Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
¡ Feliz Cumpleaños Vasijas De Honra !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Herramientas
 
General: LA DEMOCRACIA EN CUBA .- RICARDO ALARCÓN .-
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 15/03/2011 15:00

(Español, Inglés, Francés, Portugués, Italiano, Ruso, Alemán, Arabe)
 
FIDEL CASTRO
SOCIALISMO
GRANMA HOY
CUBA
ESTADOS UNIDOS
Ernesto Che Guevara

 

 

     

CUBA SOCIALISTA. Revista Teórica y Política.
Editada por el Comité Central del Partido Comunista de Cuba

               

La democracia en Cuba

Por Ricardo Alarcón

26/01/2008

Conferencia ofrecida por Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano.

Vamos a empezar por el tema de la democracia o el sistema democrático en
Cuba, comenzando con algunas reflexiones sobre algo que ha sido realmente un
tema bastante presente a lo largo de la historia en el mundo occidental, que
es la cuestión de la democracia.

Ustedes saben que democracia viene del griego; significa, literalmente,
autoridad del pueblo, de ahí vienen las definiciones que tenemos en el
diccionario: es el sistema en el cual el pueblo interviene o participa en el
gobierno de la sociedad.

Se sabe, por supuesto, que no todos los pobladores de Grecia, no toda la
gente que estaba en Atenas, en las pequeñas ciudades griegas, ejercían el
gobierno o participaban en el ejercicio del gobierno; pero sí todos los que
eran considerados ciudadanos. O sea, los que no eran esclavos, los que no
eran extranjeros, los hombres libres, que tenían la ciudadanía, todos ellos
participaban en el gobierno de la sociedad ateniense, por eso quedó como una
referencia histórica al tipo de gobierno popular, al tipo de gobierno en que
todo el mundo participa, con las limitaciones de clase que no he olvidado,
que se sabe existían en aquel mundo.

Durante todo el período de la Antigüedad y de la Edad Media, desaparece esa
forma de gobierno, lo que hay son gobiernos basados en la autoridad real o
la del jefe feudal, en las formas de Estado que hubo durante aquel período,
sin que se considerase que el común de la gente, de la sociedad, de los
ciudadanos, de los súbditos, tuviesen nada que hacer o intervenir en el
gobierno. Es con el ascenso de la burguesía que se retoma el concepto de
gobierno por los súbditos, abandonando la idea del gobierno hereditario, por
trasmisión por Dios o por lo que fuera.

Ahora, desde el momento en que la burguesía asciende, curiosamente, también
aparece el cuestionamiento de esa idea del gobierno, de esos límites que la
burguesía impone, y es un debate por eso, que es tan antiguo como la
reaparición, en la época moderna, de la idea democrática, porque desde el
principio se trató de limitarla a algo parecido a lo que fue en Grecia. O
sea, ya no era el esclavo, ya no eran los siervos abiertamente, pero desde
los comienzos de la aparición de lo que después se da en llamar la
democracia liberal, o democracia representativa, está también el
cuestionamiento de sus límites, de su alcance limitado a un sector de la
sociedad, por motivos del poder económico, de la relación de esos sectores
con la producción y la distribución.

Por eso es que cuando aparece el pensamiento liberal que va a servir de
inspiración a todo el desarrollo ulterior, incluso de las corrientes
políticas, democrático-burguesas posteriormente, también está la crítica a
ese sistema.

Este aparece, fundamentalmente, a mi juicio, en Juan Jacobo Rousseau. Las
críticas más severas a la idea democrático-representativa burguesa las
publicó él cuando esta idea comenzaba a ganar terreno frente al poder feudal
y monárquico, con definiciones que tienen validez actual. O sea, no es
posible un sistema de representación en sociedades basadas en la
desigualdad. Solamente sociedades igualitarias podrían tener sistemas de
gobierno en que alguien representase a los demás; donde exista desigualdad,
donde unos posean mucho y otros no posean nada, todo sistema de gobierno y
toda legislación beneficiará al que tiene todo y no al que carece de todo.
Un lenguaje que puede ser compartido por cualquier radical en los tiempos
modernos; pero está ahí en su Discurso sobre la desigualdad entre los
hombres o en el Contrato social.

El concepto de democracia, cuando reaparece en el mundo moderno no es algo
que perteneciera y que fuera asumido como propio por las clases dominantes,
sino al revés.

Hay un autor canadiense -que no es marxista ni mucho menos- que recuerda, en
una de sus conferencias sobre la democracia, que la palabra democracia, para
los burgueses, para los liberales, era una mala palabra, hasta llegado el
siglo XX. Él sitúa ya el momento en que empieza a aceptarse el uso de este
término como algo políticamente correcto para los burgueses, alrededor de la
Primera Guerra Mundial; pero que hasta ese momento, la idea de la
participación de la gente en el gobierno de la sociedad, o sea, la
democracia, era una mala palabra.

La revolución burguesa más famosa, la primera, la que abre ese período, es
la norteamericana, el movimiento de independencia de las Trece Colonias. Si
uno lee todos los debates que se suscitaron alrededor de la Declaración de
Independencia, primero, y de la elaboración de la Constitución
norteamericana, después, lo va a ver claramente, los teóricos del
federalismo norteamericano siempre se refirieron a la democracia como un
sistema que no era el que estaban instalando en Estados Unidos, y
establecieron una diferencia entre república y democracia.

Democracia sería aquello que hubo en Grecia, que todo el mundo participase
en el gobierno y que el gobierno representase los intereses de todos,
aunque -repito, lo sabemos- en Grecia el todo estaba limitado a una parte de
la población; que una república es distinto. Una república es un sistema de
gobierno que no es monárquico, que está basado en instituciones renovadas
mediante el voto, con la participación de parte de la sociedad, que debe ser
la que domina ese sistema, la que domina económicamente la sociedad.

Desde el origen de la sociedad norteamericana, los famosos padres
fundadores, a ninguno les pasaba por la mente que fuera a conducir a un tipo
de gobierno en que todos los norteamericanos tuviesen intervención en el
gobierno, sino que fuese un sistema de equilibrios de poderes, de garantías,
de controles, de balances que asegurasen que los propietarios de la tierra,
del poder económico fuesen también los que controlasen y fuesen los dueños
de ese sistema político.

Desde el origen, en consecuencia, desde que reaparece en Europa, se afirma
en Estados Unidos y en la Revolución Francesa y todo lo demás, desde el
origen, la lucha por la democracia ha tenido que ver con la llamada
franquicia electoral, el acceso de la ciudadanía, o a la asunción de la
condición de ciudadanos por mayores sectores. Es una larga historia.

Las mujeres, por supuesto, no es hasta el siglo XX que en las democracias
burguesas comienzan a adquirir derechos electorales; los esclavos, por
supuesto, siguiendo la misma moda griega, no tenían participación alguna;
los negros, una vez abolida la esclavitud -o sea, los descendientes, los
antiguos esclavos no la tuvieron-, y no estamos hablando de la prehistoria,
no la tuvieron, digamos, en Estados Unidos, hasta los años 60 del siglo
pasado, después de una larguísima lucha. Hubo una guerra civil para que se
pusiera fin a la esclavitud; hubo que enmendar la Constitución, agregarle
una enmienda eliminando la esclavitud; agregar otra después reconociéndoles
los derechos electorales, y hacer una ley, como parte del movimiento de
protesta de los años 60, finalmente, que le diese a aquella enmienda
concreción; porque no había esclavitud, pero había impuesto electoral, había
que pagar para tener acceso al registro electoral. No había esclavitud, pero
había requisito de alfabetización para poder ser elector; o sea, se le ponía
un examen al que pretendía votar, para poderle conceder ese derecho o no.

