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General: HISTORIA DE TROTSKY Y DEL TROTSKISMO .-
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Respuesta  Mensaje 1 de 10 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 31/12/2010 16:02
 
Historia de Trotsky y del trotskismo (I)


Versión aumentada y corregida en mayo del 2006. Primera entrega de una largo trabajo de estudio y reflexión para contribuir a la clarificación ideológica y a la construcción del socialismo

José Antonio Egido - 13.10.06
¿Quien fue Trotsky?


Trotsky fue de 1904 a 1914 un declarado enemigo de Lenin. En 1904 le acusó de ser un dictador, autócrata asiático, revolucionario burgués y escisionista fanático en su folleto “Nuestras tareas políticas”. Se opuso a la teoría leninista del partido. Trotsky fue un dirigente menchevique opuesto a los bolcheviques. Se opuso a la tesis de Lenin sobre la transformación de la revolución democrático-burguesa en socialista oponiéndole su teoría sobre la “revolución permanente”. Eso le llevaría a negar la construcción del socialismo en la URSS si no triunfaba una revolución socialista en Occidente. La Revolución de la clase obrera europea occidental en los años 20 y 30 fué aplastada en sangre (Finlandia, Hungría, Polonia, Bulgaria, Baviera, Berlín, Milán, España) y el tiempo quitó completamente la razón a Trotsky.

Otra discrepancia grave de Trotsky con el leninismo es negar el papel revolucionario del campesinado y en 1905 lanzó la consigna “¡No al Zar, gobierno obrero!” que olvidaba por completo a este importante sector social.

En 1913 escribió al menchevique Chjeidze que “el leninismo descansa por completo en estos momentos en la mentira y la falsificación y lleva en su seno el elemento emponzoñado de su propia desintegración” .

En la conferencia de Zimmerwald de 1915 se sigue oponiendo a Lenin.

Hasta 1917 mantiene una posición ante la cuestión nacional opuesta a la de Lenin y similar a la de Rosa Luxemburgo, negando el derecho de autodeterminación.

En julio de 1917 el Partido Comunista de Rusia (es decir, tres meses antes de la revolución) acepta el ingreso del grupo heterogéneo que lidera Trotsky llamado Meyrayontsi formado por 4 mil militantes. Trotsky no se opuso al plan de Lenin de desencadenar la insurrección pero propuso aplazarla hasta el II Congreso de los Soviets. Se vuelve a oponer en la cuestión de la paz de Brest-Litovsk de diciembre de 1917, lo que le lleva a dimitir de su puesto de Comisario del Pueblo para las relaciones internacionales.

En 1919 tiene el principal momento de gloria de su vida al dirigir y organizar el Ejército Rojo aunque una llamada “oposición militar” comunista le critica por dar empleo y mando en el mismo a 50 mil ex oficiales zaristas.

El 5 de marzo de 1920 Trotsky ordena el exterminio de los marinos revolucionarios de Kronstadt levantados contra el gobierno bolchevique.

En el X Congreso del partido vota por la prohibición de las corrientes internas aunque después de muerto Lenin, proclama la libertad de fracciones para “intentar socavar la unidad del Partido” .

Se opone a la “Nueva política económica” (NEP) lanzada por Lenin y escribe su folleto Nuevo Curso.

En 1921 defiende al partido menchevique de Georgia pasado a la contrarrevolución.

En 1924 el Partido Bolchevique lanza una primera campaña contra el trotskismo.

En 1936 escribe su libro La Revolución traicionada afirmando que “no existe el menor socialismo en la URSS”, convocando el derrocamiento violento del poder soviético y vaticinando la derrota soviética en la inminente guerra contra la Alemania nazi. Obviamente el libro es acogido por todas las fuerzas reaccionarias dispuestas a destruir la Unión Soviética.

Como dice un francés, “la última cosa que le pasó por la cabeza fué un piolet enviado por correo certificado por Stalin” aunque no hay unanimidad sobre la autoría en el asesinato de Trotsky. El antiguo resistente comunista francés Raymond Casas sostiene que su asesino era su más cercano secretario particular, Ramon Mercader, “Monard”, que tras una fuerte discusión con él le hundió su piolet en el cráneo gritando “No eres mas que un cabron! Esto es lo que mereces” . Harpal Brar mantiene también que Trotsky fué eliminado por un troskista.


Formación de la corriente trotskista.

Un diccionario soviético asegura que “el trotskismo es una corriente política-ideológica oportunista pequeño-burguesa hostil al Marxismo Leninismo. Surgió en 1903 como reacción a la etapa leninista de desarrollo del marxismo, al nacimiento en Rusia del partido revolucionario de tipo nuevo, y reflejaba el talante de cierta parte de la intelectualidad urbana pequeño-burguesa proclive al revolucionarismo retórico” . En 1929 Trotsky niega que vaya a crear una IV Internacional diciendo “que no hay en el mundo ningún sitio para ella”. Trosky fue el primero en lanzar el slogan comunismo = fascismo. La corriente trotskista se opone a la construcción del socialismo en la URSS en los años 30.

En los años 30 pequeños grupos se unen a Trostky. El 6 de abril de 1930 se crea en Paris un secretariado formado por Andreu Nin, el francés Alfred Rosmer, el hijo de Trotsky Leon Sedov y algún otro. El 3 de septiembre de 1938 proclama la creación de la IV Internacional trotskista en una conferencia en Montreuil, en las afueras de París.

En 1938 los tribunales soviéticos juzgaron a los troskistas soviéticos. Según Raymond Casas el “famoso proceso de Moscú del 2 al 13 de marzo de 1938, seguido por observadores y periodistas de los países capitalistas, ha revelado la actividad de los agentes de Trotsky con las redes nazis y reaccionarias preparando la invasión de la URSS y el derrocamiento del poder estalinista, lo que no pudo nunca hacerse por la fuerza sino sólo por el entrismo y la descomposición interna del stalinismo, después del Marxismo-Leninismo,lo que ha tenido como resultado entregar la URSS a la mafia actual salida del “gulag””.

Retomando las definiciones soviéticas, “en el sentido metodológico y gnoseológico es caracteristico del trotskismo un extremado subjetivismo y voluntarismo, un tosco esquematismo y el empleo de la sofística. La base ideológica del trotskismo fue la “teoría de la revolución permanente” que, nutrida parasitariamente de la idea de la revolucion permanente expresada por Marx y Engels, apuntaba contra la doctrina leninista de la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista”.

En mayo de 1940, en vísperas de la invasión nazi de la URSS, la IV afirma en un manifiesto ser partidaria a la vez de la defensa de la URSS y el combate contra la “oligarquía de Moscú” (es decir el Partido bolchevique).

El grupo más numeroso estaba en los USA, el Socialist Workers Party (SWP), creado en 1938. Sus dirigentes Max Shachtman (que visitó a Trotsky en su exilio de Turquía y en abril de 1930 había formado parte del primer buró internacional trotskista en compañía de Andreu Nin, el hijo de Trotsky y otros) Albert Glotzer y Martin Abern salen del mismo en 1940 para fundar el Workers Party (WP) que tiene 323 miembros. Abern muere en 1947. Evolucionando siempre a la derecha en 1949 el grupo se declara abiertamente socialdemócrata y pasa a llamarse Independent Socialist League (ISL) y en los 50 se disuelve. Shachtman defiende la tesis del “colectivismo burocrático” relativo a la URSS. Él y sus colaboradores ingresan en el ala más anticomunista del partido demócrata. Defienden a la burocracia sindical anticomunista de George Meny en la AFL-CIO. Apoya la invasión norteamericana de Cuba en Bahía de Cochinos y la agresión USA contra el Pueblo de Vietnam. Fue asesor del sindicato de maestros de la “AFL-CIA” que funciona como brazo del departamento de estado USA apoyando y financiado
a gansters anticomunistas en Europa Occidental y grupos fascistoides en el campo socialista. Muere en 1972.

