El vicepresidente estadounidense, Richard Cheney, está conspirando para desencadenar una guerra con Irán y cuenta con la complicidad de uno de los “pesos pesados” del Congreso, el senador Joseph Lieberman, miembro del ala conservadora del Partido Demócrata y entusiasta partidario de la guerra del Golfo Pérsico en 1991, bajo la presidencia de George Bush padre.
La advertencia no proviene de un comunicado de la cancillería iraní ni de un video de la organización terrorista Al Qaeda, sino de uno de los más respetados analistas de seguridad nacional de Estados Unidos, el historiador Gareth Porter, colaborador habitual de los diarios The Guardian y The Nation, las revistas Foreign Affairs y Middle East Policy y la agencia de noticias Inter Press Service (IPS).
Nacido en Kansas en 1942 y graduado en historia por la Universidad de Illinois, Porter hizo una maestría en política internacional en la Universidad de Chicago y luego un doctorado sobre el sudeste asiático en la Universidad de Cornell. Autor de varios libros, publicó el último en junio de 2005: Peligro de dominio: Desequilibrio de poder y el camino hacia la guerra en Vietnam.
Porter no es uno de esos académicos típicos, que analizan la realidad sumergidos en un montón de libros dentro de una torre de marfil: durante la guerra de Vietnam, estuvo en Saigón como jefe de la oficina de News Service International, la empresa periodística creada en Nueva York a comienzos del siglo XX, famosa por los corresponsales que cubrieron las dos guerras mundiales. Actualmente, News Service International cuenta con ocho mil corresponsales y enviados especiales repartidos en todo el mundo. Sus trabajos se distribuyen en 600 diarios y cadenas de radio de Estados Unidos y en alrededor de 70 periódicos de América Latina.
“Cheney espera conseguir que Bush apruebe un ataque a campamentos en Irán donde supuestamente ha estado entrenando la milicia chiíta iraquí estos últimos años” y para ello “argumentó a favor de un ataque militar si aparecen nuevas pruebas firmes del apoyo que reciben de Irán las fuerzas antinorteamericanas en Irak”, escribe Porter en The Huffington Post, el blog político más leído de Estados Unidos, que con tres millones y medio de visitas diarias es un serio competidor del New York Times.
Una de estas “nuevas pruebas firmes”, explica una de las fuentes oficiales citadas por Porter, sería “detener un camión lleno de soldados o de armas cruzando de Irán a Irak”. Según esos mismos funcionarios, la secretaria de estado Condoleezza Rice se opone a la idea y cuenta con el respaldo del secretario de Defensa, Robert Gates.
Joseph Lieberman, un judío ortodoxo de 58 años representante por Connecticut, es hijo de un vendedor de bebidas alcohólicas. Consiguió estudiar Derecho en la Universidad de Yale, donde se hizo amigo de William Clinton pero se transformó en uno de sus más feroces críticos por el affaire Mónica Lewinsky. En las controvertidas elecciones presidenciales de noviembre de 2000 fue compañero de fórmula del ex vicepresidente Albert Gore, pero terminaron derrotados por George W. Bush y Richard Cheney.
Considerado “la conciencia” del Senado por sus posturas moralistas, Lieberman es un firme aliado de los neoconservadores de Washington. No obstante, en temas vinculados a los homosexuales, el derecho al aborto y la defensa del medio ambiente se comporta como un disciplinado demócrata. Divorciado de su primera esposa, actualmente está casado con Hadaza Freilich, de origen checo e hija de una pareja de sobrevivientes del Holocausto.
Gareth Porter recuerda que el 11 de junio pasado, Lieberman participó en el programa Face the Nation, de la cadena CBS, y dijo: “Tenemos que estar preparados para realizar una campaña militar agresiva contra los iraníes para que dejen de matar a norteamericanos en Irak. Y para mí, eso incluiría atacar al otro lado de la frontera, en Irán, donde tenemos pruebas de que existe una base en la que están entrenando a gente que vuelve a Irak a matar a nuestros soldados”. Pero, como es habitual en estos casos, Lieberman no presentó ninguna prueba.
