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Respuesta  Mensaje 1 de 21 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2011 22:40
De: Matilda Enviado: 02/01/2011 09:05
RESITONTO,QUE NO SABES LEER?FIJATE LO QUE CONCLUYE MARTI.
 
 
 
 
Mira Matimula;

Capítulo 3 Lucha entre ricos y pobres. Sobre el movimiento obrero. Sobre el socialismo.

El contenido de este capítulo forma parte íntegra de la concepción republicana de Martí. Sin embargo, el enfoque político de este libro recomienda analizarlo de manera independiente.

Han sido innumerables los intentos velados o manifiestos de algunos intelectuales cubanos y extranjeros de presentar el pensamiento martiano como cercano a la ideología marxista. Este enfoque ha seguido varias tendencias y argumentaciones.

El punto de partida de esta práctica es la aceptación del planteamiento leninista de que: "La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo..." [1] Esta afirmación es uno de los axiomas más importantes del marxismo-leninismo y es el principal fundamento teórico de la denominada objetividad y cientificidad de esta ideología. A partir de este momento cualquier otra teoría que intente ofrecer respuestas a los innumerables campos de investigación es calificada de no científica.

Aceptado este axioma los comunistas cubanos se encontraron con un gran problema que pudiera ser expresado de la siguiente manera. Si Martí es el más genial y universal de los cubanos; si, además, vivió precisamente en la época de gestación del marxismo; y si su pensamiento puede considerarse como actual por la fuerza de sus conclusiones al punto de haber servido como inspiración de la revolución del 59 tal y como afirmara Fidel. Entonces, ¿cómo es posible que no evolucionara hacia la doctrina de Marx?

No es mi intención analizar aquí todas y cada una de las respuestas, ante todo, porque considero que el problema principal no está precisamente en las respuestas. En mi criterio la cuestión esencial radica en la propia formulación de la pregunta.

El "argumento" de mayor fuerza a favor de esta hipótesis es el que hace hincapié en las constantes afirmaciones de Martí de simpatía hacia la clase obrera, en las denuncias de sus condiciones de vida y de trabajo así como la crítica constante que hizo a la explotación a la que era sometida por los dueños del capital. Frases tales como que "un mundo amasado por los trabajadores se nos echa encima", y otras de similar naturaleza, han sido utilizadas como "prueba" de la evolución del pensamiento martiano hacia el marxismo.

Esta tendencia a "apuntar" un pretendido acercamiento de Martí a las posiciones del marxismo está bastante extendida dentro de Cuba. La reiterada afirmación de Fidel de que la revolución cubana es el resultado de la fusión del pensamiento martiano y del pensamiento marxista es la que fijó el rumbo de las investigaciones hacia la demostración de esta afirmación.

Es bastante frecuente que en artículos, ponencias de eventos teóricos, trabajos de investigación, tesis de grado, etc., se encuentren afirmaciones como la siguiente: "Entre el socialismo y Martí había una distancia histórica: la de la Cuba colonial. Como conductor de una guerra que necesitaba el aporte de todos los factores sociales, Martí asumió, como tarea inmediata de su tiempo, la de unir a los sectores posibles de la sociedad cubana en la lucha independentista frente a España. Martí no fue un socialista por filiación, pero se hace necesario recalcar que Martí comprendió las razones vitales del socialismo." [2]

Esta tendencia de presentar a un Martí -obligado por las circunstancias de la necesidad de unir a todos los cubanos para llevar a cabo la guerra de independencia- como conciliador de todos los intereses y corrientes opuestas, encuentra su expresión en el concepto de táctica revolucionaria. [3] De acuerdo con este enfoque la concepción estratégica martiana estaría orientada hacia posiciones cercanas al socialismo, pero estas mismas posiciones, en cuanto significaban el enfrentamiento entre obreros y capitalistas, tuvo que ser aplazada por la necesidad de unir a todos los cubanos en virtud de la guerra. Y lo más triste de todo es que este falso argumento tiene desde hace mucho tiempo carta de ciudadanía entre intelectuales cubanos marxistas.

Otra línea de pensamiento, desarrollada fundamentalmente por marxistas soviéticos, es la de calificar a Martí como demócrata revolucionario. Hay que recordar que se definió así a los revolucionarios -fundamentalmente europeos del siglo XIX, y más específicamente a revolucionarios rusos- cuyo pensamiento seguía una lógica de evolución que encontraba su expresión de madurez en las posiciones del marxismo. De acuerdo con este razonamiento el pensamiento martiano, en el momento de su muerte, se hallaba en pleno proceso de madurez que tendía al marxismo.

Entre los "argumentos" que se utilizan para justificar esta conclusión se encuentran los contactos de Martí con socialistas españoles en la época de su primera deportación; en el hecho de haber sido electo como delegado a los congresos obreros durante su primera estancia en México; las declaradas posiciones a favor de los obreros ya mencionadas, así como la amistad que le unió a Carlos Baliño durante los años de la preparación de la guerra del 95 precisamente por la circunstancia de que Baliño fundara años después, junto a Julio Antonio Mella, el primer partido comunista de Cuba.