Otro compañero de Shachtman y Abern en el comité de dirección del SWP en los años 30, James Burnham, afirma que la URSS es una sociedad de clases, manifiesta públicamente su desprecio por el marxismo y se convierte en el principal ideólogo de la CIA en la guerra fría. Burnham y Sidney Hook crearon el Partido Socialista Obrero que más tarde daría lugar al SWP. En 1944 escribió un informe que llamó la atención de la recién creada CIA que le invitó a dirigir la división de guerra política y sicológia de su oficina de coordinación política. Una brillante intervención suya fué la creación del Congreso para la Libertad de la Cultura, plataforma de propaganda anticomunista y de creación cultural reaccionaria y pro imperialista. En dicho congreso ocupó puestos el troskista Max Sachtman. En una reunón de dicho “congreso” financiado por la CIA en Berlín en 1950, defiende la posibilidad de un ataque nuclear contra la URSS. En 1953 insiste en la necesidad de atacar militarmente la URSS en su libro Contención o Liberación. Escribe la Revolución gerencial en 1941 y en su libro Los Maquiavelistas ataca las teorías a favor de la igualdad social. Interviene de manera crucial en 1953 en la operación de la CIA para derrocar y asesinar al presidente iraní Mossadeg. En los años 70 es reconocido como una autoridad entre los círculos intelectuales más reaccionarios y belicistas. En 1983 el presidente Reagan le dio la medalla presidencial de la Libertad en premio a su larga carrera trotskista, fascista e imperialista. Murió en 1987. A pesar de esta trayectoria los troskistas del Marxist Internet Archive aseguran que Burnham es “marxista”.

Una fracción del WP reingresa en el SWP. La formaban Johnson y Forest que decían que la URSS era “capitalismo de estado”. Johnson era el seudónimo del especialista en cricket C.L.R.James y Forest era la ex secretaria de Trotsky Raya Dybayevskaya que fundó una secta matriarcal en Detroit.

El antiguo colaborador ruso de Trotsky, Sol Levitas, tras exiliarse en USA se convirtió en agente de la CIA, colaborador del Congreso por la Libertad cultural y director de una de sus revistas paraoficiales, New Leader.

Los trotskistas Philip Rahv (huído con su familia de Ucrania al triunfar la Revolución de Octubre) y William Phillips se apoderan de la revista Partisan Review de Nueva York, en su origen en 1934 vinculada a Partido Comunista de los USA y una de cuyas principales tareas era la defensa de la Unión Soviética, y la convierten en un órgano troskista y antiestalinista. Se convirtió en un importante órgano de propaganda anticomunista internacional financiado por la CIA. James Burnham envió informes confidenciales a Trotski sobre la evolución de la revista y uno de sus redactores le invitó en 1937 a colaborar con la misma .

El trotskista que había militado en la misma célula que Burnham, Daniel Bell, antiguo estudiante del City College de Nueva York, se convirtió en el ideólogo conservador de la sociedad de consumo yanki. Miembro del Comité Americano por la Libertad Cultural financiado por la CIA, se negó a condenar el macartismo.

El POUM español de influencia trotskista tiene una triste historia. De un lado en Aragón expropia en 1936-37 a modestísimos semi-proletarios y pequeños campesinos, implantando sobre ellos una auténtica dictadura fascista en nombre de “la revolución socialista”; por el otro, cuando van a Madrid en noviembre de 1936 a luchar contra el fascismo manifiestan mucha cobardía y debilidad huyendo del frente de la Ciudad Universitaria. Impulsó patrullas incontrolados que asesinaron a los comunistas, socialistas y republicanos que se les opusieron, según Arthur London . El 7 de diciembre de 1936 pide a la Generalitat que conceda el derecho de asilo a Trotsky. Este grupo con la CNT da un golpe de estado en Barcelona en mayo de 1937 contra la República que se salda con la muerte de 500 personas y que favorece objetivamente al fascismo. Diversas pruebas documentales implican a dirigentes del POUM con los franquistas. Su dirigente Andreu Nin es detenido, interrogado y ejecutado por los servicios de seguridad de la República. Su dirigente Maurín al ser detenido por los franquistas en lugar de ser fusilado, como hacían con los simples oficiales del Ejército Popular y con los mas modestos líderes sindicales de cualquier aldea remota, es liberado a los pocos años y aparece en el exilio en una bien saneada situación económica. Su otro dirigente Julián Gorkín (de verdadero nombre Julián Gómez García-Ribera), expulsado del PCE en 1929 por publicar una obra de Trotsky en Madrid, se convirtió en un relevante agente de la CIA en América Latina hasta el punto de ser nombrado delegado latinoamericano del congreso por la libertad cultural. Otro de sus dirigentes, Pere Pagès (alias Victor Alba) colaboró también con el congreso por la libertad cultural, plataforma anticomunista de la CIA.

El veterano inglés de las Brigadas Internacionales (que fueron calumniadas por los troskistas, que acusaban a su jefe francés André Marty de ser el “carnicero de Albacete” y de estar al servicio de Stalin) Frank Grahan denuncia a los trotskistas por hacer circular el bulo que Stalin iba a dejar de enviar armas a la República española después de que Mussolini empezó a hundir barcos soviéticos.

El antiguo voluntario internacional del POUM y participante en los combates contra la República en Barcelona en 1937, el trotskista inglés George Orwell fue un activo colaborador del imperialismo. Produjo obras usadas por la CIA para la propaganda anticomunistas (Rebelión en la granja y 1984), entregó al servicio secreto británico listas de comunistas y cobró dinero por escribir artículos anticomunistas. Escribió sobre la obra de Burnham The Managerial Revolution tres artículo laudatorios.

En la 2ª guerra mundial algunos trotskistas aplican mecánica y dogmáticamente los mismos análisis que hacían los marxistas en la 1ª guerra mundial. El resultado es que algunos de ellos “fraternizan con los soldados del ejército de ocupación” hitleriano, que, según ellos, son “trabajadores de uniforme” y condenan como “terrorismo” la resistencia armada de los partisanos. Mientras fraternizaban con las tropas invasoras los trotskistas luchaban en Francia “contra los estalinistas y los gaulistas”. Profundizando su traición se opusieron a la “insurrección nacional” antinazi y al Frente Popular . En Francia y Grecia la resistencia fusila a varios trotskistas acusados de colaborar con el ejército hitleriano. En Francia el grupo Barta, entre los que está David Korner, ideólogo de Lutte Ouvrière, se negó a ninguna actividad resistente argumentando que la invasión alemana correspondía a una guerra entre “dos imperialismos”. En Italia el primer grupo trotskista fue creado por soldados británicos y norteamericanos en la citada guerra.

En 1944 los grupos trotskistas ingleses Liga Marxista, Grupo Marxista y Liga Obrera Internacional se unificaron dando lugar al PC revolucionario que contaba con 500 miembros. En 1949 se dividió en varios grupitos.

