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Respuesta  Mensaje 1 de 26 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 28/02/2011 07:43
Peter Popham (The Independent)

La revolución avanza. Mientras Khadafi suelta a sus matones y mercenarios para la pelea final en las calles de Trípoli, hay varias muertes en Irak a medida que las protestas se hacen más duras. El rey Abdulá de Arabia Saudita intenta sobornar a sus súbditos con una coima de 35.000 millones de dólares en viviendas, servicios sociales y becas. Ahí nomás en Bahrein sueltan presos políticos pero la situación no se calma. En Irán, el presidente Ahmadinejad no para de hablar, encantado, sobre el caos en el mundo árabe, sin mencionar el creciente odio en su propio país. La oposición en Yemen gana fuerza cada día.

Y no es cosa del Medio Oriente nada más. Es una crisis africana: Túnez, donde todo empezó, es un país africano y esta semana un desesperado veterano de guerra se quemó vivo frente al palacio presidencial de Senegal, imitando a Mohamed Bouazizi, el vendedor ambulante cuyo suicidio disparó la revolución tunecina. El espíritu de la revuelta se extiende como un incendio a media docena de naciones africanas desgobernadas, con serios disturbios en Mauritania, Gabón, Camerún y Zimbabwe.

Nadie está a salvo. Docenas de activistas chinos siguen detenidos o bajo vigilancia, y el gobierno cerró la red LindedIn para evitar protestas al estilo árabe. En lo que debe ser el régimen más represivo del planeta, Corea del Norte, el ejército reprimió una protesta en Sinuiji matando a cinco personas. Y no fue la única ciudad en manifestarse. Los generales que gobiernan Burma detrás de un fino barniz institucional no sacan el ojo de Medio Oriente, listos para volver a encarcelar a Aung San Suu Kyi a la primera señal de manifestaciones.

Nadie es inmune a esta ola de rebelión porque la globalización es un hecho. Los mercados están conectados de un modo íntimo y los problemas de uno enseguida se transforman en la furia del otro. Hace veinte años, las cosas eran más manejables. Cuando la producción de granos de la Unión Soviética se cayó en los años ochenta y un país que había sido exportador de granos tuvo que importarlos, el resultado fue la caída del sistema en unos pocos años. Pero eso fue todo. Hoy no hay esos diques y, gracias a las comunicaciones digitales, las cosas se aceleraron.

¿Por qué ahora? Hay varias explicaciones en oferta: nuevas poblaciones urbanas con educación y sin empleo, décadas de resentimiento acumulado contra lo que Peter Bergen, de la New American Foundation, define como “cleptocracias autoritarias y endogámicas que no saben gobernar”, Facebook y Twitter subvirtiendo el control de la población.

Lo que no aparece en la lista, para el asombro y alivio de EE.UU. y Europa son las cosas que se suponía eran la base del populismo árabe: el fundamentalismo islámico combinado con antisionismo y antiamericanismo. Como destacó un egipcio tras la caída de Mubarak, en ningún momento en las semanas de disturbios se le ocurrió a alguien atacar las embajadas de Israel o de Estados Unidos, aunque están a unas cuadras de la plaza Tahrir. “Ni siquiera les tiraron una botella de Coca”, dijo.

Claro que esto no significa que los aliados de Al Qaida no vayan a tratar de aprovechar el caos en Libia, tratando de que sea una Somalia en el Mediterráneo. Y nada garantiza que estas revueltas resulten en democracias. Es que la raíz verdadera de estos eventos, más allá de las discusiones sobre redes sociales, es un problema que va a empeorar en los años próximos, un problema que nadie puede realmente controlar.

La primera advertencia fue un documento publicado en diciembre en la página de la FAO, la organización dedicada a la alimentación y la agricultura de la ONU. “Los recientes episodios de extrema volatilidad de precios en los mercados agropecuarios internacionales anuncian riesgos crecientes y más frecuentes para la seguridad alimentaria del mundo. Hay un creciente consenso sobre que el sistema global de producción de alimentos es más vulnerable y susceptible a episodios de extrema volatilidad de precios. A medida que los mercados se integran en la economía mundial, los cambios en la arena internacional pueden ahora trasladarse y propagarse a los mercados locales de un modo más rápido.”

Estos cambios ocurrieron lejos de El Cairo y de Trípoli. Incluyeron incendios en Rusia que destruyeron cientos de miles de hectáreas de granos, fuertes lluvias en Canadá que arruinaron la cosecha de trigo, un verano caluroso y seco en Argentina que disminuyó la cosecha de soja, inundaciones en Australia que arrasaron el trigo. Medio Oriente, con su superpoblación y sus desiertos, importa la tercera parte del trigo del mundo. El efecto combinado de estos problemas en los países productores le creó una inflación en la canasta alimentaria del 32 por ciento en el segundo semestre de 2010.

La FAO atribuye esta volatilidad extrema de los precios a los desastres naturales como los terremotos, tsunamis y ciclones. “Históricamente, los episodios de extrema volatilidad son raros. Como los desastres naturales, tienen una baja posibilidad de ocurrir pero crean grandes riesgos y costos a las sociedades que los sufren.”

A comienzos de 2008 ocurrió otra cadena de problemas similar que causó disturbios por el precio de los alimentos en cuarenta países, de Haití a Bangladesh, pasando por México, Uzbekistán y Eritrea, además de otros que volvieron ahora a las primeras planas, como Yemen, Egipto, Marruecos, Mauritania, Senegal y Zimbabwe. Estos son parte de la lista de 80 países que combinan bajos ingresos con poca producción de alimentos, lo que los deja particularmente expuestos a las fluctuaciones de precios. En esos países, importar alimentos puede llevarse el 70 por ciento de los ingresos. Cuando el precio de las harinas y los granos sube un 30 por ciento, el resultado es extremadamente duro, tan duro que la gente sale a la calle.

El jefe del equipo económico de la FAO, Abdolreza Abbassian, anunció a su manera seca y académica el desorden que venía. “Se está poniendo incómodo”, dijo en diciembre. “Varios países, especialmente países pobres, dependen demasiado de los mercados internacionales y tienen que importar alimentos a precios mayores. No es posible predecir si esto producirá disturbios como los que vimos en 2008.”

Para los pobres de Medio Oriente, la suba de precios de comienzos de este año fue como un segundo terremoto en tres años. Pero al contrario de con un terremoto, esta vez había a quién echarle la culpa. Tan central era el problema, tan grande la furia, que cuando las marchas desbordaron las calles de Túnez el presidente Zine el Abidine Ben Ali declaró el estado de emergencia y al mismo tiempo prometió reducir el precio de la canasta alimentaria. Fue poco y fue tarde; para mediados de diciembre era historia.

Cuando el derrocado presidente partía al exilio, The Washington Post se preocupó con la posibilidad de que “estemos viendo el comienzo de una segunda ola de protestas mundiales por los precios de los alimentos”. Ya sabemos que las cosas resultaron algo diferentes: disturbios en 2008, revoluciones en 2011. La pregunta es dónde ocurrirán los próximos eventos y qué serán.


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Respuesta  Mensaje 12 de 26 en el tema 
De: Marthola Enviado: 02/03/2011 04:17
 el ip to country te da el país de procedencia
 
 
 
 
 

Respuesta  Mensaje 13 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 02/03/2011 04:18
Residente ... no es necesario gritar para hacerse oir, los que lo hacen suenan a desesperados. La letra tan grande significa gritar.
 
 
No me voy a poner a discutir contigo sobre el Che, seria tiempo malgastado y el que tengo no me alcanza.
 
 
Tu posicion es muy comun, para poder discernir hay que sacudirse toda la merde de encima, hay que estar armonizados.
 
Si lees bien lo que puse, veras que dije que nos hablo sobre no usar armas, yo le vi los ojos cuando lo dijo, hablaba en serio, el lo sabia por experiencia. Tambien dije que fue en un contexto muy especial.
 
