No es posible hablar de amores marxistas o neoliberales - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

En el programa Aló, Presidente del domingo, Hugo Chávez instó al cineasta Román Chalbaud y al novelista Luis Britto García a que se encargaran de la producción de telenovelas venezolanas con valores socialistas, distintas a las que se transmiten en la pantalla chica actualmente, y similares a las que se graban en Cuba.

Los creadores respondieron al llamado y, ayer por la mañana, se reunieron con la ministra de Comunicación e Información, Blanca Eeckhout, para nombrar a la comisión que estudiará los proyectos.

El término de telenovela socialista, sin embargo, ha generado resquemor entre varios escritores de dramáticos venezolanos que escucharon el discurso del Presidente.

Chalbaud, director de la novela Amores de barrio adentro, expresó vía telefónica: "Cuando una novela es socialista no quiere decir que sea de un partido, sino que es una posición del mundo. Ejemplos de ellas son Los miserables de Víctor Hugo o La comedia humana de Honoré de Balzac. Él no era socialista, pero desentrañó la sociedad de su tiempo". Informó que no estará al frente de ninguna telenovela, porque pronto iniciará la preproducción de una cinta sobre Cipriano Castro. Su labor, entonces, será de asesoramiento.

Por el contrario, Leonardo Padrón, autor de dramáticos como Cosita rica y La vida entera, considera que las declaraciones de Chávez sobre el tema pecan de extravagantes.

"Las novelas son esencialmente historias de amor y no son susceptibles de ser desarrolladas en categorías políticas y económicas. No es posible hablar de amores capitalistas, marxistas o neoliberales. De por sí, gracias a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, en Venezuela se hacen las novelas más pacatas del continente. Además, sería casi imposible evitar que esas novelas no desemboquen en el panfleto".

Padrón dijo que se asombró cuando el jefe del Estado le encargó a Chalbaud hacer una novela socialista, porque ese mandado ya lo hizo, hace más de un lustro, con Amores de barrio adentro.

Igualmente, le sorprendió oír al primer mandatario confesar que, mientras estuvo preso en 1992, no se perdió un capítulo de la novela Por estas calles de Ibsen Martínez. "Hay un tanto de cinismo en esas declaraciones. Ahora no se podría hacer algo similar. Esa producción se inserta en el concepto de la novela contestataria. ¿Acaso alguien cree que el Presidente aceptaría una crítica diaria y sistemática en horario estelar por televisión? Eso es una ingenuidad".

Camilo Hernández, escritor de Un esposo para Estela, señaló que el género de novela socialista no existe, porque la telenovela no es un partido político. También rechazó las declaraciones de Chávez en las que aseguró que el capitalismo hacía novelas para incitar a la gente al tabaquismo, el uso de drogas y la delincuencia. "Soy cubano y llevo más de 20 años haciendo telenovelas en Venezuela. Jamás he trabajado en un dramático en el que se promuevan tales cosas".

Indicó que las novelas cubanas exponen temas hasta donde la censura se los permite: "En la década de los años ochenta, hicieron Sol de Batey, que era una imitación de La esclava Isaura. Todos los personajes negros que salían eran esclavos. Así que no entiendo cuáles son los valores socialistas".

El escritor Martín Hahn, autor Ángelica pecado, también mostró confusión ante el término de telenovela socialista.

"Necesito, primero, que me expliquen bien qué significa el socialismo del siglo XXI. No se puede escribir para un sistema político. Un escritor tiene ideales en general y escribe de acuerdo a ellos. De lo contrario, no sería auténtico".