Como ustedes ven, son restricciones que buscan no expandir la franquicia a
todos, sino restringirla lo más posible, bajo la apariencia de una forma
democrática de organización, pero basada, realmente, en la llamada
representación; o sea que alguna persona sea electa para actuar en nombre de
las demás, olvidando aquello que el viejo Rousseau dijo desde el principio:
"Eso no es posible, salvo que todos fueran iguales". No puede haber nadie
que represente a los demás, en un conjunto basado en la desigualdad, en la
explotación, ricos, pobres, etcétera.

En el siglo XX -yo muchas veces en conferencias semejantes lo cito, porque
me parece que es un pensador muy valioso-, el austriaco Hans Kelsen, que
tiene varios tratados de Derecho bastante conocidos por los que han
estudiado Derecho, dedicó especial atención a este tema, y retomando el
espíritu de Rousseau, él ha hecho las más severas críticas a la democracia
representativa, y con frases como esta: "La democracia representativa es una
ficción", sencillamente no existe, "la representación es pura ficción,
excepto -dice él en un trabajo muy interesante en que analiza la revolución
bolchevique- que se hiciese algo para lograr la vinculación de la gente con
su representante", que él lo encontró -curiosamente, siendo un pensador nada
cercano al marxismo, era un hombre más o menos cercano a la socialdemocracia
austriaca- en el modelo bolchevique. Lo que él describía como "la
parlamentarización de la sociedad" era el hecho de que los obreros, los
campesinos, los militares, los soldados, a través de los soviets,
participaban en el gobierno de la sociedad, en la toma de decisiones,
etcétera, etcétera, algo parecido a lo que nosotros hemos hecho en etapas
muy recientes. Pensemos en los parlamentos obreros, que recuerdan mucho ese
concepto que él exponía.

Es decir, es la lucha para lograr abrir ese espacio que se le da al
ciudadano, lo que ha caracterizado todos los procesos de avance de la
democracia en el sentido occidental, desde las revoluciones burguesas.

Ahora, ¿qué es lo que está pasando ahora? ¿En qué situación nos encontramos
hoy? En realidad, con el avance del capitalismo, ha ido avanzando también la
mercantilización de todo, incluyendo la política, de las elecciones, los
procesos electorales, etcétera; no voy a abundar sobre eso, ustedes lo ven,
todos los días hay noticias que se refieren a esto, no solo a la corrupción,
no solo a la compraventa de votos, no solo a los escándalos financieros
asociados a las elecciones, sino todo el sistema basado en la publicidad
cada vez más cara y la necesidad para los candidatos de buscar el dinero, lo
cual le da un poder especial a quien da el dinero, a quien contribuye para
las campañas, para los procesos electorales, etcétera.
Este fenómeno, aunque va creciendo y se va desarrollando en la medida en que
el capitalismo avanza y alcanza un grado especial, una suerte de explosión
ahora, en esta fase globalizadora, podemos encontrarlo en José Martí, en sus
análisis de la realidad norteamericana, de cómo es la política
norteamericana en el siglo XIX; todo esto está descrito por él en una etapa
en que esos fenómenos eran un pálido reflejo de lo que alcanzarían en la
actualidad.

Hay otro fenómeno que también va cuestionando las bases del sistema
representativo, que es que la propia evolución del capitalismo cada vez más
anula, incluso la llamada democracia representativa. Ejemplos los encuentran
también todos los días: se estuvo a punto de adoptar mundialmente un Acuerdo
Multilateral de Inversiones que hubiera establecido normas para el libre
flujo del capital en todo el planeta, con consecuencias para las economías
nacionales, consecuencias para los trabajadores, los empresarios, las
poblaciones de todos los países del mundo.

Ese proyecto de acuerdo no fue discutido en ningún parlamento del planeta y
no fue publicado por ningún medio de información; no se conoció hasta que
una organización no gubernamental francesa encontró el texto, lo puso en
Internet y a partir de ahí empezó a generarse la crítica. Hay parlamentos
que tomaron acuerdos de protesta desde Australia hasta Canadá, al enterarse
de que su gobierno, su ejecutivo, estaba negociando algo respecto a lo cual
no se había hecho consulta alguna al órgano que se supone que es el
representante de la sociedad y que actúa en su nombre.

Ahora mismo tenemos un fenómeno semejante con el llamado ALCA, la llamada
Área de Libre Comercio de las Américas; pero tenemos otros ejemplos, el TLC
entre México, Canadá y Estados Unidos y los TLC que ahora mismo se están
negociando o discutiendo entre algunos países, prácticamente los
legisladores están ausentes de todos esos procesos.

Se ejemplifica esto muy bien con lo que acaba de ocurrir en Estados Unidos,
le acaban de dar a Bush -fue hace algunos días atrás- la facultad del
llamado fast-track, la llamada vía rápida. ¿Qué quiere decir esto? Que el
Congreso renuncia a su facultad de control, le autoriza al ejecutivo a que
negocie el acuerdo y que después se lo presente para que el Congreso diga sí
o no. Uno puede pensar, y es la experiencia histórica, que lo más probable
es que diga que sí, pero no puede enmendarlo, no puede cambiarlo, no puede
intervenir en sus contenidos, ni en su proceso de negociación. No hablemos
del pueblo, de los trabajadores, de los ecologistas, de toda la gente que
tiene alguna opinión en relación con las materias que incluía ese acuerdo,
sino sus representantes, aquellos en los cuales se supone que delega el
elector el ejercicio de la soberanía, el poder de intervenir en el gobierno.

Ya esos, realmente, son ejemplos que son más notorios; pero, en realidad,
todos los días, es parte ya de la vida misma, las pruebas reiteradas de cómo
se van eliminando, incluso, las formas representativas de la democracia,
cómo se va restringiendo la capacidad de intervención del pueblo en el
gobierno de la sociedad.

Todos los días ustedes encuentran una noticia de una empresa que se cerró o
de una empresa que se fundió con otra, o de una fábrica que se mueve de un
país para otro; esas noticias tienen que ver con la vida, con lo más
esencial de la vida de miles de personas, con ninguna de las cuales se han
consultado esas decisiones, que tampoco han sido consultadas con sus
supuestos representantes. Y este es un fenómeno, asociado con la
globalización actual, que es parte del pan de cada día, de la noticia de
todos los días.

Yo he visto casos hasta divertidos, de cuando ocurre eso, entre medios de
información, de pronto un gran conglomerado absorbe un medio de información
y el informador se entera cuando ve la noticia, el flash anunciando que ya
su empresa no existe.

No se avanza, digamos; se ha dejado de avanzar en ese camino de la apertura
a la participación y hoy se llega a un momento en que prácticamente es
inexistente, vacía de contenido, incluso en las formas de representatividad.

Hay otro elemento asociado con la globalización que también va a tener una
creciente importancia; porque igual que hablábamos de que en Atenas no
votaba el extranjero, no participaba en las reuniones en la plaza pública,
por supuesto, los extranjeros no participan ni siquiera en el acceso a los
procesos electorales para elegir a aquellos en quienes el ciudadano delega
la autoridad, y los extranjeros son un núcleo importante y siempre creciente
de las poblaciones de los países capitalistas desarrollados y van a seguir
creciendo, según todo parece indicar, por las realidades internacionales y
los pronósticos que se hacen sobre ello.

Europa, que no crece en población, va a seguir dependiendo de la inmigración
extranjera; los norteamericanos también, aunque tratan de seleccionar los
que les interesan, los que les convienen, pero también van a requerir siempre
mano de obra barata, como la están teniendo. En todas estas sociedades hay
millones de personas que están allí legalmente, aparte de otros millones que
están sin los documentos apropiados, pero todos ellos, los documentados y
los indocumentados, trabajan, producen, generan riquezas, ofrecen servicios,
son parte activa de esas sociedades, pero carecen de participación, incluso,
formal. No tienen la capacidad ni siquiera de votar en las elecciones, de
ser electores, de manera que la sociedad capitalista moderna, las sociedades
democráticas, democrático-burguesas, se parecen cada vez más a aquella
pequeña ciudad griega donde solo una parte de la gente tenía las funciones,
los privilegios del ciudadano.