Hay otra consideración a tener en cuenta y es la pretendida "temprana muerte" de Martí a una edad (42 años) en que algunos autores dan por cierto que es cuando el hombre alcanza su plena madurez. De acuerdo con esta línea de pensamiento se argumenta que Martí no abrazó abiertamente, o no pudo llegar, a las posiciones del marxismo debido a que la muerte interrumpió un proceso de evolución que se manifestaba como lógico y natural hacia el socialismo. Quienes hablan de esta supuesta evolución del pensamiento martiano hacia posiciones cercanas al marxismo pasan por alto varias cuestiones en mi criterio esenciales. En primer lugar, que el marxismo es sólo una de las respuestas del pensamiento socialista pero que en ningún caso ostenta la representación única. En segundo lugar, que la denominada cientificidad del marxismo es algo admitido sólo por los creadores y seguidores de esta doctrina. En tercer lugar, que la lucha en favor del progreso social y por el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad no es algo privativo de los comunistas.

En las citas que se transcriben a continuación queda claramente expuesta la posición de Martí tanto en relación con la clase obrera como con el socialismo. Y en mi opinión son suficientes para comprender que su pensamiento era diametralmente opuesto a dicha tendencia. Si de calificativos se trata pienso que Martí era un librepensador que estaba mucho más cerca del liberalismo de mediados del siglo XIX, precisamente de aquel liberalismo en el que encontramos el elemento ético, de amor, de responsabilidad, de la posibilidad de cada individuo de desarrollar sus capacidades, que de las ideas del socialismo.

La relación entre obreros y capitalistas la enmarcó dentro de su doctrina de la conciliación tal y como afirmó en 1875 en la conferencia de filosofía en el Liceo Hidalgo, México, doctrina que se fundamenta en el amor y su papel en el desarrollo de los acontecimientos sociales. [4] Pero va más allá.

En su razonamiento destaca la comprensión de que tanto el capitalista como el obrero son dos partes esenciales para la propia existencia del capitalismo y por esta razón señalaba la necesidad de aplicar fórmulas a través de las cuales tanto unos como otros se relacionaran en un marco de respeto y de consideración mutua. Se opone a las teorías socialistas de la época por su reclamo a favor del enfrentamiento social y por su aspiración a establecer un gobierno que se propugnaba como dictatorial.

Esta idea se inscribe también en su concepción de la política como capaz de cohesionar y poner de acuerdo a los varios factores de un pueblo heterogéneo por naturaleza. Martí se opuso a cualquier fórmula política que no reconociera el derecho de todos los ciudadanos a ejercer libremente sus derechos políticos tanto de asociación como de expresión pública de sus ideas. El ciudadano de un país libre -razonaba- debe participar activamente en la vida política utilizando, como única arma, el voto en las elecciones. La reflexión, el análisis, la búsqueda entre todos de soluciones que beneficien a la gran mayoría sin excluir a la minoría, son otros tantos métodos de quehacer democrático.

Esta libertad ciudadana no queda circunscrita sólo a la política sino que abarca todas las demás esferas de la vida social incluyendo a la económica.[5] Conocedor profundo de la esencia humana sabía perfectamente que existen diferencias en cuanto a la capacidad o habilidad para desarrollar un trabajo. De aquí que lejos de aceptar un igualitarismo abstracto y absurdo, propugnara la necesidad de crear condiciones suficientes para que cada persona pudiese desarrollar al máximo estas potencialidades. Critica a los pueblos que se conforman con un puesto remunerado o con un cargo de funcionario por cuanto limita la posibilidad de inventiva y de creación que son factores condicionantes para el progreso social.

Los problemas más importantes de carácter económico que existen hoy en Cuba son consecuencia, precisamente, de ese enfoque marxista de colocar todos los medios fundamentales de producción en manos del Estado y, como resultado, la aparición de un gran ejército de trabajadores sometidos a la voluntad y capricho de una nueva clase social, la de los funcionarios-dirigentes o también calificada como la "nomenklatura". En estas condiciones los obreros pierden la posibilidad de desarrollar su iniciativa y de trabajar de manera independiente. Es el Estado quien rige cuánto tiempo y cómo se debe trabajar y es también quien reparte entre los más "dóciles" los bienes de consumo que no pueden ser adquiridos por otra vía.

Todo queda en manos de estos funcionarios del Estado quienes tienen control absoluto sobre la vida y la poca hacienda de los ciudadanos. "De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo." [6]

Creo que el análisis de Martí resulta concluyente y definitorio para determinar las verdaderas causas del estado de desastre que hoy Cuba es como nación en todos los sectores de la sociedad. A la luz de estas palabras problemas tales como el bloqueo (embargo) económico, escasez de materias primas, bajadas de los precios internacionales del azúcar, y otros de corte similar pasan a segundo plano en la búsqueda de lo esencial y definitorio. Porque la causa de todos los males se encuentran en la naturaleza misma del sistema político implantado en Cuba.

Por último quisiera destacar que el contenido de este capítulo se complementa con otras ideas que han sido recogidas en el capítulo 4 aunque, para ser más exacto, debería señalar que se integra armónicamente con todas las citas publicadas en este libro.

http://www.josemarti.info/libro/capitulo_3.html

 


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Respuesta  Mensaje 7 de 21 en el tema 
De: Matilda Enviado: 02/01/2011 23:17
Hay que ser idiota, no cabe duda que vos te llevás todos los premios.
El artículo que aquí posteás es una OPINIÓN, una INTERPRETACION , de lo que Martí pensaba,y? No podés contestar con el original y por eso buscás opiniones gusanas?
 

