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General: La CIDDHH ordena a Uruguay investigar las desapariciones de la dictadura .
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Respuesta  Mensaje 1 de 6 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 26/03/2011 14:56
 
Agencias

 

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ordenó a Uruguay investigar las desapariciones forzadas durante última dictadura militar (1973-1985), ya que la ley local que lo impide carece de efectos jurídicos, en un fallo relacionado con la desaparición de María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman.

La resolución, con fecha de febrero, sostiene que Uruguay incumplió con la obligación de adecuar su derecho interno a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y exige la investigación de los hechos del presente caso, a fin de esclarecerlos, determinar las correspondientes responsabilidades penales y administrativas y aplicar las consecuentes sanciones que la ley prevea.

Durante la dictadura desaparecieron más de 200 uruguayos, 38 de ellos en su país y 193 secuestrados en otras naciones sudamericanas y muchas veces trasladados en forma clandestina a su país de origen, en una colaboración entre escuadrones de la muerte conocida como Plan Cóndor.

De su parte, el presidente uruguayo, José Mujica, dijo que el video en el que supuestos militares amenazan a jueces y fiscales que investigan crímenes de la dictadura, sólo tiene el objetivo de amedrentarlo.

 
 
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ordena a Uruguay investigar las desapariciones de la dictadura

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 26/03/2011 23:15

Uruguay: Asesinan a testigo clave de crímenes de la dictadura

Posted on 26 diciembre, 2010 | 1 comentario

El crimen sería una retaliación por la valiosa información aportada sobre los enterramientos de desaparecidos durante el régimen  militar.

Prensa Web La Radio del Sur / Agencia

Un ex soldado uruguayo, quien aportó valiosa información sobre cementerios clandestinos de detenidos desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1985), fue hallado muerto y mutilado en aguas del Río Uruguay, informa hoy el diario La República.

Según el matutino uruguayo, el cuerpo de Julio Ruperto Ramírez, de unos 60 años de edad, fue encontrado por la Prefectura Argentina el 21 de diciembre pasado, con la cara y el pecho destrozados, un brazo mutilado y una puñalada en el abdomen.

La investigación para dilucidar el crimen está a cargo del juzgado argentino de Paranacito. La autopsia será realizada el próximo 15 de enero, cuando regrese de la feria judicial el juez que tiene a carga la causa.

Ramírez había aportado datos clave y hasta un croquis del lugar donde estarían enterrados en forma clandestina los cuerpos de varios detenidos desaparecidos, en las instalaciones de los batallones 13 y 14, próximos a Montevideo.

Hacía pocos días, Ramírez se habría reunido con dos conocidos, uno de los cuales se ubica actualmente en la ciudad de Mercedes, y fue citado para declarar sobre el caso de desaparecidos recientemente encontrados en el departamento de Soriano.

Ramírez también prestó servicios como soldado en el Batallón 14 de Toledo, donde hay pistas sobre la existencia de un cementerio clandestino de desaparecidos, llamado “Arlington” y donde próximamente se reanudarán las excavaciones para encontrar cuerpos de desaparecidos.

Según el antropólogo José López Mazz, hay evidencias de movimientos de tierras en el Batallón 14 de Toledo, que delatarían la existencia de la denominada “operación Zanahoria”. Allí se hallaron restos óseos que están siendo analizados.

Según fuentes no identificadas por el diario, el ex soldado habría sido asesinado por militares argentinos alertados por sus colegas uruguayos sobre sus testimonios de entierros clandestinos de prisioneros durante el régimen militar.

Organizaciones de derechos humanos estiman que durante la dictadura en Uruguay se reportaron al menos 200 desapariciones, 30 ejecuciones sumarias, 26 muertes en la calle, 31 por tortura y 10 “suicidios” en prisión.


Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: Marthola Enviado: 27/03/2011 03:11
Uruguay: Por Verdad Y Justicia

Por Veronika Engler*

Walter Engler, ex preso político de la dictadura uruguaya, exiliado político y médico psiquiatra, siempre actuó de forma solidaria y consecuente en nuestro país y en Suecia, lugar donde reside. Hoy padece una enfermedad muy seria que limita su capacidad física, pero no mental. Chody (como le decimos quienes estamos cerca de él) es además de ser mi tío, un hombre al que respeto, quiero y admiro, al igual que lo hacen much@s compañer@s que conocen su recorrido.

Muchas veces en nuestra ciudad natal, Paysandú, me encontré con gente que atesora un sinfín de anécdotas y un caluroso recuerdo de su niñez y juventud, y después de que salió de la cárcel, de su desempeño como médico y su actitud siempre correcta y solidaria. Sus compañeros de reclusión también lo recuerdan con mucho cariño y respeto. Hoy me envió un mail donde vierte su opinión sobre lo que está pasando en nuestro país con el tema de los militares y la ley de caducidad, lo que dice en dicho mail es importante, por lo tanto quiero compartirla con ustedes, sumar su voz a la de quienes pedimos Verdad y Justicia e invitandolos a todos a sumarse a este reclamo.


Por Verdad y Justicia

Querida Verónika: Si, estoy de vuelta en casa y un poco mejor porque me aumentaron la cantidad de oxígeno de 2 a 3 lts/min lo cual hace que me sienta menos cansado y pueda estar un poco más activo. Por lo demás los colegas del hospital Académico de Uppsala tienen poco y nada para ofrecerme en cuanto al tratamiento de mi fibrosis pulmonar.

En estos días pasados he recibido un par de cartas tuyas con temas de la llamada "ley de Caducidad..." y sobre el proyecto que aparentemente Mujica tiene de promulgar una ley otorgando a los jueces la posibilidad de ordenar prisión domiciliaria o aún de liberar a presos mayores de 70 años que aparentemente incluiría hasta a los poquísimos violadores de los DDHH que están presos en nuestro país.

Aquí paso a darte mi opinión al respecto: Como ex preso considero que puedo ser generoso y que no tengo porque presentar cuentas por haber sido torturado, haber sido juzgado por jueces militares que no tenían competencia para condenarme, por haber tenido que pasar muchos años preso en condiciones duras y prácticamente aislado del mundo exterior a causa de mi participación en el movimiento tupamaro y finalmente por haber tenido que optar por el camino del exilio. Como Mujica estoy totalmente dispuesto a perdonar todo el mal que los militares me hicieron Todo sea para favorecer la reconciliación entre los uruguayos.

Pero como ciudadano uruguayo y también sueco y sintiéndome todavía comprometido con las metas que tengan que ver con el desarrollo y el bienestar general de toda la humanidad no puedo ni aceptar ni apoyar que se atenúe de modo alguno la condena de quienes amparados en el poderío del aparato estatal cometieron horribles crímenes de lesa humanidad.

Y que además no han contribuido en lo más mínimo para que esos crímenes sean investigados. Para esos crímenes no puede haber olvido ni perdón en ninguna circunstancia.

Quienes violaron a las detenidas, quienes les robaron los hijos a las mujeres que dieron a luz en la cárcel, quienes asesinaron impunemente a detenidos, quienes hicieron "desaparecer" a a tantas personas deben ser juzgados de acuerdo con el principio de que todos somos iguales ante la ley y responsables de los delitos que hayamos podido cometer.

Yo no quiero ninguna venganza. Nadie debe ser sometido a la "picana" o al "submarino" o al "teléfono" ni a ningun otro de los métodos que nuestros captores usaban en sus "hábiles interrogatorios". No; lo que quiero es de que los sospechosos sean sometidos a juicio con las máximas garantías que brinda la ley y que si deben cumplir una condena de reclusión puedan hacerlo en una cárcel decente como tienen los presos militares y no que se los confine en pozos o aljibes como ellos solían usar para recluir alguno de nuestros combatientes.