Sin contar, repito, los elementos de fraude, las presiones, las trampas,
cosas como las que hicieron famosa a la Florida recientemente, sin contar
eso, dejando a un lado esos elementos de podredumbre que muestran adónde ha
caído ese sistema, realmente, tenemos que recordar que desde su origen la
idea de organización representativa de la burguesía, que ahora se llama
democracia representativa -en su origen, incluso, no querían usar ni la
palabra democracia, porque todavía recordaba aquella idea de que no
solamente ellos sino todo el mundo tenía algo que hacer en ese sistema
político-, ese sistema, cuestionado desde su origen por los mejores
pensadores burgueses y por los elementos más radicales de la época, hoy ya
ni siquiera es asumido por esa burguesía, excepto en el plano de la
manipulación propagandística. Se sigue hablando del mundo libre,
democrático, de la defensa de la democracia, etcétera, y lo que ya no se le
puede dar es ningún contenido a esa idea democrática, porque la vida lo
contradice todos los días.
Pasemos ahora a Cuba. Yo diría que desde este ángulo que estamos hablando,
en Cuba se producen dos elementos, hay dos elementos básicos para juzgar el
sistema cubano. En primer lugar, por supuesto, toda la transformación social
que se da en nuestro país con la Revolución, que nos acerca a la solución de
esa contradicción básica que veía Rousseau; lógicamente, cuando aquí había
una enorme parte de la población analfabeta, una enorme parte de la
población desempleada, viviendo en la miseria, etcétera, era una ficción
decir que todos participaban o podían participar de una forma igual en el
gobierno de la sociedad.

En Cuba hubo, todavía hay, un proceso profundo de transformación de la
sociedad que fue sentando las bases para, sobre esa nueva realidad, crear un
sistema representativo democrático. Ese esfuerzo de transformación no se ha
detenido, y ustedes saben perfectamente bien que ahora mismo estamos en
medio de una batalla que, entre otras cosas, busca golpear profundamente, en
un sentido más allá de lo legal, más allá de lo escrito en los textos, en
términos reales, los elementos de desigualdad que subsisten en nuestra
sociedad, como en todas partes.

La otra característica, que yo creo que es importante, es que en ese proceso
de transformación el pueblo ha tenido un papel protagónico desde el
principio; es decir que no ha sido simplemente el beneficiario de una serie
de logros sociales, sino que él los ha conquistado y ha participado en la
concreción y el desarrollo de esos resultados. Y es así desde el Primero de
Enero cuando, con la huelga general revolucionaria, en la que participan
millones de cubanos, se logra la conquista del poder político; no fue
solamente un grupo de vanguardias que derrocase la tiranía, sino que lo hizo
con la participación de la gente. Y desde ese día para acá, y yo no voy a
meterme en eso, porque es que prácticamente es toda la vida nuestra, en la
defensa, en la producción, en el trabajo voluntario, en la educación, en la
salud, en todas las esferas de la vida, si nos fijamos, y quizás a veces no
nos damos cuenta porque es parte de la vida cotidiana, pero en todas hay una
participación activa de la gente. Hemos sido partícipes de todas esas
acciones hasta tal punto que la mayor parte de la población cubana ya nació
en una sociedad que era así, lo tomamos como algo natural, desde el Primero
de Enero hasta el enfrentamiento al período especial, los parlamentos
obreros, las discusiones con los trabajadores, en fin, todas las cosas, que
son numerosos los ejemplos. Algo semejante ocurre con el sistema electoral.

Yo quiero aquí subrayar algunos puntos, porque, realmente, hay cosas del
sistema nuestro que son tan naturales, vivimos con ellas de un modo tan
normal como respirar, que no nos damos cuenta quizás de la importancia que
tienen en término de ese debate, al que yo aludí, de esos antecedentes
históricos.

Repasemos por un momento los elementos principales del sistema electoral
nuestro. En primer lugar, el registro automático universal y público de los
electores. Durante semanas se ponía a que lo viera cualquiera, en todos los
barrios, el registro de electores, para que el que no aparece haga la
gestión y pida que se le agregue a él allí, porque por algún motivo puede
faltar alguien. Para hacer eso no hay que pagar, no hay que hacer ningún
trámite.
En algunos países capitalistas, es también universal y automático, pero no
en todos, les puedo decir que en el caso norteamericano ese es uno de los
pasos más complicados que pueda haber. En primer lugar, hay que averiguar
dónde está la oficina para inscribirse. En segundo lugar, hay que disponer
de tiempo para ir a esa oficina, que trabaja en horas de oficina; hay que
sacarse una fotografía, hay que presentar unos papeles para ver si esa
persona no aparece ya como elector. La excusa parece noble, no inscribir dos
veces a una misma persona como elector. Una vez que se verifica que él no
aparece como elector anteriormente, se le cita para que vuelva en días de
trabajo a presentarse en esa oficina a llenar las planillas, etcétera, con
varios requisitos más. Cada estado establece esos requisitos, para algunos
estados hay que estar viviendo ahí durante los últimos 10 años, por ejemplo,
y entonces mientras usted no llegue al décimo año ni se tome el trabajo de
ir a inscribirse.

Hay diversas regulaciones que, si uno las analiza, todas buscan no abrir,
sino cerrar, estrechar, restringir el número de personas que acceden a lo
que en la democracia representativa es el único derecho, que es el de votar
por alguien para que actúe en su nombre.

sIGUE .-


Primer  Anterior  2 a 5 de 5  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 15/03/2011 15:03


Hay diversas regulaciones que, si uno las analiza, todas buscan no abrir,
sino cerrar, estrechar, restringir el número de personas que acceden a lo
que en la democracia representativa es el único derecho, que es el de votar
por alguien para que actúe en su nombre.

Aquí es automático, a la vez que se arriba a la edad electoral. Es público
para que uno pueda darse cuenta si aparece o no, pero fíjense que también el
darle publicidad tiene otra consecuencia: todos sabemos quiénes son los
posibles electores en cada una de nuestras circunscripciones, no hay nadie
que pueda tener esa información y manipularla. La base del fraude en todas
partes es, en primer lugar, que nadie sabe quiénes son los que tienen que
votar y, a la hora de votar, uno que debía haber votado no pudo hacerlo y
otros que nadie sabe de dónde salieron fueron y depositaron los votos.

La nominación directa de los candidatos, algo en que estamos ahora mismo, es
perfectamente normal, aquí llevamos más de un cuarto de siglo con ese
sistema, pero tiene una importancia tremenda, es uno de los elementos que
enriquecen nuestro sistema representativo. Nosotros tenemos más derecho que
otros a hablar de democracia representativa, porque la nuestra puede
reclamar más legítimamente representatividad, precisamente, por los
elementos de democracia directa que ella contiene, por el esfuerzo que se
hace en el sistema nuestro para acercar al representado a su representante,
y quizás el punto más claro, más obvio, es este: ¿de dónde salen los
candidatos? Salen de la propia gente que decide quién va a ser el candidato,
no es la maquinaria, no es el interés oculto, sino adquiere cada ciudadano
una capacidad adicional, una capacidad de la que carecen en otras partes, de
ser él el que postule, el que haga las propuestas y que sea entre ellos que
se decida quién va a ser el candidato.

Las votaciones, la forma de votar la conocemos. Por supuesto, el voto es
secreto, sabemos en qué forma se hace y funciona nuestro sistema; pero hay
un punto que a veces no lo asumimos con la importancia que tiene: el conteo
de los votos es público, los resultados de la votación que se hace en cada
lugar, el proceso para contar los votos es abierto, cualquiera puede
presenciarlo, y, además, se publican ahí mismo esos resultados.