En 1952 el secretariado internacional de la IV Internacional dirigido por su secretario general Michel Raptis “Pablo” expulsó al grupo francés de Lambert-Bleitbreux-Lequenne que creó el Partido Comunista Internacionalista (PCI) y el Comité Internacional de la IV Internacional.

En abril de 1952 las milicias armadas de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia derrotan al ejército burgués pero se niegan a tomar el poder perdiendo una ocasión extraordinaria de hacer la Revolución socialista y liberar al oprimido pueblo indígena obrero y campesino. Uno de los principales responsables es el POR troskista, entonces con cierta influencia en los sindicatos, que decidió dar “apoyo crítico” al gobierno burgués de Paz Estenssoro que, lógicamente, reconstruyó el ejército hasta que éste pudo dar un golpe de estado en 1964 y aplastar a la Central Obrera Boliviana (COB).

Tras el XX Congreso del PCUS en el que toma el poder un ala revisionista que condena los supuestos “crímenes” de Stalin, el trotskismo experimenta un cierto renacimiento.

En 1962 los trotskistas latinoamericanos liderados por Posadas crearon su propio buró latinoamericano negándose a seguir las órdenes del secretariado internacional.

En los años 60 el SWP norteamericano tiene, según el revolucionario argentino Santucho, “algunos miles de militantes de origen pequeño burgués, intelectuales, profesionales y estudiantes...constituyen el ala derecha de la IV Internacional”.

En 1973 el PRT argentino, que fue exterminado por la dictadura argentina de 1976 a 1983, abandona la IV Internacional denunciando que esta corriente tiene “enormes limitaciones y una tradición escasamente reivindicable” y que incluye en su seno a “aventureros contrarrevolucionarios”.

El trotskismo presta buenos servicios al imperialismo patrocinando grupos anticomunistas que lucharon contra el régimen socialista del Este europeo, apoyando la contrarrevolución lanzada desde el poder gorbachoviano de 1989 a 1991 y apoyando a todas las fuerzas proimperialistas y anticomunistas responsables de la liquidación de la Federación Socialista Yugoslava, de las terribles guerras civiles que allí se produjeron y de la intervención militar y política del imperialismo euro-norteamericano. Como dicen los comunistas argentinos del Partido de la Liberación (P.L.), los trotskistas son “camaradas de ruta” del proceso contrarrevolucionario inspirado por Margaret Thatcher, Ronald Reagan, George Bush, Helmut Kohl y Juan Pablo II”.

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HISTORIA DEL TROTSKISMO




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Respuesta  Mensaje 2 de 10 en el tema 
De: Matilda Enviado: 31/12/2010 16:24

LAS TESIS DE PULACAYO

 

 

TESIS CENTRAL DE LA FEDERACION SINDICAL
DE TRABAJADORES MINEROS DE BOLIVIA

(Aprobada sobre la base
del proyecto presentado
por la delegación de Llallagua)
 

Bolivia - Noviembre de 1946 

      

1.- FUNDAMENTOS

      

     1.- El proletariado, aún en Bolivia, constituye la clase social revolucionaria por excelencia. Los trabajadores de las minas, el sector más avanzado y combativo del proletariado nacional, define el sentido de lucha de la FSTMB.

     2.- Bolivia es país capitalista atrasado. Dentro de la amalgama de los más diversos estadios de evolución económica, predomina cualitativamente la explotación capitalista, y las otras formaciones económico-sociales constituyen herencia de nuestro pasado histórico. De esta evidencia arranca el predominio del proletariado en la política nacional.

     3.- Bolivia pese ha ser país atrasado sólo es un eslabón de la cadena capitalista mundial. Las particularidades nacionales representan en sí una combinación de los rasgos fundamentales de la economía mundial.

     4.- La particularidad boliviana consiste en que no se ha presentado en el escenario político una burguesía capaz de liquidar el latifundio y las otras formas económicas precapitalistas, de realizar la unificación nacional y la liberación del yugo imperialista. Tales tareas burguesas no cumplidas son los objetivos democráticos-burgueses que inaplazablemente deben realizarse. Los problemas centrales de los países semicoloniales son: la revolución agraria y la independencia nacional , es decir, el sacudimiento del yugo imperialista, tareas que están estrechamente ligadas las unas a las otras.

     5.- “Las características distintivas de la economía nacional, por grandes que sean, forman parte integrante, y en proporción cada vez mayor, de una realidad superior que se llama economía mundial; en este hecho tiene su fundamento el internacionalismo obrero.” El desarrollo capitalista se fisonomiza por una creciente tonificación de las relaciones internacionales, que encuentran su índice de expresión en el volumen del comercio exterior.

     6.- Los países atrasados se mueven bajo el signo de la presión imperialista, su desarrollo tiene un carácter combinado: reúnen al mismo tiempo las formas económicas más primitivas y la última palabra de la técnica y de la civilización capitalistas. El proletariado de los países atrasados está obligado a combinar la lucha por las tareas demo-burguesas con la lucha por las reivindicaciones socialistas. Ambas etapas – la democrática y la socialista- “no están separadas en la lucha por etapas históricas sino que surgen inmediatamente las unas de las otras”.

     7.- Los señores feudales han amalgamado sus intereses con los del imperialismo internacional, del que se han convertido en sus sirvientes incondicionales. De ahí que la clase dominante sea una verdadera feudal-burguesía. Dado el primitivismo técnico sería inconcebible la explotación del latifundio si el imperialismo no fomenta artificialmente su existencia arrojándole migajas. La dominación imperialista no se la puede imaginar aislada de los gobernantes criollos. La concentración del capitalismo se presenta en Bolivia en un alto grado: tres empresas controlan la producción minera, es decir, el eje económico de la producción nacional. La clase dominante es mezquina en la misma medida en que es incapaz de realizar sus propios objetivos históricos y se encuentra ligada tanto a los intereses del latifundio como los del imperialismo, El estado feudal-burgués se justifica como un organismo de violencia para mantener los privilegios del gamonal y del capitalista. El Estado es un poderoso instrumento que posee la clase dominante para aplastar a su adversaria. Solamente los traidores y los imbéciles que el estado tiene la posibilidad de elevarse por encima de las clases sociales y de decidir paternalmente la parte que corresponde a cada una de ellas.

     8.- La clase media o pequeña burguesía es la mas numerosa y, sin embargo, su peso en la economía es insignificante. Los pequeños comerciantes y propietarios, los técnicos, los burócratas, los artesanos y los campesinos, no han podido hasta ahora desarrollar una política de clase independiente y menos lo podrán en el futuro. El campo sigue a la ciudad y en ésta el caudillo es el proletariado. La pequeña burguesía sigue a los capitalistas en etapas de “tranquilidad social” y cuando prospera la actividad parlamentaria. Va detrás del proletariado en momentos de extrema agudización de la lucha de clases (ejemplo: la revolución) y cuando tiene la certeza de que será el único que le señale el camino de su emancipación. En los dos extremos la independencia de clase de la pequeña burguesía es un mito. Evidentemente, son enormes las posibilidades revolucionarias de amplias capas de la clase media, basta recordar los objetivos de la revolución democrático-burguesa, pero también es cierto que no pueden realizar por si solas tales objetivos.