Una vez que los culpables hayan sido condenados podrá finalmente desaparecer esa "mochila" de la cual las Fuerzas Armadas dicen querer desprenderse. No quiero venganza, sólo justicia. Y quiero recordar de que el fenómeno de la dictadura en Uruguay no fué ni es un asunto entre los Tupamaros y las Fuerzas Armadas. La dictadura sumió a toda la sociedad uruguaya en un régimen de terror espantoso que no puede volver a repetirse.

La ley de "Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado" fué redactada en un momento muy especial de la historia del país. Pero hoy contradice una serie de acuerdos internacionales que Uruguay ha firmado y que se dirigen precisamente a evitar que se cometan delitos tan execrables como los cometidos durante la dictadura.

Muy pronto el estado uruguayo tendrá que "allanarse" ante un tribunal internacional y reconocer que la ley es un engendro indefendible.

El gran peligro es que la ley pueda ser "derogada" lo que impedirá cualquier investigación en el futuro y asegurará definitivamente la impunidad de los criminales.

Esa ley deberá por lo tanto "eliminarse" y no derogarse. Pero como siempre hay profesores de abogacía, aún de izquierda que ya sostienen que eso es imposible.

Lo peor que podría pasar es que blancos, colorados y algunos sectores de el Frente se unieran en una mayoría transitoria para "derogar" la ley.

Astori por ejemplo hizo declaraciones en Argentina donde sostuvo que "todos los torturadores estaban presos en Uruguay" y todos conocemos las estrechas relaciones que alguno de nuestros legisladores tienen con ciertas organizaciones del ejercito como la llamada "Logia de Tenientes de Artigas"

Mi opinión es que los plazos urgen y que habría que concentrar todos los esfuerzos militantes para lograr un acción de mucha envergadura contra la posibilidad de que la ley sea derogada. Porque en ese caso sería mejor que quedara como está. La Suprema Corte de Justicia ha llegado a la conclusión de que la ley es inconstitucional o sea que en el momento no significa ninguna defensa para los criminales, basta con que el fiscal esgrima el argumento de inconstitucionalidad.

Para lograr una manifestación popular lo más grande posible habrá que movilizar abogados, periodistas, personalidades de la cultura, el PIT-CNT que ya se ha manifestado etc, etc.

Pero más que nada usar todo el poder de la electrónica para activar las redes frenteamplistas que jugaron un papel tan importante en las pasadas elecciones y lograr un apoyo masivo para la campaña.

Todo esto debería ponerse en marcha antes de que la militancia empiece con el desgastador proceso de las elecciones municipales.

Bueno y por hoy se me ha terminado la energía que se me ha disminuido mucho a causa de la enfermedad. Si puedo te escribiré más adelante algo que tiene que ver con otros aspectos políticos ,pero ello dependerá de como me sienta.

Me despido con un abrazo muy, muy fuerte y con todo mi cariño de hoy y de siempre.

Chody

PD: Podés usar esta carta para lo que quieras si pensás que puede llegar a servir de algo.


* Verónika Engler, periodista, es hija del científico y ex preso político Henry Engler y esposa de Jorge Zabalza, ex dirigente histórico del MLN-Tupamaros


Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: Marthola Enviado: 27/03/2011 03:15

Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: Marthola Enviado: 27/03/2011 03:17
¡¡¡Volvieron por más!!!

Ayer en la plaza Libertad, lugar emblemático del centro de nuestra ciudad, se vio invadida por rostros jóvenes. Ellos por primera vez habían sufrido la primera derrota del voto rosado contra la maldita ley de impunidad. Ley  que mantiene, a los genocidas, del último golpe de Estado en Uruguay sin severa justicia por los crímenes cometidos.

No se resignaron a las trampas que nos imponen desde el poder político, desde hace mucho tiempo. Se reagruparon, debatieron, buscaron nuevos espacios de expresión y conformaron un gran sitio entre muchas organizaciones que mantienen la lucha contra el olvido. Desde muy temprano, se los vio, creando carteles, pintada de banderines rosados con mucha alegría.