 
Lee sobre el, busca material que no este contaminado, si es que puedes, a alguien tan colerico como tu, tan metido en un mundo con anteojeras, le debe de resultar dificil ...Si lo logras, si logras controlar tu ira, las cadenas que arrastras, recien entonces podras saber quien fue y que hizo ... podras aquilatar al ser humano detras de el, mas alla del entorno que le toco vivir.

Entiendo que un toro cuando le muestran una bandera roja embista... es un animal, pero nosotros somos seres huanos no?

Respuesta  Mensaje 14 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 02/03/2011 04:24
Claro Marthola entre otras cosas te dice de donde eres. Pero la IP es de tu conexion. Cada usuario tiene la suya. Algunas son fijas y otras dinamicas.
Antes podias usar un proxi para confundir  hoy ya no es tan sencillo.(por lo de tu pais de procedencia digo)
 
Por eso la policia de internet cuando quieren agarrar a alguien se dirijen a la IP, que es como si yo te dijera tu direccion, la de tu casa.
Hay gente que se puede colar a tu IP con un wife, y si hace algo delictivo te van a buscar a ti, tan importante es la IP.
Las empresas vigilan a sus empleados, porque cada empresa tiene su IP, y todos los empleados entran desde ellas.

Respuesta  Mensaje 15 de 26 en el tema 
De: Marthola Enviado: 02/03/2011 04:33
claro marti pero por eso yo le
hice el comentario a ruben,
el país lo averiguas
la cosa funciona asi: con remote_addr
obtienes la IP, ellos mismos te dan una
funcion en ASP para convertir la IP en
decimal y luego ese decimal lo buscas
con la instruccion sql between dentro
de la base de datos y eso te va a dar
el pais de procedencia (me lo pasó
una amiga que sabe mucho)
besitos
marthola

Respuesta  Mensaje 16 de 26 en el tema 
De: residente Enviado: 02/03/2011 05:41
 
Residente ... no es necesario gritar para hacerse oir, los que lo hacen suenan a desesperados. La letra tan grande significa gritar.
andas descubriendo el hilo negro
 
 
No me voy a poner a discutir contigo sobre el Che, seria tiempo malgastado y el que tengo no me alcanza.
No estás obligada
 
 
Tu posicion es muy comun, para poder discernir hay que sacudirse toda la merde de encima, hay que estar armonizados.
Pues sacúdete toda esa mierda que traes encima 
 
Si lees bien lo que puse, veras que dije que nos hablo sobre no usar armas, yo le vi los ojos cuando lo dijo, hablaba en serio, el lo sabia por experiencia. Tambien dije que fue en un contexto muy especial.
Todo eso no cambia lo que él haya sido
 
 
Lee sobre el, busca material que no este contaminado, si es que puedes, a alguien tan colerico como tu, tan metido en un mundo con anteojeras, le debe de resultar dificil ...Si lo logras, si logras controlar tu ira, las cadenas que arrastras, recien entonces podras saber quien fue y que hizo ... podras aquilatar al ser humano detras de el, mas alla del entorno que le toco vivir.
Marti, estás igual que Mati y Marthola, te crees la poseedora de la verdad absoluta, tú eres la que tienes anteojeras, como los caballos

Entiendo que un toro cuando le muestran una bandera roja embista... es un animal, pero nosotros somos seres  huanos no?
andas descubriendo el hilo negro, tu no gritas pero sí insultas, al decirme que me sacuda la mierda me estás insultando, los antirojillos que estaban aquí, se fueron por gente como tú, esa gente que no se da cuenta cuando insulta, esos son los peores, esos que llaman gusanos a los disidentes

Respuesta  Mensaje 17 de 26 en el tema 
De: residente Enviado: 02/03/2011 05:44
Otro ser viviente en la cloaca del gran Papiyo, Marti2

Respuesta  Mensaje 18 de 26 en el tema 
De: Quico º Enviado: 03/03/2011 19:07
Ya tiene el gran residente alguien contra quien arremeter. Ea que te sea leve!!

Respuesta  Mensaje 19 de 26 en el tema 
De: residente Enviado: 03/03/2011 19:11
Quico mierda
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: residente  (Mensaje original) Enviado: 01/03/2011 12:51
 El dabete politico de la isla jajajaajaja

Nuevo mensaje por Azali Hoy a las 12:43 pm

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Respuesta  Mensaje 20 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:25
Residente ... no fue mi intencion insultarte, hable de la merde que tienes dentro, no que tu eres merde, por mi pais solemos decir eso cuando alguien esta lleno de cosas negativas.
Pero si te hice sentir eso me disculpo.
Solo agregare que no quiero tener razon en nada, ya que nadie la tiene, sino que cada uno ve el mundo con sus propios ojitos.
 
Abri este post y puse un titulo generico para aportar lo que consigo sobre lo quue esta pasando en Medio Oriente. Es muy preocupante y angustiante.
 Lejos estoy de tener una idea clara de lo que esta pasando en realidad, y es logico, yo soy un simple mosquito que nada se de estas cosas, y si los que si saben tampoco tienen muy claro para donde agarrar, imagina que puedo saber yo ...
 
Solo elijo lo que me parece que puede ir hechandole alguna luz a todos. Tratando de que los articulos no sean muy flachados para ningun lado, cosa dificil ...
Pero hago el intento y lo comparto con cariño-

Respuesta  Mensaje 21 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:25
Egipto y Turquía, distanciándose de Israel

 
Mientras que la revolución de Egipto estalló por la situación interna – el pan y la mantequilla, la corrupción, la represión-, sus efectos más inmediatos se notan a nivel internacional. Hacía mucho tiempo que Egipto no resurgía con tanta importancia en la región, tanto para los amigos como para los enemigos. Al menos 13 de los 22 países de la Liga Árabe sufren las consecuencias: Argelia, Bahrein, Djibouti, Egipto, Iraq, Jordania, Libia, Mauritania, Marruecos, Sudán, Siria, Túnez y Yemen.

Pero donde más resonancia ha tenido ha sido en Israel. No existe precedente para un vecino asertivo y democrático. Excepto Turquía.

Cuando Estados Unidos daba forma a la OTAN (creada en abril de 1949), Turquía fue la primera nación musulmana en reconocer a Israel, en marzo de 1949 (Irán hizo lo mismo un año más tarde). Bajo la estrecha vigilancia de sus ejércitos, Turquía e Israel mantuvieron relaciones diplomáticas, económicas y militares durante la la Guerra Fría.

El primer toque de atención fue la denuncia de Turquía a la “opresión israelí” hacia los palestinos en 1987, pero sólo cuando tomo el poder el Partido Justicia y Desarrollo en el año 2002, se oyó de forma contundente esta voz crítica. En el año 2004, Turquía denunció el asesinato por parte de Israel del Jeque Ahmed Yassin, considerándolo un “acto terrorista” y la política israelí en la Franja de Gaza como “terrorismo patrocinado por el Estado”.

La conformidad de Arabia Saudita con la hegemonía de Estados Unidos e Israel es comprensible por la confianza de la monarquía saudita en sus ingresos en dólares por su petróleo. Como dijo el Secretario de Estado Henry Kissinger a Business Week después de que Arabia Saudita desafiase a los Estados Unidos en el embargo de petróleo a Egipto, como medida de apoyo a guerra de 1973 contra Israel, ya que tal comportamiento llevaría “a una política de guerra masiva contra países como Arabia Saudí e Irán, poniendo en riesgo su estabilidad política y su seguridad, en caso de que no cooperasen”.

Estas palabras no eran ociosas. El rey Faisal, que se arriesgó para ayudar a los egipcios y palestinos, fue asesinado poco después, y su acto de desafío fue lo último de lo que tuvieron noticias los sauditas. O Egipto, que a continuación hizo la paz con Israel. Incluso cuando las críticas de Turquía a Israel fueron más duras, Israel siguió encontrado la complacencia del presidente Hosni Mubarak, aunque fuese ésta una “paz fría” entre amigos.

