Rojillos brutos
Entre los luchadores antiimperialistas y democráticos está creciendo una cierta desazón respecto de la situación en Cuba. Son cientos de miles en América Latina y en todo el mundo los que durante más de cincuenta años han defendido a la revolución cubana, ante el bloqueo y todos los ataques del imperialismo y la gusanería de derecha que anida en Miami.
Nos dirigimos a esa inmensa vanguardia que simpatiza y defiende desde hace más de medio siglo a Cuba para plantearles que al repudio al bloqueo sumemos el reclamo al gobierno cubano de que otorgue libertades de expresión, organización y movilización para el pueblo. La muerte de Orlando Zapata Tamayo, el albañil de 42 años que el 23 de febrero murió luego de 83 días de huelga de hambre al protestar por mejoras en su situación carcelaria, encendió una luz roja. Y ahora hay otro huelguista, el periodista Guillermo Fariñas, que está en libertad exigiendo la liberación de una veintena de disidentes presos. El gobierno sigue rechazando cualquier diálogo para buscar una salida a esa situación.
No podemos dejar en manos del imperialismo y sus voceros que usan estos hechos reales para sus fines contrarrevolucionarios. El imperialismo y sus gobiernos serviles, no tienen autoridad política ni moral para hablar de derechos humanos cuando en nombre de su democracia burguesa, invaden países (Irak, Afganistán, Haití), saquean y reprimen a los pueblos del mundo para salvar a los capitalistas de la crisis económica.
Para el pueblo cubano (y el resto del mundo), la única información oficial que apareció sobre la muerte de Zapata Tamayo fue cuatro días después, el 27 de febrero, en un artículo en el Granma, el vocero oficial del Partido Comunista Cubano (PCC). Allí se dice que era un preso común, un delincuente, que había sido “maquillado” de prisionero político y utilizado por los “enemigos externos e internos de la revolución”. Sea un preso común o un opositor político, es repudiable la actuación del gobierno, la “justicia” y el régimen que encabezan los hermanos Fidel y Raúl Castro, que llevó a Zapata a morir en esas condiciones inhumanas.
Lamentablemente viene a la memoria el caso del luchador irlandés Bobby Sands, dejado morir en 1981 por la primera ministra británica Margaret Thatcher, después de 66 días de huelga de hambre. Lo insólito es que entonces, Fidel Castro repudio este hecho al decir: “Es hora de poner fin, mediante la denuncia y la presión internacional, a esa repugnante atrocidad”. En 2008 el legendario cantante Silvio Rodríguez (insospechado de “opositor”), en una gira por las prisiones del país junto a otros intérpretes, hizo saber que las cárceles son una de las partes más «dolorosas e incómodas» de la realidad cubana. También es repudiable que el pueblo cubano no pueda acceder a una información completa y verificable sobre todas las circunstancias e implicancias políticas que dieron lugar a esta muerte y no pueda debatirlas libremente. Todo esto enloda la causa del socialismo la cual viene siendo pisoteada en la isla desde hace décadas por un gobierno y un régimen político autoritario que es la antítesis de la democracia obrera.
Hasta ahora, la respuesta del gobierno ante la huelga de hambre del periodista y disidente Guillermo Fariñas ha sido tajante: es “mercenario contrarrevolucionario”. Que este último esté aún con vida hace más urgente y necesario el debate sobre el más grave de los problemas: que en Cuba no hay libertad para nadie, comenzando por su juventud y sus trabajadores que quieran defender sus conquistas revolucionarias.
El músico Pablo Milanés, otro insospechado de “opositor”, dijo que si Fariñas muere, “hay que condenar a Fidel Castro, desde el punto de vista humano”…” “Las ideas se discuten y combaten, no se encarcelan” (declaraciones a El Mundo, España, 13/3/10).
En estos días en La Habana ha salido a protestar el movimiento de las Damas de Blanco, pidiendo por sus familiares presos. Fueron reprimidas. El argumento de que sus familiares presos sean “opositores políticos” no socialistas, y con cuyo programa nosotros no coincidimos, no justifica que se les haya impedido expresar su reclamo.