Respuesta  Mensaje 8 de 21 en el tema 
De: Marthola Enviado: 02/01/2011 23:20
*no cabe duda que vos te llevás todos los premios.*
 
 

Respuesta  Mensaje 9 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 02/01/2011 23:59
Par de brutas, donde entra una entra la otra

Respuesta  Mensaje 10 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 02/01/2011 23:59
Respuesta  Mensaje 8 de 12 en el tema 
De: Matilda Enviado: 02/01/2011 15:23
No traigas basofia, traé el original completico, o es demasiado difícl para vos que preferís los vómitos??

Respuesta  Mensaje 9 de 12 en el tema 
De: Matilda Enviado: 02/01/2011 15:23
Nosotros diríamos a la política: ¡Yerra, pero consuela! Que el que consuela, nunca yerra."

Respuesta  Mensaje 10 de 12 en el tema 
De: residente Enviado: 02/01/2011 15:27
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 02/01/2011 15:10

¡José Martí Nunca Fue Socialista!
por Ulises Larramendi

 
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¡José Martí Nunca Fue Socialista!
por Ulises Larramendi

   
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         Las dictaduras totalitarias como la comunista, fascista, nazista o cualquier otro tipo de extremismo radical usan la mentira para obtener y luego mantenerse en el poder, proyectando una imagen falsa de sus intenciones y promesas.

         El actual gobierno de Cuba dice ser martiano y seguir las ideas de ese gran hombre llamado José Martí, que dio su vida por la causa de la independencia de Cuba.

         El gobierno castrense dice que Martí fue socialista y el no seguir esa ideología es traicionar a Martí y a Cuba.

         Los ejemplos que ellos dan son, que a raíz de la Muerte de Carlos Marx, Martí escribió un pequeño artículo hablando de su muerte, de un hombre que estaba a favor de los pobres y la clase obrera.  Sin embargo no dicen que Martí respaldaba la idea de defender los pobres y los trabajadores, pero no los métodos y las ideas que Marx predicaba,  advirtiendo del error y espanto de la incitación a la lucha de clase. 

         Hay que darse cuenta que el marxismo no era tan conocido y ningún país había sido gobernado por ellos en ese entonces. 

         Otras de las cosas citadas fue que el líder comunista Julio Antonio Mella, declaro que al señor Carlos Baliño, uno de los tantos colaboradores de José Martí, que Martí le había confesado ser socialista. De esto no hay ninguna prueba física,  pero si la hay de lo contrario. Ninguno de los más allegados colaboradores o amigos de Martí oyeron estas declaraciones o defensa del socialismo.

         También hablan de las críticas de Martí a los Estados Unidos por algunos de su expansionismo en el siglo XIX y la discriminación racial que había en el país. 

         Para los comunistas el fin justifica los medios y no importan cuales sean ellos. La verdad sufre antes ellos y es que en Cuba se ha falsificado la historia, tanto la del país como la internacional. La mentira se usa constantemente por el actual régimen como medio de engañar y confundir al pueblo.   

         El castrismo piensa que un pueblo que no conozca su historia o no sepa de donde viene, puede ser manipulado. El pueblo se convierte en rebaño y es dirigible a donde ellos quieran. Un pueblo sin pasado no tiene futuro.

         La verdad es que Martí nunca fue socialista, al contrario fue antisocialista y lo declaraba abiertamente. Es más que hablaba de su respaldo por el sistema de economía de mercado y la protección a la empresa y propiedad privada.

         Uno de los libros que mas influenció a Martí y que fue parte de su biblioteca privada, fue el del escocés John Rae llamado Contemporary Socialism (Socialismo Contemporáneo), el cual es totalmente antisocialista.

         En abril del 1884 Martí escribió  un análisis de un artículo del inglés Herbert Spencer sobre el socialismo. En el artículo, llamado como el escrito por Spencer “Esa Futura Esclavitud”,  Martí explicaba que ocurriría en un estado socialista, en esa futura esclavitud.

         Martí hablo contra el control del estado sobre la economía y sobre el pueblo, el cual perdería su soberanía.  Martí dijo, ”De ser siervo de si mismo, pasaría el hombre a ser siervo del estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llaman ahora, a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre el y en ese sistema socialista dominaría la comunidad del hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo”. También  hablo mucho  de los abusos que esta sociedad socialista traería a una nación. 

         Por eso muchos comunistas detestaban a Martí, pero en silencio e inclusive casi ni lo mencionaban antes de 1959. Juan Marinello en 1935 escribió en el Repertorio Americano de Costa Rica, que Martí había sido un fracasado, abogado de los ricos y poderosos por lo que convenía dar de una vez la espalda a su doctrina.

         Los comunistas  dicen que Martí creó un solo partido, no dos o tres. Eso les justifica en no permitir otro partido u oposición y así respaldar la actual dictadura socialista.

