Cuando el octogenario Fidel Castro hace declaraciones condenando los crímenes en Arizona, nos preguntamos si en su senilidad ha olvidado las ejecuciones y las más veriadas torturas y versiones del terror que él con su hermano Raúl y la pandilla de seguidores han ocasionado durante 52 años de tiranía sangrienta al noble pueblo cubano.
No carecemos de la memoria que él no tiene y le exigimos, al igual que a sus pandilleros seguidores, que convoque urgentemente a los ciudadanos de esa atribulada población a elecciones libres y pluralistas para que Cuba se inserte nuevamente en el mundo libre y democrático, del cual por culpa de Castro se alejó hace tantos años.
Oscar Eduardo Hoffmann
Buenos Aires, Argentina