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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 07/12/2010 05:45
Respuesta  Mensaje 19 de 19 en el tema 
De: albi Enviado: 06/12/2010 21:13

 

Cinco cubanos solicitan nuevo juicio

Freethecubanfiveweb

Cinco cubanos fueron declarados culpables en el 2001 por espionar a militares estadounidenses y exiliados de Cuba en el Sur de Florida. No estaban espiando contra EEUU sino a grupos cubanos de derecha que han organizado ataques violentos contra Cuba. Hablamos con Thomas Goldestein, abogado para los Cinco y director en la Akin Gump. Ha co-fundado uno de los blogs más leidos cubriendo la Corte Suprema, el SCOTUSblog. Enseña en los departamentos de leyes de Harvard y de Stanford y ha sido descrito como uno de los abogados líderes en la nación por debajo de los cuarenta por el National Law Journal.

AMY GOODMAN: Abogados para los Cinco han solicitado un nuevo juicio a la Corte Suprema la semana pasada. Los cinco hombres fueron condenados en el 2001 por espiar a militares de EEUU y exiliados cubanos en el Sur de Florida. Los Cinco están recluídos en prisiones federales a lo largo del país. Los hombres dicen que no espiaban a EEUU, sino que estaban tratando de monitorear grupos violentos de la derecha cubana que ya han organizado ataques contra Cuba.

El juicio de los Cinco ha sido el único procedimiento en EEUU condenado por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Algunos ganadores del Premio Nobel han pedido al Fiscal General de EEUU su liberación. El líder cubano Raul Castro ofreció el año pasado liberar a más de 200 prisioneros políticos a cambio de los cinco hombres.

Vamos ahora a Washington, D.C., para hablar con el abogado de los Cinco, Thomas Goldstein, socio de la compañía Akin Gump y co-fundador del popular SCOTUSblog sobre la Corte Suprema. Bienvendio a Democracy Now!

THOMAS GOLDSTEIN: Es un placer estar contigo.

AMY GOODMAN: ¿Puedes explicar este caso, esta solicitud a la Corte Suprema en este momento? Usted es uno de los abogados líderes, abogando en más de cuarenta casos ante la Corte Suprema.

THOMAS GOLDSTEIN: No han sido tantos, pero es muy amable que quieras hablar conmigo sobre la corte. Los jueces tienen el poder de escoger que casos escucharán, en contraste a un tribunal de apelación o corte de jurado. Lo primero que debemos hacer es solicitar que escuchen argumentos en el caso. Y hemos dicho que el caso levanta interrogantes importantes sobre justicia, y en el contexto de relaciones internacionales en particular, es esencial que ellos se involucren. Creemos que es una locura pensar que pudiera haber un juicio justo para ellos en el ambiente anti-Castro de Miami, cuando se habla de agentes del gobierno de Castro. También nos preocupa la selección del jurado en el caso. Entonces en la primera fase estamos tratando de despertar interés sobre el caso.

GOODMAN: Ahora, explica quienes son los Cinco, Thomas Goldstein.

THOMAS GOLDSTEIN: Lo explicaste exactamente como es en tu introducción al caso. Son cinco individuos que trabajaban para el gobierno cubano. Eran agentes sin registro, esto siendo el comienzo del caso en su contra. Pero esos casos son en lo general manejados como casos mucho menos serios. Tenemos gente aquí que- múltiples personas sirviendo sentencias de por vida. No estaban involucradas en nada violento. No estaban tratando de robar secretos de estado. Estaban tratando de obtener información sobre personas que se oponen violentamente al gobierno cubano. Además, fueron acusados en un ambiente en el cual, yo creo que, en algún sentido, el jurado tenía rabia hacia Castro y tomó venganza por lo que percibe que se hace en Cuba.

AMY GOODMAN: ¿Puedes explicar el asunto del lugar?

THOMAS GOLDSTEIN: Claro. La constitución requiere que uno sea juzgado donde se comete el crimen. También hay mucha ley que dice que uno puede ser juzgado solamente donde reciba un juicio justo. De esta manera no esperas que te juzguen en una comunidad donde existe una gran hostilidad contigo ni contra un grupo al cual perteneces. Sólo imagínate los juzgados en comunidades racistas en un tiempo, donde, digamos, alguien negro se defendía de una acusación de cometer un crimen violento en contra de una victima blanca, ese tipo de cosas. Por eso se ha desarrollado un cuerpo de leyes para garantizar el debido proceso, diciendo que uno tiene derecho a un juicio justo, no solamente a un juicio.

Nosotros creemos que este caso implica este principio, y de hecho, la primera vez que la Corte de Apelaciones atendió este caso, desechó las convicciones, diciendo, miren, en este ambiente anti-Castro, particularmente cuando hubo toda la debacle de Elián Gonzales, va a haber que haber un nuevo juicio justo. Pero hubieron desacuerdos subsiguientemente dentro de la corte, y por último la corte confirmó las convicciones. Por eso es que tenemos que ir a la Corte Suprema.