     9.- El proletariado se caracteriza por tener la suficiente fuerza para realizar sus propios objetivos e incluso los ajenos. Su enorme peso específico en la política está determinado por el lugar que ocupa en el proceso de la producción y no por su escaso número. El eje económico de la vida nacional será también el eje político de la futura revolución.

     El movimiento minero boliviano es uno de los más avanzados de América Latina. El reformismo argumenta que no puede darse en el país un movimiento social mas adelantado que el de los países técnicamente más evolucionados. Tal concepción mecanicista de la relación entre la perfección de las máquinas y la conciencia política de las masas ha sido desmentida innumerables veces por la historia.

     El proletariado boliviano, por su extrema juventud e incomparable vigor, por haber permanecido casi virgen en el aspecto político, por no tener tradiciones de parlamentarismo y colaboracionismo clasista y, en fin, por actuar en un país en el que la lucha de clases adquiere extrema beligerancia, decimos que por todo esto el proletariado ha podido convertirse en uno de los más radicales. Respondemos a los reformistas y a los vendidos a la rosca que un proletariado de tal calidad exige reivindicaciones revolucionarias y una temeraria audacia en la lucha.

      

II.- EL TIPO DE REVOLUCION QUE DEBE REALIZARSE

      

     1.- Los trabajadores del subsuelo no insinuamos que deben pasarse por alto las tareas democrático-burguesas: lucha por elementales garantías democráticas y por la revolución agraria imperialista. Tampoco negamos la existencia de la pequeña burguesía, sobre todo de los campesinos y de los artesanos. Señalamos que la revolución democrático-burguesa, si no se la quiere estrangular, debe convertirse solo en una fase de la revolución proletaria.

     Mientras aquellos que nos señalan como propugnadores de una inmediata revolución socialista en Bolivia, bien sabemos que para ello no existen condiciones objetivas. Dejamos claramente sentado que la revolución será democrático-burguesa por sus objetivos y únicamente un episodio de la revolución proletaria por la clase social que la acaudillará.

     La revolución proletaria en Bolivia no quiere decir excluir a las otras capas explotadas de la nación sino la alianza revolucionaria del proletariado con los campesinos, los artesanos y otros sectores de la pequeña burguesía ciudadana.

     2.- la dictadura del proletariado es una proyección estatal de dicha alianza. La consigna de revolución dictadura proletarias pone en claro el hecho de que será la clase obrera el núcleo director de dicha transformación y de dicho Estado. Lo contrario, sostener que la revolución democrático-burguesa, por ser tal, será realizada por los sectores “progresistas” de la burguesía y que el futuro estado encarnará la formula de gobierno de unidad y concordia nacionales, pone de manifiesto la intención firme de estrangular al movimiento revolucionario en el marco de la democracia burguesa. Los trabajadores una vez en el poder no podrán detenerse indefinidamente en los límites democrático-burgueses y se verán obligados, cada día en mayor medida, a dar cortes siempre más profundos en el régimen de la propiedad privada, de este modo la revolución adquirirá carácter permanente.

     Los trabajadores mineros denunciamos ante los explotados a quienes pretenden sustituir la revolución proletaria con asonadas palaciegas fomentadas por los diversos sectores de la feudal-burguesía.

      

III. LUCHA CONTRA EL COLABORACIONISMO CLASISTA

      

     1.- La lucha de clases es, en último término la lucha por la apropiación de la plusvalía. Los proletarios que venden su fuerza de trabajo luchan en hacerlo en mejores condiciones y los dueños de los medios de producción (capitalistas) luchan por seguir usurpando el producto del trabajo no pagado, ambos persiguen objetivos contrarios, resultando estos intereses irreconciliables. No podemos cerrar los ojos ante la evidencia de que la lucha contra los patronos es una lucha a muerte, por que en esa lucha se juega el destino de la propiedad privada. No reconocemos, contrariamente a nuestros enemigos, tregua en la lucha de clases. La presente etapa histórica, que es una etapa de vergüenza para la humanidad, sólo podrá ser superada cuando desaparezcan las clases sociales, cuando ya no existan explotados y explotadores. Sofisma estúpido de los colaboracionistas que sostienen que no debe irse a la destrucción de los ricos, sino a convertir a los pobres en ricos. Nuestro objetivo es la expropiación de los expropiadores.

     2.- Todo intento de colaboración con nuestros verdugos, todo intento de concesión al enemigo en nuestra lucha, es nada menos que una entrega de los trabajadores a la burguesía. La colaboración de clases quiere decir renunciamiento de nuestros objetivos. Toda conquista obrera, aún la más pequeña, ha sido conseguida después de cruenta lucha contra el sistema capitalista. No podemos pensar en un entendimiento con los sojuzgadores por que el problema de reivindicaciones transitorias lo subordinamos a la revolución proletaria.

     No somos reformistas, aunque entregamos a los trabajadores la plataforma más avanzada de reivindicaciones, somos, sobre todo, revolucionarios, por que nos dirigimos a transformar la estructura misma de la sociedad.

     3.- Rechazamos la ilusión pequeño-burguesa de solucionar el problema obrero dejando en manos del Estado o de otras Instituciones que tienen la esperanza de pasar por organismos equidistantes entre las clases sociales en lucha. Tal solución, enseña la historia del movimiento obrero nacional y también internacional, ha significado siempre una solución de acuerdo a los intereses del capitalismo y a costa del hambre y de la opresión del proletariado. El arbitraje obligatorio y la reglamentación de los medios de lucha de los trabajadores es, en la generalidad de los casos, el comienzo de la derrota.

     En lo posible trabajamos por destrozar el arbitraje obligatorio. ¡Que los conflictos sociales sean resueltos bajo la dirección de los trabajadores y por ellos mismos!.

     4.- La realización de nuestro programa de reivindicaciones transitorias, que debe llevarnos a la revolución proletaria, está subordinada siempre a la lucha de clases. Estamos orgullosos de ser los más intransigentes cuando se habla de compromisos con los patrones. Por esto es una tarea central luchar y destrozar a los reformistas que pregonan la colaboración clasista, a los que aconsejan apretarse los cinturones en aras de la llamada salvación nacional. Cuando existe hambre y opresión de los obreros, no puede haber grandeza nacional; eso se llama miseria y decrepitud nacionales. Nosotros aboliremos la explotación capitalista.

     ¡Guerra a muerte contra el capitalismo! ¡guerra a muerte contra el colaboracionismo reformista! ¡Por el sendero de la lucha de clases hacia la destrucción de la sociedad capitalista!

      

IV. LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO

      

     1.- Para los trabajadores mineros lucha de clases quiere decir, sobre todo, lucha contra los grandes mineros, es decir, contra un sector del imperialismo yanqui que nos oprime. La liberación de los explotados está subordinada a la lucha contra el capitalismo internacional.

     Por que luchamos contra el capitalismo internacional representamos los intereses de toda la sociedad y tenemos objetivos comunes con los explotados de todo el mundo. La destrucción del imperialismo es cuestión previa a la tecnificación de la agricultura y a la creación de la pequeña y pesada industria.

     Ocupamos la mismo posición que el proletariado internacional por que estamos empeñados en destruir una fuerza también internacional: el imperialismo.

