Cuba : un régimen esclavista
Elizabeth Burgos
Miércoles, 3 de marzo de 2010
La acusación de siete médicos cubanos y un enfermero de haber sido sometidos a través del sistema de Barrio Adentro a un régimen de esclavitud, tiene 51 años de antecedentes castristas y un largo pasado de practica de “esclavos alquilados”, dentro de la persistencia de ese régimen de explotación del ser humano.
Un gesto sin precedentes acaba de realizar un grupo de médicos cubanos al interponer una demanda ante un tribunal federal de Miami contra Cuba, Venezuela y la empresa estatal venezolana PDVSA, bajo la acusación de haberlos sometido a un régimen de “esclavitud moderna” durante la estadía que realizaron como miembros del operativo “Barrio Adentro”, según la terminología que, tras la abolición de la esclavitud, se le ha dado a la persistencia de ese régimen de explotación.
El gesto de los cubanos revela la existencia de un delito de lesa humanidad del cual regímenes, tanto aquellos identificados con el castrismo, como otros que no lo son, se benefician. El sistema de esclavitud es implementado por La Habana con un doble objetivo : ejercer el proselitismo político utilizando a los médicos como agentes difusores de la ideología castrista, al mismo tiempo que la exportación de esta “fuerza de trabajo”, le procuran a la economía moribunda cubana una entrada de divisas extranjeras para su sobrevivencia, en particular, poder cancelar a Estados Unidos, primer proveedor de alimentos de la isla, los envíos al ser recibidos, pese al tan mentado embargo Demás está decir que ante la violación flagrante de la ley que prohíbe la esclavitud, sindicatos, y organizaciones de derechos humanos, han permanecido indiferentes.
La esclavitud moderna que practica la Cuba “revolucionaria”, consiste en el alquiler por el gobierno de Cuba a otros Estados, o a empresas extranjeras afincadas en Cuba, de profesionales o de mano de obra, por los cuales el Estado cubano devenga divisas. Los profesionales no tienen contacto ni con las empresas ni con los Estados que los emplean; el gobierno cubano es la entidad jurídica encargada de negociar los contratos y a percibir las sumas producto del trabajo de los profesionales cubanos, a los que se les adjudica una suma muy reducida en relación a lo que devenga el gobierno cubano. A aquellos que trabajan para empresas extranjeras en el propio territorio cubano, el estipendio se les paga en moneda nacional, mientras que el gobierno cobra en divisas extranjeras. A aquellos que son enviados al extranjero, se les adjudica una módica suma en divisas.
Sería extemporáneo oponerse en esta fase de la mundialización a la expatriación de profesionales hacia otros ámbitos del planeta, de lo que se trata es de revelar que el desplazamiento de los cubanos no es el resultado de una decisión individual, a la cual todo ser humano tiene derecho, sino que responde a la practica del régimen cubano de un sistema esclavista que se inserta en la tradición que reinó en la isla hasta que España decretó su abolición en 1880, reemplazándola por el sistema del Patronato. Una Real Orden de la Reina Regente María Cristina de 1886 suprime el sistema de Patronato que consistía en que “Los individuos que se hallaren inscritos como siervos en el censo ultimado en 1871 y continuare en servidumbre á la promulgación de esta ley, quedarán durante el tiempo que en ella se determina bajo el patronato de sus poseedores”, la supresión del Patronato, pone fin a la esclavitud en Cuba.
Podríamos situar el momento en que el castrismo reactivó el sistema derivado de la tradición esclavista, cuando pactó con la URSS el envío de miles de combatientes negros a participar en guerras africanas.
La presencia cubana en el África se puede resumir en un acuerdo suscrito al término del cual, Cuba colaboraba con el asentamiento del imperio soviético en el África proveyendo de combatientes negros a la ex Unión Soviética y ésta proveía a Cuba de armamento y de medios de subsistencia. Cuba operaba así un regreso de varios siglos, cuando la isla vivía de las partidas que le enviaba la Nueva España (México) a cambio de ejercer de centro de abastecimiento de la flota española y de cuartel de la corona española.
En la actualidad, el sistema cubano de esclavitud moderna, tiene rasgos de la primera fase del “mercado legal de brazos” , hoy ilegal en todo el mundo moderno, durante el cual el régimen de la esclavitud permitía al amo alquilar sus esclavos a cambio de obtener una remuneración directa por la labor que éstos ejercían. Por ejemplo, las esclavas negras eran alquiladas a burdeles cuando la flota española, procedente del Perú, llegaba a abastecerse en el puerto de La Habana.
El gran historiador cubano, Manuel Moreno Fraginals, -por cierto marxista, y pese a ello terminó su vida en el exilio-, en su monumental obra El Ingenio, considera que desde el siglo XVIII subsistió en los ingenios azucareros de Cuba, una mezcla de asalariado y esclavo; una yuxtaposición de ambos regimenes en el mismo sistema económico, y agrega, que existió otra categoría que no responde a ninguna categoría pura: la del esclavo alquilado. Y agrega que el esclavo alquilado estaba más cerca del trabajador asalariado que del esclavo y concluye que el esclavo en sí, la trata de negros, son fenómenos típicamente capitalistas, y que el esclavo cubano estaba dedicado casi exclusivamente a la producción de mercancías para el mercado mundial. Constata que Cuba tuvo un esclavismo con Factory Act, con reglamentaciones especificas que muchas veces eran más beneficiosas al esclavo que las leyes inglesas al asalariado.
Moreno Fraginals apunta que es “absurdo pensar” que los productores azucareros cubanos fueron esclavistas por una “actitud mental” contraria al progreso. Al contrario, la sacarocracia habanera estaba abierta al mundo y poseía una “honda conciencia burguesa”. Sencillamente, la producción de mercancías para el mercado mundial, le impuso las leyes inmanentes al mercado capitalista. Y concluye Moreno Fraginals, “fueron esclavistas porque carecieron de asalariados, porque la esclavitud fue la única solución posible a la inicial expansión azucarera.” Hoy si el socialismo castrista es esclavista, no es para convertir a Cuba en la primera potencia exportadora de riqueza alguna como lo fue entonces del azúcar – riqueza que en el siglo XIX se equiparaba al la del petróleo hoy – sino para paliar las consecuencias de su estrepitoso fracaso económico, que como decía Norberto Ceresole, -que pese a no compartir sus ideas se debe admitir que no siempre emitió falsedades-, el régimen de Castro lo único que ha logrado en materia económica, es exportar hambre, lo que, tal vez esplique la razón de su exclusión del reino de Chávez, pese a haber constituido el principal sedimento ideológico del caudillo que hoy rige el destino de Venezuela .
El sistema cubano actual, ni siquiera es comparable al del esclavo alquilado, porque si éste era comparable al trabajador asalariado, el sistema de control y de sujeción al cual están sometidos los cubanos destinados al sistema de esclavitud moderna, se asemeja más al del Patronato, sólo que éste perduraba durante los ochos años después de decretada la ley de abolición de la esclavitud y en la Cuba contemporánea, éste dura desde hace 51 años.
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