España es el país con más desempleo en la Unión Europea.
La familia madrileña Velarde lo admite: tiene miedo de terminar debajo de un puente. El banco está a punto de embargarles la casa y ninguno de sus miembros tiene trabajo. No encuentran. En más de 1,2 millones de familias en España, todos sus integrantes están desempleados.
Este dato lo acaba de revelar la Encuesta de Población Activa como una demoledora consecuencia de la profunda crisis económica que golpea al país.
No veo la luz de esta crisis sobre todo cuando los gobiernos protegen más a los bancos que a la gente
Vicente Velarde, electricista
"Toda mi familia está sin trabajo. No veo la luz de esta crisis sobre todo cuando los gobiernos protegen más a los bancos que a la gente. Somos el país europeo con más desempleados", comenta a BBC Mundo Vicente Velarde, el padre de la familia.
Desde hace 40 años es electricista y desde hace uno no tiene trabajo. Su último sueldo fue como profesor de electricidad de estudiantes inmigrantes. "Ahora suelo llamar a mis alumnos a ver si saben de algo pero nada. Ellos están igual", sonríe. Su esposa y sus dos hijos no están mejor.
Ella, empleada doméstica, no encuentra trabajo en un mercado saturado mientras sus hijos se enfrentan a la incertidumbre de graduarse en tiempos de crisis. Uno está terminando la secundaria y ya ha decidido no ir a la universidad y el mayor, licenciado en economía, sabe que la crisis aún no toca fondo.
Al filo del embargo
Pese a todo, Vicente es optimista hasta que habla de su casa. Sus ojos se dilatan cuando menciona la cuerda que le está asfixiando: la hipoteca.
¿La casa? Nos la quitaron, ahora vivimos en casa de mis suegros
Angel Villareal, albañil
Ha estado pagando la casa durante años pero cada vez se acerca más al filo del embargo. De momento sobrevive con préstamos de sus amigos. "Entre ellos un cura con quien nos conocemos desde niños. Me ha dejado estar con mi familia en un pequeño apartamento que tienen en la parroquia. Hemos tenido que alquilar la casa para completar el pago de la hipoteca", agrega.
Las familias desempleadas subsisten del subsidio de desempleo que tiene alguno de sus miembros (entre US$800 y US$1.200), de los pocos ahorros que tienen, de las redes familiares o simplemente de la caridad. Según el Instituto Nacional de Estadística, en el último año cerca de 1.000 familias se han declarado en quiebra, como si fueran empresas insolventes que no pueden hacer frente a ningún pago.
"Es impresionante cómo ha aumentado el número de familias que no llegan a fin de mes. El desempleo es el nuevo denominador común de esta nueva pobreza", explica Carmen Menéndez, responsable del programa de familia de Cáritas. La ONG atiende a cerca de 8.000 familias con estas características en la región de Madrid.
A la deriva
Esta nueva pobreza se asoma en las estadísticas y en alguna historia que sale en los medios. Por lo demás se vive de puertas para adentro.
La crisis ha frenado la construcción en España.
"No queremos que nos saquen fotos, sólo queremos que se sepa el drama que viven miles de familias en España", comenta Angel Villareal, de 50 años, albañil. Durante el boom inmobiliario ganaba unos US$3.500 mensuales. Su esposa se dedicaba al hogar. El sueldo les alcanzó para comprar un televisor de plasma, un auto e incluso para pensar en una hipoteca.
"Vimos que podíamos y nos metimos. Pagábamos unos US$1.500 al mes. Desde que me quedé sin trabajo hemos tenido que ir vendiendo todo. Nadie se imaginaba una crisis como esta. ¿La casa? Nos la quitaron, ahora vivimos en casa de mis suegros", detalla. En su caso el sustento viene de un subsidio de desempleo que se extingue rápidamente y de la pensión de sus suegros.
Su esposa, Arantxa, tiene que enfrentarse además a un imposible: buscar trabajo cuando su experiencia laboral en los últimos veinte años ha sido encargarse de su hogar. "En mi caso ni siquiera me contestan cuando les envío mi currículum pero sé que algo va a aparecer", comenta.
Inmigrantes separados
Los inmigrantes en España sufren de alto desempleo.
La crisis ha multiplicado el número de amas de casa que buscan trabajo, 480.000 según la empresa de Recursos Humanos Adecco. Por lo general, tienen entre 40 y 54 años de edad y cuentan con poca experiencia laboral.
Los inmigrantes viven otro drama, la desestructuración de sus familias. El desempleo inmigrante duplica al español (38%) y es uno de los colectivos más afectados junto a los jóvenes.
"Estamos repitiendo el duelo de emigrar. Mi esposa se ha tenido que ir a trabajar a Londres como empleada doméstica. No es que las cosas estén mejor pero ha conseguido algo. Yo me he quedado en Madrid con nuestros dos hijos. Estoy desempleado, subsistimos del dinero que ella nos envía", comenta taciturno a BBC Mundo el colombiano Gustavo Gutiérrez.
"Todos los años de esfuerzo que nos costó conseguir los papeles, la reagrupación familiar. Nos hemos reunido para que esta crisis nos vuelva a separar. Todos los días nos vemos por el Skype", agrega.