     2.- Denunciamos como enemigo declarados del proletariado a los “izquierdistas” alquilados al imperialismo yanqui que nos habla de la grandeza de la “democracia” del Norte y de su prepotencia mundial. No se puede hablar de democracia cuando son sesenta familias las que dominan los Estados Unidos de America y cuando esas sesenta familias chupan la sangre de los países semicoloniales, como el nuestro. A la prepotencia yanqui corresponde una descomunal acumulación y agudización de los antagonismos y contradicciones del sistema capitalista. Estados Unidos es el polvorín que espera el contacto de una sola chispa para explosionar. Nos declaramos solidarios con el proletariado norteamericano y enemigo irreconciliable de su burguesía que vive de la rapiña, de incesante transformación del Estado en un dócil instrumento en manos de los explotadores. Las posturas de “buena vecindad” , “panamericanismo”, etc., no son sino disfraces que utiliza el imperialismo yanqui y la feudal burguesía criolla para engañar a los pueblos de Latinoamérica. El sistema de la consulta diplomática recíproca; la creación de instituciones bancarias internacionales con dinero de los países oprimidos; la concesión de bases militares estratégicas para los yanquis; los contratos leónicos sobre la venta de materias primas, etc., son diversas formas de la descarada entrega de los países sudamericanos por sus gobernantes al imperialismo voraz. Luchar contra este entreguismo y denunciar toda vez que el imperialismo muestre la garra, es un deber elemental del proletariado.

     Los yanquis no se conforman con señalar el destino de las composiciones ministeriales, van más lejos: han tomado para si la teres de orientar la actividad policial de los países semicoloniales, no otra cosa significa la anunciada lucha contra los revolucionarios anti-imperialistas.

     Trabajadores de Bolivia: ¡ Fortificad vuestros cuadros para luchar contra el rapaz imperialismo yanqui!

      

V. LUCHA CONTRA EL FASCISMO

      

     1.- Nuestra lucha contra el imperialismo tiene que ser paralela a nuestra lucha contra la feudal-burguesía entreguista. El antifascismo se convierte, en la práctica, en un aspecto de tal lucha: la defensa y consecución de garantías democráticas y la destrucción de las bandas armadas y mantenidas por la burguesía.

     2.- El fascismo es producto del capitalismo internacional. El fascismo es la última etapa del de descomposición del imperialismo, pero, con todo, no deja de ser una fase imperialista. Cuando se organiza la violencia desde el Estado para defender los privilegios capitalistas y destruir físicamente al movimiento obrero, nos encontramos en un régimen de corte fascista. La democracia burguesa es un lujo demasiado caro, que solamente países que han acumulado mucha grasa a costa del hambre mundial pueden darse. En países pobres, como el nuestro, por ejemplo, los obreros en un momento determinado están condenados a enfrentarse con la boca de los fusiles.

     Poco importa el partido político que tenga que recurrir a medidas fascistizantes para vivir mejor los intereses imperialistas. Si se persiste en mantener la opresión capitalista, el destino de los gobernantes está ya escrito: la violencia contra los obreros.

     3.- La lucha contra los grupículos fascistizantes está subordinada a la lucha contra el imperialismo y la feudal-burguesía. Los que, pretextando luchar contra el fascismo, se entregan al imperialismo “ democrático” y a la feudal-burguesía también “democrática”, no hacen otra cosa que preparar el camino para el advenimiento inevitable de un régimen fascistizante.

     Para destruir definitivamente el peligro fascista tenemos que destruir el capitalismo como sistema.

     Para luchar contra el fascismo, lejos de atenuar artificialmente las contradicciones clasistas, tenemos que avivar la lucha de clases.

     Obreros y explotados en general : ¡Destruyamos el capitalismo para destruir definitivamente el peligro fascista y los grupículos fascistizantes! Solamente con los métodos de la revolución proletaria y en el marco de la lucha de clases podremos derrocar al fascismo.

      

VI. LA FSTMB Y LA SITUACION ACTUAL

      

     1.- La situación revolucionaria del 21 de julio, creada por la irrupción a la calle de los explotados privados de pan y de libertad y la acción defensiva beligerante de los mineros, impuesta por la necesidad de defender las conquistas sociales logradas y conseguir otras más avanzadas, ha permitido a los representantes de la gran minería montar su maquinaria estatal, gracias a la traición y complicidad de los reformistas que pactaron con la feudal-burguesía. La sangre del pueblo sirvió para que sus verdugos consolidaran su posición en el poder. El hecho de que la Junta de Gobierno sea una institución provisional no modifica en nada la situación creada.

     Los trabajadores mineros hacen bien en colocarse a la expectativa frente a los gobernantes y exigirles obliguen a las empresas cumplir las leyes que rigen el país. No podemos ni debemos solidarizarnos con ningún gobierno que no sea nuestro propio, es decir, obrero. No podemos dar ese paso por que sabemos que el Estado representa los intereses de la clase social dominante.

     Los ministros “obreros” no cambian la naturaleza de los gobiernos burgueses. Mientras el Estado defiende a la sociedad capitalista, los ministros “obreros” se convierten en vulgares proxenetas de la burguesía. El obrero que tiene la debilidad de cambiar su puesto de lucha en las filas revolucionarias por una cartera ministerial burguesa, pasa a las filas de los traidores. La burguesía idea a los ministros “obreros” para poder engañar mejor y más fácilmente a los trabajadores, para conseguir que los explotados abandonen sus propios métodos de lucha y se entreguen en cuerpo y alma a la tutela del ministro “obrero”.

     La FSTMB nunca irá a formar parte de los gobiernos burgueses, pues eso significaría la más franca traición a los explotados y olvidar que nuestra línea es la línea revolucionaria de la lucha de clases.

     3.- Las próximas elecciones darán como resultado un gobierno al servicio de los grandes mineros, por algo será el producto de elecciones que no tienen nada de democráticas. La mayoría de la población, los indígenas y un enorme porcentaje del proletariado, por los obstáculos que pone la Ley Electoral y por ser analfabetos, esta imposibilitado de concurrir a las urnas electorales. Sectores de la pequeña burguesía, corrompidos por obra de la clase dominante, determinan el resultado de las elecciones. No nos hacemos ninguna ilusión con respecto a la lucha electoral.

     Los obreros no llegaremos al poder por obra de la papeleta electoral, llegaremos por obra de la revolución social. Por esto, debemos afirmar que nuestra conducta frente al futuro gobierno será la misma que frente a la actual Junta de Gobierno. Si se cumplen las leyes, en hora buena, para eso están puestos los gobernantes. Si no llegan a cumplir enfrentarán nuestra más enérgica protesta.

      



Respuesta  Mensaje 3 de 10 en el tema 
De: Matilda Enviado: 31/12/2010 16:24

VII. REIVINDICACIONES TRANSITORIAS

      

     Cada sindicato, cada región minera, tienen sus problemas peculiares y los sindicalistas deben ajustar su lucha diaria a esas peculiaridades. Pero existen problemas que, por sí solos, sacuden y unifican a los cuadros obreros de toda la nación: la miseria creciente y el boycot patronal que se hacen cada día más amenazantes. Contra esos peligros la FSTMB propugna medidas radicales.

     1.- Salario básico vital y escala móvil de salarios.- La supresión del sistema de pulpería barata y la excesiva desproporción existente entre estandart de vida y los salarios reales, exige la fijación de un salario básico vital.

     El estudio científico de las necesidades de la familia obrera debe servir de base para la fijación del salario básico vital, es decir, del salario que permita a esas familias llevar una existencia que pueda llamarse humana.

