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General: los señores de las sombras
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: albi  (Mensaje original) Enviado: 23/03/2011 13:56
jul 302007

Hoy publicamos en exclusiva el primer extracto del capitulo de África de mi nuevo libro que saldrá a la calle 4 de octubre, 2007.

 

¡Un momento, por favor! Me estaba acercando a uno de los momentos más cruciales de la investigación, aquél en que el investigador identifica al sospechoso, y toda la compleja trama rodeada de humo y espejos, trampillas y juegos de manos empieza a desmoronarse. Podía notar esa excitación que me resultaba familiar. Todos estos meses de ardua investigación estaban empezando finalmente a compensar.

Releí la cita. Africa Research Bulletin, una revista económica muy influyente, señalaba que [1] los rebeldes del SPLA son responsables de la «nueva y fuerte oposición militar de los rebeldes»; [2] el conflicto al sur de Sudán es una «guerra por petróleo»; [3] el SPLA emprendió una importante ofensiva; [4] la «guerra por petróleo ha empezado, pasando muy inadvertida» y la ofensiva rebelde «pasó desapercibida» hasta que el gobierno sudanés ejerció represalias. Sin embargo, la frase más estremecedora estaba al final del párrafo: antes de que el Programa Mundial de Alimentos (WPF) entregue la ayuda humanitaria, primero debe pedir permiso al gobierno de Sudán. Cuando el WPF proporciona las coordenadas geográficas donde se van a realizar las «entregas humanitarias», el gobierno de Sudán puede determinar la ubicación de los asentamientos al sur de Sudán y bombardear los lugares donde se realizan misiones de «ayuda humanitaria». Ésta era una afirmación importante de una fuente occidental fiable, una prueba escrita que demostraba claramente la relación entre las misiones de «ayuda humanitaria» como la famosa Operación Supervivencia en Sudán (OSS) y la guerra que provoca.

¡En realidad, los seguidores de «Salvemos Darfur» colaboraban codo con codo con las empresas petrolíferas y con el gobierno estadounidense! Debo decir en su defensa que la mayoría de los activistas que participaron en la campaña lo hacían absolutamente convencidos de que estaban haciendo lo correcto. «Ojalá dejaran de escuchar a la propaganda de los medios de comunicación corporativos», pensé para mis adentros. Conforme aumentaba la bella lógica de la investigación, se dejaba ver la fea realidad. 

Roger Winter, Susan Rice, el Comité Estadounidense para los Refugiados, que forma parte del Departamento de Estado estadounidense, y la USAID estaban detrás de las acusaciones de genocidio de «¡Salvemos Darfur!», así como de las evaluaciones que se llevaron a cabo para consolidarlas como una verdad indiscutible y probada. Además, sin duda, la Operación Supervivencia en Sudán de ayuda «humanitaria» abastecía de alimentos y medicinas en beneficio de una facción involucrada en una guerra brutal de objetivos civiles, y los civiles eran el objetivo, eran manipulados o eran utilizados por todos los combatientes. Dos prestigiosos organismos de control noruegos han dado fe públicamente de ello: «El SPLA usaba sin lugar a dudas los pueblos del sur de Sudán como escudos humanos», afirma el periodista Michael Maren, autor de Road To Hell. («Camino al infierno»). Maren añade lo siguiente: «Todos esos grupos de ayuda de Operación Supervivencia en Sudán (fue la mayor operación humanitaria de la historia) estaban fundamentalmente alimentando una guerra. Estaba convencido de que si se quitaba toda esa ayuda, la guerra se desmoronaría. Un grupo se beneficia siempre de la creación de todos esos campos de refugiados [...]. Estas operaciones de ayuda a gran escala como la de Darfur facilitan la entrada de armas (mantienen abiertas las carreteras a los camiones y aportan recursos que se usan para comprar armas). Si crees que el SPLA es la respuesta a los problemas de Sudán y que la gente no tiene capacidad para defenderse por sí misma, entonces no te sorprenderá que se envíen armas. Y si alimentas a la población, la estás armando.»

Los periodistas realizaban un seguimiento de los acontecimientos. El dinero seguía a las noticias. Y las ONG seguían al dinero.