Apenas pasadas las 19 horas se encolumnó la Marcha con la cuerda de tambores atrás de un gran cartel: -Todas y Todos contra la impunidad-

Para nuestra generación que vivimos aquellos años de Terrorismo de Estado, fue muy conmovedor y nos llenamos de inmensa esperanza.

 ¡El recambio llegó para quedarse!

 ¡Ahora sabemos con certeza que no habrá olvido, que la Memoria se sembró a lo largo y ancho del Uruguay!

¡Arriba gurises! Por Todas y Todos nuestros compañeros Asesinados y Desaparecidos.

Por Verdad y Justicia!

 

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Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 27/03/2011 13:21
  Victoria Ginzberg
Página 12
 
 
 
Después de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableciera que Uruguay debe investigar y juzgar a los responsables del crimen de su madre y de la sustitución de su identidad, la joven espera que el Congreso deje sin efecto la Ley de Caducidad.

Macarena Gelman está satisfecha y serena. Es lo que transmite su voz durante la conversación telefónica con Página/12. El jueves, la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que Uruguay debe dejar sin efecto la Ley de Caducidad, norma que impide el juzgamiento a los represores de ese país. La decisión se tomó en una demanda presentada por la joven y su abuelo, el poeta Juan Gelman, con el objetivo de lograr que en Montevideo se investigue y condene a los responsables del asesinato de María Claudia García Iruretagoyena y la sustracción de su hija, Macarena, que vivió durante 26 años sin saber cuál era su verdadera identidad. El fallo del tribunal internacional debería ser la herramienta que permita terminar con la impunidad en Uruguay. “Justicia obtendremos cuando la sentencia se cumpla”, señala Macarena al analizar un hecho que tiene a la vez una dimensión social e institucional y otra íntima y personal, porque habla de su historia y los crímenes de los que ella y sus padres fueron víctimas.

Macarena supo de la decisión de la Corte IDH en Buenos Aires. Había viajado para participar de la inauguración del Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos Fernando Ulloa, que se realizó el 24 de marzo. Pero prefirió llegar a Montevideo para analizar el fallo. En el último tiempo, se encuentra a menudo entre una orilla y la otra, porque viene a seguir las audiencias de dos juicios que tienen a ella y a su familia como protagonistas: el de los crímenes cometidos en el centro clandestino Automotores Orletti, sede del Plan Cóndor y el del plan sistemático de apropiación de menores. Sus padres, Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena, fueron secuestrados en agosto de 1976 en Buenos Aires. El fue asesinado. Su cuerpo fue recuperado por el equipo Argentino de Antropología Forense en 1989. Ella, que estaba embarazada, fue llevada al Servicio de Información de Defensa, en Montevideo, y dio a luz en el Hospital Militar de esa ciudad. Hasta hoy sigue desaparecida. Macarena fue hallada en el año 2000 gracias a una investigación encabezada por su abuelo. Desde ese momento han batallado juntos para saber qué pasó con el cuerpo de María Claudia y condenar a los culpables.

El fallo de la Corte IDH estableció que la Ley de Caducidad uruguaya es incompatible con la Convención Americana de Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. También estipuló una reparación económica –a la que el poeta renunció y que la joven donará a una fundación que ayuda a niños en situación de vulnerabilidad– y convocó al estado uruguayo a realizar un acto de disculpas públicas, a instalar una placa en el SID y a abrir los archivos de la represión.

“Mi balance es muy positivo. Este es un proceso que lleva casi cinco años. Era una sentencia muy esperada y si bien teníamos una noción de que pudiera salir para esta fecha, no teníamos la absoluta seguridad así que, aun sabiendo, me tomó por sorpresa”, dice la joven

–¿Te tomó por sorpresa también el contenido?

–Pensé que el fallo iba a tardar un poco más. Creo que no estaba lista, aunque no sé si uno alguna vez está listo. Lo que hicieron fue reconocernos lo que pudimos probar y las pruebas son contundentes. La gran mayoría de lo que plantamos fue aceptado.