En todos los sistemas en que el fraude es un componente fundamental se
acabaría el fraude si eso fuera así, si cada persona, cualquiera pudiera
saber los votos que sacó este candidato en tal lado y los que sacó allá y
acullá y eso ya no sería posible manipularlo a nivel de las juntas
electorales.
Yo no conozco otros lugares en que ni el registro electoral sea público ni
que sea público in situ el resultado de cada colegio electoral, que es una
forma de acabar, de eliminar las posibilidades de fraude, de dar seguridad a
la limpieza electoral.

Hay otro aspecto fundamental, por supuesto, que conocemos bien, que es la
ausencia de campañas, la ausencia de competencia electoral entre los
candidatos. Esto quizás sea el punto en que se hace mayor el contraste entre
el sistema nuestro y los demás. En la llamada democracia representativa se
convierte a esa supuesta competencia en el elemento definitorio, esencial.
Realmente no es así; realmente lo que definiría la posibilidad de
intervención del pueblo en el gobierno, o sea, su participación en el
ejercicio del poder, sería sus posibilidades de acceso real para empezar a
ver quién va a ser el candidato y cómo va a actuar después el candidato, que
a eso llegaríamos más tarde.

La competencia está asociada con el comercialismo, con la mercantilización
de la política y se pretende que sustituya a estos conceptos básicos. Pero,
entre otras cosas, es una de las grandes falsedades del mundo contemporáneo.

Digamos, lo que va a haber aquí en octubre, si usamos en un sentido noble el
vocablo, sí es una competencia mucho más real. No hay competencia en el
sentido de que un candidato a delegado no va a hacer nada para calumniar,
para atropellar al otro, pero sí la gente va a elegir, en términos reales,
entre varias personas propuestas por ella misma.

En noviembre serán las elecciones en Estados Unidos, para ponerles un
ejemplo, el más cercano, el del país que pretende imponerse como el modelo.
Hace rato que se habla de esas elecciones, se supone que se va a renovar la
Cámara, son 435 escaños, un tercio del Senado, son unos treinta y tantos
senadores, unos cuantos gobernadores y congresos estaduales; 435
representantes, son 435, aparentemente, elecciones, incluso hay algunas en
que ni siquiera se hacen elecciones. En realidad nadie habla de 435
competencias, hay como 400 que nadie se preocupa en averiguar qué va a
pasar, se sabe quién va a ser la persona que ocupe el escaño, porque no hay
posibilidad real de competencia por diversas razones.

Es llamativo el hecho de que es una regla casi casi inviolable que los que
aspiran a reelegirse, en más de un 90% de los casos, son reelectos. Esto
tiene que ver con una cosa muy sencilla: el que está ocupando el puesto, el
que ya llegó a ese lugar, normalmente es el que tiene el apoyo de los
intereses económicos prevalecientes en ese lugar, y salvo que entre en
crisis con esos intereses, o algún caso especial, algún caso excepcional que
lo pueda poner en crisis, normalmente esa persona es imbatible; en segundo
lugar, los distritos electorales los acuerdan esos mismos políticos, las
distintas asambleas legislativas estaduales y lo van a hacer conforme a sus
intereses.

Es muy interesante ver un mapa electoral norteamericano, nadie piense que es
más o menos siguiendo la naturaleza, o por donde pasa un río, o cualquier
dibujo sencillo; a veces es sumamente complicado para asegurar que están las
zonas que controlo yo, las que controla Risquet, etcétera, según la
correlación de fuerzas.

Hay lugares en que no hay competencia, digamos, hay un candidato demócrata,
pero no hay un republicano. Hay lugares en que sencillamente es ridículo
suponer que se le vaya a ocurrir a alguien aspirar como candidato de un
partido que no tiene absolutamente ninguna base, ningún sustento en ese
distrito, y hay casos en que la competencia se da entre un tipo solo,
consigo mismo. Lincoln Díaz-Balart, por ejemplo, ya fue electo, y estamos en
septiembre; ya lo felicitaron, ya todo el mundo sabe que él es el
representante por ese distrito, que no va a haber candidato demócrata, y la
competencia esa es entre dos partidos que, en lo fundamental, como sabemos,
representan lo mismo, hasta el punto de que ningún demócrata se toma el
trabajo de gastar dinero -porque esto es un problema de capital, es de
inversión-, ¿por qué gastar dinero en la zona que Díaz-Balart domina?

Lo mismo se puede decir de la señora Ros Lehtinen. En el caso de ella, que
es más sutil, sí tiene candidatos en contra: un señor que en la última
elección sacó un voto -se sospecha que es el suyo-, bueno, otra vez aspira a
sacar un voto obviamente para que haya una supuesta capacidad de selección.

Hay varias docenas de distritos electorales en los cuales va un candidato
solo. Ellos que tanto hablan y critican la candidatura unida, o el sistema
nuestro, digamos, en el caso de ellos, el no tener competencia real, es la
quiebra del sistema, porque la base del sistema es que supuestamente hay
facciones contrarias que compiten y el pueblo decide esa competencia. Eso va
a ser así en algunos casos en lo que llaman -incluso es el lenguaje que se
usa- elecciones abiertas; las demás son cerradas. A nadie se le ocurre
pensar que no va a ganar el que domina, el que controla, o el que es el
candidato único.

Yo mencioné a estos dos personajillos, pero si fuéramos a ver, del lado de
gente amiga, de gente noble, ¿a quién se le ocurre que vaya a haber un
republicano conservador que pretenda aspirar por el sur del Bronx contra
José Serrano, por ejemplo? Yo no sé si lo habrá, pero no hay la menor duda
de que Serrano va a ganar con el noventa y pico por ciento de los votos.
Porque hay que buscar con lupa para encontrarse a un conservador entre los
puertorriqueños del sur del Bronx; y lo mismo se pudiera decir de algunos
otros distritos donde es inevitable que gane el que de hecho es un candidato
único.

Hay las llamadas elecciones abiertas, que son los casos en que ya el
ocupante del escaño decidió retirarse, decidió no seguir, el senador
Thurmond, con sus 98 años, ya encontró que era tiempo para retirarse, bueno,
esa es elección abierta; después de estar varias décadas ocupando ese
escaño, lógicamente ahí hay más oportunidad, digamos, para que venga otro a
pretender ocuparlo; o Torricelli, que aspira a reelegirse por su estado de
Nueva Jersey y que lo hubiera hecho sin mayores tropiezos si no fuera porque
está enredado en un gran escándalo de negocios sucios y de haber recibido
dinero indebidamente, sobornos de empresarios, etcétera, etcétera, hay un
gran cuestionamiento a este señor, que estuvo a punto de ir ante los
tribunales, al final lograron negociar para que no pase la cosa al terreno
de los tribunales de justicia; pero, evidentemente, toda esta situación de
escándalo le da una cierta expectativa ahora en esa elección a un candidato
republicano para poder intentar desplazar a este hombre.

Ahora, la ausencia de campañas políticas, de competencia, de elemento
mercantil en nuestro sistema, el papel del dinero, no es verdad que reduzca,
que limite el carácter democrático del mismo, sino que es al revés. El gran
problema de los sistemas llamados democráticos representativos es lograr
incorporar a la gente a lo único que la gente hace, que es votar; a millones
les impiden que se incorporen, por las restricciones para el registro
electoral, a las que aludí antes. A los que pueden ir a votar, que son los
menos pobres, que son los más blancos, que son los que tienen una ubicación
mejor en la sociedad, entre esas personas la mayoría no se siente motivada
porque sabe que esto que estoy diciendo yo aquí es verdad, sabe que
realmente no hay una posibilidad de elección real, saben que no hay grandes
diferencias entre un candidato y el otro y, en consecuencia, les resulta muy
difícil a los políticos atraerlos. Paradójicamente, para lograrlo, gastan
más dinero, más publicidad, más recursos financieros que se vuelcan en el
proceso; pero la gente no es idiota, la gente se da cuenta de que eso
significa más compra del candidato y, por lo tanto, trasladarle el poder
real más a esos que controlan el dinero que al elector en cuestión.

