Jóvenes italianos persisten hoy en su descontento hacia la política educacional del Gobierno, a pocas jornadas de la tenue victoria del primer ministro Silvio Berlusconi ante las mociones de confianza y censura realizadas en el Parlamento.
El diario Il Reformista consignó que las protestas se acrecentarán la próxima semana debido a la discusión en el Senado, el 22 de diciembre, del decreto Gelmini, mediante el cual el Ejecutivo pretende disminuir la financiación a las universidades y reducir las becas de estudio e investigación.
Medios periodísticos aseguran que los jóvenes se encuentran enfurecidos por ver cómo sus sueños profesionales se desmoronan poco a poco frente a las medidas de contención que el Gobierno aplica sobre los centros educacionales.
Berlusconi alega que los verdaderos universitarios se preocupan por estudiar en casa y que las reformas son positivas y favorecen a los profesores y el mundo académico en general.
En una entrevista realizada por el diario Liberazione, el historiador y sociólogo italiano Marco Revelli explicó que los jóvenes que se gradúan del nivel medio-superior se enfrentan a un escenario privado de oportunidades profesionales.
El especialista añadió que el descontento se refleja también en inmigrantes, obreros y el resto de las capas sociales ignoradas por las dinámicas políticas actuales, culpables de que el odio y el empobrecimiento de la sociedad aumente día tras día.
Alumnos de diferentes niveles de enseñanza provocaron fuertes disturbios en ciudades como Nápoles, Palermo y Roma inmediatamente después de que Il Cavaliere -como también llama la prensa a Berlusconi- resultara ileso ante las mociones de confianza y censura presentadas en el Senado y, por la oposición, en la Cámara de los Diputados, el lunes pasado.
La fuerte represión policial ocasionó más de un centenar de heridos y cerca de 30 detenidos, que paulatinamente han sido liberados.
De esta forma, Berlusconi se encuentra en uno de los momentos más críticos de su carrera política, pues tras la escasa victoria obtenida en la Cámara baja por 314 votos a favor y 311 en contra durante la votación de una moción de censura, se enfrenta también a las acusaciones de sobornar a diferentes diputados para que se unan a su partido político.
Fuente:
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=247929&Itemid=1