Con un reconocimiento de la Cámara de Diputados y un festival popular en la Plaza de los Dos Congresos, organizaciones sociales, políticas y sindicales junto a organismos de Derechos Humanos, actores y músicos homenajearon ayer por la tarde a las Madres de Plaza de Mayo a 35 años de la primera ronda y a diez años de la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001.
“Me voy a morir luchando”, fue la frase de la titular de Madres, Hebe de Bonafini, que resonó en el Salón de Conferencias Delia Parodi de la Cámara de Diputados, donde legisladores reconocieron en un proyecto de declaración la lucha incansable de estas mujeres durante más de 35 años.
Hebe ingresó junto a una decena de Madres cerca de las 18, recién salida de su internación en La Plata por un ataque de asma. A sus flancos estaban el vicepresidente, Amado Boudou, y el titular de la Cámara Baja, Julián Domínguez, quienes se sentaron a su lado en la conferencia. También participaron del acto el diputado Edgardo Depetri, impulsor del proyecto de declaración, además de los legisladores de La Cámpora Andrés Larroque y Eduardo de Pedro.
La primera en tomar la palabra fue la titular de la asociación: “Estamos viviendo un momento único en el que hay que disfrutar de la lucha. Les dije a los médicos que fuera como fuera iba a estar acá. Voy a luchar hasta el último aliento y no me voy a morir en una cama, me voy a morir luchando”, dijo.
Un aplauso que duró varios minutos y cánticos de apoyo siguieron a los dichos de Hebe, reconocida junto a Juana de Pargament, la integrante más anciana de la asociación, en nombre de todas las Madres. Entre el público, aplaudiendo de pie, estaban el diputado nacional Eric Calcagno, el secretario de la CTA, Hugo Yaski; Alex Freyre, flamante titular del Archivo por la Memoria de la Diversidad Sexual, junto a Federico Luppi, Pachu Peña, integrantes de HIJOS y el presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, Néstor Busso.
“Estoy sumamente feliz que el mundo sepa que esto no lo hicimos solas, ni una sola mujer, ni dos ni tres, que decidimos un día poner el cuerpo en la plaza para que todos supieran que algo estaba pasando”, señaló Hebe al destacar la gran cantidad de Madres del interior que viajaron para asistir al homenaje.
Por último, Bonafini recordó que la lucha de las Madres comenzó por sus hijos e hizo un párrafo aparte para su hija Alejandra, “que la está pasando mal sin haberla comido ni bebido, y un poco este reconocimiento es para ella”.
Boudou, por su parte, reconoció como fundamental el rol de las Madres en el rumbo actual del país: “Este sueño colectivo tiene nombres que están encima de nosotros. La memoria de Néstor Kirchner, el esfuerzo y responsabilidad de Cristina Fernández. Pero también comprendemos que este momento no existiría si ustedes no hubieran llevado adelante su lucha.”
El vicepresidente, quien ingresó del brazo de Hebe al salón de Diputados, sostuvo que “algunos van a quedar en las páginas judiciales y policiales pero ustedes van a quedar en la historia porque son las Madres de esta Argentina. Les agradezco que nos permitan acompañarlas y le agradezco a Hebe porque cada vez que la escuchamos sentimos que podemos soñar juntos un poco más.”
Boudou fue el último de los oradores, pero cuando la locutora comenzaba a cerrar el acto, Hebe pidió nuevamente la palabra para reclamar justicia por los asesinatos del 19 y 20 de diciembre de 2001, de los que se cumplieron diez años. “La imagen que tengo de esos días es de los muertos y de los palazos que nos pegaron”, dijo la titular de las Madres, y pidió “no olvidar a quienes fueron los responsables porque todavía no han pagado por eso”.
Al finalizar el acto en la Cámara Baja, las Madres cruzaron la calle hacia la Plaza de los Dos Congresos, donde una multitud las esperaba frente a un escenario montado para el festejo al grito de “Madres de la plaza, el pueblo las abraza.”
Entre números musicales y bajo la consigna “Esta madre nos parió”, le rindieron homenaje Alex Freyre, Hugo Yasky, Federico Luppi y Alejandro “Pitu” Salvatierra, uno de los líderes de la toma del Indoamericano. Salvatierra recordó que durante el 19 y 20 de diciembre de 2001, él estuvo preso. “El 15 de diciembre fui preso por robo y a los diez días el país estallaba”, recordó el dirigente, y agregó: “Salí en libertad en 2008 y nadie me daba trabajo hasta que Sueños Compartidos me dio una oportunidad. Mi hija nació en una clínica, algo que no hubiéramos soñado y muchos de los trabajadores vimos una bañera por primera vez en esas casas.” 

SALUDOS REVOLUCIONARIOS

(Gran Papiyo)