La no profesionalización de nuestros representantes, es decir, el hecho de
que con muy pocas excepciones, el delegado municipal, o provincial, o
diputado, no ejerce esa representación como un trabajo, como un oficio, sino
que va a seguir siendo el vecino de la misma circunscripción, o el profesor,
el obrero, el trabajador, el dirigente, lo que sea, va a seguir desempeñando
las funciones que dentro de la sociedad tenía anteriormente.

Y el principio de revocación y la rendición de cuentas, voy a pasar nada más
que a mencionarlos, porque creo que son bien conocidos por todos ustedes,
pero que son elementos que desde los tiempos clásicos se asociaban con la
posibilidad de un sistema representativo genuino y que el elector puede, en
cualquier momento, tener idea de lo que está haciendo su representante y,
además, puede, en cualquier momento, decidir que no lo siga representando,
si no la representatividad es, obviamente, una falacia.

Yo diría que un elemento fundamental también en nuestro sistema es el que
vendrá después, que está ya comenzando a través de los plenos, de las
organizaciones, etcétera, y que se desatará después de las elecciones de
octubre, que es la participación de la sociedad civil en la nominación de
los candidatos a las instancias provinciales y nacionales. A veces cuando
algún extranjero pregunta sobre el sistema nuestro, la parte que no resulta
tan fácil explicar es esta, cómo es que se postulan, cómo se escogen, cómo
aparecen los candidatos a las asambleas provinciales o a la Asamblea
Nacional. Pero si Usted hace la misma pregunta en cualquier sociedad
moderna, de dónde sale la candidatura de fulano para senador o de mengano
para gobernador, Usted no va a encontrar ni una pizca de transparencia que
supere a la nuestra. Muchas veces es decisión del tipo que decide aspirar a
algo, porque tiene para eso, o tiene el dinero suficiente o cuenta con el
apoyo de los intereses que se lo van a suministrar; sale aparentemente de
una convención partidaria, es la consagración de esa postulación, pero
generalmente son, creo que sin excepción, decisiones de la persona: "yo
aspiro a tal cargo y lanzo mi candidatura". Eso lo puede hacer un loco o lo
hace alguien que tiene detrás el respaldo de grandes medios informativos, de
recursos financieros, etcétera, etcétera.

En el caso nuestro, es un proceso más complejo, pero mucho más
participativo. Cuando uno analiza todo ese proceso ve que son decenas de
miles los nombres que se procesan a través de las organizaciones sociales
que, en última instancia, son representativas del conjunto social cubano, y
algo muy importante: esas candidaturas tienen que ser aprobadas, electas
como candidatos por las asambleas municipales que están integradas por esos
delegados que el pueblo nominó directamente y entre los cuales eligió
después. Por lo menos en la asamblea por la cual yo soy candidato -y veo
aquí un compañero de ese municipio- y en todas las elecciones he visto
discusión de las candidaturas y modificación de las candidaturas. Es real,
no ocurrirá siempre así, no será en todos los casos; pero por lo menos a mí
me consta haber sido testigo de discusiones siempre y de propuestas y de
contrapropuestas, ¿de quiénes?, de ciudadanos que están allí porque algún
vecino lo propuso y sus vecinos lo eligieron como candidato para que después
integrase, si ganaba la elección, esa asamblea municipal.

No tiene comparación con la forma de composición y de operación de los
mecanismos, de los aparatos partidarios que en el sistema de la llamada
competencia, de cómo surgen, aparecen y llegan a ganar una nominación los
candidatos.

Finalmente, yo señalaría el funcionamiento de las asambleas representativas
nuestras, que una vez surgidos los candidatos y electos con ese nivel de
participación de los electores, el funcionamiento de esos órganos se trata,
se procura que siga reflejando ese mismo espíritu participativo.

Son muchos los ejemplos y no voy a entrar a agotarlos, desde la forma de
operar las comisiones, las audiencias públicas, las reuniones territoriales
de diputados. En el caso de la Asamblea Nacional, los compañeros que son
diputados saben que todos los proyectos de ley y todos los documentos
principales que discutimos, siempre, antes de que lleguen al período
ordinario de sesiones, el que cubren la televisión y los medios de prensa,
el que se conoce, han sido precedidos de muchas reuniones en que han
participado los diputados en los territorios; tenemos que hacerlo en los
territorios, porque no son profesionales, no se trasladan a La Habana a
vivir en la capital y dejan sus funciones en la provincia, sino que está
cada uno en sus provincias.
Ahora, en esas reuniones no solo han participado los diputados, sino otros
elementos de la sociedad que tienen que ver de algún modo o que son
invitados a esas discusiones, con lo cual, si sacamos la cuenta bien, cuando
nosotros aprobamos una ley en la Asamblea Nacional, en la plenaria a lo
mejor le dedicamos al final una sesión; pero si sacamos la cuenta bien y
sumamos el número de horas que les han dedicado los diputados en esas
reuniones previas, no son menos, sino más que las que le dedica cualquier
parlamento burgués a la discusión de una ley, y si sumamos, además, el
número de personas no diputados que participaron en esas reuniones previas,
son mucho más los miembros de la sociedad que han intervenido en el proceso
de conformación de un texto legislativo.

Bastaría referirme a dos ejemplos.

Todo el proceso de discusión de las medidas que se tomaron para enfrentar la
crisis económica, el llamado período especial, los parlamentos obreros, pero
no solo los parlamentos obreros, sino numerosas reuniones en las que todos
hemos participado por nuestro centro de trabajo o por lo que fuera.
Ahora mismo, este mismo año -con muy poca publicidad, pero tengo por lo
menos un cuarto de millón de testigos-, la Ley de Cooperativas Agropecuarias
que se ha discutido en cada CPA y en cada CCS han participado decenas de
miles, aquí tengo algunos compañeros, que recuerde, que participamos cada
uno en alguna, los diputados.

Hay aproximadamente un cuarto de millón de personas, campesinos,
cooperativistas de un tipo o del otro, que han estado en varias reuniones,
porque en las que yo estuve, ellos mismos me contaron las reuniones previas
que ellos tuvieron entre sí, las que tuvo la directiva de la cooperativa, la
que tuvieron con los socios de la cooperativa, los cambios, las propuestas
que examinaron entre ellos.

No hay campesinado en ninguna parte del mundo que tenga esa posibilidad de
opinar, de sentirse parte del proceso de aprobación de una ley que les
concierne, como la que tenemos en nuestro país.

Finalmente quería decir lo siguiente, que me parece que es importante
tomarlo en cuenta a la hora de juzgar nuestro sistema.

Yo diría que tiene dos raíces que son fundamentales, por supuesto, el
carácter socialista de nuestra sociedad. El socialismo, en esa historia por
la que pasé tan rápidamente, desde Grecia para acá, es una ideología y es un
movimiento que surge en algunos países del Occidente, vinculado con ese
despertar democrático, con esa aspiración a abrir la participación en el
gobierno de la sociedad.

Socialismo y democracia han sido siempre sinónimos. Cualquier idea de
contraposición de esos dos conceptos no es nada más que manipulación
burguesa o errores del lado nuestro. Han sido y eran sinónimos.

Gobierno popular y sociedad socialista tienen que ser lógicamente uno y lo
mismo.

