Estados Unidos fue acusado de violaciones a los derechos humanos que van desde discriminación racial hasta hacinamiento en las cárceles y abuso por parte de sus soldados, en un foro de las Naciones Unidas en que Washington ha prometido participar en pie de igualdad en lugar de despreciarlo como han hecho gobiernos anteriores.
Bajo una lluvia de críticas sobre el centro de detención de Guantánamo (Cuba), la pena de muerte o la no ratificación de tratados internacionales, la delegación estadounidense reconoció no estar satisfecha con la situación.
"No estamos satisfechos con el estatu quo. Continuaremos mejorando nuestras leyes", aseguró el secretario de Estado adjunto estadounidense para los derechos humanos, Michael Posner, que calificó como "saludable" el debate.
A los detractores que evocaron las violaciones de los derechos humanos en las guerras de Irak y Afganistán, el consejero jurídico del Departamento de Estado estadounidense, Harold Koh, respondió: "Que no haya ninguna duda sobre esto, Estados Unidos no aplica la tortura y no la practicará".
"Esta administración (del presidente Barack Obama) dio vuelta a la página apenas llegó y se aseguró sin equívoco de un trato humano de todos los individuos bajo custodia estadounidense en los conflictos armados", agregó.
Lluvia de críticas
El primer país de una lista de 87 oradores en criticar a Washington fue Cuba, que le pidió que pusiera fin al embargo estadounidense contra la isla, descrito como "un genocidio" y que liberara a cinco militantes cubanos detenidos en ese país y considerados por La Habana como "prisioneros de guerra".
Otro enemigo jurado de Estados Unidos, Irán, estimó que "desgraciadamente Estados Unidos fue y continúa siendo de los que violan más sistemáticamente los derechos humanos".
México se quejó de que la individuación racial se ha hecho práctica común en algunos estados de la unión.
Varios países árabes evocaron su preocupación sobre "la islamofobia" de Estados Unidos y Posner reconoció que las comunidades musulmanas estadounidenses informaron sobre "un clima de intolerancia y de discriminación" hacia ellas.
Varios países denunciaron las condiciones de los inmigrantes en Estados Unidos, entre ellos Brasil, que pidió "estudiar alternativas" a las detenciones.
Varios países occidentales, entre ellos Gran Bretaña y Australia, pidieron por su parte una moratoria o la abolición de la pena de muerte.