–Esto implica un cambio general para Uruguay, porque debería anular la Ley de Caducidad, el obstáculo para los juicios a los represores

–Sí, pero no es algo que Uruguay desconozca y lo vaya a saber ahora por la Corte. Existen desde hace mucho años recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en ese sentido, que hasta ahora no habían prosperado. La característica de un fallo de la Corte es que es obligatorio. Espero que sirva para que Uruguay pueda consolidar su posición en estos temas e ir haciendo un camino. El fallo da argumentación muy buena y espero que se acate. De mi parte, la semana que viene tendría una reunión con el canciller (Luis) Almagro y eso es lo que voy a esperar. El ha sido mi interlocutor todo este tiempo.

–¿Se puede decir que el fallo es el primer paso para reabrir definitivamente los procesos contra los represores uruguayos, más allá de los casos puntuales que quedaron exceptuados de la Ley de Caducidad?

–Debería serlo. En ese sentido la Corte dijo que la Ley de Caducidad no podía ser un obstáculo para la investigación de mi caso particular ni para otros en similar situación.

–Entonces ¿qué debería hacer el estado uruguayo ahora?

–Está en proceso la votación de un proyecto de Ley para dejar sin efecto la ley de Caducidad. En esto la Corte ha sido contundente y clara. Eso es lo que está en marcha.

–La sentencia debería entonces allanar el camino para la aprobación de esta ley, si hubiera falta de voluntad política para votarla.

–La sentencia dice que la ley de Caducidad carece de efectos. Y en el campo político el Frente Amplio ha mandatado a sus legisladores a votar la ley. Es de esperar que acaten ese mandato. Debería ocurrir una votación sin mayores inconvenientes, si bien es un tema que siempre genera discusiones, creo que la postura está clara. Ahora tiene que votar el Senado y después va a volver a la Cámara de Diputados, porque hubo modificaciones.

–El fallo establece también que debe colocarse una placa en el SID, donde estuvo secuestrada tu mamá ¿Te satisface este tipo de reparaciones simbólicas? ¿Son importantes?

–Son sumamente importantes. Yo expresé en ese sentido que la única reparación simbólica que para mí tendría algún valor es la relacionada con el lugar de detención de mi mamá, que en definitiva fue el único lugar en el que estuvo en Uruguay, o pensamos que es el único lugar. Para mí es muy importante lo que pasó en ese edificio, donde también estuvieron otros compañeros.

–¿Qué pasa si Uruguay no cumple el fallo?

–Tengo entendido que la Corte tiene mecanismos de seguimiento para el cumplimiento de las sentencias. No puedo saber qué ocurriría, pero no está en mí pensar que no lo van a cumplir. El Estado ya manifestó ante la Corte que lo va a cumplir y es de esperar que lo haga.

–¿Cómo viviste la decisión del tribunal en lo personal? Porque más allá de que esta sentencia abra un camino para Uruguay, también habla de la búsqueda de la verdad y de los responsables sobre el asesinato de tu mamá.

–Obviamente conmociona mucho. En realidad tengo una sensación extraña y me cuesta expresarme al respecto. Es muy reciente. Estaba en Buenos Aires cuando me enteré y viajé casi en seguida para acá. Creo que esas cosas uno las analiza o se da la oportunidad de sentirlas realmente cuando tiene un poco de soledad y tranquilidad. Hasta ahora no me ha pasado. Por un lado es alentador, es satisfactorio lo que pasó y por otro habrá que ver cómo se siente uno respecto a esto.

–¿Pudiste hablar con tu abuelo?

–Hablamos por teléfono casi en seguida de que nos enteramos.

–¿Y cómo fue?

–Obviamente satisfactorio para los dos. Contentos... no sé si contentos es la palabra, pero sí satisfechos de que un camino tan costoso hubiese dado resultados.