El timo de la ayuda humanitaria

Las tragedias van bien para el negocio; siempre ha sido así. El gobierno de Estados Unidos impuso sanciones a Sudán, inicialmente en respuesta a los vínculos de Sudán con el terrorismo en 1993, y más tarde, en 1996, se volvieron a aplicar a través del canal más oficial de las Naciones Unidas. No obstante, sin sufrimiento no habría ayuda humanitaria. Y sin ayuda humanitaria no tendrían cabida las operaciones secretas de la red de inteligencia que forman parte de los imperativos occidentales de control geopolítico. En un mundo bastante enrevesado de universos paralelos, los países no africanos se han hecho necesarios para la propia supervivencia de los sudaneses, que no los necesitaban en principio.

En 1998, un Sudán azotado por la guerra y devastado por la sequía fue el objetivo de la Operación Supervivencia en Sudán (OSS). Este programa urgente y transfronterizo era una enorme operación «humanitaria» internacional de miles de millones de dólares que coordinaba a 35 importantes organizaciones de la ONU y de gobiernos exteriores (UNICEF, WFP, OMS, FAO, ACNUR, USAID), organismos no gubernamentales (OXFAM, CARE, CICR, World Vision) y organizaciones religiosas y donantes con el ostensible fin de satisfacer las necesidades humanitarias de las desafectas víctimas de la guerra de Sudán. Más que una gigantesca operación de ayuda, la OSS metió un pie en los extensos yacimientos sin explotar del sur de Sudán, y un sinfín de organismos de «ayuda» se pusieron a competir por un trozo del pastel de miles de millones de dólares anuales, además de que miles y miles de soldados humanitarios de a pie recibieron lucrativos salarios.

Según la página web de las Naciones Unidas, «la Operación Supervivencia en Sudán (OSS) se estableció en abril de 1989. Se trata de un consorcio de dos organismos de la ONU (UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos) y de más de 35 organizaciones no gubernamentales. La OSS actuó en el sur de Sudán después de una devastadora hambruna (consecuencia de la sequía y la guerra civil) y negoció con el gobierno de Sudán y el Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) para ofrecer ayuda humanitaria a todos los civiles necesitados, al margen de donde se encontraran. Aunque la OSS ha salvado vidas y ayudado a miles de personas, le queda aún mucho para cumplir totalmente su objetivo. La falta de precipitaciones y la migración de la población impide que los agricultores puedan cultivar, lo cual imposibilita que la población del sur de Sudán pueda ser autosuficiente».

Aunque la OSS sea una operación «humanitaria», es también una operación militar respaldada por Naciones Unidas con una inmensa infraestructura que se proyecta desde Nairobi, Kenya, hacia el sur de Sudán. Wayne Madsen, periodista y ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, escribe lo siguiente: «Aunque en realidad no son frentes de la CIA, algunas de estas organizaciones de ayuda humanitaria cristianas y de otro tipo han participado en el envío de armas al SPLA en vuelos que transportaban alimentos y medicamentos.»

Cuanto más fea se pone la cosa, más vende. Mientras los estadounidenses recibían su ubicua dosis diaria de imágenes de sufrimiento, desnutrición y cadáveres de niños africanos, se iniciaba a escondidas una brillante campaña de propaganda en las páginas de revistas y periódicos, o se retransmitía a todas las salas de estar de Estados Unidos. The New York Times y The New Yorker estaban engrasando los engranajes de la máquina de las miserias humanas cuando instaron al gobierno estadounidense y a la ONU que «hicieran algo» entre anuncio y anuncio de joyas. La hambruna y el horror, al igual que las joyas caras, se convirtieron en bienes de consumo. Pero cualquiera puede sacar fotografías de africanos enfermos y moribundos, una concentración de miseria que es, sin duda, espeluznante. Tan sólo es necesario estar allí. Te rodea por todas partes. ¿Se ha hecho algo?