         En realidad Martí fue un amante de la verdadera democracia y era una de las cosas  que el admiraba de los Estados Unidos, la cual quería llevar a Cuba.  Quería una republica democrática que no se opusiese al multipartidismo. Fue amante de la prensa independiente  y de la libre expresión del ciudadano.  Fue enemigos de los caudillos pues decía que ellos tratarían de hacerse dictadores. Había visto los ejemplos de muchos países en América Latina  después de sus independencias y no quería eso para Cuba. 

http://www.uruguayinforme.com/news/14052010/14052010_ulises_larramendi.php


Respuesta  Mensaje 11 de 12 en el tema 
De: residente Enviado: 02/01/2011 15:30
Matimula
Aqui lo tienes

Respuesta  Mensaje 12 de 12 en el tema 
De: residente Enviado: 02/01/2011 15:39
Cuba tiene 50 años errando y 50 ños consolandose, eso es de tontos

Respuesta  Mensaje 11 de 21 en el tema 
De: Matilda Enviado: 03/01/2011 00:16

por Ulises Larramendi

   
 



 
 

         

te llevás todos los premios,jaja

Respuesta  Mensaje 12 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 03/01/2011 02:15
Mati
Eres bien bruta
Este es el autor

José Martí y la República. Selección de Textos

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Ángel Luis Martínez Acosta.
La Habana, 1949.

Desde 1966 ha sido profesor en todos los niveles de enseñanza. En 1976 se graduó como Licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana. Desde ese
año y hasta 1990 fue profesor titular de varios centros militares de enseñanza superior en las especialidades de Filosofía Marxista-Leninista, Historia de la Filosofía, Dialéctica y Teoría del Conocimiento

Durante su estancia en Cuba fue colaborador de varios centros de enseñanza e investigación. Propuesto en varias ocasiones para hacer el doctorado en la especialidad de Filosofía. Miembro fundador de la Sociedad de Filosofía de Cuba. Autor de varias monografías, ensayos, artículos, programas de estudio y materiales didácticos de su especialidad. Miembro de varias comisiones metodológicas a nivel nacional.

Desde 1973 estudia el pensamiento político y filosófico de Martí. Ha participado en varios eventos teóricos nacionales e internacionales. Profesor de varios cursos de postgrado de la especialidad.

Desde 1997 reside en Barcelona, España.


Respuesta  Mensaje 13 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 03/01/2011 02:21

Respuesta  Mensaje 14 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 03/01/2011 02:25

Creo que el análisis de Martí resulta concluyente y definitorio para determinar las verdaderas causas del estado de desastre que hoy Cuba es como nación en todos los sectores de la sociedad. A la luz de estas palabras problemas tales como el bloqueo (embargo) económico, escasez de materias primas, bajadas de los precios internacionales del azúcar, y otros de corte similar pasan a segundo plano en la búsqueda de lo esencial y definitorio. Porque la causa de todos los males se encuentran en la naturaleza misma del sistema político implantado en Cuba.

Por último quisiera destacar que el contenido de este capítulo se complementa con otras ideas que han sido recogidas en el capítulo 4 aunque, para ser más exacto, debería señalar que se integra armónicamente con todas las citas publicadas en este libro.

http://www.josemarti.info/libro/capitulo_3.html



Respuesta  Mensaje 15 de 21 en el tema 
De: albi Enviado: 03/01/2011 02:25

Respuesta  Mensaje 16 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 03/01/2011 02:40
José Martí y el Socialismo (*)

© Ángel Luis Martínez Acosta
14 de diciembre del 2006

Han sido innumerables los intentos velados o manifiestos de algunos intelectuales cubanos y extranjeros de presentar el pensamiento martiano como cercano a la ideología marxista. Este enfoque ha seguido varias tendencias y argumentaciones.

El punto de partida de esta práctica es la aceptación del planteamiento leninista de que: “La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo...” (1) Esta afirmación es uno de los axiomas más importantes del marxismo-leninismo y es el principal fundamento teórico de la denominada objetividad y cientificidad de esta ideología. A partir de este presupuesto cualquier otra teoría que intente ofrecer respuestas a los innumerables campos de investigación es calificada de no científica.

Aceptado este axioma los comunistas cubanos se encontraron con un gran problema que pudiera ser expresado de la siguiente manera. Si Martí es el más genial y universal de los cubanos; si, además, vivió precisamente en la época de gestación del marxismo; y si su pensamiento puede considerarse como actual por la fuerza de sus conclusiones al punto de haber servido como inspiración de la revolución del 59 tal y como afirmara Fidel. Entonces, ¿cómo es posible que no evolucionara hacia la doctrina de Marx?

No es mi intención analizar aquí todas y cada una de las respuestas, ante todo, porque considero que el problema principal no está precisamente en las respuestas. En mi criterio la cuestión esencial radica en la propia formulación de la pregunta.

El “argumento” de mayor fuerza a favor de esta hipótesis es el que hace hincapié en las constantes afirmaciones de Martí de simpatía hacia la clase obrera, en las denuncias de sus condiciones de vida y de trabajo así como la crítica constante que hizo a la explotación a la que era sometida por los dueños del capital. Frases tales como que “un mundo amasado por los trabajadores se nos echa encima”, y otras de similar naturaleza, han sido utilizadas como “prueba” de la evolución del pensamiento martiano hacia el marxismo.