Sí, enemigos. A pesar de las aparentes relaciones oficiales y de las fotos en las que aparecen los líderes de Egipto e Israel estrechándose la mano durante las tres últimas décadas, el 92% de los egipcios siguen viendo a Israel como enemigo, según una encuesta realiza por el Gobierno egipcio en 2006. Quizás Mubarak también viese las relaciones con Israel con profundo desagrado, pero cumplía las órdenes estadounidenses, consiguiendo así el segundo mayor paquete de ayudas por parte de Estados Unidos ( después de Israel).

La estrategia militar israelí fue perfilada a principios de los años 1980, después de que ya no se considerase a Egipto una amenaza militar. Dos nombres se identifican con esto: Ariel Sharon, que anunció públicamente en 1981, poco antes de la invasión de Líbano, que Israel ya no pensaba en términos de paz con sus vecinos, sino que procuraría ensanchar su área de influencia a toda la región “incluyendo países como Turquía, Irán, Paquistán y áreas como el Golfo Pérsico y África, y en particular los países de África del Norte y del Centro”. Esta visión de Israel como una superpotencia regional ha sido conocida como la Doctrina Sharon.

La invasión del Líbano por Sharon en 1982 siguió la estrategia del imperialismo tradicional, la invasión directa y la cooptación de las elites locales, en este caso las cristianas. Pero esta política de fuerza fue perdiendo su atractivo. Se corría el riesgo de un derrocamiento del líder o que encontrase una fuerte oposición.

El planteamiento más extremo del nuevo plan israelí para hacer de Israel un fuerza hegemónica regional fue la de Oded Yinon, “La estrategia de Israel en los años 1980”. Yinon fue apodado “el sembrador de la discordia”, por su propuesta de "divide y vencerás" para crear pequeños Estados débiles y dependientes, con alguna pretensión democrática, similar a la estrategia de EE.UU. en América Central, con estos pequeños Estados luchando entre sí, y si surgiese algún líder popular podría ser fácilmente derrocado – la opción en El Salvador-. El líder de Hizbullah, Hassan Nasrallah, describió la política israelí de Yinon en 2007 como el intento de crear “una región dividida en pequeños Estados étnicos, en el que unos y otros están de acuerdo. Este es el nuevo Oriente Medio”.

Yinon usó como modelo el sistema del mijo Otomano, donde los tribunales estaban separados por comunidades religiosas, con la sharia musulmana, el Canon cristiano y las leyes de la Halakha judía. El Líbano estaría dividido en sunnitas, Alawi, estados cristianos y drusos; Iraq divido en sunnitas, kurdos y estados chiítas. El reino Saudí y Egipto estarían divididos en líneas sectarias, siendo Israel el maestro indiscutible.

“La genuina coexistencia y la paz sólo reinarán sobre la Tierra cuando los árabes entiendan que sin el dominio judío entre Jordania y el mar no será posible la existencia y la seguridad”. Yinon observó correctamente que los Estados de Oriente Medio, establecidos por Gran Bretaña después de la Segunda Guerra Mundial, eran inestables y estaban formados por importantes minorías que podrían fácilmente rebelarse. Todos los Estados del Golfo están “construidos sobre una débil casa de arena en la cual sólo hay petróleo”.

Siguiendo la estrategia de Yinon de 1982, en 1996 Richard Perle en “Una ruptura limpia” afirma: Israel puede configurar su estrategia en cooperación con Turquía y Jordania, debilitando, conteniendo, e incluso haciendo retroceder a Siria. Este esfuerzo puede concentrarse en eliminar del poder a Saddan Hussein – un objetivo estratégico israelí por derecho propio-”.

El Ministro del Interior israelí, Avi Dichter, dijo poco después de la invasión de Iraq en 2003:” El debilitamiento y el aislamiento de Iraq no son menos importantes que el debilitamiento y el aislamiento de Egipto. El debilitamiento y el aislamiento de Egipto pueden ser realizados por métodos diplomáticos, mientras que hay que hacer todo lo posible para el aislamiento completo de Iraq. Iraq ha de desaparecer como fuerza armada y como país unido”.

El corresponsal de Haaretz, Aluf Benn, escribía en vísperas de la invasión estadounidense de Iraq en 2003, que Sharon y su cohorte “prevén una reacción en cadena tras la caída de Saddan Hussein, afectando también a otros enemigos de Israel: Arafat, Hassan Nasrallah, Bashar Assad, el Ayatollah de Irán y tal vez Muhammar Gadaffi”. Con la fuerza de los hechos por parte de Estados Unidos, Israel se mantiene en el corazón de los proyectos estadounidenses en Oriente Medio.

La invasión de Iraq siempre se ha visto como un preludio de la invasión de Irán. La lógica israelí, que es difícil de criticar, es que con un Iraq ahora ocupado, inestable y con mayoría chiíta, inevitablemente proiraní, que pretende el control, Irán ha salido reforzado, y que los mismos planes de guerra contra Irán son necesarios para derrocar al régimen anti-israelí, que cuenta ahora con el apoyo chiíta, pero también con la oposición suní al proyecto estadounidense-israelí en todo el mundo árabe. Ben Eliezer dijo : “ Son gemelos, Irán e Iraq”.

A pesar de los nubarrones turcos que se ciernen sobre el horizonte, hasta el 25 de enero de 2011 el plan de Israel consistía todavía en sustituir a los turcos otomanos por un poder imperial local. Las naciones árabes ( con la política del imperio británico del divide y vencerás, y la política de un hombre fuerte local sumiso) serían divididas, debilitadas, dependientes de Israel para asegurarse su acceso al petróleo. Un paz al estilo israelí estallaría en todas las partes de la región.

Para esta maraña se ha desenredado. A pesar de los 36.000 millones de dólares dados en “ayudas” al Ejército de Egipto y de la norteamericanización de las fuerzas armadas de Egipto, desde el tratado de paz con Israel, según revelaciones de EE.UU.-wikileaks-egypt.blogspot.com , Estados Unidos se queja de “que el ejército todavía echa una mirada hacia atrás” (léase: Israel como principal enemigo de Egipto), que los oficiales del ejército mantienen resistencia al cambio y que son necesarias reformas económicas para desmontar el poder del Gobierno central”.

El Ministro egipcio de Defensa, Muhammad Tantawi “se ha resistido a cualquier cambio en el uso de la financiación del FMF ( Financiación Militar Extranjera), que ha sido el principal impedimento para la transformación militar de la misión para enfrentarse a las nuevas amenazas a la seguridad”. Dicho más claramente, el jefe de facto de Egipto era criticado por los Estados Unidos porque rechazaba la nueva estrategia estadounidense-israelí, que incorporaba a Egipto a una guerra de la OTAN contra las “amenazas asimétricas” ( o sea: guerra contra el terror) y consentir que Israel fuese la fuerza hegemónica regional.

Mubarak era el hombre fuerte de Egipto que encajaba en la estrategia de Sharon para la región. Pero fue derrocado de forma imprevista, por su propia gente. La estrategia de divide y vencerás de Yinon, que en el caso de Egipto era el de incitar a los musulmanes contra los coptos- también ha fracasado con la revolución popular, siendo uno de sus símbolos la media luna y la cruz.

De hecho se ha producido una “ruptura limpia” con el pasado, pero no en la forma prevista por Perle. El esquema puede representarse de la siguiente manera: Egipto y Turquía pueden dar forma a un entorno estratégico, en cooperación con Siria y Líbano, debilitando, conteniendo y haciendo retroceder a Israel. En cuanto al orgullo de Ditcher, es imposible por el momento ver el futuro que le espera a Iraq, pero no será el que tuvo en mente. E Irán ahora puede respirar algo más aliviado.

Hace año y medio un submarino de la Marina de Israel cruzó el Canal de Suez camino del Mar Rojo, donde realizó maniobras, reflejando la cooperación estratégica entre Israel y Egipto, enviando un mensaje de disuasión a Irán. Sólo una semana más tarde después de la caída de Mubarak, el canal también ha servido para enviar un mensaje de disuasión – pero esta vez dirigido a Israel-, al cruzar los buques de guerra iraníes el canal en su camino hacia puertos sirios.

