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General: POR QUÉ NO SE ACTÚA EN LIBIA ?
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De: Ruben1919  (Missatge original) Enviat: 11/03/2011 16:07
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    ¿Por qué no se actúa en Libia?

    Mientras la comunidad internacional no encuentra cómo actuar contra el régimen libio, los ejércitos leales al dictador Muamar el Gadafi siguen recuperando enclaves estratégicos. Francia reconoció ayer al Consejo Nacional de Transición libio como un interlocutor político válido, pero la Unión Europea se mostró prudente para hacerlo en bloque. Rusia y China no avalan una acción militar.

    EL COLOMBIANO | Medellín | Publicado el 11 de marzo de 2011
     
     

     

     

    La comunidad internacional estaba esperando que alguien diera un paso al frente para atajar la barbarie en Libia, pero nadie esperaba que fuera en falso, y eso parece ser lo que ocurrió ayer con Francia. El reconocimiento como interlocutor válido del Consejo Nacional de Transición libio, hecho por el gobierno de Nicolás Sarkozy, ahondó en la Unión Europea las divisiones sobre cómo y cuándo actuar, en momentos en que la unidad de criterios es un asunto vital para el futuro de la región del norte de África.

    Y no es porque Francia no tenga peso específico dentro de la UE. Lo tiene todo. Pero no ocurre lo mismo con el presidente Sarkozy, cada vez más desgastado por sus excentricidades internas y por la falta de coherencia internacional. Ahora ha decidido mostrarse duro e implacable contra el régimen de Muamar el Gadafi, pero hace unos pocos meses brindaba con champaña al lado del dictador tunecino, Ben Alí, hoy en el exilio.

    Alemania quiso acompañarlo, pero rápidamente echó reversa, al ver que las otras grandes potencias y, en especial Italia, desembarcaban con un rechazo frente a la iniciativa francesa. Estados Unidos, tratando de mover su poderío diplomático en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, también chocó con la negativa de Rusia y China a una acción militar en la zona. El Presidente Barack Obama quiso enviar un nuevo mensaje a Gadafi, al ordenar el cierre de la Embajada de Libia en Washington y recibir a emisarios de los rebeldes. Una decisión tan tímida como pretender atajar un tanque de combate con barricadas de neumáticos.

    Así las cosas, la presión internacional contra Gadafi sigue en los terrenos de la retórica, mientras las tropas del dictador avanzan con desbordante capacidad de recuperación territorial en enclaves estratégicos como Ras Lanuf, Zauiya y Brega, que después de Trípoli, son las bases de operación más importantes para lo que se da como un hecho: la recuperación total del territorio y, sin duda, una retaliación sin límites contra los rebeldes.

    Y, entonces, ¿qué hace falta para actuar contra Gadafi? Las respuestas son tan complejas, como efectivas las estrategias mediáticas del régimen libio para impedir que esa misma comunidad internacional sepa realmente lo que está pasando. Los organismos internacionales de derechos humanos hablan de una guerra civil y miles de muertos, pero nadie ha logrado obtener una imagen televisiva ni una fotografía que así lo testifique. El éxodo masivo de civiles que huyen de los enfrentamientos sí es evidencia de que en Libia hay una crisis humanitaria.

    Eso explicaría los titubeos de la ONU y de la UE para declarar una zona de exclusión aérea en Libia, pues esa decisión sólo es defendible en caso de una verdadera guerra civil, con los costos políticos y económicos que eso conlleva. Todavía están latentes los errores cometidos cuando se usó esa figura en los conflictos de Bosnia e Irak.

    El margen de maniobra que la indecisión internacional le ha dado a Gadafi conspira contra una salida distinta, y menos sangrienta, a la que hoy se vive en Libia. No pocos temen que se esté repitiendo la trágica historia de Somalia, esa que dejó de ser un asunto diplomático para convertirse en una vergüenza para la humanidad.



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