El historiador llega a una conclusión que pone los pelos de punta: “Tanto si la conspiración de Cheney con Lieberman y el mando de Estados Unidos es parte de una ‘jugada estratégica’ como si Bush la sanciona, la habilidad que tiene Cheney para manipular a Bush supone la escalofriante posibilidad de que un desventurado presidente cometa la última metedura de pata con una guerra contra Irán”.
SI BOLUDO y esta ves tenemos a los franceses de nuestro lado ya que nos deben el idioma,ademas ellos quieren botar un poco de metralla que tienen acumulada,tu sabes desperdicios atomicos...vamos hacer mierda al loco de almajodido.
Te puedo asegurar que lo el gobierno de los EEUU no tiene Wuevos de invadir Irán. Y Francia aún menos, los franceses son cobardes el mismo Hitler los espantó con “panfletitos de Nostrademus Por otra parte una Invasión a Irán significara la caída en picado de la economía mundial a razón del efecto de la subida del oro negro.
La UE respaldó la denuncia de Estados Unidos acerca de "un complot" iraní
Luego de que el Departamento de Estado denunciara una trama más que cinematográfica para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington y atentados contra su embajada y la de Israel, la Unión Europea advirtió que si se confirma la denuncia, Teherán estaría cometiendo "una grave violación de las leyes internacionales". En tanto, Irán manifestó su "indignación" por la información y envió una carta a la ONU denunciando "una conspiración diabólica bien orquestada en línea con la política antiiraní" del gobierno de Barack Obama.
Ayer, Estados Unidos aseguró haber descubierto un complot en su contra y la de Israel luego de que un agente estadounidense en México se hiciera pasar por narcotraficante interesado en perpetrar el ataque y contactara a los iraníes encargados del operativo. El complot fue "concebido, financiado y dirigido desde Irán", declaró en conferencia de prensa el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder. Inclusive, el presidente Obama se manifestó a través de un comunicado en el que "subrayó que Estados Unidos cree que esta conspiración es una flagrante violación de la ley estadounidense e internacional", según dijo la Casa Blanca.
Los países de la Unión Europea se hicieron eco de los dichos. La jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, pronunció que "si se confirman esos hechos, eso constituiría una grave violación a las leyes internacionales por lo que implicaría graves consecuencias" y expresó que seguirá "con atención y mucha preocupación" el caso del presunto complot.
Por su parte, Irán, a través del ministro del Exterior, Ramin Mehmanparast, acusó que la denuncia es una "puesta en escena" que se vincula con "viejas políticas hostiles" contra Irán, y denunció un "complot estadounidense y sionista" detrás de esas versiones. "Este es un espectáculo ridículo" que apunta a "sembrar discordia", dijo Mehmanparast, quien agregó que esta forma se busca "ayudar al régimen sionista a superar su aislamiento".
El embajador iraní ante la ONU, Mohammad Khazaee, expresó su "indignación" por la acusación de complot y acusó a Washington de hacer "propaganda belicista". En una carta dirigida al secretario general ONU, Ban Ki-moon, Mohammad Khazaee expresó que su país considera tal acusación como "una conspiración diabólica bien orquestada en línea con la política anti-iraní" de Washington.
En consonancia, el presidente de la Comisión Parlamentaria para la Seguridad y la Política Exterior, Alaeddin Boroujerdi, dijo que "difamando a Irán, los estadounidenses están tratando de distraer a la opinión pública mundial de la revuelta popular contra Wall Street". "La República Islámica de Irán jamás siguió una política tendiente a asesinar a personas, sino que ella misma fue víctima del terrorismo", agregó.
Sí, yo creo que a eeuu le está haciendo mucha falta desviar la atención de sus movimientos de protesta interna, e intenta que estas revueltas se diluyan en ese sentimiento tan patriotero del que rezuman los yanquis, pero no deja de ser inquietante la acusación imperialista.
Las protestas contra la situación social y económica que reina en el país norteamericano se difunden a las calles de Chicago, St. Louis, Kansas City y otras urbes. Sin embargo este tema casi no aparece en las noticias de la mayoría de principales medios de comunicación estadounidenses.