–¿Qué fue lo más importante del fallo para vos o lo que más te sorprendió?

–Hubo muchas cosas importantes, entre ellas el reconocimiento de mi desaparición forzada por los 23 años que no conocí mi identidad. La determinación de la responsabilidad del Estado es algo muy significativo, el reconocimiento de la violación a todos los derechos que habíamos invocado... realmente tiene muchísimas aspectos para destacar y no creo poder abarcarlos a todos. Capta lo que nosotros planteamos. Sentí que tanto yo, como mi abuelo, como los testigos, fuimos escuchados. Sobre la causa judicial (sobre el asesinato de su madre), por ejemplo, dice que ya había excedido todos los plazos de razonabilidad y que aunque aparentemente la ley de Caducidad no era supuestamente un obstáculo, porque el caso estaba excluido, todos los problemas de la investigación residían en la ley de Caducidad. Es algo que, aunque parece muy fácil de entender, a veces es difícil de transmitir.

–¿Qué puede o debe hacer el estado uruguayo sobre la búsqueda del cuerpo de tu madre?

–Si yo fui encontrada por una investigación particular, sin todas las herramientas que tiene el Estado, el Estado debería hacerlo. Me planteaban hoy que cómo se podía hacer si los responsables no hablaban. Ese argumento es absurdo. Si resolver crímenes dependiera de que los culpables se declararan como tales, no se resolvería ningún crimen. Lo que hace falta es una investigación, si los responsables hablaran no haría falta. Lo principal acá es vencer la cultura del ‘no se puede’ antes de ver si se puede.

–En ese sentido el fallo habla de la necesidad de abrir archivos, esa sería una punta para investigar

–Por supuesto. En realidad hay archivos a los que supuestamente se ha tenido acceso. La Corte decía en su sentencia que no está demostrado que en este caso eso haya sido un beneficio y que no está demostrado que se haya accedido efectivamente a la información, que si bien existe una ley de acceso a la información pública, si la información no está sistematizada y no está ordenada es muy difícil de encontrar, entonces no alcanza con abrir los archivos, tiene que haber un tratamiento de la información y hay que profundizar en ese tema porque es lo que sirve para las investigaciones.

–Este fallo, que abre la posibilidad de hacer Justicia en Uruguay, se junta con los dos procesos que se están realizando en la Argentina que tratan sobre el secuestro y asesinato de tus padres y tu apropiación...

–Respecto de la justicia en Uruguay, la podríamos obtener cuando la sentencia esté cumplida, ahí será la satisfacción absoluta. Pero por supuesto es una semana muy movida, muy fuerte: tenemos la sentencia del juicio de Orletti en Buenos Aires la semana que viene y que además ocurra en torno a estas fechas tan significativas realmente es una movida muy fuerte. Ayer (por el 24 de marzo) viajé a Buenos Aires para la inauguración del centro Fernando Ulloa, de asistencia a testigos víctimas y es toda otra dimensión que acá no existe. Uno no puede evitar hacer la comparación, sobre todo en mi caso, que voy de un lado a otro todas las semanas. Es muy satisfactorio el proceso que se está dando en la Argentina. Obviamente puede ser mejorado, como todo, pero creo que la apuesta es muy fuerte y se nota que hay una voluntad política y que se trata el tema como política de Estado.

–¿Y cómo tomaste que el presidente José Mujica visitara a un militar preso que fue operado?

–No me parece ni bien ni mal, no lo entiendo. Me gustaría poder entenderlo. Las señales son confusas. No termino de entender...o lo que entiendo quisiera no entenderlo, pero para mí esta situación es incomprensible. Me cuesta creer que haya sido solamente para comprobar su estado de salud. Si es así, hay muchos otros enfermos que también merecen que su estado de salud sea verificado.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-164944-2011-03-26.html

Macarena Gelman analiza el fallo que obliga a terminar con la impunidad de los represores uruguayos
“Sentí que mi abuelo y yo fuimos escuchados”
 
 


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