El otro elemento que me parece que es importante, es también nuestra propia
historia nacional, nuestras raíces nacionales, porque hablamos de una
revolución socialista que no nos cansamos de decir que es la misma
revolución desde el principio, compañeros, y si uno se fija lo que pasó en
este país en 1868, cuando democracia era mala palabra, cuando en ninguno de
los países democrático-liberales, ni en los más avanzados, en ninguno
llegaba ni al 20% los ciudadanos que tenían acceso al voto, que podían
participar en el gobierno; cuando había que tener plata para tener la
condición de elector, cuando dependía del nivel de ingresos; cuando
dependía, por supuesto, del sexo, cuando dependía de la raza, en este país
se inicia una revolución que comienza dándoles a los que habían sido
esclavos los mismos derechos civiles y políticos. Ese reconocimiento a la
igualdad civil y política, más allá del fin de la esclavitud, más allá de
acabar con esa aborrecible institución, el considerar a todos como iguales
en términos de participación, esa fue una frase de Céspedes en el Decreto
aboliendo la esclavitud, "para que disfruten de todos sus derechos civiles y
políticos en perfecta igualdad". Eso, en ese momento, no existía en ninguna
parte del planeta; pasarían décadas, pasaría, incluso, un siglo, en Estados
Unidos para que se aceptase que el negro podía tener también la posibilidad
de inscribirse como elector; pasaría mucho tiempo para que se fuera abriendo
ese espacio a otras capas sociales.
Y cuando hablamos de las rendiciones de cuentas y uno lee la prensa
republicana que se editó allá en Bayamo, El Cubano Libre, los meses que duró
la república mambisa en Bayamo, ahí ve las noticias del delegado reunido en
el parque con los electores dándoles cuenta de su labor, dándoles cuenta de
lo que estaban haciendo, discutiendo la marcha de la guerra, discutiendo la
abolición de la esclavitud, discutiendo estos temas de la igualdad.

De manera que nosotros, yo diría que tenemos una tradición democrática
radical que está en las raíces mismas de la historia cubana y en las raíces
mismas de nuestro movimiento revolucionario que, por ser realmente
socialista, lógicamente, tiene que expresarse en formas de participación
real.
Finalmente, concluyo con esto: nada de esto, por supuesto, es perfecto y
nadie puede pretender que hemos llegado al final de la historia y que no hay
cosas que perfeccionar, que pulir, que mejorar. Precisamente eso es parte de
nuestra batalla, pero están sentadas las bases, las premisas, y cada día
este pueblo va a ser un pueblo más culto y, por lo tanto, más libre.

Piensen por un momento las consecuencias que tiene todo esto que estamos
haciendo ahora en materia de educación y de cultura. Eso debe conducir a un
pueblo más capaz de ser protagonista real, de intervenir creadoramente en el
gobierno de la sociedad, de perfeccionar estos mecanismos, porque, en última
instancia, estos mecanismos dependen también del hombre y de la mujer, de la
gente. En la medida en que sea un hombre y una mujer más cultos, más
conscientes, y, por lo tanto, más libres, será un sistema que alcanzará
niveles superiores de perfección.


Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 15/03/2011 15:54
Pascual Serrano
142fc496eac1104b24ae30fdcb1cffa1.12757928215Rebelión


"La democracia cubana no se agota en la representación formal, sino que incorpora mecanismos y formas de la democracia directa"




Ricardo Alarcón, de 66 años, es sin duda una de las figuras más lúcidas de la Administración cubana, Quizás el mejor conocedor en Cuba de la política de EEUU. Tras vivir durante más de catorce años en Nueva York, es el presidente de la Asamblea Nacional desde 1993 y el diplomático encargado de los asuntos relacionados con EEUU. En esta extensa, e intensa, entrevista afronta sin evasivas más de veinte preguntas sobre la democracia cubana, las condiciones de vida en la isla, las relaciones con Estados Unidos, la situación internacional o la situación de los cinco cubanos encarcelados en prisiones norteamericanas.

Es evidente la existencia de una ruptura del pueblo cubano entre los del interior y los que residen en Miami, ¿qué posibilidades ve de acercamiento y qué pasos se deberían dar para conseguirlo?

Lo primero es acabar con el embuste que rodea el tema de la emigración cubana a Estados Unidos y comprender que ha sido una de las principales armas empleadas por Washington contra la Revolución para desestabilizarla en lo interno y para distorsionar su imagen en el exterior. Veamos algunos datos que se pueden verificar fácilmente consultando las fuentes oficiales norteamericanas como son el Buró del Censo de Estados Unidos y el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS):

-En la década de 1950 -antes de la Revolución– Cuba ocupaba el segundo lugar en cuanto al número de emigrantes legales en Estados Unidos procedentes del Hemisferio Occidental. El primer lugar, desde luego, correspondía a México.

-Hoy por lo menos siete países están por encima de Cuba. Digo por lo menos porque para saber con exactitud cuantos son los emigrantes habría que contar a los llamados indocumentados que son varios millones y ninguno es cubano. Indocumentados cubanos había allá, y muchos, antes del triunfo revolucionario. Por algo la Ley de Ajuste cubano –concebida para privilegiar a los batistianos y para convertir la emigración en un arma desestabilizadora- repite varias veces que ella sólo se aplica a los cubanos que hubiesen llegado allá "el día primero de enero de 1959 o después". Esa frase aparece en cada párrafo de ese engendro legislativo.

-Es bien conocida la política de admitir automáticamente a cualquier cubano que pise el territorio norteamericano aunque vaya sin documentos y emplee la violencia, algo inadmisible allá según sus leyes migratorias. ¿Tiene usted imaginación suficiente para calcular cuántos latinoamericanos habría allá si Estados Unidos les abriera las puertas y aprobase para sus países una legislación como la Ley de Ajuste que sólo existe para Cuba?

-La retórica de la mafia miamense se ha pasado años hablando de "millones" de cubanos que han "escapado" de Cuba para establecerse allá. La verdad –según el último censo- es que no llegan al millón –incluyendo a sus descendientes y a los que llegaron antes del 59, que no eran pocos- y que la inmensa mayoría de ellos viajó en un cómodo vuelo de cincuenta minutos.

-Miami es la ciudad de donde más vuelos, cinco o seis diarios según la época, vienen a varias ciudades cubanas. Son vuelos repletos pese a que Estados Unidos sólo permite que transporten a cubanoamericanos. ¿Cuántas veces van a pasear a sus países de origen los millones de inmigrantes latinoamericanos que apenas sobreviven en Estados Unidos o Canadá o Europa? ¿Conoce usted algún indocumentado que salga del norte para pasar una temporada con su familia y regresar al país donde vive en la ilegalidad? ¿Cuál ruptura es más profunda y definitiva?

En cuanto a los cubanos, los pasos que hay que dar serían despolitizar el tema, desmanipularlo, que Washington ponga fin a las restricciones discriminatorias que les imponen como la de prohibirles viajar a Cuba más de una vez al año y otras arbitrarias limitaciones a las relaciones con sus familiares en Cuba, que no se aplican a nadie más en Estados Unidos.

Pero no debemos olvidar a los que no son cubanos. Debemos reclamar el fin de la persecución, y la explotación y la discriminación de nuestros hermanos y hermanas de América Latina que allá reclaman sus derechos a una vida digna. Un buen primer paso pudiera ser una Ley de Ajuste que los beneficiara a todos ellos, que legalizara su status y que además les asegure la posibilidad de recibir allá a sus familiares.

No parece que corran malos vientos para Cuba con los actuales gobiernos latinoamericanos. Las relaciones son buenas con Hugo Chávez, Kichner, Lula, etc... ¿En qué puede afectar todo ello al futuro de Cuba?

Lo importante es comprobar como el neoliberalismo está entrando en una crisis irreversible en todo el continente. El movimiento popular está en ascenso y ha alcanzado victorias importantes. Se desarrollará en cada país según sus propias características sin seguir patrón o modelo alguno y avanzarán las posibilidades de cooperación entre nuestros países.

Cuba jugó durante la guerra fría un papel importante con su apoyo a movimientos armados de liberación. Algunos de esos movimientos continúan hoy día, es el caso de las FARC y el ELN de Colombia, otros menos implantados en Perú y alguno de nuevo cuño como el EZLN en México. ¿Cuál es la posición oficial de Cuba hoy respecto a esos movimientos?