Según Human Rights Watch, durante el auge de la hambruna de 1998, la Operación Supervivencia en Sudán aportaba un millón de dólares al día. Sin embargo, en la actualidad, Sudán, Etiopía, Eritrea, el Congo, Ruanda y el resto de los países afortunados por contar con la ayuda humanitaria de países occidentales son casos perdidos que van camino al infierno con ínfimas posibilidades de salir con vida. ¿Cómo es posible que una misión humanitaria de la escala y magnitud de la Operación Supervivencia en Sudán pudiera haber fracasado de un modo tan miserable, después de más de diecisiete años de estar en activo? Además, ¿qué tiene que demostrar Sudán por los más de 6.570 millones de dólares gastados en la Operación Supervivencia en Sudán en este momento? ¿Se trata de un caso de práctica bienintencionada que se tuerce por la corrupción, la avaricia y la falta de atención? ¿O acaso se trata del cruel desmembramiento de otro territorio extranjero, y de su cultura y habitantes, perpetrado clandestinamente a través de organismos de ayuda humanitaria vinculados a un mayor aparato de gobierno?

Sin embargo, lo más interesante es que, al igual que los defensores de la campaña «¡Salvemos Darfur!», junto con la fábrica de publicidad que la acompaña, las crecientes operaciones occidentales de ayuda en Darfur (y ahora en el Chad) y los donantes que colaboran en la Operación Supervivencia en Sudán son en su mayoría organismos angloamericanos y europeos o sus principales socios económicos: Australia, Canadá, Dinamarca, la Comisión Europea, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Italia, Japón, Noruega, Suecia, Suiza, el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID) del Reino Unido y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

¿Hay alguien que esté leyendo esto que dude que difícilmente es una coincidencia?

Primero llegó la «ayuda humanitaria» a través de organizaciones no gubernamentales (ONG) en la década de 1980. Poco después acudieron al rescate las fuerzas armadas estadounidenses impulsadas por su gran corazón, con «objetivos puramente humanitarios». Una vez in situ, se convirtió en una maniobra de «estructuración nacional». Al final se metamorfoseó en la búsqueda de un dictador terrorista.

Fin Primer Segmento "Los Señores de las Sombras"

 
 
http://www.danielestulin.com/2007/07/30/los-senores-de-las-sombras-primer-extracto/


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: albi Enviado: 23/03/2011 13:57
jul 312007

Este nuevo extracto procede del capítulo 4 sobre Alexander Litvinenko, metagrupos, drogas y el terrorismo internacional. 

 

Aquella fuente era una mina de oro. Al acabar, tendría suficiente información para vincular a Far West con Halliburton, la CIA, los militares privados contratistas y, lo más importante, con las drogas.

Según el artículo de Yasenev, «la colaboración de Far West con Meteoric Tactical Solutions comenzó en Angola en 1994” por «iniciativa de Victor Bout», quien estaba involucrado en los envíos de armas de fabricación soviética al grupo insurgente UNITA a cambio de diamantes, como vimos en el capítulo «Victor Bout, el mercader de la muerte». Por aquel entonces, Bout era el principal proveedor de armamento de Osama Bin Laden.

Diligence Iraq LLC, una compañía militar privada, podría describirse como fruto de la CIA y el MI5 británico. De hecho, se trata un servicio de inteligencia privado que sirve a los intereses de grupos industriales-financieros vinculados al partido republicano estadounidenses. De acuerdo a la nota de prensa de Diligence, «La compañía fue fundada por William Webster, el único hombre que ha dirigido tanto la Agencia Central de Inteligencia como la Oficina Federal de Investigación» (FBI). Muchos de sus más altos ejecutivos han sido agentes encubiertos de la CIA especializados en desarticular el terrorismo y la insurgencia.

Uno de los socios de Diligence en el Medio Oriente es New Bridge Strategies. Según el Financial Times, «New Bridge está vinculada con la administración Bush y con la propia familia Bush. Otros socios incluyen a Joe Allbaugh, jefe de campaña presidencial de George W. Bush, y Ed Rogers y Lanny Griffith, antiguos asistentes de George H.W. Bush.»
Joe Allbaugh estuvo también a la cabeza de la Federal Emergency Management Agency (FEMA) a partir del 11 de septiembre, y allí se mantuvo hasta marzo de 2003, el mes en que Estados Unidos invadió Iraq. La FEMA funciona como gobierno paralelo en momentos de emergencia nacional.

Pero en ese complejo e intrincado laberinto de contactos había un camino directo hacia los carteles colombianos de la droga. Y hacia los agentes del servicio secreto que trabajan al margen de la ley y representan a metagrupos internacionales, militares privados contratistas, corporaciones americanas de primera línea y, finalmente, el propio portal de la Casa Blanca, como explicaré más adelante.

