Cuatro mujeres cubanas corearon consignas antigubernamentales en la escalinata del Capitolio de La Habana, en una protesta que asombrosamente atrajo el apoyo de unos transeúntes, que le gritaron “abusador” y “descarado” a os policías que las removieron del lugar.
Un video del incidente el martes mostró además a dos transeúntes que al parecer se unieron a la protesta, y captó a un hombre llamando “chivatona” a una mujer que al parecer había criticado a los manifestantes.
El video constató una muestra sorprendente de apoyo público a las cuatro mujeres, en un país en el cual los transeúntes normalmente se mantienen impasibles mientras los agentes de la Seguridad del Estado y turbas progubernamentales atacan a los disidentes.
“Esto muestra incuestionablemente que el pueblo cubano está de parte de los activistas prodemocráticos. Nadie estaba aplaudiendo a las autoridades”, comentó Mauricio Claver-Carone, jefe del comité de acción política anticastrista U.S.-Cuba Democracy.
Finalmente la policía arrastró a las cuatro mujeres a los carros patrulleros y se las llevó. Se reportó que Sara Marta Fonseca, Tania Maldonado Santos, Odalys Caridad Sanabria y Mercedes García seguían detenidas en la noche del miércoles.
Fonseca y otras mujeres habían sido detenidas recientemente por la policía cuando trataban de llevar a cabo pequeñas protestas como miembros del Movimiento Feminista por los Derechos Civiles Rosa Parks y el Frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo.
Pero el video de la protesta del martes mostró a la policía vacilando y echándose atrás mientras personas de la muchedumbre que se había reunido alrededor de la protesta les gritaban insultos y los fotografiaban con sus teléfonos celulares.
Las cuatro mujeres estaban vestidas de negro y portaban una sábana blanca con lemas antigubernamentales en la vasta escalinata del Capitolio Nacional, otrora sede del Congreso cubano, en el barrio de Centro Habana.
Una mujer con un vestido largo y otra en shorts se acercaron a las manifestantes en una posible señal de apoyo, mientras las cuatro disidentes coreaban “Abajo la dictadura”, “Viva la libertad” y “Viva la democracia”.
Las varias docenas de personas que observaban el incidente desde el pie de la escalinata del Capitolio no parecieron responder a las consignas políticas. En el video se escuchó a un hombre diciendo: “Locos.., esta gente, de verdad”.
Pero varios de ellos prorrumpieron en insultos y chiflidos cuando un hombre alto vestido de civil, identificado por algunas voces como un agente de la Seguridad del Estado, subió lentamente la escalinata y trató de quitarles el cartel blanco a las manifestantes.
Le gritaron “¡abusador!” y “¡descarado!” y “¡suéltenlas!” mientras las cuatro mujeres se sentaban en los escalones y el hombre bajaba de nuevo a la calle para conferenciar con otros hombres de civil.
Cuando una mujer que pasaba hizo lo que parece haber sido un gesto hostil hacia las cuatro manifestantes, se escucha decir a un hombre: “Mira a esta chivatona”.
“El día que se caiga esto hay que meter preso a todos los descarados”, se escucha decir a otro hombre en el video.
Al final, el video muestra a policías de uniforme subir la escalinata y arrastrar a las mujeres a carros patrulleros blancos. Un policía se lleva también a la mujer no identificada en shorts, con la mano en el codo de ella.
El video mostró que “los agentes de civil estaban claramente nerviosos ante la multitud y decidieron esperar a que llegaran refuerzos”, indicó Claver-Carone, en cuyo blog Capitol Hill Cubans se publicó el video. “Lo que es más, el uso de la tecnología hace que la policía secreta se cuide, porque ellos siempre están preocupados de que los graben”.
El video, que dura siete minutos aunque un subtítulo indica que el incidente duró más de 30 minutos, fue filmado por un miembro de la agencia de prensa independiente Hablemos Press. No quiso ser identificado debido a su temor a represalias del gobierno.
Fonseca ha sido detenida brevemente por la policía varias veces durante el año pasado, mientras ella y otras mujeres trataban de llevar a cabo una serie de protestas públicas en contra de diversos abusos contra los derechos humanos y en apoyo a las Damas de Blanco.
Su protesta más atrevida se llevó a cabo el pasado agosto, en la escalinata de la Universidad de La Habana, un lugar icónico para manifestaciones antigubernamentales antes de la revolución de Castro. Permaneció detenida por 36 horas y luego fue puesta en libertad.
El régimen cubano ha apretado su control de los disidentes en los últimos meses, en medio de especulaciones de que le preocupan posibles erupciones de protestas callejeras mientras pone en vigor algunas severas reformas económicas o una posible extensión de las protestas en el Medio Oriente.
“El régimen de Castro sabe que la Primavera Arabe empezó con un vendedor callejero que protestó y fue reprimido en Túnez”, señaló Claver-Carone. “Tres dictadores depuestos más tarde –y posiblemente un cuarto en Siria—hace que estén muy conscientes de que están tentando a la suerte con cada acto de represión”.
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