     Como sostuvo el Tercer Congreso Minero (Catavi-Llallagua, marzo de 1946), ese salario vital debe ser complementado con el sistema de la escala móvil de salarios. Evitemos que la curva del alza de los precios no pueda nunca ser alcanzada por los reajustes periódicos de salarios.

     Pongamos fin a la eterna maniobra de anular los reajustes de salarios mediante la depreciación del signo monetario y por la elevación casi siempre artificial, de los precios de los medios de subsistencia.

     Los sindicatos deben encargarse de controlar el costo de la vida y exigir a las empresas el aumento automático de salarios de acuerdo a dicho costo. El salario básico, lejos de ser estático, debe seguir a la curva del aumento de los precios de los artículos de primera necesidad.

     2.- Semana de 40 horas de trabajo y escala móvil de horas de trabajo.- La tecnificación de las minas acelera el ritmo del trabajo del obrero. La propia naturaleza del trabajo en el subsuelo convierte la jornada de 8 horas en excesiva y que aniquila en forma inhumana la vitalidad del trabajador. La lucha misma por un mundo mejor exige que en alguna medida se libere al hombre de la esclavitud de la mina.

     Por esto, la FSTMB luchará por la consecución de la semana de cuarenta horas, jornada que debe ser complementada con la implantación de la escala móvil de horas de trabajo. La única manera de luchar eficazmente contra el peligro permanente del boycot patronal contra los obreros, está en conseguir la implantación de la escala móvil de horas de trabajo en la misma proporción en que aumenta el número de desocupados. Tal disminución no debe significar una disminución del salario, puesto que éste es considerado vital necesario.

     Solamente éstas medidas nos permitirán evitar que los cuadros obreros sean destrozados por la miseria y que el boycot patronal aumente artificialmente el ejercito de desocupados.

     Nota.- El Primer Congreso Extraordinario de la FSTMB, complementando este punto, acordó luchar por la implantación de la semana de trabajo de treinta y seis horas para mujeres y niños.

     3.- Ocupación de minas.- Los capitalistas pretenden contener el ascendente movimiento obrero con el argumento de que están obligados a cerrar sus minas en caso de tener pérdidas. Se pretende poner un dogal a los sindicatos presentándoles el espectro de la cesantía. Además, la paralización temporal de las explotaciones, lo demuestra la experiencia, solo ha servido para buscar los verdaderos alcances de las leyes sociales y para recontratar a los obreros, bajo la presión del hambre, en condiciones verdaderamente vergonzosas.

     Las grandes empresas tienen el sistema de doble contabilidad. Una para exhibirla ante los obreros y pagar los impuestos al Estado y otra para establecer el monto de dividendos. No podemos ceder en nuestras aspiraciones ante los guarismos de los libros de contabilidad.

     Los obreros que han sacrificado sus vidas en aras de la prosperidad de las empresas tienen el derecho de exigir no se les niegue trabajar, aún en épocas que no sean bonancibles para los capitalistas.

     El derecho al trabajo no es una reivindicación dirigida a tal o cual capitalista en particular, sino al sistema en su conjunto, por esto no puede interesarnos el lamento de algunos pequeños empresarios quebrados.

     Si los patronos se encuentran incapacitados de otorgan a sus esclavos un pedazo más de pan; si el capitalismo para subsistir se ve obligado a atacar el salario y las conquistas alcanzadas, si los capitalistas responden a todo intento reivindicacionista con la amenaza del cierre de sus instalaciones, no les queda a los trabajadores más recurso que ocupar las minas y tomar por su cuenta el manejo de la producción.

     La ocupación de las minas por si misma sobrepasa el marco del capitalismo, puesto que plantea la cuestión de saber quien es el verdadero dueño de las minas: los capitalistas o los trabajadores. La ocupación no se debe confundir con la socialización de las minas, se trata solamente de evitar que el boycot patronal prospere, que los trabajadores sean condenados a morirse de hambre. La huelga con ocupación de minas se convierte en uno de los objetivos centrales de la FSTMB.

     Por tales proyecciones, es evidente que la ocupación de las minas adquiere categoría de medida ilegal. No podía ser de otro modo.

     Un paso que desde todo punto de vista supera los límites del capitalismo no pueden encontrar una legislación preestablecida. Sabemos que al ocupar las minas rompemos el derecho burgués y nos encaminamos a crear una nueva situación, que después los legisladores al servicio de los explotados se encargarán de introducirla en los códigos e intentarán estrangularla mediante reglamentaciones.

     El decreto supremo de la Junta de Gobierno prohibiendo la incautación de las minas por los obreros no afecta nuestra posición. Sabíamos que no es posible contar en tales casos con la colaboración gubernamental y teniendo la evidencia de no obrar bajo el amparo de las leyes, no nos queda más recurso que ocupar las minas sin derecho a indemnización alguna en favor de los capitalistas.

     La ocupación de las minas debe hacer surgir los Comités de Minas, que deben formarse con la concurrencia de todos los trabajadores, incluso de los no sindicalizados. Los Comités de Minas deben decidir los destinos de la minas y de los obreros que intervienen en la producción.

     Trabajadores mineros: ¡para rechazar el boycot patronal OCUPAD LAS MINAS!

     4.- Contrato colectivo de trabajo.- en nuestra legislación el patrón puede escoger libremente entre el contrato individual y colectivo. Hasta la fecha y por que a las empresas así les interesa no ha sido posible llevar a la práctica el contrato colectivo. Tenemos que luchar por que se establezca una sola forma de contrato de trabajo: el colectivo.

     No se puede permitir que la prepotencia del capitalista arrolle al trabajador individual, incapaz de dar un libre consentimiento allí donde la miseria del hogar obliga a aceptar el más ignominioso contrato de trabajo.

     A los capitalistas organizados, que obran en común acuerdo para extorsionar al obrero mediante el contrato individual opongamos el contrato colectivo de los trabajadores organizados en los sindicatos.

     a)El contrato colectivo de trabajo debe ser sobre todo, revocable en cualquier momento por la sola voluntad de los sindicatos; b) de adhesión, es decir, obligatorio aún para los no sindicalizados, el obrero que vaya a contratarse encontrará preestablecida las condiciones pertinentes; c) no debe excluir las condiciones más favorables que se hubiese conseguido mediante contratos individuales; d) su ejecución y el contrato mismo deben estar controlados por los sindicatos.

     El contrato colectivo debe tomar como punto de partida nuestra plataforma de reivindicaciones transitorias.

     ¡Contra la extorsión del capitalismo: CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO!

     5.- Independencia sindical.- La realización de nuestras aspiraciones será posible si somos capaces de liberarnos de la influencia de todos los sectores de la burguesía y de sus agentes de “izquierda”. La sífilis del movimiento obrero constituye el sindicalismo dirigido. Los sindicatos cuando se convierten en apéndices gubernamentales pierden su libertad de acción y arrastran a las masas por el camino de la derrota.

     Denunciamos a la Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia (CSTB) como la agencia gubernamental en el campo obrero. No podemos confiar en organizaciones que tienen su secretaría permanente en el Ministerio de Trabajo y envían a sus miembros ha realizar propaganda gubernamental.

     La FSTMB tiene absoluta independencia en relación a los sectores burgueses, al reformismo de izquierda y al gobierno. Realiza una política sindical revolucionaria y denuncia como traición toda componenda con la burguesía o con el gobierno.