De hecho, el vínculo con la Casa Banca es mucho más cercano de lo que la imaginación más desbordante podría suponer. En 2005, Filin y otros dos de los fundadores de la empresa, Anton Surikov y Alexei Likhvintsev, visitaron allí al Presidente Bush.

La relación de Meteoric Tactical Solutions y Diligence LLC con Far West y la cúpula política estadounidense se puede explicar de diversas maneras. Decir que se trata de una coincidencia es una de ellas. Muy otra cosa es la relación de Halliburton con Far West y con el tráfico de estupefacientes. Halliburton era la empresa de Dick Cheney. Cheney es al mismo tiempo el vice presidente de los Estados Unidos y el único accionista mayoritario de la empresa, con unos cuarenta y cinco millones de dólares en acciones.

Kellogg, Brown & Root (KBR), subsidiaria de Halliburton, es una de las piezas más importantes del imperio Bush-Cheney. El éxito de Richard Cheney, colega de Bush, en garantizar a Halliburton un festín de cinco años de contratos federales y préstamos asegurados con el dinero de los contribuyentes por un total de tres mil ochocientos millones de dólares es sólo un indicador parcial de los beneficios que la administración Bush le ha traído a la compañía.
KBR emplea a más de 20.000 personas en unos cien países, y presta servicios que van desde la instalación de plataformas petrolíferas en el mar hasta la perforación de pozos, pasando por el adiestramiento de fuerzas de seguridad y la alimentación y suministro de ejércitos enteros. Después de haber pasado años investigando la relación de las corporaciones americanas con la CIA y sus operaciones encubiertas, yo sabía bien lo que KBR representaba como entidad en sí misma. Allí donde haya petróleo se encuentra KBR. Sin embargo, también allí donde haya guerra o insurrección armada se encuentra cada vez con mayor frecuencia KBR. Desde Bosnia hasta Kosovo y Chechenia, desde Afganistán, Ruanda, Burma, Pakistán, Laos, Vietnam, e Indonesia hasta Irán, Libia, México y Colombia, KBR está allí para suministrar apoyo logístico a la fuerzas armadas estadounidenses. Sería correcto afirmar que hay un vínculo directo entre las instalaciones de Kellogg, Brown & Root, a menudo situadas en zonas remotas y peligrosas, y cada región productora y consumidora de drogas en el mundo. Afganistán y Colombia son las mayores economías productoras de drogas del mundo; se trata también de países altamente militarizados. El negocio de la droga se encuentra protegido, y allí está presente KBR. Por supuesto, su sola presencia no es prueba de nada. Por ahora.

Un vínculo directo entre las drogas y Dick Cheney

Según un informe del Centro para la Integridad Pública de agosto de 2000, titulado «Cheney Led Halliburton to Feast at Federal Trough», KBR obtuvo treinta y ocho mil millones de dólares en contratos federales y préstamos asegurados con el dinero de los contribuyentes. Los préstamos los había otorgado el Banco Export-Import (EXIM) y la Overseas Private Investment Corporation (OPIC). Al buscar información sobre EXIM y OPIC a través de la «CIA Base ©» de Ralph McGehee, un excelente motor de búsqueda de información de primera mano, descubrí que ambas instituciones están repletas de infiltrados de la CIA y con frecuencia proporcionan una fachada, llamada en inglés Non Official Cover (NOC) a sus funcionarios. NOC es un término utilizado en espionaje (particularmente por la CIA) para referirse a agentes o funcionarios que, a manera de tapadera, asumen roles en organizaciones que no tengan vínculos para el gobierno para el cual trabajan.