Los cubanos que tanto hemos tenido que luchar contra la injerencia extranjera seremos siempre reacios a opinar sobre situaciones ajenas. A cada etapa histórica y a cada país corresponden diferentes concepciones estratégicas. En el caso de Colombia, por interés tanto del gobierno como de las FARC y el ELN, hemos tratado, junto con otros países, de contribuir a alcanzar la paz.

Vayamos a EEUU. Durante todo el periodo de la revolución cubana, ningún presidente norteamericano ha intentado normalizar las relaciones con La Habana ni poner fin al bloqueo. ¿Cómo se explica eso?

Ya en 1870 el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, había advertido que "apoderarse de Cuba" era "el secreto" de la política norteamericana. José Martí dedicó buena parte de su vida a desenmascarar ese "secreto". La intervención militar en 1898 colocó a los norteamericanos en el lugar que antes había ocupado España y Cuba fue hasta 1959, de hecho, un protectorado amenazado incluso con el riesgo de la anexión. El primero de enero de ese año alcanzamos finalmente nuestra independencia. Ese mismo día se inició la política agresiva que, en esencia, han seguido todos los gobernantes de un país cuya oligarquía se creía dueña de esta isla. Hoy pueden leerse algunos documentos desclasificados que arrojan mucha luz sobre el origen del enfrentamiento a la Revolución ("Foreing relations of the United States, 1958-1960, Volume VI, Cuba", Department of State, Washington, 1991), centenares de páginas reseñan –con discreción, para proteger sus fuentes- lo que la administración Eisenhower hizo a lo largo de 1958 para sostener a Batista e "impedir la victoria de Castro": quien no conozca esta historia se sorprenderá al comprobar que en vísperas de la Navidad y hasta las últimas horas de aquel año fuimos el aguafiestas que obligó al Presidente y a sus principales colaboradores a dedicarnos largas y angustiosas horas cuando nadie más trabajaba. ¿Cómo explicarlo? Para ellos Estados Unidos estaba perdiendo algo que era suyo. El primer paso para intentar normalizar las relaciones es muy sencillo: reconocer que Cuba no es parte de los Estados Unidos ni le pertenece y eso es algo que todavía no han descubierto muchos políticos de ese país que, como se sabe, no suelen ser muy duchos ni en historia ni en geografía.

Cuba se enorgullece de sus sólidas organizaciones de jóvenes, de trabajadores, de gremios, de estudiantes, de artistas. ¿Pero de qué manera participan en la política de Cuba y son escuchados por el gobierno?

Esas organizaciones y otras –como las de campesinos, o profesionales o barriales- tienen una participación vital, orgánica, en la dirección de la sociedad. A ellas corresponde proponer los candidatos a diputados nacionales y delegados provinciales. llas no son solo escuchadas sino que intervienen directamente en la toma de decisiones. Entre otros ejemplos que pudiera citar: la Ley del Sistema Tributario antes de su presentación a la Asamblea Nacional fue objeto de un amplio examen en los sindicatos de trabajadores que produjo importantes modificaciones al texto original; la Ley de Cooperativas Agropecuarias, iniciativa presentada por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, fue discutida por centenares de miles de asociados en todas las cooperativas y de esa discusión surgió la versión final del proyecto que consideró y aprobó la Asamblea. Pero el mejor ejemplo lo constituyen lo que llamamos los "parlamentos obreros" en los que participó toda la sociedad cubana para reflexionar a fondo y sin tapujos sobre los problemas generales y concretos de nuestra economía en los peores momentos de la crisis (1993) experiencia que hemos estado aplicando como norma en la conducta legislativa. Llama la atención que mientras en Cuba, -en una situación crítica y cuando se intensificaba el asedio externo (leyes Torricelli, Helms-Burton y otras medidas agresivas)- se ampliaba y profundizaba la democracia la tendencia en el mundo occidental iba en dirección contraria. Aquí practicamos lo que Kelsen definía como "parlamentarización de la sociedad" cuando en otras partes se adoptan medidas que afectan radicalmente a todo la gente sin cumplir siquiera los rituales de la democracia formal y a veces conspirando en secreto contra los pueblos: el Acuerdo Multilateral de Inversiones y el ALCA y las negociaciones de "libre comercio" son apenas ejemplos de hasta donde ha podido llegar "la ficción de la representación en la democracia representativa" para aludir nuevamente al profesor austriaco.

Cuba también es acusada de falta de libertad de expresión, ¿cuál es el panorama de medios de comunicación en Cuba?. ¿Está restringido el acceso a internet de los cubanos?

En cuanto a libertad de expresión acabo de poner ejemplos bien concretos que establecen la diferencia radical entre los cubanos que no sólo se expresan sino que deciden sobre sus problemas fundamentales y quienes "disfrutan" bajo el neoliberalismo lo que alguien tan insospechado como Thomas L. Friedman describe como el "temor al cambio rápido procedente de un enemigo que no puedes ver, tocar o sentir… que tu empleo, comunidad o lugar de trabajo puede ser cambiado en cualquier momento por fuerzas económicas y tecnológicas anónimas". Esto que Friedman llama "la ansiedad definitoria de la globalización" es una insuperable prueba de ausencia de democracia. ¿A que se reduce en esas condiciones la "libertad de expresión"?

Sobre los medios de comunicación en Cuba habría que hablar largamente. Sus deficiencias se las he señalado directamente en más de una ocasión a los periodistas cubanos. Han avanzado en el desarrollo de varios medios digitales notables.

Respecto al acceso a Internet le recomiendo un excelente estudio del profesor cubanoamericano Nelson P. Valdés sobre la batalla que Cuba también en este terreno ha tenido que librar frente a las restricciones norteamericanas. Se amplia el acceso y aumentan los usuarios no con un sentido elitista sino democrático y participativo, multiplicando los clubes y centros donde además los interesados aprenden a usar este medio. Todos los escolares cubanos desde los primeros grados estudian computación y todas las escuelas, hasta el aula más humilde del último rincón del país, tienen computadoras.

Las Naciones Unidas, y en especial el Consejo de Seguridad, han sido duramente criticadas por su tibieza a la hora de enfrentar la invasión de Iraq. ¿Cuál es su valoración del funcionamiento de las Naciones Unidas y qué posibles reformas consideran que son necesarias?

La primera víctima de la llamada "guerra contra el terrorismo" fue la ONU. Desde mucho antes los países del Tercer Mundo reclamaban su democratización. Esa exigencia es aun más urgente y necesaria ahora y se puede resumir en la eliminación del veto en el Consejo de Seguridad, en poner fin a la extralimitación en sus funciones que ese órgano se ha arrogado y en que la Asamblea General asuma cabalmente sus responsabilidades según la Carta, entre ellas la fiscalización y control que debe ejercer sobre el Consejo de Seguridad y los demás órganos de las Naciones Unidas. Habrá que luchar muy duro para conseguir estos cambios indispensables. Obviamente quienes tienen el privilegio del veto no renunciarán a él graciosamente. Pero sí está en el reino de lo posible el fortalecimiento del papel de la Asamblea General porque en ella todos tenemos voz y voto y nadie puede vetar sus decisiones.

A pesar de seguir denominándose comunista, es indiscutible que China ha encaminado una política económica muy diferente de la cubana, ¿cuál es su opinión sobre el sistema político y económico chino?

Los chinos tienen su propio sistema político y económico que conforman su socialismo. La Revolución china ha alcanzado éxitos admirables. Baste recordar las famosas hambrunas y la miseria y el atraso que azotaron a su pueblo en un pasado no tan distante y el incesante progreso que han logrado en todos los terrenos en un plazo históricamente muy breve. Desde luego que las políticas económicas tienen diferencias y es natural que así sea –no creo en un modelo socialista único- pero nuestras relaciones políticas y económicas son excelentes.

La revista Forbes afirma que el presidente cubano Fidel Castro tiene una fortuna personal de 110 millones de dólares, ¿qué opina de eso?