Reina en Cuba una dictadura estalinista con su conocido y tradicional régimen de partido único. Los burócratas del PCC han pretendido esconderlo con sus periódicas elecciones, supuestamente “democráticas”. Nada más falso. Lo que hay es un aparato monolítico que ejerce el control total de todos los medios de comunicación, y prohíbe todo derecho a organizarse, manifestar o hacer huelga. Mientras, por otro lado, desde hace años existe un avanzado proceso de restauración capitalista, que el régimen esconde. Crece la inversión extranjera en turismo y en todos los rubros de la economía cubana, al mismo tiempo que los funcionarios del PC gozan de privilegios mientras el pueblo sufre grandes privaciones.
Los trabajadores y estudiantes no tienen ningún derecho para protestar, para proponer, para criticar, y para decidir. No pueden acceder libremente a la información de Internet y a las redes que usa en todo el mundo la juventud, no tienen libertad para discutir y organizarse para defender sus conquistas revolucionarias y así combatir a la derecha pro yanqui en mejores condiciones.
Esta falta de libertades está provocando un creciente malestar en la población. La dictadura está actuando como un chaleco de fuerza para la juventud cubana y estudiantil que empieza a dar muestras de rebelión contra las crecientes deficiencias sociales y los manejos burocráticos del gobierno y el PCC. Hace más de un año se conoció que líderes universitarios cuestionaron ante un alto miembro del gobierno que no se pueda viajar libremente al exterior. También el año pasado, el 22 de octubre, los estudiantes del Instituto Superior de Arte hicieron asambleas y una fuerte protesta reclamando por la mala comida y la total falta de higiene. Como se puede ver en los videos difundidos por Internet, la respuesta de las autoridades fue acusar a los estudiantes de “hacer política” y de “no ver la realidad”. El texto acordado en la asamblea estudiantil que le leyeron a la autoridad era muy ilustrativo de la verdadera realidad: “A nuestros líderes… somos la voz del estudiantado… No deseamos contrariar nuestro sistema socialista… Lo que irrita, molesta, es la total ausencia de respeto… Hoy faltan condiciones elementales de higiene, hay una comida de pésima calidad… Sería impropio de un joven revolucionario aceptar una realidad como ésta… No vamos a esperar a que los burócratas hagan burocracia… pedimos que nos escuchen. Gracias por el pasado, el futuro es nuestro”.
Estos reclamos merecen la solidaridad de los luchadores antiimperialistas, socialistas y democráticos del mundo. Exigimos que en Cuba exista el derecho de huelga, la libertad de formar sindicatos, centros estudiantiles y partidos políticos socialistas. También plenas libertades democráticas: libre uso de Internet, no a la censura, libre salida y entrada del país para los cubanos. Derecho para la juventud para expresarse libremente, no a la censura en la música, el arte, derecho a organizar centros de estudiantes, derecho a exponer libremente sus reclamos, por sus necesidades básicas como un salario digno o que se terminen con los mercados para ricos y otros para pobres.
En lo inmediato reclamamos al gobierno cubano que no repita la atrocidad cometida con Orlando Zapata.
Llamamos a los partidos políticos, a los dirigentes sindicales, campesinos, populares, estudiantiles e intelectuales que se reclaman democráticos, antiimperialistas y de izquierda a unificarnos en una campaña internacional por estos puntos.
Estos derechos democráticos elementales son imprescindibles y urgentes para combatir las campañas políticas de los sectores proyanquis y fortalecer al pueblo cubano en su defensa de las conquistas revolucionarias.
Unidad Socialista de Izquierda (USI), de Venezuela
Izquierda Socialista, de Argentina
Uníos en la Lucha, de Perú
Corriente Socialista de los Trabajadores (CST), del PSOL de Brasil
Uníos, de Colombia
Alternativa Socialista, sección simpatizante de Colombia
Propuesta Socialista, de Panamá
(Miembros de la Unidad Internacional de Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI))
Partido Obrero Socialista (POS), de México
Liga Socialista de los Trabajadores (LST), de República Dominicana
Opinión Socialista, de Argentina
Movimiento de Trabajadores y Campesinos-as (MTC), de Costa Rica.
(Miembros de la Corriente Internacional Revolucionaria (CIR))
Comité de Enlace Unión Internacional de Trabajadores –UIT y Corriente Internacional Revolucionaria-CIR.
Marzo de 2010
http://uit-ci.org/modules/news/article.php?storyid=1365