AMY GOODMAN: Y Thomas Goldstein, ¿los miembros del jurado que fueron expulsados?

THOMAS GOLDSTEIN: Bueno, la Corte de Apelación dijo que el gobierno tiene la libertad de eliminar miembros del jurado en base a su raza, siempre y cuando no utilize más de su cuota y no elimine a todos los miembros que vienen de minorías. Y nosotros pensamos que esto es preocupante. La Constitución, la Clausula de Protección Equitativa de la Constitución dice que nadie puede eliminar miembros del jurado en base a su raza, y la Corte Suprema ha sido protectora de este principio. Realmente odia toda forma de discriminación racial, incluyendo en la selección del jurado. Creemos que la Corte de Apelación ofreció una mano libre a ciertas personas para mantener a cierta gente fuera de los jurados en base a su raza, cosa horrible, siempre y cuando lo hagan de una manera inteligente. Entonces les hemos pedido que vean este asunto también.

AMY GOODMAN: Gerardo Hernández, uno de los Cinco, y la acusación de conspiración para cometer un homicidio. ¿Por qué dice estar basado en mala evidencia?

THOMAS GOLDSTEIN: Claro. Bueno, esta fue la acusación más seria que se le imputó a cualquiera de los Cinco, y EEUU dice que Gerardo Hernández, cuando obtuvo información sobre los Hermanos al Rescate – lo que pasó fue que los Hermanos al Rescate, una organización muy anti-Castro, muy muy opuesta al régimen, realmente trató de derrocar el régimen, en parte al hacer vuelos sobre territorio cubano, y Gerardo Hernández pasó información a Cuba sobre cuando iban a estar sobrevolando. Ahora, los aviones salían por radar de todas maneras, y no era una cosa enormemente importante. Pero Cuba bajó los avienes a tiros, y él fue declarado culpable por conspirar para cometer un homicidio por eso, aún si él no tuvo nada que ver con los planes para bajar los aviones, y aún menos con un plan para bajar aviones bajo jurisdicción estadounidense. Sabes, no es cierto, y realmente no hay evidencia para la acusación.

Pensamos que este fue el mejor ejemplo de como este jurado, en este ambiente, no pudo tomar el caso con justicia y decir, bueno, de pronto estas personas son agentes sin registro, y no se debe hacer esto, y tenemos formas de manejar estos casos. Pero las acusaciones aquí fueron mucho más serias. Esto es normalmente resuelto diplomáticamente, no con convicciones criminales.

AMY GOODMAN: ¿Y el itinerario de esto? Tenemos sólo diez segundos.

THOMAS GOLDSTEIN: Claro.

AMY GOODMAN: ¿Cuando espera que la Corte Suprema haga una decisión sobre la apelación?

THOMAS GOLDSTEIN: Seguramente en Mayo decidirán si tomarán el caso, y si lo harán, recibiremos una respuesta en este año o en el 2010.

AMY GOODMAN: Bueno, te quiero agradecer por estar con nosotros, Thomas Goldstein. National Law Journal dice que es uno de los abogados líderes por debajo de los cuarenta, con Akin Gump. Y esto completa nuestro show.

En noticias relacionadas de la Corte Suprema, Juez Ruth Bader Ginsberg, la única mujer en la Corte Suprema se recupera ahora de sirugía en Nueva York en Memorial Sloan-Kettering por cáncer del páncreas.

 
 
 
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De: albi Enviado: 07/12/2010 05:47

Un grito desde Argentina: 'Cierren Guantánamo'

Publicado el 18 de noviembre de 2010

Por Amy Goodman

“Guantánamo va a seguir abierto en el futuro inmediato”, le dijo esta semana un funcionario no identificado de la Casa Blanca al Washington Post. Para tener un ejemplo de cómo proceder con la tristemente célebre base naval estadounidense en Cuba, el Presidente Barack Obama debería fijarse en un viejo edificio de la armada argentina en Buenos Aires.

Cuando Ana María Careaga tenía 16 años y estaba embarazada, matones de las Fuerzas Armadas argentinas la secuestraron en la calle, la llevaron a un centro clandestino de detención y la torturaron durante cuatro meses. Era el año 1977 y las Fuerzas Armadas acababan de dar un golpe de Estado en Argentina. Treinta mil personas fueron “desaparecidas” entre 1976 y 1983 por la brutal Junta Militar en Argentina. La Junta gozaba del apoyo entusiasta del entonces Secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, a quien se le atribuye haber autorizado la creación de una red de terrorismo de Estado integrada por varios gobiernos militares de la región y denominada “Plan Cóndor” que asesinó a 60.000 personas en América del Sur.

Décadas más tarde, Argentina salió de la dictadura y de la reciente debacle económica como una de las nuevas democracias progresistas de América Latina. Ana María Careaga, que ahora tiene 50 años, es la directora del Instituto Espacio para la Memoria en la vieja Escuela de Mécanica de la Armada en pleno Buenos Aires, donde 5.000 personas fueron detenidas, torturadas y, en su mayoría, luego fueron asesinadas. El objetivo del instituto es preservar la memoria de este capítulo nefasto de la historia argentina.