Ni las actuales agitaciones en el mundo árabe responden al guión sectario de Yinon. Incluso el levantamiento chiíta en Bahrein se realiza contra una monarquía neocolonial opresiva, impuesta inicialmente por los británicos, sobre la base de la hostilidad entre chiíes y sunníes.

El Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha expresado los miedos contra la Hermandad Musulmana de Egipto, que “mina el tratado de paz”, que el 85% de los israelíes aprueba. Pero no tiene nada que temer. Mientras que los egipcios no tienen ningún cariño por Israel, nadie contempla otra guerra contra el que es claramente su vecino más poderoso y despiadado.

Lo que realmente duele al Likud es la nueva cooperación entre Turquía y Egipto, que puede terminar con la estrategia de Sharon/Yinon de establecer un Israel como potencia regional. Tendrá que perfilar su papel dentro de la comunidad de naciones no como un matón despiadado, sino como un compañero responsable.

Noticias De Abajo

Respuesta  Mensaje 22 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:29
Lo que no se conoce sobre Egito

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 17 de febrero de 2011

Este artículo critica la cobertura de la llamada revolución egipcia por parte de los mayores medios de información que se han centrado en la movilización de jóvenes –la mayoría profesionales y licenciados universitarios- y su utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación, ignorando las movilizaciones obreras a lo largo del territorio egipcio que han sido las que, en realidad, han sido determinantes en la dimisión del dictador. El artículo detalla la naturaleza de tales movilizaciones que representan la mayor amenaza a la supervivencia de la dictadura egipcia, lo cual explica que una de las primeras medidas tomadas por la Junta Militar haya sido la prohibición taxativa de huelgas y reuniones de trabajadores sindicalistas.

La caída del dictador Mubarak como resultado de la movilización popular es un motivo de alegría para toda persona con sensibilidad democrática. Pero esta misma sensibilidad democrática debiera concienciarnos de que la versión de lo ocurrido que ha aparecido en los medios de información de mayor difusión internacional (desde Al Yazira a The New York Times y CNN) es incompleta o sesgada, pues responde a los intereses que los financian. Así, la imagen general promovida por aquellos medios es que tal evento se debe a la movilización de los jóvenes, predominantemente estudiantes y profesionales de las clases medias, que han utilizado muy exitosamente las nuevas técnicas de comunicación (Facebook y Twitter, entre otros) para organizarse y liderar tal proceso, iniciado, por cierto, por la indignación popular en contra de la muerte en prisión, consecuencia de las torturas sufridas, de uno de estos jóvenes.

Esta explicación es enormemente incompleta. En realidad, la supuesta revolución no se inició hace tres semanas y no fue iniciada por estudiantes y jóvenes profesionales. El pasado reciente de Egipto se caracteriza por luchas obreras brutalmente reprimidas que se han incrementado estos últimos años. Según el Egypt’s Center of Economic and Labor Studies, sólo en 2009 existieron 478 huelgas claramente políticas, no autorizadas, que causaron el despido de 126.000 trabajadores, 58 de los cuales se suicidaron. Como también ocurrió en España durante la dictadura, la resistencia obrera democrática se infiltró en los sindicatos oficiales (cuyos dirigentes eran nombrados por el partido gobernante, que sorprendentemente había sido aceptado en el seno de la Internacional Socialista), jugando un papel clave en aquellas movilizaciones. Miles y miles de trabajadores dejaron de trabajar, incluidos los de la poderosa industria del armamento, propiedad del Ejército. Se añadieron también los trabajadores del Canal de Suez (6.000 trabajadores) y, por fin, los empleados de la Administración pública, incluyendo médicos y enfermeras (que desfilaron con sus uniformes blancos) y los abogados del Estado (que desfilaron con sus togas negras). Uno de los sectores que tuvo mayor impacto en la movilización fue el de los trabajadores de comunicaciones y correos, y del transporte público.

Los centros industriales de Asyut y Sohag, centros de la industria farmacéutica, energía y gas, también dejaron de trabajar. Las empresas en Sharm El-Sheikh, El-Mahalla Al Kubra, Dumyat y Damanhour, centros de la industria textil, muebles y madera y alimentación también pararon su producción. El punto álgido de la movilización obrera fue cuando la dirección clandestina del movimiento obrero convocó una huelga general. Los medios de información internacionales se centraron en lo que ocurría en la plaza Tahrir de El Cairo, ignorando que tal concentración era la cúspide de un témpano esparcido por todo el país y centrado en los lugares de trabajo –claves para la continuación de la actividad económica– y en las calles de las mayores ciudades de Egipto. El Ejército, que era, y es, el Ejército de Mubarak, no las tenía todas consigo. En realidad, además de la paralización de la economía, tenían temor a una rebelión interna, pues la mayoría de soldados procedían de familias muy pobres de barrios obreros cuyos vecinos estaban en la calle. Mandos intermedios del Ejército simpatizaban también con la movilización popular, y la cúpula del Ejército (próxima a Mubarak) sintió la necesidad de separarse de él para salvarse a ellos mismos. Es más, la Administración Obama, que al principio había estado en contra de la dimisión de Mubarak, cambió y presionó para que este se fuera. El Gobierno federal ha subvencionado con una cantidad de 1.300 millones de dólares al año al Ejército de aquel país y este no podía desoír lo que el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, estaba exigiendo. De ahí que el director de la CIA anunciase que Mubarak dimitiría y, aunque se retrasó unas horas, Mubarak dimitió.
Ni que decir tiene que los jóvenes profesionales que hicieron uso de las nuevas técnicas de comunicación (sólo un 22% de la población tiene acceso a internet) jugaron un papel importante, pero es un error presentar aquellas movilizaciones como consecuencia de un determinismo tecnológico que considera la utilización de tecnología como el factor determinante. En realidad, la desaparición de dictaduras en un periodo de tiempo relativamente corto, como resultado de las movilizaciones populares, ha ocurrido constantemente. Irán (con la caída del sha), el Muro de Berlín, la caída de las dictaduras del Este de Europa, entre otros casos, han caído, una detrás de otra, por movilizaciones populares sin que existiera internet. Y lo mismo ocurrió en Túnez, donde, por cierto, la resistencia de la clase trabajadora también jugó un papel fundamental en la caída del dictador, cuyo partido fue también sorprendentemente admitido en la Internacional Socialista.

El futuro, sin embargo, comienza ahora. Es improbable que el Ejército permita una transición democrática. Permitirá establecer un sistema multipartidista, muy limitado y supervisado por el Ejército, para el cual el enemigo número uno no es el fundamentalismo islámico (aunque así lo presenta, a fin de conseguir el apoyo del Gobierno federal de EEUU y de la Unión Europea), sino la clase trabajadora y las izquierdas, que son las únicas que eliminarían sus privilegios. No olvidemos que las clases dominantes de Irán, Irak y Afganistán apoyaron el radicalismo musulmán (con el apoyo del Gobierno federal de EEUU y de Arabia Saudí) como una manera de parar a las izquierdas. Una de las primeras medidas que ha tomado la Junta Militar ha sido prohibir las huelgas y las reuniones de los sindicalistas. Sin embargo, esta movilización obrera apenas apareció en los mayores medios de información.

Ver artículo en PDF


Respuesta  Mensaje 23 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:29

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 18 de febrero de 2011

El artículo muestra el apoyo de los gobiernos de EEUU, Francia, la OTAN, el FMI y la Internacional Socialista en el establecimiento y mantenimiento de la dictadura existente en Túnez, señalando el papel determinante que sectores de la clase trabajadora han tenido en las movilizaciones que forzaron la caída del dictador.