     ¡Guerra a muerte contra el sindicalismo dirigido!

     6.- Control obrero en las minas .- La FSTMB apoya toda medida que tomen los sindicatos en sentido de realizar un efectivo control de los obreros en todos los aspectos del funcionamiento de las minas.

     Tenemos que romper los secretos patronales de explotación, de contabilidad, de técnica, de transformación de minerales, etc., para establecer la directa intervención de los trabajadores como tales en dichos “secretos”. Ya que nuestro objetivo es la ocupación de las minas, tenemos que interesarnos en sacar a la luz del día los secretos patronales.

     Los obreros deben controlar la dirección técnica de la explotación, de la contabilidad, intervenir en la designación de empleados de categoría y, sobre todo, deben interesarse en publicar los beneficios que reciben los grandes mineros y los fraudes que realizan cuando se trata de pagar impuestos al Estado y de contribuir a la Caja de Seguro y ahorro obrero.

     A los reformistas que hablan de los sagrados derechos del patrón, opongamos la consigna de CONTROL OBRERO EN LAS MINAS.

     7.- Armamento de los trabajadores.- Hemos dicho que mientras exista el capitalismo la represión violenta del movimiento obrero es un peligro latente. Si queremos evitar que la masacre de Catavi se repita tenemos que armar a los trabajadores. Para rechazar a las bandas fascistas y a los rompehuelgas, formemos piquetes obreros debidamente armados.

     ¿ De donde sacamos armas? Lo fundamental es enseñar a los trabajadores de base que deben armarse contra la burguesía armada hasta los dientes; los medios ya se encontrarán. ¿ Hemos olvidado acaso que diariamente trabajamos con poderosos explosivos?.

     Toda huelga es el comienzo potencial de la guerra civil y a ella debemos ir debidamente armados. Nuestro objetivo es vencer y para ello no debemos olvidar que la burguesía cuenta con ejércitos, policías y bandas fascistas. Nos corresponde, pues, organizar las primeras células del ejército proletario. Todos los sindicatos están obligados a formar piquetes armados con los elementos jóvenes y combativos.

     Los piquetes sindicales deben organizarse militarmente y a la brevedad posible.

     8.- Bolsa pro-huelga.- Las empresas tienen un arma de control de las pulperías y en los miserables salarios que obligan a los obreros a no tener más recursos que las remuneraciones diarias. La huelga tiene su peor enemigo en el hambre que sufren los huelguistas. Para que la huelga llegue a feliz término se tiene que eliminar la adversa presión familiar. Los sindicatos están obligados a destinar una parte de sus ingresos a engrosar la bolsa pro-huelga,, para poder, en su caso otorgar, a los obreros el socorro necesario.

     ¡Destruyamos el control patronal de las huelgas mediante el hambre, organizado de inmediato bolsas pro-huelga!

     9.- Reglamentación de la supresión de la pulpería barata.- Ya dijimos que el sistema de pulpería barata permitía a los patronos un enriquecimiento indebido a costa del salario del trabajador. La simple supresión de la pulpería barata no hace sino agravar la situación de los trabajadores y se convierte en una medida contraria a sus intereses.

     Para que la supresión de pulpería barata cumpla su función debe exigirse que el reglamento respectivo complemente dicha medida con la escala móvil de salarios y el establecimiento del salario básico vital.

     10.- Supresión del trabajo a “contrato”.- Las empresas, para burlar la jornada máxima legal y explotar en mayor medida al trabajador, han ideado las diversas modalidades de trabajo que se llaman “contratos”. Estamos obligados a romper esta nueva maniobra capitalista que se utiliza con fines de rapiña. Que se establezca el único sistema de salario por jornada diaria.

      

VIII. ACCION DIRECTA DE MASAS Y LUCHA PARLAMENTARIA

      

     1.- Reivindicamos el lugar de preeminencia que corresponde, entre los métodos de lucha proletaria, a la acción directa de masas. Sabemos sobradamente que nuestra liberación será obra de nosotros mismos y que para conseguir dicha liberación no podemos esperar colaboración ajenas a las nuestras. Por esto, en esta etepa de ascenso del movimiento obrero, nuestro método preferido de lucha constituye la acción directa de masas y dentro de ésta la huelga y la ocupación de minas. En lo posible evitemos las huelgas por motivos insignificantes, a fin de no debilitar nuestras fuerzas en un solo punto. Toda huelga debe nacer con la intención de convertirse en general. Algo más, una huelga de mineros debe extenderse a otros sectores proletarios y a la clase media. Las huelgas con ocupación de minas están a la orden del día. Los huelguistas desde el primer momento deben controlar los puntos claves de la mina y sobre todo los depósitos de explosivos.

     Declaramos que al colocar en primer plano la acción directa de masas, no negamos la importancia de otros métodos de lucha.

     Los revolucionarios deben encontrarse en todas partes donde la vida social coloque a las clases en situación de lucha.

     2.- La lucha parlamentaria es importante, pero en las etapas de ascenso del movimiento revolucionario adquiere un carácter secundario.

     El parlamentarismo para jugar un papel trascendental debe subordinarse a la acción directa de las masas en los momentos de reflujo, cuando las masas abandonan la lucha y la burguesía se apropia de los puestos que aquellas han dejado, puede el parlamentarismo colocarse en un primer plano. De un modo general, el parlamento burgués no resuelve el problema fundamental de nuestra época: el destino de la propiedad privada. Tal destino será señalado por los trabajadores en las calles. Si bien no negamos la lucha parlamentaria, la sometemos a determinadas condiciones. Debemos llevar al parlamento a elementos revolucionarios probados, que se identifiquen con nuestra conducta sindical. El parlamento debe ser convertido en tribuna revolucionaria. Sabemos que nuestros representantes serán una minoría, pero también que se encargarán de desenmascarar, desde el seno mismo de las cámaras, las maniobras de la burguesía. Y, sobre todo, la lucha parlamentaria debe estar directamente ligada a la acción directa de masas. Diputados obreros y trabajadores mineros deben actuar bajo una sola dirección: los principios de la presente Tesis Central.

     3.- En la próxima lucha electoral, nuestra tarea consistirá en llevar un bloque obrero, lo más fuerte posible, al parlamento. Recalcamos que siendo antiparlamentaristas no podemos dejar libre éste campo a nuestros enemigos de clase. Nuestra voz se escuchará también en el recinto parlamentario.

     ¡Ante las maniobras electorales de los traidores de izquierda, opongamos la formación del BLOQUE PARLAMENTARIO MINERO!

      

IX. A LA CONSIGNA BURGUESA DE UNIDAD NACIONAL, OPONGAMOS EL FRENTE UNICO PROPETARIO.

      

     1.- Somos soldados de la lucha de clases. Hemos dicho que la guerra contra los explotadores es una guerra a muerte. Por esto destrozaremos todo intento colaboracionista en las filas obreras. El camino de la traición se abrió con los famosos frentes populares, es decir, los frentes que, olvidando la lucha de clases, unen a proletarios, pequeñoburgueses y algunos sectores de la misma burguesía. El frente popular ha costado muchas derrotas al proletariado internacional. La expresión más cínica de la negación de la lucha de clases, de la entrega de los oprimidos a sus verdugos, del punto culminante de la degeneración de los frentes populares es la llamada “ unidad nacional”. Esta consigna burguesa ha sido lanzada por la boca de los reformistas. “Unidad nacional “ significa unidad de los burgueses con sus sirvientes para poder maniatar a los trabajadores. “Unidad nacional” significa derrota de los explotados y victoria de la rosca. No podemos hablar de “unidad nacional” cuando la nación está dividida en clases sociales empeñadas en una guerra muerte. Mientras existe el régimen de la propiedad privada solo los traidores y los agentes a sueldo del imperialismo, pueden atreverse a hablar de “unidad nacional”.