Esta tendencia a “apuntar” un pretendido acercamiento de Martí a las posiciones del marxismo está bastante extendida dentro de Cuba. La reiterada afirmación de Fidel de que la revolución cubana es el resultado de la fusión del pensamiento martiano y del pensamiento marxista es la que fijó el rumbo de las investigaciones hacia la demostración de esta afirmación.

Es bastante frecuente que en artículos, ponencias de eventos teóricos, trabajos de investigación, tesis de grado, etc., se encuentren afirmaciones como la siguiente: “Entre el socialismo y Martí había una distancia histórica: la de la Cuba colonial. Como conductor de una guerra que necesitaba el aporte de todos los factores sociales, Martí asumió, como tarea inmediata de su tiempo, la de unir a los sectores posibles de la sociedad cubana en la lucha independentista frente a España. Martí no fue un socialista por filiación, pero se hace necesario recalcar que Martí comprendió las razones vitales del socialismo." (2)

Este intento de presentar a un Martí -obligado por las circunstancias de la necesidad de unir a todos los cubanos para llevar a cabo la guerra de independencia- como conciliador de todos los intereses y corrientes opuestas, encuentra su expresión en el concepto de táctica revolucionaria. (3) De acuerdo con las interpretaciones de algunos autores marxistas la concepción estratégica martiana estaría orientada hacia posiciones cercanas al socialismo, pero estas mismas posiciones, en cuanto significaban el enfrentamiento entre obreros y capitalistas, tuvo que ser aplazada por la necesidad de unir a todos los cubanos en virtud de la guerra. Dicho de otro modo. Supuestamente en su concepción más general Martí simpatizaba con el socialismo pero las circunstancias de la lucha lo obligaron a no llevar a la prácticas estas ideas porque dividiría aún más a los cubanos. Y lo más triste de todo es que este falso argumento tiene desde hace mucho tiempo carta de ciudadanía entre intelectuales cubanos marxistas.

Otra línea de pensamiento, desarrollada fundamentalmente por marxistas soviéticos, es la de calificar a Martí como demócrata revolucionario. Hay que recordar que se definió así a los revolucionarios -fundamentalmente europeos del siglo XIX, y más específicamente a revolucionarios rusos- cuyo pensamiento seguía una lógica de evolución que encontraba su expresión de madurez en las posiciones del marxismo. De acuerdo con este razonamiento el pensamiento martiano, en el momento de su muerte, se hallaba en pleno proceso de madurez que tendía al marxismo.

Entre los “argumentos” que se utilizan para justificar esta conclusión se encuentran los contactos de Martí con socialistas españoles en la época de su primera deportación; en el hecho de haber sido electo como delegado a los congresos obreros durante su primera estancia en México; las declaradas posiciones a favor de los obreros ya mencionadas, así como la amistad que le unió a Carlos Baliño durante los años de la preparación de la guerra del 95 precisamente por la circunstancia de que Baliño fundara años después, junto a Julio Antonio Mella, el primer partido comunista de Cuba.

Hay otra consideración a tener en cuenta y es la pretendida “temprana muerte” de Martí a una edad (42 años) en que algunos autores dan por cierto que es cuando el hombre alcanza su plena madurez. De acuerdo con esta línea de pensamiento se argumenta que Martí no abrazó abiertamente, o no pudo llegar, a las posiciones del marxismo debido a que la muerte interrumpió un proceso de evolución que se manifestaba como lógico y natural hacia el socialismo.

Quienes hablan de esta supuesta evolución del pensamiento martiano hacia posiciones cercanas al marxismo pasan por alto varias cuestiones en mi criterio esenciales. En primer lugar, que el marxismo es sólo una de las respuestas del pensamiento socialista pero que en ningún caso ostenta la representación única. En segundo lugar, que la denominada cientificidad del marxismo es algo admitido sólo por los creadores y seguidores de esta doctrina. En tercer lugar, que la lucha en favor del progreso social y por el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad no es algo privativo de los comunistas.

Si de calificativos se trata pienso que Martí era un librepensador que estaba mucho más cerca del liberalismo de mediados del siglo XIX, precisamente de aquel liberalismo en el que encontramos el elemento ético, de amor, de responsabilidad, de la posibilidad de cada individuo de desarrollar sus capacidades, que de las ideas del socialismo.

La relación entre obreros y capitalistas la enmarcó dentro de su doctrina de la conciliación tal y como afirmó en 1875 en la conferencia de filosofía en el Liceo Hidalgo, México, doctrina que se fundamenta en el amor y su papel en el desarrollo de los acontecimientos sociales. Pero va más allá.

En su razonamiento destaca la comprensión de que tanto el capitalista como el obrero son dos partes esenciales para la propia existencia del capitalismo y por esta razón señalaba la necesidad de aplicar fórmulas a través de las cuales tanto unos como otros se relacionaran en un marco de respeto y de consideración mutua. Se opone a las teorías socialistas de la época por su reclamo a favor del enfrentamiento social y por su aspiración a establecer un gobierno que se propugnaba como dictatorial.

Esta idea se inscribe también en su concepción de la política como capaz de cohesionar y poner de acuerdo a los varios factores de un pueblo heterogéneo por naturaleza. Martí se opuso a cualquier fórmula política que no reconociera el derecho de todos los ciudadanos a ejercer libremente sus derechos políticos tanto de asociación como de expresión pública de sus ideas. El ciudadano de un país libre -razonaba- debe participar activamente en la vida política utilizando, como única arma, el voto en las elecciones. La reflexión, el análisis, la búsqueda entre todos de soluciones que beneficien a la gran mayoría sin excluir a la minoría, son otros tantos métodos de quehacer democrático.