Es una lástima que Pontecorvo, en mi opinión, el mejor director de cine que ha existido en el siglo XX, no esté ahora entre nosotros y pueda hacer una película sobre Túnez, la cual podría titularse “la Batalla de Túnez” que completara su excelente “la Batalla de Argel”. Lo de Túnez es un caso paradigmático de lo que ha estado ocurriendo en los países árabes. En realidad, me recuerda mucho a lo que pasó en Irán durante el tremendamente represivo reinado del Sha, establecido con el apoyo de los gobiernos occidentales, liderados por EEUU, a fin de frenar las demandas populares lideradas, en aquel momento, por movimientos laicos de raíces democráticas y socialistas. Presentaban al Sha como el elemento estabilizador (argumento utilizado ampliamente para apoyar dictaduras impresentables). En el día de Año Nuevo de 1977, el Presidente Carter presentó al Sha de Irán como el pilar de estabilidad que el Medio Oriente necesitaba. Dos años más tarde, el 16 de Enero de 1979, el Sha tuvo que huir de Irán, nombrando a un gobierno títere que duró sólo unas semanas.
Algo semejante ha ocurrido en Túnez. El gobierno del Presidente Ben Ali había recibido el apoyo de todos los países de la OTAN y del Fondo Monetario Internacional (FMI), como el eje de estabilidad del Norte de África. Diez días después de que un joven parado de 26 años se intentara suicidar, como protesta frente a la crueldad y dureza existente, Ben Ali tuvo que huir del país, formándose un gobierno títere que duraría solo unos días. Miles y miles de ciudadanos salieron a la calle y forzaron la salida de la camarilla que rodeaba a Ben Ali en Túnez. Lo interesante es ver el cambio fulminante de los gobiernos que le habían apoyado. Ben Ali tuvo que cambiar el rumbo de su avión durante su huída ya que cuando estaba volando hacia París, el gobierno Sarkozy le comunicó que no podía aterrizar en Francia y tuvo que irse a Arabia Saudí, el régimen dictatorial que ha ido recogiendo a los dictadores más impresentables de África y Asia, tales como Idi Amin de Uganda y Pervez Musharraf de Pakistán. El Presidente Sarkozy por cierto, había señalado al gobierno Ben Ali como uno de los regímenes más adelantados del mundo árabe y en los primeros días de la rebelión popular la Ministra de Asuntos Exteriores francesa Michele Alliot-Marie indicó a la Asamblea Nacional que Francia estaba dispuesta a enviar tropas para ayudar al gobierno Ben Ali como parte del convenio de colaboración entre ambos países. Y el Ministro de Cultura del mismo gobierno Sarkozy, Frederic Mitterrand, había indicado que definir al régimen liderado por Ben Ali como una dictadura era claramente “una exageración”. Semanas más tarde, el Presidente Sarkozy le negaba el permiso de exiliarse en Francia.
Pero tres cosas merecen especial mención. Una fue la movilización de grandes sectores de la clase trabajadora exigiendo la dimisión del gobierno, habiendo sido las bases de los sindicatos (infiltrados por los partidos clandestinos de izquierda) los que se constituyeron el centro de los movimientos sociales de rechazo a aquella dictadura. Tal como ha ocurrido en la cobertura mediática de Egipto, este elemento de gran importancia apenas ha tenido visibilidad (ver mi artículo “Lo que no se conoce sobre Egipto” publicado en Público, 17/02/2011). La otra observación fue que el partido en el cual Ben Ali basaba su red de corrupción (el Partido Democrático Constitucional) era miembro de la Internacional Socialista (como lo era el partido del dictador Mubarak de Egipto) mostrando el grado de confusión y complicidad de esta Internacional. Y el otro hecho es que el Director General del FMI, el “socialista” Dominique Strauss-Kahn, candidato preferente entre los socialistas para competir con Sarkozy en las próximas elecciones (mostrando la confusión de los Socialistas franceses) había recientemente visitado a Ben Ali y alabado sus políticas de austeridad de gasto público social, mostrándolo como un ejemplo a seguir, declarándose amigo y consejero de Ben Ali.
Por último, como era previsible, el gobierno estadounidense era uno de los mayores defensores de Ben Ali, debido a su respaldo incondicional a EEUU en su política de apoyo a Israel. Fueron el gobierno estadounidense y sus aliados en la OTAN los que armaron y apoyaron a Ben Ali, tal como subrayó Fulvio Martini, antiguo director de los servicios secretos militares SISMI, en declaraciones al parlamento italiano, “en 1985-1987, la OTAN organizó el golpe militar en Túnez que destruyó a Burguiba y mostró a Ben Ali como su sustituto”. A partir de entonces el gobierno federal de EEUU fue el máximo proveedor de armas en aquel sistema dictatorial, incluyendo 282 millones de dólares en armamento durante la Administración Obama.
Todos estos aliados no pueden alegar ningún tipo de ignorancia del carácter represor de aquel régimen. Amnistía Internacional habían ido documentado la enorme violación de los derechos humanos en aquel país, y el propio Departamento de Estado, en su informe confidencial, publicado en Wikileaks, explicaba con detalle la corrupción y la represión de aquel régimen. La historia se repite.
Una última observación. Este artículo lo escribí el mismo día en que el Presidente de las Cortes Españolas, el Sr. José Bono (miembro destacado del PSOE), visitó Guinea al frente de una delegación parlamentaria española. En Guinea existe una de las dictaduras más brutales que hayan existido en África, dirigida por uno de los dictadores más sangrientos y represivos que se hayan conocido en aquel continente. Y cuál sería mi enorme sorpresa cuando el socialista Bono le saludó indicando que “entre Guinea y España tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan”. ¿Se imaginan a Pablo Iglesias diciendo algo semejante a Hitler? Tal comportamiento ofende no sólo a cualquier socialista, sino a cualquier ciudadano con sensibilidad democrática. Lo que José Bono, que no se merece representar al pueblo español, estaba diciendo con aquella frase es que los intereses económicos de Guinea, su riqueza petrolífera, era más importante que la denuncia del comportamiento repugnante de aquel dictador.
Y ésta es la razón de que los gobiernos europeos (incluidos sus partidos socialistas gobernantes) estén apoyando a gobiernos dictatoriales como el de Túnez, frente al rechazo de sus poblaciones.

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Respuesta  Mensaje 24 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:30

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 28 de febrero de 2011

Este artículo describe la evolución de los hechos en Libia describiendo tanto los elementos diferenciales como los comunes entre lo que ocurre en Libia y lo que ha sucedido en Egipto y en Túnez. Entre los elementos comunes está la aplicación de las políticas neoliberales promovidas por el Fondo Monetario Internacional (que contribuyeron enormemente al enfado popular en contra de los gobiernos que las aplicaron) y el apoyo militar a tales regímenes dictatoriales y represivos por parte de países que se definen como defensores de los derechos humanos, incluyendo los gobiernos españoles.

Gaddafi no siempre fue lo que es (y ha sido) desde hace ya años: un dictador corrupto y enormemente represivo. En realidad, en 1969, el Coronel Gaddafi, entonces tenía 27 años, lideró un golpe a imagen y semejanza de su ídolo, el Coronel Nasser en Egipto, destronando al monarca Idris (que estaba bajo tratamiento médico en Turquía). En sus primeros años hizo reformas sustanciales, entre las que se encontraba una reforma agraria y la nacionalización del petróleo (mayor recurso del país), dedicando gran parte de los recursos obtenidos de la explotación del petróleo a mejorar sustancialmente el bienestar social de las clases populares y, muy en especial, los servicios de asistencia sanitaria y educación. Estableció también formas de participación de los obreros en los lugares de trabajo en las empresas (más de doscientas) que fueron nacionalizadas. Sus primeros años se caracterizaron también por un intervencionismo del estado en la economía de aquel país, que incluía la nacionalización del crédito a través del Banco Central Estatal. Gaddafi presentó aquella experiencia como la tercera vía entre capitalismo y el socialismo, asociado entonces a la Unión Soviética.
Hubo, sin embargo, notables diferencias también entre Gaddafi y Nasser. Y una de ellas fue que a diferencia de Nasser, Gaddafi no quería establecer un estado laico, sino islámico. Pero, en este intento se enfrentó con un movimiento islámico más radical que intentó incluso asesinarle más tarde en 1993. Esta corriente radical tenía lazos con Al Qaeda, también influyente en Marruecos y Argelia. De ahí que Gaddafi fuera un enemigo acérrimo de Al Qaeda y que durante y después del ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas en Nueva York, Gaddafi apoyara al gobierno Bush en su lucha contra el terrorismo islámico. Vijay Prashad, en su ensayo The Lybian Labyrinth, hace explícitas muchas referencias favorables que Gaddafi hizo a la política del Presidente Bush en contra del terrorismo del radicalismo islámico. Fue entonces cuando el Presidente Aznar aplaudió a Gaddafi y su apoyo a la guerra en contra del terrorismo islámico del Presidente Bush.

