Tres días después de haber salido de prisión, el disidente Oscar Elías Biscet, la más importante figura opositora de Cuba, exigió el lunes en su primera conferencia de prensa la inmediata renuncia de los hermanos Fidel y Raúl Castro, cuya "dictadura totalitaria'' comparó con las de Hitler y Stalin.
También precisó que las autoridades cubanas eran "antinorteamericanas, antisemitas y antinegras''.
"Exijo inmediatamente la renuncia de Fidel Castro, de Raúl y sus acólitos para nombrar el gobierno de transición nacional'', dijo Biscet.
Biscet, de 49 años, pidió la inmediata excarcelación de los presos políticos y criticó la condena a 15 años del subcontratista norteamericano Alan P. Gross por llevar equipos de comunicación a grupos independientes a fin de promover el desarrollo de la sociedad civil en la isla.
"Creo que la comunidad internacional debe enfocar este caso para evitar las arbitrariedades que se han cometido con nosotros'', dijo Biscet. "Gross no debe estar preso. Detrás de esta detención hay alguna estrategia política''.
El fundador y presidente de la Fundación Lawton habló, desde un lugar no revelado de La Habana, con los reporteros reunidos en el recinto Wolfson del Miami Dade College, en el downtown. Durante la conferencia por Skype, respondió a preguntas por alrededor de una hora.
Biscet señaló las severas condiciones de las prisiones cubanas, donde permaneció desde 1999, excepto por 36 días, sirviendo una condena de 25 años acusado de atentar contra la seguridad del estado. Su liberación el viernes se inscribe en el marco de las negociaciones celebradas en julio entre el gobierno de Raúl Castro y la Iglesia Católica. Más de 90 presos han sido liberados y, en su mayoría, desterrados a España.
Con un tono firme y decidido, pidió la inmediata e incondicional excarcelación de tres de los prisioneros políticos: Librado Linares, José Daniel Ferrer y Félix Navarro. Las autoridades cubanas guardan silencio sobre la prolongación del encierro de estos tres disidentes.
Reacio a ser liberado bajo condición de abandonar la isla, Biscet dijo que la oposición va "por el camino triunfador''.
"Los cubanos no debemos pensar en marcharnos sino en buscar soluciones a los problemas que resulta urgente resolver'', declaró. "Terminar mi labor es conquistar la libertad del pueblo cubano para que viva en paz y bienestar''.
Al preguntarle sobre su candidatura a la presidencia de un posible gobierno de transición, respondió que había que pensar primero en el respeto a los derechos humanos. Precisó que si tuviera que ocupar un cargo público no defraudaría a los cubanos.
"Yo amo a este pueblo'', dijo.
Indicó que una vez que en Cuba se respeten los derechos humanos y haya justicia social, seleccionará un partido político y definirá su pensamiento.
Destacó que las reformas económicas prometidas por Castro no van a solucionar los problemas de la población. A pesar de las promesas, observó, cada vez es peor la "profunda crisis económica, moral y social''.
"Estos [los Castro] han propuesto ideas y métodos [. . .], pero cada vez son peores las condiciones de vida de nuestro país'', añadió. "Los que incurrieron en estos graves errores todavía persisten en que pueden enmendar su sistema''.
Añadió que el movimiento opositor en la isla está ganando cada vez más seguidores y subrayó que existen líderes conocidos y una oposición que ha logrado "avances''. Entre éstos enumeró el freno de la pena de muerte, la disminución de los abortos y el hecho de que la gente puede opinar en la calle ‘‘algo más'' y sin miedo a caer preso enseguida. Según él, hasta en las filas del Partido Comunista hay simpatizantes del movimiento disidente.
"En Cuba existe una oposición fuerte y diseminada en todo el país'', enfatizó. "Esto me hace pensar que, en realidad, el gobierno cubano está en quiebra porque cada vez hay más personas dentro de la oposición a pesar del terror que existe''.
Biscet criticó el relajamiento de las restricciones de viajes y envíos de remesas a la isla, ya que estas medidas no tienen un impacto directo sobre el marco de derechos de los ciudadanos.
"Esto se usó con China hace 30 años y veo que sigue con la misma dictadura'', indicó. "Aunque China ha mejorado económicamente no hay libertades civiles ni políticas''.
Alabó la tarea de los exiliados en la búsqueda de un cambio pacífico y consistente por las libertades individuales de los cubanos. Insistió en la necesidad de unir fuerzas dentro y fuera de Cuba para alentar el desarrollo de nuevas oportunidades democráticas.
"Obtendremos esos cambios a través de una revolución de los derechos humanos de forma no violenta'', señaló.
Las primeras horas tras su excarcelación, dijo, habían sido de "alegría y tristeza''. En el viaje hacia casa en La Habana, observó, había presenciado la destrucción y la tristeza de los cubanos.
"Me di cuenta de que todavía vivimos bajo la esclavitud'', sostuvo. "A pesar de todas estas dificultades, me llené el corazón de alegría porque sé que hay un trabajo muy duro que hacer por el bienestar de mi pueblo''.
Calificó de "buena'' la gestión de la Iglesia Católica en el proceso de excarcelación de los presos de conciencia y comentó que ésta será una institución clave en una transición democrática.
"En un futuro, si podemos convencer a los que están en el poder para hacer el gobierno de transición, el que tiene que estar como mediador de esta gestión será la Iglesia Católica'', manifestó. ‘‘Esto es importante para el país porque así evitaremos derramamiento de sangre. El sistema tiene los días contados''.