De uno de esos préstamos asegurados que se hicieron a la corporación bancaria y financiera rusa Alfa Group, 292 millones estaban destinados al pago de los servicios contratados con Brown y Root, es decir, a las reformas de un campo petrolero siberiano perteneciente a la petrolera Russian Tyumen Oil Company. En 1998, el Alfa Group había completado la adquisición del 51% de Tyumen Oil en un concurso al parecer manipulado. Un informe oficial del FSB, agencia gubernamental rusa equivalente al FBI, señalaba que los altos ejecutivos del Alfa Group, los oligarcas Mikhail Fridman y Pyotr Aven «presuntamente estuvieron involucrados en el tráfico de drogas desde el sudeste asiático a Europa a través de Rusia.» Estos mismos ejecutivos, Fridman y Aven, que según se informa traficaban con heroína en un negocio relacionado con la familia Solntsevo de la mafia rusa, habrían sido quienes solicitaron los préstamos al EXIM, préstamos que el lobby político de Halliburton más tarde iba aasegurar. Como resultado, la labor de Brown y Root en los campos petroleros de Alfa Tyumen podría continuar y extenderse. Más tarde, los investigadores rastrearon el dinero sucio de la mafia Solntsevo hasta el banco Menatep, de Khodorkovsky. El director de Diligence LLC, Richard Burt, es miembro del consejo directivo del Alfa Group, que manera las cuentas de las compañías industriales y militares más sensitive de Rusia.

El documento del FSB afirma que, a finales de 1993, a un alto ejecutivo de Alfa se reunió con Gilberto Rodriguez Orejuela, el cerebro financiero detrás del notorio cartel de Cali, ahora en prisión, «para cerrar un sobre la transferencia del dinero al Alfa Bank desde paraísos fiscales como Las Bahamas o Gibraltar. El plan era inyectarlo de nuevo en la economía rusa mediante la compra de acciones en compañías rusas. ¿Otra coincidencia, tal vez?
Pero aún más difícil lo tendrían Cheney y Halliburton para calificar de coincidencia un punto clave en el informe del Centro para la Integridad, según el cual el abogado de Tyunmen en Washington, James C, Langdon, Jr., de la firma Aikin Gump «ayudó a coordinar la obtención de veintidós millones de dólares en fondos para la campaña de George W. Bush, para lo cual contrató a cien abogados y otros profesionales capitalinos del lobby que debían conseguir, cada uno, veinticinco mil dólares para la campaña.

La heroína mencionada en informe del Centro para la Integridad Pública y corroborada por el documento del FSB venía originalmente de Laos. Las audiencias de 1998 en el congreso estadounidense a propósito del informe del Inspector General de la CIA sobre el tráfico de drogas determinaron que Laos había sido durante largo tiempo una base de operaciones para los funcionarios de la administración Bush Richard Armitage y el legendario Ted Shackley, antiguo Director Adjunto de operaciones de la CIA. De Laos, la heroína se trasladaba a través del sudeste asiático hasta el puerto vietnamita de Haiphong, desde donde iba en barco hasta el puerto ruso de Vladivostok, sede de la flota Pacific Fleet rusa, para luego atravesar Siberia en tren y llegar finalmente a Europa, también por tren o en camiones, pasando en el ínterin por las manos de los líderes de la mafia rusa en Chechenia y Azerbaiján, países por cierto muy fértiles en conflictos armados y tráfico de drogas, además de petróleo. Brown y Root opera a todo lo largo de esta ruta. Otra coincidencia.

El antes mencionado Anton Surikov, miembro del consejo de dirección de Far West, inadvertidamente confirmó la relación entre Far West y KBR en una carta dirigida al activista de los recursos humanos Oleg Grechenevsky, Surikov. En ella, Surikov escribía que «cooperamos con los americanos en la esfera del transporte comercial, no sobre de contratos directos entre nuestra empresa [Far West Ltd.] y el gobierno estadounidense, sino a través de una compañía intermediaria fundada a medias entre la empresa y una compañía privada estadounidense, que a su vez interactúa con el gobierno estadounidense».

Sabemos que esta compañía no mencionada es Kellogg, Brown & Root. De modo que las pisadas de Dick Cheney parecen acercarse más al asunto de las drogas de lo que uno podría haber imaginado.

Lo que empezaba a ver claro es que este metagrupo dominante tenía una fachada y una posición de influencia indiscutiblemente occidental. Entre los miembros de la organización se cuentan ex agentes y agentes activos en las Fuerzas Especiales y el servicio secreto así como contratistas militares privados. El vínculo con la droga era también incontestable. Y uno de los miembros clave de la organización era Kellogg, Brown & Root , la subsidiaria de Halliburton. La cara visible de los negocios del grupo, Far West Ltd., tiene obligaciones contractuales con Halliburton en el Cáucaso y con Diligence en Iraq.