El cambio de su política económica
Su tercera vía se transformó, más tarde, en capitalismo popular, desarrollando políticas públicas que cambiaron significativamente muchas de las reformas que había realizado en los primeros años de su mandato. En muchos aspectos fue un cambio de 180 grados. Una de tales medidas fue favorecer la privatización de las empresas productoras y distribuidoras de petróleo, facilitando y estimulando la inversión extranjera, la cual alcanzó su máxima expresión en la década de los años noventa. El máximo arquitecto de estas medidas privatizadoras de la industria del petróleo fue Shokri Ghanem que fue primer ministro del gobierno Gaddafi y que dirigía la poderosa Compañía Nacional del Petróleo (Nacional Oil Corporation).
Las compañías que se beneficiaron de estas privatizaciones incluían un amplio abanico, desde Occidental Petroleum, a China Nacional Petroleum. Ni que decir tiene que los gobiernos occidentales, y muy en especial, los europeos compitieron para conseguir favores de Gaddafi. El gobierno Blair incluso liberó a los responsables del atentado terrorista del avión Pa Nam, que había ocurrido en territorio británico y Berlusconi realizó campañas de promoción de Gaddafi que alcanzó niveles histriónicos, que el presidente italiano justificó indicando que “la prevención de la inmigración ilegal y el petróleo” bien valían sus agasajos. Y para no ser menos, el Presidente Aznar primero, seguido del Presidente Zapatero y del Monarca español, todos ellos visitaron a Gaddafi con su lista de ruegos e inversiones.
Estas privatizaciones alcanzaron a la mayoría de las empresas públicas, que realizadas dentro de un sistema dictatorial, fueron acompañadas de una gran corrupción que enriqueció a los miembros de la familia Gaddafi y, muy en especial, a uno de sus hijos que aspiraba a ser su sucesor. Todos estos cambios privatizadores (que fueron alabados por el entonces Presidente Aznar) se hicieron bajo la supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, en su último informe, señalaba el estado de la economía de Libia como muy bueno. En realidad, como también había ocurrido en Túnez y Egipto, los indicadores de crecimiento económico libios eran altamente positivos.
Lo que esta visión optimista de la economía libia ignoraba y ocultaba es que tales medidas, apoyadas por el FMI, estaban dañando muy seriamente a las clases populares y a la clase trabajadora. Las medidas neoliberales que determinaron la subida de los precios de los alimentos y la eliminación de los subsidios públicos crearon revueltas que precedieron la última movilización popular. Y como en Túnez y Egipto determinaron, por fin, que las clases populares salieran a la calle, intentando forzar la dimisión de Gaddafi y el final de su dictadura. En esta movilización coinciden movimientos laicos junto con movimientos islamistas que son los que reciben mayor atención de los medios de información internacional. Una vez más, el Fondo Monetario Internacional, al presionar a las élites dictatoriales a llevar a cabo políticas de claro corte neoliberal, estaban afectando negativamente las difíciles condiciones que la población libia tenía que padecer, forzándoles a salir a la calle para protestar y exigir al dictador y a su camarilla corrupta el fin de aquel régimen. Es interesante, por cierto, subrayar que una de las primeras medidas que tomó la Junta Militar en Egipto fue, además de prohibir las huelgas, abandonar gran parte de las políticas neoliberales que el FMI había exigido al gobierno Mubarak.
Una última observación. La mayoría de las armas y equipamientos de represión que Gaddafi tiene a su disposición fue proveídas por EEUU, Gran Bretaña (especializada en equipamiento policial), Francia y España. Como bien ha indicado Tarecq Amer en su ensayo “Oil, Arms and the Imperial Enterprise in North Africa”, hablar de Gaddafi es hablar de corrupción y armas para adquirir petróleo por parte de poderes autodefinidos como defensores de los derechos humanos, incluyendo España. (Ver también los artículos: “¿Quién apoyó la dictadura de Túnez?” y “Lo que no se conoce sobre Egipto” en www.vnavarro.org).

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Respuesta  Mensaje 25 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:30

Entrevista al profesor Vicenç Navarro sobre “Las revoluciones democráticas en el mundo árabe” por la Asociación Progresista de Estudiantes de Catalunya

¿Cómo interpreta usted lo que está ocurriendo en el mundo árabe?
-    En primer lugar hay que diferenciar lo que ocurre en cada país, pues tienen historias diferentes  y un analista debe ser consciente de ello. Egipto, por ejemplo, tiene una historia muy distinta a Marruecos. Habiendo dicho esto es importante también detectar y darse cuenta de que hay hechos comunes, que responden a características comunes.

¿Y cuáles son?
-    Una de ellas es que son países dictatoriales que sostienen unas estructuras enormemente explotadoras en las que las élites controlan el poder económico y político de aquellos países mediante medidas enormemente represivas. La historia de estos países ha sido el intento  por parte de  las clases populares, y muy en especial, de sus clases trabajadoras y campesinado, de romper con aquellas estructuras de represión. En muchos de estos países existieron partidos de izquierda fuertes, tales como partidos socialistas y comunistas que fueron enormemente reprimidos.

¿En qué países, por ejemplo?
-    Egipto, Irán, Irak y Afganistán, entre otros.

Pero la visión que se tiene es que los movimientos más importantes en tales países son los movimientos musulmanes radicales como la Hermandad Musulmana.
-    Esto no siempre fue así. En realidad, tales movimientos radicales islámicos fueron estimulados y apoyados por aquellos gobiernos como la forma de parar, neutralizar e incluso eliminar a los movimientos de izquierda. Las élites dominantes, con el apoyo de los gobiernos occidentales y, muy en especial, del de EEUU, junto con el gobierno de Arabia Saudí (que es el Vaticano de las fuerzas más reaccionarias del mundo islámico), financiaron los movimientos radicales fundamentalistas para eliminar a los movimientos de izquierda. Hay que recordar que Bin Laden  estuvo en su día financiado por el gobierno federal de EEUU y por Arabia Saudí.

¿Y cómo es que ahora estos movimientos están en contra de sus benefactores?
-    Porque se escaparon del control de sus benefactores. La propia lógica y dinámica de su  radicalismo les llevó a situaciones de enfrentamiento con sus financiadores. En realidad, la propia presión de las bases de los movimientos islámicos les llevó a entrar en conflicto con los gobiernos que les sostuvieron. Y los gobiernos occidentales, que les habían utilizado en su lucha contra las izquierdas, vieron que no podían controlarlos y, como vulgarmente se dice, les  salió  “el tiro por la culata”.

Pero ¿no ha supuesto tal movimiento radical una amenaza para las élites gobernantes de los países árabes y musulmanes?
-    No necesariamente. En realidad, a tales élites les ha ido bien poder utilizar el miedo y temor al radicalismo islámico  para conseguir una ayuda muy sustancial de los gobiernos occidentales. Pero el mayor enemigo para tales élites son las izquierdas y para ello utilizan a los radicales islamistas para conseguir tal fin.