Ana temía perder a su bebé. Entre los horrores que tuvo que soportar se cuentan reiteradas descargas eléctricas con una picana en la vagina. Mientras estaba detenida, su madre, Esther Careaga, se unió a otras madres de jóvenes que habían sido desaparecidos. Se reunían en la Plaza de Mayo, llevando las fotografías de sus hijos desaparecidos y marchaban en círculo para concientizar, protestar y lograr apoyo internacional contra la violencia y el terrorismo de Estado argentino.

Luego de que Ana fue liberada y recibió asilo político en Suiza, Esther Careaga no dejó de marchar alrededor de la Plaza de Mayo. Estuve en Buenos Aires esta semana y le pregunté a Ana por qué: “Cuando yo salí en libertad, mi mamá volvió a la Plaza de Mayo y las madres le dijeron 'qué hacés acá si vos ya recuperaste a tu hija' y ella dijo 'yo voy a seguir hasta que aparezcan todos, porque todos los desaparecidos son mis hijos'. Eso mostraba que lo de ella no era una búsqueda individual, sino una búsqueda colectiva”.

Esther Careaga, otras dos Madres de la Plaza de Mayo y dos monjas francesas fueron desaparecidas, torturadas y asesinadas entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977. Fueron llevadas a la vieja Escuela de Mecánica de la Armada, donde con macabra sofisticación, el gobierno militar argentino llevaba adelante lo que se conoce como "vuelos de la muerte": luego de torturar a sus víctimas, las drogaban y, mientras estaban aún con vida, apilaban sus endebles cuerpos en aviones. Los aviones sobrevolaban las aguas costeras y lanzaban los cuerpos de las víctimas desde el avión. Tiempo después, un viento y una marea poco frecuentes arrastraron el cuerpo de Esther Careaga y de otras personas a la orilla, y finalmente fueron identificados.

Desde el lugar donde su madre fue vista con vida por última vez en el centro de tortura, Ana me mostró un libro que contiene un memorando diplomático de Estados Unidos, obtenido en virtud de la Ley de Libertad de Información. El documento demuestra que la embajada de Estados Unidos en Argentina sabía que su madre había sido asesinada y que su cuerpo había sido recuperado, cosa que Ana y su padre no supieron durante décadas.

En la actualidad, los sobrevivientes de los campos de detención y el gobierno argentino están juzgando, – y en la mayoría de los casos condenando–a muchos de los represores y torturadores (Kissinger aún no fue juzgado, y se dice que toma muchos recaudos antes de viajar al exterior para evitar ser arrestado). Ana asiste a dos juicios a la vez: los lunes, martes y miércoles asiste al juicio de quienes torturaron y asesinaron a su madre. El resto de la semana, en la misma sala de audiencias, asiste al juicio de sus propios torturadores. Ella es un testimonio viviente de la búsqueda paciente y disciplinada de justicia.

Lo que nos lleva de vuelta a Guantánamo. Mientras Estados Unidos sermonea a Cuba acerca de su falta de democracia y mantiene el bloqueo contra el país desde hace décadas, uno pensaría que debería dar un ejemplo de democracia en la parte de la Isla que está bajo su control. Sin embargo, instaló allí un campo de concentración que ha recibido un enérgico repudio a nivel internacional, un territorio kafkeano fuera del alcance de la ley.

El nuevo Relator Especial de la ONU sobre la Tortura está exhortando a Estados Unidos a que investigue y condene la tortura cometida durante el gobierno de George W. Bush. En la primera entrevista que brindó desde que asumió el cargo como nuevo Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, Juan Ernesto Méndez dijo: “Estados Unidos tiene el deber de investigar todos los actos de tortura. Lamentablemente no hemos visto muchas señales de que asuman responsabilidad”. Méndez tiene planes de visitar Guantánamo. Él mismo fue víctima de tortura durante la dictadura argentina.

Hay todavía alrededor de 180 hombres detenidos en la Bahía de Guantánamo, con cada vez menos perspectivas de ser juzgados algún día por un tribunal real. Durante años fueron sometidos a interrogatorios y aislamiento prolongado, lo que se considera tortura tanto de hecho, como en términos legales. El Presidente Obama prometió cerrar la prisión de Guantánamo. Es poco probable que el Congreso financie ahora el cierre de Guantánamo y el traslado de los prisioneros, lo cual deja al presidente encadenado a Guantánamo, condena a los prisioneros allí a la detención y desesperación por tiempo indeterminado, y profundiza la indignación con la que muchos en el mundo miran a Estados Unidos.

Ana María Careaga es una sobreviviente de la tortura que trabaja en el mismo lugar en que su madre fue torturada y donde pasó sus últimas horas. Su consejo al Presidente Obama es simple: “Cierren Guantánamo”.

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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2010 Amy Goodman


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: residente Enviado: 07/12/2010 06:43


 
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