Los que faltaba en mi investigación eran los vínculos del metagrupo con organizaciones terroristas como Al Qaeda y la relación de esto a s vez con el gobierno de Estados Unidos.

¿Qué más sabemos de este metagrupo internacional, de su relación con la droga, el lavado de dinero, el petróleo y el terrorismo?

Sabemos que Estados Unidos ha apoyado en el pasado a grupos como los Taliban e indirectamente, por lo tanto, a Al Qaeda. Zbigniew Brzezinski ha admitido el funcionamiento de la organización y mucho más en una entrevista 1998 a una publicación francesa: «No hicimos presión sobre los rusos para que interviniesen, pero deliberadamente aumentamos las posibilidades de que lo hicieran … La operación secreta fue una gran idea, tuvo el efecto de atraer a los rusos hasta la trampa afgana .» Cuando el entrevistador preguntó a Brzezinski si se arrepentía de haber apoyado a los fundamentalistas islámicos y haber dado armamento y asesoría a futuros terroristas, Brzezinski replicó: «¿Qué es más importante para la historia mundial, los Talibán o el colapso del imperio sovietico? Brzezinski luego se explaya sobre el tema en su libro The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives: «De hecho, un resurgimieto islámico –ya instigado desde fuera no sólo por Irán sino también por Arabia Saudita– posiblemente se convertiría en un impulso para el nuevo nacionalismo, cada vez más corriente, determinado a oponerse a cualquier reintegración bajo el dominio ruso y por lo tanto su control infiel.»

Brzezinski sin duda posee una mente enérgica. En su libro, afirma de modo inequívoco que «sin embargo, se vuelve imperativo evitar entretanto el surgimiento de cualquier rival euroasiático [Rusia], capaz de dominar la región y por lo tanto convertirse en un rival para Estados Unidos».

He aquí una clara admisión de que Estados Unidos ha fomentado y estimulado los movimientos rigoristas islámicos más radicales como medio para alcanzar un fin en el Asia Central. Y la utilidad de dichos grupos para ese fin no se agotó con el colapso de la Unión Soviética.

Fin Segundo Extracto Los Señores de las Sombras


Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 23/03/2011 17:21
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Sabemos que Estados Unidos ha apoyado en el pasado a grupos como los Taliban e indirectamente, por lo tanto, a Al Qaeda. Zbigniew Brzezinski ha admitido el funcionamiento de la organización y mucho más en una entrevista 1998 a una publicación francesa: «No hicimos presión sobre los rusos para que interviniesen, pero deliberadamente aumentamos las posibilidades de que lo hicieran … La operación secreta fue una gran idea, tuvo el efecto de atraer a los rusos hasta la trampa afgana .» Cuando el entrevistador preguntó a Brzezinski si se arrepentía de haber apoyado a los fundamentalistas islámicos y haber dado armamento y asesoría a futuros terroristas, Brzezinski replicó: «¿Qué es más importante para la historia mundial, los Talibán o el colapso del imperio sovietico? Brzezinski luego se explaya sobre el tema en su libro The Grand Chessboard: American Primacy and Its Geostrategic Imperatives: «De hecho, un resurgimieto islámico –ya instigado desde fuera no sólo por Irán sino también por Arabia Saudita– posiblemente se convertiría en un impulso para el nuevo nacionalismo, cada vez más corriente, determinado a oponerse a cualquier reintegración bajo el dominio ruso y por lo tanto su control infiel.»


Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: HEREDEROSDEPICHON Enviado: 24/03/2011 09:08
ALBI SOMOS LOS PIPOLL EN EXILIOPOETICO TE HICIMOS EL PANEL AMIGA QUERIDA Y NO LO HAZ ESTRENADO PORFA PASA TAMBIEN AL COMPA RUBEN LO ESTAMOS EPSRENDO YA REGRESAMOS NOSOTROS LUEGO DE NUESTRO TRAJICO ACCIDENTE QUE NOS SACO DEL CIBER X DOS MESES Y AUNQUE EN SILLA DE RUEDAS Y MULETAS REGRESAMOS LOS PICHONES A SEGUIR COMPARTIENDO CON TODOS UDS. NUESTRA GRAN FAMILIA EN GABITO GRUPOS
ABRAZOS Y BESITOS PARA TODOS
HEREDEROSDEPICHON


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