Esta libertad ciudadana no queda circunscrita sólo a la política sino que abarca todas las demás esferas de la vida social incluyendo a la económica. (4) Conocedor profundo de la esencia humana sabía perfectamente que existen diferencias en cuanto a la capacidad o habilidad para desarrollar un trabajo. De aquí que lejos de aceptar un igualitarismo abstracto y absurdo, propugnara la necesidad de crear condiciones suficientes para que cada persona pudiese desarrollar al máximo estas potencialidades. Critica a los pueblos que se conforman con un puesto remunerado o con un cargo de funcionario por cuanto limita la posibilidad de inventiva y de creación que son factores condicionantes para el progreso social.

Los problemas más importantes de carácter económico que existen hoy en Cuba son consecuencia, precisamente, de ese enfoque marxista de colocar todos los medios fundamentales de producción en manos del Estado y, como resultado, la aparición de un gran ejército de trabajadores sometidos a la voluntad y capricho de una nueva clase social, la de los funcionarios-dirigentes o también calificada como la “nomenklatura”. En estas condiciones los obreros pierden la posibilidad de desarrollar su iniciativa y de trabajar de manera independiente. Es el Estado quien rige cuánto tiempo y cómo se debe trabajar y es también quien reparte entre los más “dóciles” los bienes de consumo que no pueden ser adquiridos por otra vía.

Todo queda en manos de estos funcionarios del Estado quienes tienen control absoluto sobre la vida y la poca hacienda de los ciudadanos. “De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.!" (5)

Creo que el análisis de Martí resulta concluyente y definitorio para determinar las verdaderas causas del estado de desastre que hoy Cuba es como nación en todos los sectores de la sociedad. A la luz de estas palabras problemas tales como el bloqueo (embargo) económico, escasez de materias primas, bajadas de los precios internacionales del azúcar, y otros de corte similar pasan a segundo plano en la búsqueda de lo esencial y definitorio. Porque la causa de todos los males se encuentran en la naturaleza misma del sistema político implantado en Cuba
 

Respuesta  Mensaje 17 de 21 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 08/01/2011 14:02
"Es hermoso fenómeno el que se observa ahora en las clases obreras. Por su propia fuerza se levantan de la abyección descuidada al trabajo redentor e inteligente: eran antes instrumentos trabajadores: ahora son hombres que se conocen y se estiman. Porque se estiman, adelantan. Porque se mueven en una esfera estrecha, quieren ensancharla. Porque empiezan a tener conciencia de sí mismos, están justamente enorgullecidos del adelanto que en cada uno de ellos se verifica.

Muchas veces, recordar a un caído que es hombre basta para levantarlo. Se le despiertan fuerzas dormidas: surge a la revelación y quiere ser digno de sí.

Así nuestros obreros se levantan de masa guiada a clase consciente: saben ahora lo que son, y de ellos mismos les viene su influencia salvadora. Un concepto ha bastado para la transformación: el concepto de la personalidad propia. Se han adivinado hombres: trabajan para serlo. El estímulo los mantiene; los ocupa el trabajo; la honradez los salvará.

Sorprende a quien antes la veía, nuestra transformada clase de artesanos. Aseados hasta la pulcritud, laboriosos y sensatos, parece a quien los observa como que están satisfechos de sí mismos. Es que se ennoblecen rápidamente: es que han hallado en sí la dignidad humana, y se ven redimidos por ella, y de ella están ufanos, y no quieren perderla." [7]

e Martí .- D

Respuesta  Mensaje 18 de 21 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 08/01/2011 16:57
"Del artículo: Honores a Karl Marx, que ha muerto.

"Por tabernas sombrías, salas de pelear y calles oscuras se mueve ese mocerío de espaldas anchas y manos de maza, que vacía de un hombre la vida como de un vaso la cerveza. Mas las ciudades son como los cuerpos, que tienen vísceras nobles e inmundas vísceras. De otros soldados está lleno el ejército colérico de los trabajadores. Los hay de frente ancha, melena larga y descuidada, color pajizo, y mirada que brilla, a los aires del alma en rebeldía, como hoja de Toledo, y son los que dirigen, pululan, anatematizan, publican periódicos, mueven juntas, y hablan. Los hay de frente estrecha, cabello hirsuto, pómulos salientes, encendido color, y mirada que ora reposa, como quien duda, oye distintos vientos, y examina, y ora se inyecta, crece e hincha, como de quien embiste y arremete: son los pacientes y afligidos, que oyen y esperan. Hay entre ellos fanáticos por amor, y fanáticos por odio. De unos no se ve más que el diente. Otros, de voz ungida y apariencia hermosa, son bellos, como los caballeros de la Justicia. En sus campos, el francés no odia al alemán, ni éste al ruso, ni el italiano abomina del austriaco; puesto que a todos los reune un odio común. De aquí la flaqueza de sus instituciones, y el miedo que inspiran; de aquí que se mantengan lejos de los campos en que se combate por ira, aquellos que saben que la Justicia misma no da hijos, ¡sino es el amor quien los engendra! La conquista del porvenir ha de hacerse con las manos blancas. Más cauto fuera el trabajador de los Estados Unidos, si no le vertieran en el oído sus heces de odio los más apenados y coléricos de Europa. Alemanes, franceses y rusos guían estas jornadas. El americano tiende a resolver en sus reuniones el caso concreto: y los de allende, a subirlo al abstracto. En los de acá, el buen sentido, y el haber nacido en cuna libre, dificulta el paso a la cólera. En los de allá, la excita y mueve a estallar, porque las sofoca y la concentra, la esclavitud prolongada. Mas no ha de ser -¡aunque pudiera ser!- que la manzana podrida corrompa el cesto sano. ¡No han de ser tan poderosas las excrecencias de la monarquía, que pudran y roan como veneno, el seno de la Libertad!

Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles, merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño, y arde en ansias generosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño. Espanta la tarea de echar a los hombres sobre los hombres. Indigna el forzozo abestiamiento de unos hombres en provecho de otros. Mas se ha de hallar salida a la indignación, de modo que la bestia cese, sin que se desborde, y espante. Ved esta sala: la preside, rodeado de hojas verdes, el retrato de aquel reformador ardiente, reunidor de hombres de diversos pueblos, y organizador incansable y pujante. La Internacional fue su obra: vienen a honrarlo hombres de todas las naciones. La multitud, que es de bravos braceros, cuya vista enternece y conforta, enseña más músculos que alhajas, y más caras honradas que paños sedosos. El trabajo embellece. Remoza ver a un labriego, a un herrador, o a un marinero. De manejar las fuerzas de la naturaleza, les viene ser hermosos como ellas.

New York va siendo a modo de vorágine: cuanto en el mundo hierve, en ella cae. Acá sonríen al que huye; allá, le hacen huir. De esta bondad le ha venido a este pueblo esta fuerza. Karl Marx estudió los modos de asentar al mundo sobre nuevas bases, y despertó a los dormidos, y les enseñó el modo de echar a tierra los puntales rotos. Pero anduvo de prisa, y un tanto en la sombra, sin ver que no nacen viables, ni de seno de pueblo en la historia, ni de seno de mujer en el hogar, los hijos que no han tenido gestación natural y laboriosa. Aquí están buenos amigos de Karl Marx, que no fue sólo movedor titánico de las cóleras de los trabajadores europeos, sino veedor profundo en la razón de las miserias humanas, y en los destinos de los hombres, y hombre comido del ansia de hacer bien. El veía en todo lo que en sí propio llevaba: rebeldía, camino a lo alto, lucha.

Aquí está un Lecovitch, hombre de diarios: vedlo cómo habla: llegan a él reflejos de aquel tierno y radioso Bakunin: comienza a hablar en inglés; se vuelve a otros en alemán: '¡da! ¡da!' responden entusiasmados desde sus asientos sus compatriotas cuando les habla en ruso. Son los rusos el látigo de la reforma: mas no, ¡no son aún estos hombres impacientes y generosos, manchados de ira, los que han de poner cimiento al mundo nuevo: ellos son la espuela, y vienen a punto, como la voz de la conciencia, que pudiera dormirse: pero el acero del acicate no sirve bien para martillo fundador.

Aquí está Swinton, anciano a quien las injusticias enardecen, y vio en Karl Marx tamaños de monte y luz de Sócrates. Aquí está el alemán John Most, voceador insistente y poco amable, y encendedor de hogueras, que no lleva en la mano diestra el bálsamo con que ha de curar las heridas que abra su mano siniestra. Tanta gente ha ido a oírles hablar que rebosa en el salón, y da en la calle. Sociedades corales, cantan. Entre tanto hombre, hay muchas mujeres. Repiten en coro con aplauso frases de Karl Marx, que cuelgan en cartelones por los muros. Millot, un francés, dice una cosa bella: 'La libertad ha caído en Francia muchas veces: pero se ha levantado más hermosa de cada caída'. John Most habla palabras fanáticas: 'Desde que leí en una prisión sajona los libros de Marx, he tomado la espada contra los vampiros humanos.' Dice un Magure: 'Regocija ver juntos, ya sin odios, a tantos hombres de todos los pueblos. Todos los trabajadores de la tierra pertenecen ya a una sola nación, y no se querellan entre sí, sino todos juntos contra los que los oprimen. Regocija haber visto, cerca de lo que fue en Paris Bastilla ominosa, seis mil trabajadores reunidos de Francia y de Inglaterra.' Habla un bohemio. Leen carta de Henry George, famoso economista nuevo, amigo de los que padecen, amado por el pueblo, y aquí y en Inglaterra famoso. Y entre salvas de aplausos tonantes, y frenéticos hurras, pónese en pie, en unánime movimiento, la ardiente asamblea, en tanto que leen desde la plataforma en alemán y en inglés dos hombres de frente ancha y mirada de hoja de Toledo, las resoluciones con que la junta magna acaba, en que Karl Marx es llamado el héroe más noble y el pensador más poderoso del mundo del trabajo. Suenan músicas; resuenan coros, pero se nota que no son los de la paz."
De Martí ...Google .- Rubén .


