que algo es imposible para ti, puedes tener la certeza de que así será.
Los pensamientos controlan y dirigen la milagrosa, dinámica energía que constituye tu vida. Y a cada momento, en cada situación, en respuesta a cada desafío, puedes elegir los pensamientos que más te convengan.
Elegir qué pensamientos pensar es una increíble y poderosa capacidad que tienes en tus manos. Y a partir de ella fluye de manera certera, implacable, la realidad de tu vida.
Somos seremos humano. Pero solo podemos ser verdaderamente civilizados cuando seamos capaces de comprender que el bien de todos es el bien de uno. Cuando sepamos anteponer el nosotros por el yo, el ustedes, por el EGO.
El pensamiento, nuestro pensamiento, solo será fiel a nosotros mismos cuando este sea propulsor del bien común, no solo del mío propio, o del tuyo sólo, sino el de todos nosotros. El lenguaje no solo nos dio el camino a la comunicación sino también al pensamiento. Porque el mismo lenguaje, que es un patrimonio, no de uno, sino de muchos, es el ejemplo que somos, y no solo que soy, o eres. Y esto es lo que nuestro pensamiento debe forjar.
No seremos hermanos, porque es demasiado grande cuando aún el pensamiento está reducido el yo o al tú, pero si somos humanos. Al menos como humanos podemos intentar aprender a civilizarnos. Y para civilizarnos debemos de empezar por intentar dejar de ser individualistas, para convertirnos en sociales, enfocados en todos los que nos rodean.
Todos somos uno, uno somos todos, es una ley indeleble del llamado ser social. Y cuando la fuerza de nuestro pensamiento, está al servicio del bien común, del bien de los demás entonces nosotros mismo seremos más fuertes y seres verdaderamente felices y ricos en todo y con todo.
puede ser peligroso si se adopta un capitalismo tan salvaje como el que se vive en Mexico, pais a merced de el vecino pais, por eso es esta oracion...
Santa Pascuala, que no me alcance una bala. Santa Antonieta, que no me quiten mi camioneta.
San Angel Adolfo, líbrame del Cártel del golfo. San Macario, que no me persiga un sicario. San Andrés, líbrame de un secuestro express. San Abulón, líbrame de un levantón. Santa Enriqueta, líbrame de los "z". San Timoteo, que no me toque un tiroteo
San Federico que no me rompan el hocico y Santa Librada, que no me caiga una granada y me cargue la chingada.