Esto explica que la junta militar egipcia haya entablado conexiones inmediatamente con la Hermandad Musulmana y a la vez prohibido huelgas y reuniones sindicales en Egipto.
-    Exacto. Esto es lo que está ocurriendo.

Y explicaría también porqué la presentación de lo que está ocurriendo en estos países por parte de los medios de mayor difusión nunca citan las movilizaciones obreras.
-    Exacto. Parece como si estos millones que se movilizan en Egipto  fuesen todos estudiantes universitarios, todos ellos internautas.  Las movilizaciones obreras que han sido claves en las rebeliones en cada uno de estos países están siendo silenciadas.
Los medios de mayor difusión trasladan a la población  la visión de las clases dominantes de los países en los que tales medios existen. Lo que en terminología anglosajona se define como “los establishments políticos y mediáticos”, que promueven siempre una visión de clase. Y esto se aplica tanto para Al Jazeera como para el New York Times (incluyendo naturalmente los mayores medios de difusión en España).

Usted hace referencia a este hecho en su artículo en  Público de esta semana.
-    Sí. Y  también en mi artículo sobre Túnez que se publicó en Sistema Digital. En este país, las izquierdas y el movimiento sindical clandestino (que infiltró los sindicatos oficiales) también jugaron un papel clave en la caída del dictador.

¿En su crítica de los medios usted incluye a Al Jazeera?
-Al Jazeera está  basada  en Qatar, que es un sistema feudal. Su línea editorial es, en general representativa de los grupos profesionales de persuasión liberal árabe que tienen una relación compleja con la dictadura que les sostiene. Es valiosa su existencia porque provee otro punto de vista distinto al de las élites de poder del mundo occidental.

¿Qué medios aconseja usted?
-    En España no hay muchos aunque recomiendo  Público, que es el único diario en papel de sensibilidad progresista y de izquierdas que existen en España. En EEUU, el diario Counterpunch,   el diario de las izquierdas, es muy completo. Y la cadena de televisión Democracy Now. Pero, las fuentes más importantes del Medio Oriente son los análisis producidos por centros de estudios laborales y económicos existentes en aquellos propios países que trabajan en condiciones dificilísimas y naturalmente la propia resistencia democrática que tiene sus propios sistemas de información clandestina, pero eficaz.

¿Qué cree que ocurrirá en el mundo árabe?
-    Vemos ahora una enorme movilización para marginar a las auténticas fuerzas de liberación, tal como ocurrió en Irán, Irak y Afganistán. La democracia que las fuerzas dominantes en aquellos países desean, en alianza con las élites gobernantes de EEUU y de la UE, será una democracia muy incompleta, supeditada y claramente orientada a debilitar a la clase trabajadora. Por otra parte la presión democrática continuará y el futuro depende de las alianzas de tales clases trabajadoras con sectores del campesinado y con las clases medias profesionales. Un deseo común que fundamenta estas alianzas es el deseo de desarrollar la democracia. Esta demanda de democracia se aplica a todas las partes del mundo.

Una de las tesis que usted ha enfatizado todos estos años es que la demanda auténticamente revolucionaria en el siglo XXI es la demanda democrática. Le cito de uno de sus trabajos “El objetivo de las fuerzas progresistas en el siglo XXI  no es la nacionalización de los medios de producción sino el establecimiento de la democracia en nuestros países.”
-    Exacto. Fíjense en España o en EEUU. En estos países así como en la mayoría de países llamados democráticos, la democracia  es muy limitada. En EEUU es incluso cuestionable que exista democracia. Y la población es  consciente de ello. Nada menos que el 74% de la población estadounidense dice que no se siente representada por el Congreso de EEUU, y ello como resultado del maridaje entre el mundo financiero y de las grandes empresas con el mundo político al cual financia. Y en España, vemos la enorme distancia entre el establishment político por un lado (que aprueba, casi unánimemente, en las Cortes españolas el retraso obligatorio de la edad de jubilación de 65 a 67 años) y la gran mayoría de la ciudadanía (el 82%) que está en contra. En España, la gran influencia de la banca y de las grandes empresas controla las decisiones políticas y la ciudadanía lo sabe. Según las encuestas del CIS la mayoría de la población dice que la banca tiene más poder que el gobierno. De ahí que las exigencias democráticas hoy son auténticamente revolucionarias, porque a través de ellas se cuestiona el enorme poder financiero y empresarial  que domina nuestras vidas.

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Respuesta  Mensaje 26 de 26 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 04/03/2011 00:30

Entrevistamos a nuestro compañero Abdennur Prado, presidente de la Junta Islámica Catalana y redactor de Webislam, sobre la revolución naciente en el mundo árabe. Hablamos sobre la incidencia del islam en las revueltas, sobre las esperanzas y las aspiraciones de los manifestantes, sobre las injerencias exteriores, sobre la manipulación de la prensa y el impacto de las revueltas sobre la imagen del islam en occidente. 

En Egipto y Túnez ha caído el tirano, pero ¿ha caído la tiranía?

No, en absoluto. Asistimos en este momento a la contra-revolución: a Ben Ali le sucedió Gannuchi y a Mubarak Omar Suleiman, perros del mismo amo. Pero en Túnez y en Egipto siguen las protestas, y ahora ha caído Gannuchi… En este sentido, creo que la insurrección no han hecho más que comenzar. Se trata de un movimiento que aspira a mucho más que a un simple cambio de imagen. De ahí el slogan: al-shaab yurid isqat annizam. El pueblo quiere derrocar el sistema. Los jóvenes y los trabajadores árabes son conscientes de la naturaleza del mal que les oprime… La tiranía no es solo militar, sino también económica, incluso espiritual. La tiranía militar es solo la cobertura de la tiranía más feroz: la del neoliberalismo, los dictados del Fondo Monetario Internacional, la pobreza acuciante, la precariedad y la burocratización creciente de la vida. Y estas son el resultado de la destrucción del ser humano como criatura abierta a Al-lh y a la Última vida, su reducción a una mera fuerza de trabajo en un engranaje pensado para esclavizarlo. La negación del fin último del ser humano. Ese es el enemigo, tanto en El Cairo como en Barcelona. 

¿Cuál es tu valoración de las revueltas?

Los pueblos árabes están dando una lección a todo el mundo. Hay que felicitarse por el modo en el cual se han realizado las protestas, especialmente en Tunez y en Egipto, la no-violencia y el civismo de los manifestantes, su caráceter interreligioso, el coraje de aquellos que se han enfrentado a la policía, los comites populares, incluso su utilización creativa de nuevos mecanismos de movilización… No me extraña que Michael Hardt y Antonio Negri sitúen a los árabes a la vanguardia democratizadora.

Nos hallamos ante el estallido de una nueva generación de musulmanes y de musulmanas, conscientes políticamente, que no se dejan engañar ni por la retórica islamista, ni por las mentiras de los gobiernos occidentales. Solo nos queda desear que esta claridad de ideas se extienda a su propia vivencia del islam, que los conduzca a recuperar los elementos libertarios del islam. Si esto es así, hay motivos para la esperanza. 

¿Hacia dónde crees que se dirige la situación, cual es su futuro?

No sabemos lo que va a pasar, el imperio siempre tratará de manipular las revueltas para su beneficio… Tampoco esta claro hasta que punto los insurrectos permanecerán unidos, o cada uno se centrará en sus intereses. La clase media contentándose con reformas políticas, los partidos de izquierda luchando por mantener viva la dimensión social de las revueltas, los islamistas reivindicando lo suyo. Y los imames de al-Azhar ya se han manifestado, pidiendo que se mantengan sus privilegios como funcionarios...

No niego un cierto escepticismo. Aunque la buena noticia es que se puede ser al mismo tiempo trabajador, joven, blogero e islamista. Es en la conexión entre los distintos grupos donde la revolución cobra su fuerza, se hace capaz de neutralizar las fuerzas contra-revolucionarias. Pero este es el reto más difícil, el que exige abandonar puntos de vista previos en pos de un nuevo consenso ciudadano. Ese es el futuro que deben tratar de construir, insha Al-lh. 