     2.- A la consigna burguesa de “unidad nacional” opongamos el Frente Unico Proletario (FUP). La unificación en un bloque granítico de los explotados y de los elementos revolucionarios es una imperiosa necesidad para destrozar al capitalismo que está unificado en un solo bloque.

     Por que utilizamos los métodos de la revolución proletaria y porque no nos salimos del marco de la lucha de clases es que forjaremos el FUP.

     3.- Para evitar las influencias burguesas. Para convertir en realidad nuestras aspiraciones, para movilizar a las masas hacia la revolución proletaria, necesitamos el frente único proletario. Los elementos revolucionarios que se identifiquen con nuestras declaraciones fundamentales y las organizaciones proletarias (ferroviarios, fabriles, gráficos, choferes, etc., serán muy bien recibidos en el frente único proletario. En los últimos días la CSTB agita la consigna del frente de izquierdas. Hasta ahora no se sabe con que fines se pretende formar ese frente. Si solo se trata de una maniobra pre-electoral y se quiere imponer una dirección pequeñoburguesa – es la CSTB- declaramos que nada tenemos que ver con tal frente de izquierdas. Pero, si se permitiese imponer el pensamiento proletario y sus objetivos fueran los que contempla esta tesis. Iríamos con todas nuestras fuerzas a dicho frente, que, en último caso, no sería sino más que un frente con pequeñas variaciones y diferente denominación.

     ¡Contra la rosca coaligada en un solo frente, contra los frentes que a diario viene ideando el reformismo pequeñoburgues, forjemos el FRENTE UNICO PROLETARIO!

      

X. CENTRAL OBRERA.

      

     La lucha del proletariado precisa un comando único. Necesitamos forjar una poderosa CENTRAL OBRERA. La historia de la CSTB enseña la forma en que debemos proceder para lograr nuestro intento. Cuando las federaciones se convirtieron en instrumentos dóciles al servicio de los partidos políticos de la pequeña burguesía, cuando pactaron con la burguesía, dejaron de ser representantes de los explotados. Es nuestra misión evitar las maniobras de los burócratas sindicales y de las capas artesanales corrompidas por la burguesía. Sobre una base verdaderamente democrática debe organizarse la central de los trabajadores bolivianos. Estamos cansados de los pequeños fraudes para conseguir mayorías. No vamos a permitir que una organización de un centenar de artesanos pueda pesar en la balanza plebiscitaria igual que la Federación de Mineros que cuenta con cerca de sesenta mil obreros. El pensamiento de las organizaciones mayoritarias no debe ser anulado con el voto de organismos casi inexistentes. El porcentaje de influencia de las diferentes federaciones debe ser determinado por el número de afiliados.

     Debe ser el pensamiento proletario y no el pequeño burgués el que prime en la Central Obrera.

     Además, es nuestra tarea entregar a ella un programa verdaderamente revolucionario que debe inspirarse en lo que en este documento exponemos.

      

XI. PACTOS Y COMPROMISOS.

      

     1.- Con la burguesía no tenemos que realizar ningún bloque, ningún compromiso.

     2.- Con la pequeña burguesía como clase y no con sus partidos políticos, podemos forjar bloques y firmar compromisos. El frente de izquierda, la Central Obrera, son ejemplo de tales bloques, pero teniendo cuidado de luchar porque el proletariado sea el director del bloque. Si se pretende que vayamos a remolque de la pequeña burguesía debemos rechazar y romper los bloques.

     3.- Muchos pactos y compromisos con diferentes sectores pueden no ser cumplidos, pero aún así son un poderoso instrumento en nuestras manos. Esos compromisos, si se los contrae con espíritu revolucionario, nos permiten desenmascarar las traiciones de los caudillos de la pequeña burguesía, nos permiten arrastrar a las bases a nuestras posiciones. El pacto obrero-universitario de julio es un ejemplo de cómo un pacto no cumplido puede convertirse en arma destructora de nuestros enemigos. Cuando algunos universitarios descalificados ultrajaron a nuestra organización en Oruro, los trabajadores y sectores revolucionarios de la universidad atacaron a los autores del atentado y orientaron a los estudiantes. En todo pacto debe colocarse como punto de partida las declaraciones contenidas en el presente documento.

     El cumplimiento de un pacto depende de que los mineros iniciemos el ataque a la burguesía, no podemos esperar que tal paso lo den los sectores pequeñoburgueses. El caudillo de la revolución será el proletariado.

     La colaboración revolucionaria de mineros y campesinos es una tarea fundamental de la FSTMB, tal colaboración es la clave de la revolución futura. Los obreros deben organizar sindicatos campesinos y trabajar en forma conjunta con las comunidades indígenas Para esto es necesario que los mineros apoyen la lucha de los campesinos contra el latifundio y secunden su actividad revolucionaria.

     Con los otros sectores proletarios estamos obligados a unificarnos, a tal unificación debemos llevar también a los sectores explotados del taller artesanal: oficiales y aprendices.

      

     Nota.- El primer congreso extraordinario de la FSTMB ha ratificado el pacto minero-universitario suscrito en Oruro - Bolivia el 29 de julio de 1946.[1]

      



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De: Matilda Enviado: 31/12/2010 16:26
Milicias obreras en la Revolución Boliviana de 1952

Respuesta  Mensaje 5 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 31/12/2010 16:38
En definitiva y después de tanto palabrerío los trotskos están con Evo o contra Evo .-  Y no vaya a contestar con otra diarrea verbal ... que al final no diga nada como siempre ....jajajajaja.-

Respuesta  Mensaje 6 de 10 en el tema 
De: Matilda Enviado: 31/12/2010 17:04
diarrea mental?? dònde lei eso yo antes?

Respuesta  Mensaje 7 de 10 en el tema 
De: Matilda Enviado: 31/12/2010 17:19
Parece que "desapareció" Rubén

Respuesta  Mensaje 8 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 02/01/2011 21:43
Subiendo ...

Respuesta  Mensaje 9 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 03/02/2011 13:04
Tengamos todo el material presente para lo que viene ante la desfachatez de la matimula calumniadora .

Respuesta  Mensaje 10 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 06/02/2011 02:06
El trotskismo presta buenos servicios al imperialismo patrocinando grupos anticomunistas que lucharon contra el régimen socialista del Este europeo, apoyando la contrarrevolución lanzada desde el poder gorbachoviano de 1989 a 1991 y apoyando a todas las fuerzas proimperialistas y anticomunistas responsables de la liquidación de la Federación Socialista Yugoslava, de las terribles guerras civiles que allí se produjeron y de la intervención militar y política del imperialismo euro-norteamericano. Como dicen los comunistas argentinos del Partido de la Liberación (P.L.), los trotskistas son “camaradas de ruta” del proceso contrarrevolucionario inspirado por Margaret Thatcher, Ronald Reagan, George Bush, Helmut Kohl y Juan Pablo II”.


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