Como si se tratara de un país a punto de explotar. Ciudadanos marchando, enfrentándose a la policía; veteranos de los cuerpos de infantes de marina pasando día y noche en pie de guerra contra la corrupción y el descontrol financiero de Wall Street. Se trata del descontento social que ha hecho erupción en Estados Unidos desde hace varios días.
Ignorado por las primeras tres semanas en el barrio neoyorquino de Wall Street, el movimiento pacífico de estos jóvenes pasó a tomar otras medidas: los asistentes aumentaron y también su descontento. Incluso muchos de los participantes comparan a este movimiento a la Primavera Árabe, pero en su equivalente norteamericano: el invierno del Capitalismo Estadounidense, un paso más cerca de una verdadera revolución social.
“Como la primavera árabe este es un otoño, es el invierno del capitalismo. Cada día se une más gente. Sistema no funciona, sistema con miles de casas vacías. Es el comienzo de revolución en estados Unidos”, dijo Michael Martínez, manifestante, miembro del partido “Mundo obrero”, Los Ángeles.
Y es que los masivos arrestos han causado simpatía en la opinión pública.
“No es nada más que un intento de la policía de tapar el descontento masivo de la población. El gobierno de EE. UU. habla sobre la democracia a lo largo y ancho de todo el mundo y al mismo tiempo bombardea a personas en muchos países. Y aquí, en casa, no permiten a las personas estar involucradas en protestas democráticas, en manifestaciones contra la dominación de Wall Street. Y estas protestas representan los intereses de la mayoría absoluta de los estadounidenses. Las últimas encuestas muestran que el 75 de la población apoya estas manifestaciones”, destacó Sara Flounders, cofundadora del centro de acción internacional.
Sin embargo, a los medios de comunicación del país poco parece importarles las demostraciones y en el mejor de los casos, las páginas de los principales rotativos estadounidenses prefieren ignorar el problema; lo mismo ocurre con las grandes cadenas noticiosas.
“Están más preocupados de lavarle el cerebro a la gente con programas deportivos y de variedad. Y cualquier cosa que sirva para distraer al público de los principales asuntos. Ahora mismo, esto es lo importante”, indicó John Reig, asistente a las protestas, Nueva York.
Para los analistas, estas demostraciones populares ocurren porque para la mayor parte de los estadounidenses, la posibilidad de ser escuchado a través de los medios de comunicación y los canales tradicionales de la política bipartidista continúa siendo algo relativamente lejano.
“Habla de que no hay diferencias entre partidos, entonces la gente busca otra opción, no hay partido que representa a los obreros. Crece un movimiento independiente de partidos, que llega desde abajo y podría traer cambios puede provocar una reacción en cadena, no solo en Estados Unidos, sino que en todo el mundo. Y este es su objetivo”, dijo Ronald Gochez, organizador comunitario.
Al mismo tiempo, las posibilidades de emitir opiniones en un contexto abierto al debate parecen haber desaparecido en medio de la recesión económica.
Y en este sentido, las manifestaciones en Wall Street y otros espacios simbólicos del poder monetario son una prueba irrefutable de que la voz del ciudadano común no puede ser silenciada. Ni con policías, ni con sistemas políticos. Y junto a la represión, los índices a nivel nacional en términos de empleo, liquidez y solvencia, parecen indicar que el descontento continuará a paso constante.
Y uno de los objetivos de las protestas que abarcan EE.UU. es “romper el matrimonio corrupto que existe entre las élites económicas y políticas del país norteamericano”. Es la opinión del profesor del “Brooklyn College”, Alex Vitale quien comentó la situación a RT.
“Lo que está sucediendo allí no es un misterio para los norteamericanos. En EE. UU. hay un claro sentimiento de que el poder de Wall Street está fuera de control y que ellos son responsables los sufrimientos que padece nuestra economía. Y creo que particularmente los jóvenes sienten que en el futuro tendrán que pagar por los grandes sueldos y los bonos que reciben ahora los ejecutivos de Wall Street. Creo que la juventud está buscando soluciones a largo plazo. Lo que quieren hacer, creo yo, es crear un clima político, en el que varios actores puedan empezar a hablar en serio sobre las reformas importantes que podrían romper este, digamos, matrimonio corrupto entre las élites económicas y políticas en EE. UU.”, dijo Alex Vitale.