La prensa occidental se ha posicionado mayoritariamente a favor de los manifestantes

La prensa mayoritaria de occidente ha tratado de salvar los trastos, como se dice vulgarmente, pasando página rápidamente al hecho de que la mayoría de las dictaduras árabes son aliadas de occidente, incluídas las de Tunez y Egipto, pero también Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Bahrein, Jordania, Marruecos... Y ha tratado de manipular la situación, por lo menos en tres sentidos. Primero: ha tratado de hacer ver que las revueltas han contado con el apoyo occidental desde el principio, lo cual es falso. Segundo: ha tratado de minimizar la presencia del islam. Y, tercero: ha ocultado la implicación de los trabajadores, de los partidos de izquierda y de los sindicatos. No nos han contado como los trabajadores abandonaron las fábricas y llenaron las calles. Es decir: han negado la naturaleza islámica y de clase de la revolución en curso, mostrándolas como revueltas pro-occidentales… Se comprende que prácticamente hayan dejado de informar de la continuación de las protestas tras las caídas de Ben Ali y de Mubarak, como si ese fuese el fin. En este sentido, los mass media han actuado como instrumentos del sistema.

¿Cuál es, según tu perspectiva, la incidencia del islam en las revueltas?

Solo hay que ver los rezos multitudinarios en la plaza de Tahrir para darse cuenta de que el islam es el din de la mayoría de los manifestantes. No hay que olvidar que el rechazo de la opresión y la lucha contra la injusticia social forman parte de las enseñanzas del islam, así como la prohibición de la usura, de los monopolios, de la acumulación de la riqueza… Todo ello repugna profundamente al musulmán, es algo muy presente en el lenguaje de la calle.

Ahora bien, esta incidencia del islam trasciende lo meramente ideológico, no se vehícula necesariamente a través de ningún partido específico, ni a través de ningún líder mesiánico. En este sentido nos damos cuenta de que se ha superado la vieja retórica islamista, que pretendía que la aplicación anacrónica del fiqh tradicional (que ellos llaman, abusivamente, Sharia) traería la solución de todos los problemas. Al mismo tiempo, se pone en evidencia la lejanía de pueblo respecto al discurso conservador y quietista de [la Universidad de] al-Azhar, siempre al servicio del que manda. Nos situamos en una nueva perspectiva, la de un islam liberador, liberado de la tiranía, capaz de devolver al ser humano a su condición de califa de la creación, insha Al-lh.

¿Cuál crees que puede ser el impacto de las revueltas en occidente?

Hemos visto numerosas reacciones de sorpresa. Muchos han descubierto de repente el dinamismo del pueblo árabe, su capacidad de movilización y la conciencia social y de clase de los trabajadores. En numerosos artículos publicados estos días podemos ver como las insurrecciones árabes han trastocado la perspectiva occidental sobre el islam. Han dado un golpe mortal a la islamofobia. Esta seguirá, por supuesto, pero cada vez será menos creíble. Más bien, la imagen resultante es la de los musulmanes rezando y exigiendo, de forma pacífica, unos derechos que les han sido negados por dictaduras al servicio de occidente.

Algunas voces advierten de que detrás de las revueltas esta la mano alargada del imperio. ¿Qué piensas de esta posibilidad? 

Que el imperio conspira todos lo sabemos, eso no es ningún descubrimiento. Ha sido así desde el principio de los tiempos. Pero pretender que los pueblos árabes se rebelan movidos por la mano del imperio es negarles su voz, hablar de ellos como si fueran marionetas, como si no valiesen nada ni tuviesen voluntad. No importa lo que digan, ni lo que expresen, ni cuales son sus objetivos y motivaciones personales... Me parece una actitud racista. Pues eso no se diría sobre los manifestantes en París, ni se ha dicho sobre los de Grecia. Se puede decir de los árabes porque son árabes.

A los que pretenden eso, yo les haría una pregunta: ¿Son los trabajadores yemeníes y egipcios que entran en huelga pidiendo libertad sindical y mejoras salariales agentes del imperialismo? ¿Lo son los manifestantes que en Yemen, en Egipto y en Túnez han enarbolado la imagen del Che? Es indudable que el imperio mueve ficha y existe una contra-revolución en curso. Pero no nos confundamos: los pueblos árabes que se rebelan contra la dictadura no lo hacen al servicio de intereses extranjeros, sino por su dignidad y sus derechos, con la esperanza de poder construir por si mismos su futuro, con la ayuda de Al-lh.

El caso de Gaddafi es particular, esto choca con su discurso anti-imperialista.

Personalmente, te diré que Gaddafi me ha parecido siempre un tirano, cuya megalomanía lo ha llevado a explorar todo tipo de proyectos, desde el panarabismo hasta el panafricanismo, pasando por la idea de una República Popular nunca realizada. Y así lo he escrito anteriormente, poniéndolo en el mismo saco que a Mubarak y a Mohammed VI. Creo que hace ya muchos años se le fue la cabeza. El ser el “enemigo del Imperio”, los intentos de asesinato, los bombardeos del 86, el ejercicio inmisericorde del poder, el dinero del petróleo, el nepotismo de sus familiares… todo esto puede trastornar a cualquiera. Desde hace diez años su anti-imperialismo ha quedado para la retórica. Su relación con Blair y Berlusconi es conocida, así como el proceso de privatización de los servicios públicos, las inversiones de su familia en multinacionales, el infame tratado firmado con Italia... Hay que saber que Libia es uno de los cómplices de las políticas migratorias de la UE, y ha encarcelado en campos de concentración a miles de inmigrantes repatriados desde Europa. Cuando falta espacio, se los deja en el desierto o, simplemente, se los mata... Pero ya mucho antes, Gaddafi tiene un historial de represión que puede competir con el de sus colegas. 

Hay voces que alertan de una posible intervención de la OTAN en Libia, que se podría hacer realidad en breve

Me temo que esta es una posibilidad plausible. Sería un desastre, el peor de los escenarios posibles, el fin a las revueltas árabes y el retorno a la vieja política colonialista. Si la OTAN o los EEUU amenazan con intervenir en Libia, no cabe duda de que es para tratar de controlar una situación que se les escapa. En Tunez y en Egipto lo han logrado dando continuidad al régimen y prometiendo ciertas reformas democráticas. Pero Libia es otra cosa: si cae Gaddafi, no hay continuidad posible, y la rebelión no parece estar por un acuerdo. El hecho de que hayan rechazado la ayuda americana es una prueba de su independencia. Si esto es así, hay que apoyar a los rebeldes, y esperar que sepan repeler dicha agresión externa, insha Al-lh. 

Pero hay que reconocer que no sabemos lo que esta pasando, la información es muy confusa. Por un lado se nos habla de bombardeos con aviones contra los civiles, de fosas comunes, pero aún no hemos visto los cadáveres... Parece que asistimos a una operación propagandística, similar a tantas otras, para justificar una invasión. Tal vez Obama piense que con esto puede ganar votos.  

Dejando aparcado el caso libio, ¿qué enseñanza podemos sacar de las rebeliones árabes?

No es tiempo de balance, pero por ahora se me ocurre: el dinamismo y la creatividad de los pueblos árabes, que han pasado de ser los parias de la tierra a situarse en la vanguardia. Los musulmanes han resucitado la lucha de clases, en pleno proceso globalizador. El islam de los clérigos oscurantistas no ha conseguido acallar la fuerza revolucionaria del islam. El poder del pueblo cuando toma conciencia y se mobiliza para acabar con una situación injusta, la capacidad de auto-organizarse al margen del Estado... ¡Lo cual no es poca cosa! 

Ciertamente, no sabemos lo que sucederá, y sin duda las insurrecciones se enfrentan a enemigos poderosos. Desde aquí, nuestra tarea es la de apoyar, saludar, acompañar, pero también aprender y pensar modos de aplicar estas y otras enseñanzas en nuestro contexto. 



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