Altos mandos del Ejército estadounidense han reconocido que no se va a lograr un consenso en la OTAN para permitir una intervención militar. Tampoco parece haber acuerdo en la creación de una zona de exclusión aérea en territorio libio. "El hacerlo sería extraordinariamente complicado", han aclarado.
Sin embargo, el Pentágono ha reconocido que está movilizando a cientos de marines y a dos barcos anfibios hacia la zona del Mediterraneo para "facilitar la evacuación y la ayuda humanitaria que sea necesaria", según el secretario de Defensa, Robert Gates.
Los dos barcos anfibios de asalto cruzarán el estrecho del Canal de Suez, en Egipto, este mismo miércoles, camino de Libia. Sólo uno de ellos transporta a más de 2.000 marines.
Fuentes estadounidenses insisten en que sus militares sólo van a realizar "labores humanitarias" y que no se va a llevar ninguna acción fuera de las que se determinen a nivel internacional.
Sin embargo, éste no es el primer movimiento del Ejército norteamericano. El pasado lunes, EEUU ya dio la orden a sus portaviones de dirigirse hacia Libia y el martes ya se avistaban algunos barcos frente a las costas de este país.
Además, el almirante Mike Mullen ha advertido de que la Administración Obama sigue barajando varias posibilidades pero no ha tomado ninguna decisión concreta todavía, al margen de elevar la presión para conseguir que Muamar Gadafi deje el poder.
Francia teme el enfado árabe
Uno de los posibles aliados de EEUU en su posición de fuerza contra Libia, Francia, no ve con buenos ojos la intervención militar. El ministro de Asuntos Exteriores galo, Alain Juppé, ha asegurado que una acción de fuerza "merece ser estudiada dos veces" porque podría ser "extremadamente contraproducente" dentro del mundo árabe.
Preguntado en un canal de televisión francés sobre esta posibilidad, Juppé ha sido muy claro con sus miedos: "No sé cuál sería la reacción en los países árabes, qué pensarían si vieran aterrizar fuerzas de la OTAN en un área del sur del Mediterráneo".
Los que sí están pidiendo a gritos una intervención militar extranjera son los rebeldes libios que están luchando por controlar la zona de Bengasi. Los líderes de la oposición están perdiendo la esperanza de derrocar al régimen de Gaddafi y consideran pedir a la comunidad internacional que ataque.
En una reunión que se ha producido en Bengasi, la junta militar rebelde dice que "hay un desequilibrio entre nuestras fuerzas y las de Gaddafi". Sin embargo, los opositores están divididos entre los que están a favor y en contra de una "solución global" que implique la actuación de militares extranjeros.
"Los Estados Unidos llevaron la democracia a Haití y ya han intervenido en Kosovo. Queremos luchar contra Gadafi, pero él es más fuerte que nosotros", asegura uno de los líderes que está a favor de la actuación de la OTAN.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/01/internacional/1299011371.html