Capital Federal (Agencia Paco Urondo, por Fernando Sierra) La Paco Urondo charló a fondo con el especialista en seguridad y ex funcionario del Gobierno Nacional, Marcelo Saín. Entre otras definiciones, defiende la gestión de Nilda Garré, propone como principales desafíos en materia de Derechos Humanos la reestructuración de las fuerzas de seguridad y habla de una operación de la DEA y la Embajada norteamericana en el caso del llamado "narco avión".
APU: ¿Qué reflexión haces a días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe?
Marcelo Saín: Muchas reflexiones, yo pongo mucho énfasis en las deudas pendientes que todavía tenemos, yo creo que el esfuerzo de memoria que todo el pueblo argentino hace, que particularmente este gobierno ha llevado a un plano institucional como ningún otro, que el movimiento de los derechos humanos que ha sido quien mantuvo viva esta necesidad de recuperar la memoria y traducirla a lo que es la revisión judicial del pasado nos obliga a todos también a algunas tareas institucionales que tenemos pendientes y que son importantes.

APU ¿Cuáles son los debates pendientes?
MS: Me refiero particularmente a la depuración de las fuerzas policiales y al tratamiento serio de la problemática penitenciaria. Por qué menciono a estos dos temas. El tema policial y el tema penitenciario porque se trata de dos cuestiones que aun no hemos ido a fondo y que son sinónimos de una violencia institucional que genera todavía violaciones sistemáticas a los DD. HH en gran parte de nuestro país, en muchas provincias y yo creo que esto es una deuda pendiente de la democracia.
APU: ¿Qué opinás sobre la gestión de Nilda Garré al frente del Ministerio de Seguridad?
MS: Mira, yo creo que ha cambiado sustantivamente los parámetros sobre lo que se asientan la políticas de seguridad, creo que la reivindicación de la conducción política de los asuntos de seguridad, quitarle al comisariato fundamentalmente de la policía federal, el manejo de la seguridad pública es un gran avance. Todavía queda un camino muy largo por recorrer, que no es un problema de actitudes, se trata de poder de generar condiciones institucionales diferentes, la Policía Federal Argentina es el gran problema que hoy tiene que enfrentar el gobierno nacional. Es una policía que tiene una legislación desde el año 58 que todavía tiene una estructura de inteligencia intocable en su interior con más de 2 mil agentes, totalmente fuera de control, que tiene una estructura militarizada, muy fuerte muy marcada y está atravesada por redes de corrupción que no son casos aislados, sino que forman parte de la propia estructura institucional de esta policía, cuya prácticas de torturas y de ejecuciones siguen estando vigente como una forma de investigación y una forma regular de control social.
APU: Hace un tiempo se dio a conocer que estaba asesorando al actual intendente de Morón, Lucas Ghi sobre temas de seguridad. ¿Cree que teniendo en cuenta cómo funciona la policía bonaerense es viable que un intendente pueda disciplinar a esa fuerza?
MS: Si. A ver, nosotros lo que observamos en todo lo que es la provincia de Bs. As, en el plano local, es que no solamente en el caso de Morón, si no en el caso de otras intendencias, donde paulatinamente se han apropiado de lo que es la gestión de los asuntos de seguridad pública, es que estos intendentes comenzaron a entender que el tema de la seguridad pública no es un tema inabordable, no es un tema inmanejable, que requiere de una fuerte gestión política. Aquellos municipios que tienen una estructura de gestión política importante en otras áreas ya no temen tomar cuenta de los asuntos de seguridad pública. Creo que se abre una oportunidad cierta en la provincia donde debemos pensar la posibilidad de descentralizar ciertos servicios policiales a las esferas de los grandes municipios en la provincia. Si hoy vos le preguntas a la mayoría de los intendentes, por fuera del espacio público y del debate público, cuál es una de la grandes carencias que tienen en la gestión de seguridad pública y es el manejo de la institución policial, porque el manejo de la prevención social de la prevención del delito, ya lo tienen, ya lo vienen desarrollando con el sistema de cámaras, con el sistema de gestión del espacio público, ya han aprendido que los temas de gestionar conflictos, son temas que son tangibles, les falta recursos policiales. Hay que pensar seriamente una descentralización en el plano local.
APU: ¿Cuál es la tarea de la provincia?
MS: La tarea pendiente que queda en el resto de la provincia es una reforma integral de la policía que tal como está estructurada es inservible para la democracia, que es un gran peligro para la democracia y que no genera seguridad, ni siquiera, mínimamente, fundamentalmente sobre los sectores populares. Acá si yo que creo que la tarea es que la política tome cartas en el asunto. No lo va a hacer Scioli. Él está convencido de darle todo el poder a la institución, que esta desmadrada, que todos los días nos demuestra que está atravesada por redes de corrupción muy amplias y que al mismo tiempo tienen como practicas de torturas y el homicidio y evidentemente esa institución en este contexto político no va a cambiar. Creemos que hay que cambiar el ciclo político de la gobernación.
APU: ¿Qué opina sobre expulsíon de Luís Tibiletti a su cargo en el ministerio de Defensa a raíz de conocerse que trabajó para la dictadura en tareas de inteligencia ?
Ha sido un oficial medio, digamos, durante la época militar, eso nunca lo ha ocultado él, siempre se ha identificado como uno de los oficiales del grupo de "los 33 orientales". Aparentemente participó de una operación de inteligencia, hasta lo que se sabe no hay ninguna información que dé cuenta de la participación de Tibiletti en ningún operativo de la represión, más allá que pertenencia como el general Martín Balza, como cualquier otro general, de que estaban en actividad en aquel momento hasta el año 81. Esto a mí, independientemente, de lo que exista, o lo que haya existido, no nos puede dejar de perder de vista, que Luis ha sido junto a otros compañeros, una persona clave en la configuración de un sistema democrático de seguridad federal. Él ha sido uno de los autores materiales de la Ley de Seguridad Interior que desmilitarizó, retiró y replegó a las fuerzas armadas de tareas de seguridad interior en el plano de la legislación federal.
APU: Durante el recital se escuchaba el canto clásico de los jóvenes “el que no salta es militar” ¿se puede dar un acercamiento de los sectores juveniles y otros sectores de la sociedad con la nueva camada de militares?
M.S: Hay una enorme diferencia de lo que ha sido la evolución de los cuadros militares con relación a los policías. Hoy las fuerzas armadas son fuerzas muy comprometidas con el régimen institucional democrático. La mayoría de las conducciones de las fuerzas armadas actuales tienen un compromiso muy grande con el actual periodo democrático. Están plenamente subordinadas. Recientemente acabo de publicar un libro donde describo esto (se refiere a “Los votos y las botas”). El problema más serio en los últimos tiempos no fueron los militares sino que fueron los civiles que no han sabido conducir a los militares, creo que Nilda Garré ha sido una excepción al respecto. Ella fue la gran ministra de la reforma institucional más seria en materia de defensa nacional entre el año 2005 y 2010 hasta que se hace cargo del Ministerio de Seguridad.
APU: ¿Cómo ves en la actualidad a la Policía de Seguridad Aeroportuaria?
MS: Hoy creo que esta en un proceso de retroceso de lo que habíamos logrado nosotros. Tengo que decir esto lamentablemente porque la conducción actual fue parte de mi equipo. Ellos han privilegiado otro estilo de conducción. Más administrativo, menos pendientes de los temas policiales en un proceso donde la reforma estaba en desarrollo y no había sido finalizado el esfuerzo por perseverar en los lineamientos de la reforma era clave y eso se desatendió.
APU: ¿Qué opina de lo ocurrido en el narco avión?
MS: En el caso del narco avión hubo una demostración cabal de cómo la DEA ha comido gran parte de la unidad operacional de Ezeiza. Yo no tengo ninguna duda de que ese avión y la entrega de esa droga por parte de la DEA en España han formado parte de una operación de la embajada norteamericana contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. No tengo ninguna duda, conozco a los actores. Creo que esto se va a esclarecer definitivamente en la justicia y sino sé que hay investigaciones en el ámbito del Ministerio de Justicia para tratar de dilucidar esto pero no me cabe la menor duda de que esto ha sido una gran operación montada por la DEA, sobre la base de una red de narcotraficantes que ya venían operando en el país , pero esto tuvo la intención de producir un embate y deslegitimación social a la presidenta y particularmente a la ministra Nilda Garré que había asumido hacia poco tiempo y que ya venía anunciando una gestión reformista. (Agencia Paco Urondo)