Respuesta  Mensaje 19 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 08/01/2011 18:22

CARLOS MARX, por José Martí

Las valoraciones que sobre Carlos Marx emite Martí en ocasión de su muerte,  se convierten en análisis sobre el movimiento obrero que está en pleno apogeo en los Estados Unidos y en  Europa.

 

 En este comentario, escrito para el periódico La Nación en  1883 resaltan las simpatías y comprensión de Martí de las razones de los trabajadores para alzarse y exigir el cambio, pero junto a esto deja bien clara su desacuerdo con la violencia generada por el odio y el triste resultado que puede conseguirse.

 

 La claridad misma de lo que expone el Maestro en esta crónica explica sus razones para ir contra la violencia, pero  deja bien clara su posición junto a los humildes. La maduración de sus ideas, la experiencia de lucha que va adquiriendo y la necesidad práctica de cambiar la situación social y política en Cuba y en América Latina, lo llevarán a  la radical posición de apoyar la vía revolucionaria, cuando la defensa reaccionaria de los intereses creados la hagan necesaria:

http://blogs.monografias.com/marti-otra-vision/2010/04/12/carlos-marx-por-jose-marti/

 


Respuesta  Mensaje 20 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 08/01/2011 18:25

Índice

Portada.
Créditos.
Dedicatoria.
Agradecimientos.
Notas aclaratorias.
Cita inicial.
Índice.
Carta abierta al pueblo cubano.
Una explicación necesaria.
Pinceladas caracterológicas.
Introducción.
Capítulo 1      Europa a finales del siglo XIX.
Capítulo 1.1   Caracterización de la Europa de fines del siglo XIX.
Capítulo 1.2   Visión martiana de la Rusia de fines del siglo XIX.
Capítulo 2      Fundamentos ético-políticos de sus ideas sobre la República.
Capítulo 2.1   Algunas ideas sobre la política y su papel en la sociedad.
Capítulo 2.2   La idea del amor y del bien. Su significado social.
Capítulo 3      Lucha entre ricos y pobres. Sobre el movimiento obrero. Sobre el socialismo.
Capítulo 4      Ideas principales sobre la República como tipo de Estado. Sus particularidades en Cuba.
Capítulo 4.1   Con todos y para el bien de todos.
Capítulo 4.2   Acerca del gobierno de la nación.
Capítulo 4.3   Sobre los dirigentes del país. Sobre los gobernantes y tiranos.
Capítulo 4.4   Las elecciones en la República. Importancia del voto.
Capítulo 4.5   Acerca de los partidos políticos.
Capítulo 4.6   Sobre el derecho y las leyes.
Capítulo 4.7   Criterios sobre la economía y el comercio. El trabajo.
Capítulo 4.8   Acerca de la educación.
Capítulo 4.9   Sobre el pueblo y los hombres.
Capítulo 4.10 Papel de los periódicos en la República.
Capítulo 5      Juicios sobre los Estados Unidos de América y sus relaciones con Cuba y América Latina.
Anexo (Artículos seleccionados)
Breve cronología martiana.
Bibliografía utilizada.
Contraportada

http://www.josemarti.info/libro/indice.html


Respuesta  Mensaje 21 de 21 en el tema 
De: residente Enviado: 08/01/2011 18:28
De: Matilda Enviado: 02/01/2011 15:23
No traigas basofia, traé el original completico, o es demasiado difícl para vos que preferís los vómitos??
Matimula
Aqui lo tienes
 

Índice

Portada.
Créditos.
Dedicatoria.
Agradecimientos.
Notas aclaratorias.
Cita inicial.
Índice.
Carta abierta al pueblo cubano.
Una explicación necesaria.
Pinceladas caracterológicas.
Introducción.
Capítulo 1      Europa a finales del siglo XIX.
Capítulo 1.1   Caracterización de la Europa de fines del siglo XIX.
Capítulo 1.2   Visión martiana de la Rusia de fines del siglo XIX.
Capítulo 2      Fundamentos ético-políticos de sus ideas sobre la República.
Capítulo 2.1   Algunas ideas sobre la política y su papel en la sociedad.
Capítulo 2.2   La idea del amor y del bien. Su significado social.
Capítulo 3      Lucha entre ricos y pobres. Sobre el movimiento obrero. Sobre el socialismo.
Capítulo 4      Ideas principales sobre la República como tipo de Estado. Sus particularidades en Cuba.
Capítulo 4.1   Con todos y para el bien de todos.
Capítulo 4.2   Acerca del gobierno de la nación.
Capítulo 4.3   Sobre los dirigentes del país. Sobre los gobernantes y tiranos.
Capítulo 4.4   Las elecciones en la República. Importancia del voto.
Capítulo 4.5   Acerca de los partidos políticos.
Capítulo 4.6   Sobre el derecho y las leyes.
Capítulo 4.7   Criterios sobre la economía y el comercio. El trabajo.
Capítulo 4.8   Acerca de la educación.
Capítulo 4.9   Sobre el pueblo y los hombres.
Capítulo 4.10 Papel de los periódicos en la República.
Capítulo 5      Juicios sobre los Estados Unidos de América y sus relaciones con Cuba y América Latina.
Anexo (Artículos seleccionados)
Breve cronología martiana.
Bibliografía utilizada.
Contraportada

http://www.josemarti.info/libro/indice.html



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