ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
jueves 21 de julio de 2011 11:41 AM
"Toda autoridad usurpada es Ineficaz y sus actos son nulos"
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
El régimen dictatorial más corrupto del universo ha durado demasiado. De allí que sea interesante intentar algún análisis del fenómeno, novedoso para la historiografía del sadomasoquismo colectivo: en lo social, político, económico, y hasta deportivo. Pero primero debo nuevamente insistir -porque muchos se olvidan- acerca de la naturaleza antidemocrática del enfermito-en-jefe. El individuo renunció en 2002: ¿verdade, embaixador?; fue revolcado en 2004; y perdió en 2006, aunque nadie cobró, excepto uno que se llevó todo el cash, la pera y el horno. Ésta ha sido la causa de todos los males llovido sobre el paisito: el haber tolerado la dictadura vía un concubinato colusionado, que definitivamente ha rendido intereses multibillonarios a los operadores de ambos lados de la talanquera. En few words: el "Dictador" existe porque es como un fiscal de tránsito apostado en una intersección de 4 esquinas, sin semáforos y a una hora pico: él gerencia el caos. Por supuesto, cuenta con la apatía del venezolano que soporta mansamente -y al mejor estilo cubano- la carencia de constitucionalidad, propiedad privada, aceite, carne, y ni exige su cuota-parte de la riqueza petrolera.
Ha sido como el "vivito" que se fue a 1 día de playa en Isla Tortuga y encontró -randomly- un tesoro de morocotas de oro, enterrado por Morgan y sus "cadetas". El hombre se volvió loco, creyendo que alcanzaba para sobornar los guarda-parques, para que le permitieran una estadía más prolongada; y hasta a unos pescadores y pescadoras, aunque parecían pretty-eye-ymca boys porque feminizaban todo. Incluso pensó que alcanzaba para regalar algo a los de la isla vecina, quienes alababan su buen nado: ¿o serían su inmaculado pitcheo? Empezó a descontrolarse porque el chaperón colorado se le murió en ultramar, y creyó que el tesoro era inagotable, olvidando a los que habían venido con él -a 1 día de playa-, ya insolados, muertos de hambre, sin agua -como los del Rodeo Drive- y tirando las toallas.
Hasta creyó que el entierro sería suficiente para armar una segunda Unión Soviética y un Vietnan con Jemer Rojo incluido; todos, en Turtle Beach. Llegaron los militares de tierra firme... y les dio lo suyo. A decir verdad, sólo a los de alto rango porque el resto pasó las mismas necesidades que los que originalmente votaron por 1 día playero. Este grupo empezó una de negociaciones, como para ejercitar la teoría aprendida -en las academias- acerca de la resolución de conflictos. Todo muy acientifizado; pero irreal ante un exnadador -¿expitcher?- cuyo único encanto fue haber encontrado un entierro pirata, sin dossier ni IQ; aunque engrandecido por los halagos de los colusionados que llegaban a compararlo con el hijo de Poseidón, en una de jalar... el tesoro.
Como toda party, se terminó la bebida, la comida y las morocotas. Habían pasado 13 años y aún seguían -pero arruinados- en Isla Tortuga, ahora con lanchas rápidas dándoles la vuelta, con emblemas de DEA; acrónimo que el pitcher-nadador elucidó como "Desde El Alba". Y gritó: "ven, les dije que mis hermanos enviarían ayuda". A lo lejos, 2 tortuguitas conversaban: "Brother, ¡verdad que era como $1.230.000.000.000 en oro!.. y ¿NADIE se amotinó? ¡Nadie, Sis! ¡Qué cretinidad... la humana!".
http://www.eluniversal.com/2011/07/21/cretinidad-dictatorial.shtml