Que es una porquería igual que la revista. La propia revista en su página web reconoce que no tiene ni idea de la fortuna de Fidel Castro y que con ese dato se han limitado a imputarle al presidente como fortuna personal un porcentaje del PIB de Cuba. Creo que es un ejemplo muy elocuente sobre los métodos de intoxicación informativa de EEUU en lo referente al presidente cubano y a Cuba.

¿Me podría decir cuál es el sueldo de un ministro cubano?

Cuatrocientos cincuenta (450) pesos.

¿Dígame alguna discrepancia suya con Fidel Castro?

Ninguna si la pregunta se refiere a cuestiones de principio.

Pero déjeme decirle algo que conocen muy bien quienes lo han tratado: conversador infatigable, Fidel busca con avidez datos opiniones y criterios ajenos que compara con los suyos en intercambios cuya fluidez y naturalidad se salen de lo común. No olvide que hablamos de alguien que no abunda: un dirigente político culto que no para de trabajar y de aprender y se dedica por entero a lo que hace.

Se le acusa al gobierno cubano de impedir el acceso de los ciudadanos cubanos a determinados servicios o instalaciones del país, reservados sólo a turistas extranjeros. ¿Qué opina de ello?

Se trata de una falsificación destinada a confundir a algunos que no sean cubanos. Afortunadamente en este punto hay muchos testigos que pueden dar fe de lo que voy a decir. Antes de 1959 se le impedía el acceso –por ser pobres o por ser negros- a la mayoría de los cubanos no sólo a servicios e instalaciones sino a la casi totalidad de las playas en todo el país y a algunas zonas exclusivas en la capital y otras ciudades. Fue la Revolución la que erradicó esa vergonzosa discriminación como proclamó Nicolás Guillén en uno de sus más populares poemas.

Nunca antes tantos cubanos humildes, trabajadores, gente de abajo, habían utilizado instalaciones y servicios (específicamente hoteles) que usan también los turistas extranjeros. Estos últimos pagan sus gastos en dólares o euros mientras los cubanos lo hacen en pesos. Cada año lo hacen decenas de miles de cubanos como estímulo por su trabajo seleccionados por sus bases sindicales. Si en lugar de utilizar los espacios disponibles para que de ese modo los disfrute nuestro pueblo se permitiera a aquellos cubanos que reciben dólares del exterior comprar esos servicios como hacen los extranjeros entonces sí estaríamos regresando a la vieja discriminación ya superada que excluía a la mayoría de los cubanos por el dinero y por el color de la piel.

Un tema que tiene preocupado al pueblo cubano y a mucha gente de otros países, es el encarcelamiento de cinco cubano en Estados Unidos acusados de espionaje por el gobierno norteamericano. ¿Qué función desarrollaban estas personas en Estados Unidos?

Luchaban contra el terrorismo. Cumplían una muy delicada y heroica misión: infiltrarse en los grupos terroristas de Miami para obtener información sobre sus planes y así ayudar a Cuba a prevenir sus crímenes. Sus acusadores –la Fiscalía del sur de la Florida- reconocieron, por escrito, que esa era su misión. La misma fiscalía, por escrito y verbalmente ante el Tribunal, trató de evitar durante el juicio que se presentasen testimonios o pruebas sobre las actividades terroristas que ellos enfrentaron y amenazó a varios testigos si revelaban datos sobre esas actividades.

Incluso el Tribunal impuso una sanción adicional que dice literalmente: "se le prohíbe al acusado visitar los lugares donde se sabe que están o frecuentan individuos o grupos terroristas". Es tan vital para ese gobierno proteger a sus terroristas que se tomó el trabajo de "incapacitar" a alguien que se supone estará encerrado en una prisión de máxima seguridad por el resto de su vida y diez años más.

Lo del "espionaje" es un ejemplo de los vicios de este proceso y de la manipulación mediática. De "espías" los acusó lo que en Miami llaman prensa, donde llovían declaraciones en ese sentido de individuos con extenso historial terrorista que se pasean por las calles de esa ciudad. Los fiscales fueron aun más lejos y los acusaron nada menos que de tratar de "destruir a los Estados Unidos" y los compararon con los atacantes de Pearl Harbour.

Sin embargo el Pentágono dijo en una nota oficial que ellos nunca habían amenazado la seguridad de Estados Unidos y numerosos testigos –generales y almirantes en retiro e incluso altos oficiales que participaron como expertos del gobierno- declararon bajo juramento, durante el juicio, que no había habido nada de espionaje.

¿Qué irregularidades encuentran ustedes en el proceso judicial a los cinco cubanos?, ¿en que situación procesal están en estos momentos?

La lista de irregularidades sería muy larga. Trataré de resumirla al máximo:

-Se les negó, algo que se concede a cualquier acusado cada día, el derecho a que el juicio se efectuase fuera del ambiente prejuiciado y sumamente hostil de Miami. No se accedió a la petición de la defensa de celebrarlo en Fort Landerdele apenas a media hora de distancia y dentro del mismo distrito sur de la Florida.

-Manipulación de las evidencias y severa restricción del acceso a ellas de los abogados defensores quienes todavía hoy reclaman por lo que se calcula sea aproximadamente un 80% de las "pruebas".

-Fueron condenados tres de los compañeros por supuesto espionaje sin presentar una sola prueba y pese al testimonio contrario de los militares y especialistas que antes mencioné. Es difícil encontrar un antecedente de alguien condenado por espía sin que se presentase indicación de algún documento, material o información de carácter secreto que hubiese obtenido o tratado de obtener.

-Uno de ellos fue condenado nada menos que de asesinato con premeditación y alevosía sin prueba alguna por un hecho (el derribo de los aviones que violaron el espacio aéreo cubano el 24 de febrero de 1996) en el cual el no había tenido participación. Para colmo la propia Fiscalía reconoció que no podía probar esa acusación que ello era "un obstáculo insuperable" y pidió modificarla a última hora algo que no le fue concedido. Gerardo sin embargo fue encontrado culpable por el jurado de Miami.

-Violaciones a las normas de tratamiento a los detenidos y reclusos que han sido incontables. Mencionaré sólo que permanecieron en total aislamiento, en solitario, en el llamado "hueco", desde el día que fueron arrestados y durante 17 meses. Ahí fueron enviados otras veces más. La más reciente se extendió por casi un mes precisamente cuando preparaban sus escritos para el Tribunal de Apelaciones y de ese modo se les impidió la comunicación indispensable con sus abogados.

-Conducta ilegal del gobierno. Además de lo que implica lo hasta aquí señalado la Fiscalía actuó de forma maliciosa y prevaricadora respecto a la solicitud de los acusados de que el juicio se efectuase fuera de Miami. En esa ocasión –que coincidía con los disturbios y la violencia alrededor del secuestro de Elián González- la Fiscalía adujo que en Miami podía juzgarse imparcial y objetivamente a unos representantes de la Revolución cubana. Un año después de concluido el juicio contra los cinco la misma Fiscalía argumentó que ahí era "virtualmente imposible" juzgar así algo relacionado con Cuba cuando ella, la Fiscalía, concurrió como acusada en un caso administrativo indirectamente relacionado con nuestro país.

El caso está ahora ante la Corte de Apelaciones del Onceno Distrito con sede en Atlanta a la que las partes ya presentaron los escritos requeridos. La defensa ha solicitado una vista oral ante esa Corte que la fiscalía considera innecesaria.

Desde el punto de vista de la batalla legal todo está en manos de la Corte de Atlanta. Se espera que ella se pronuncie el próximo año.
.......................

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: residente Enviado: 15/03/2011 18:03
Mas tonterías

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 16/03/2011 05:10

Himno Nacional De Cuba - COMPLETO

Puntuación de 4,6 de un máximo de 5,0

- 3 min - 21 Ene 2008 - Subido por latinanovelera

...con imágenes de mi bella y adorada bandera [Himno completo y al final solo la parte que es cantada.] Al combate corred, bayameses, que la ...
www.youtube


Primer  Anterior  2 a 5 de 5  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados