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General: LA LARGA LUCHA DE LA MUJER PALESTINA .-
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 12/01/2012 16:03

La larga lucha de la mujer palestina

13/03/2003 - Autor: Xavier Abu-eid* - Fuente: www.ugep.cl
 
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Cuando el periodista español Ricardo Ciudad se internó en la década del 60 en los campos de refugiados palestinos de Jordania, y vio a una mujer vestida de guerrillera, no le sorprendió en lo mas mínimo. Sin embargo entrando a una clínica palestina en compañía del doctor Fathi Arafat (hermano de Yasser y por años a cargo de la salubridad palestina) encontró a una enfermera a la cual describe de la siguiente forma: Sin duda ella parecía mas europea que yo... llevaba una falda negra y un jersey del mismo color con la insignia de Al Assifa (comandos de Al Fatah), era rubia y de ojos verdes... una belleza que me cautivó, sin embargo su bella expresión le cambió, discutió y luego se retiró muy enojada cuando Fathi le dijo algo en árabe... luego supe que el recado era muy sencillo: Había pedido permiso para auxiliar a los comandos de primera línea (lo que implicaba un mayor riesgo) y este fue denegado....

 

Con esa impresión quedó Ciudad de la mujer palestina, una mujer altiva, combatiente y liberal (en relación al medio oriente), sin embargo, y a pesar de que hasta cierto punto esta afirmación no deja de ser verdad, uno de los mas grandes desafíos que debemos afrontar como palestinos en vísperas de nuestra libertad, es un crecimiento como sociedad tal, que nos permita ser realmente mas felices y con menos trabas para las mentalidades de nuestros hermanos.

 

Dentro de este marco, el posicionamiento de la mujer como género dentro de nuestra emancipación, es sin duda uno de nuestros más grandes desafíos como palestinos, pero primero como seres humanos y pensantes.

 

La mujer ha sido la base de nuestra revolución, de nuestra historia y de nuestra vida cotidiana. Es a ella que recurrimos para escudarnos cuando tenemos miedo, y es ella la que nos da la sensación de seguridad que tanto anhelamos, a veces ingenuamente.

 

Históricamente, la mujer ha tomado un papel preponderante en nuestra revolución, donde se dan características especiales que las distinguen de la mayoría de las mujeres del medio oriente. La educación, tanto patriótica, política y militar fue un derecho ganado por ellas mismas allá por los años 60 cuando la OLP se encontraba en Jordania. Nombres tales como Leyla Khaled e Isam AbdelHadi, datan de aquella época donde la primera se destacaba como símbolo de la mujer combatiente, y la segunda como una de las primeras dirigentes del segundo frente de masas creado en la OLP después de la UGEP: La Unión General de Mujeres Palestinas, organización fundada para representar a la mujer palestina de manera gremial dentro del Consejo Nacional Palestina.

 

La UGMP se caracterizó lamentablemente por una hegemonía de mujeres que postulaban a que el rol de ellas consistiría solo en legitimar el mando central y crear organizaciones de beneficencia. Y si bien, de la mano de ellas (particularmente Um Jihad, actual ministra de Arafat) nace la SAMED que sobretodo en la guerra del Líbano se caracterizó por su utilidad al servicio de los familias de los mártires, movimientos de izquierda como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina confluían en que el rol de la mujer debía tomar los caracteres del hombre en señal de igualdad, y no adecuarse solamente a organizar bingos de solidaridad, como lo hacía la UGMP, con una tendencia oficialista del partido Al Fatah, del presidente Yasser Arafat. Hombre y mujeres por igual, porque de todos es Palestina señalaba en una entrevista a la revista Al Hadaf el entonces Secretario General del marxista FPLP, George Habash.

 

Es allí donde empiezan a nacer no solo escuadrones de mujeres combatientes, sino que escuelas de combate para jóvenes adolescentes, denominadas Zahrat (o Pequeñas Flores) que a la par de los Ashball (Cachorro de León para los hombres adolescentes) se preparaban para el deber que en tiempos del bipolarismos, las ideologías y las revoluciones como la argelina y la del Yemen significaba la defensa de la patria.
A pesar de esos avances, homologables en el mundo árabe solo a Argelia que lamentablemente hoy da un giro a la inversa, estos solo se mantenían para una elite. Muchas veces, como cuenta Amal Kawar en su libro Daughters of Palestine las jóvenes salían de su casa con el pretexto de que iban a juntarse con sus amigas, pero la realidad era distinta, pues muchas veces con complicidad de sus mismos hermanos, el destino era el campo de batalla, el foro universitario, la enfermería de primera línea o la reunión de célula.

 

Así es como se formaron mujeres como la que quizás es la mejor (incluyendo a los hombres) diplomática palestina: Leyla Shahid. Representante en Francia de la Autoridad Palestina, el desplante de esta hija de refugiados de Jerusalén y Acre criada en el Líbano es de total manifiesto no solo en su rol de embajadora, sino que en la vida cotidiana. Un dominio perfecto del idioma galo, un conocimiento de su realidad detallado cada vez que asiste a dictar una conferencia y su simpatía característica le permiten ganarse el aprecio de la ciudadanía de un país donde la actividad pro palestina es pan de cada día.

 

La historia de Shahid no dista del resto de las mujeres que debieron resistir la invasión terrorista del criminal de guerra Sharon al Líbano. Pero sin embargo ella presenta una característica especial: Era hija de una familia acomodada, lo que le permitió sin mayores problemas asistir a la Universidad de manera regular. Para ella sin embargo, esto no significó cambio alguno, pues mi familia es parte de la conservadora sociedad palestina, por tanto pueden tolerar que ingrese a la universidad, pero el ritmo de esta, resultaba molesta... es por eso que cuando supieron que yo no solo iba a la universidad a estudiar, sino que a hacer valer mis derechos como palestina, tuve problemas.

 

El asunto de la valiosa diplomática radicaba en una expresión despreciable que nace en todas las sociedades conservadoras, que es el lamentable ¿que dirán? , la que sin duda coartó el desarrollo de muchas más mujeres dentro de nuestro movimiento de liberación.

 

¿Qué dirán si te ven con hombres de otra familia?, ¿qué dirán si te ven combatiendo? eran preguntas frecuentes que según el estudio de Kawar, coartaban las aspiraciones de las valiosas mujeres de nuestro pueblo. El hecho de que se piense que la hija se encuentra con varios hombres sola, que la hija pasa gran parte del día fuera de la casa y las consecuencias que ello puede traer fueron lamentables pero reales cuestionamientos que se realizaban por la década del 60, 70, 80 y hasta la actualidad.

 

Es por ello que sin duda, nuestro desafío debe ir tendiente a estrechar la brecha que nos separa de una sociedad moderna. No puede ser que por seguir tradiciones milenarias como algunos afirman, la mujer pase relegada a un segundo plano. En Palestina, el 52% de las mujeres a recibido alguna vez maltrato físico en el hogar, y si bien en Francia la cifra llega al 51% y en Latinoamérica el promedio es similar, el drama de una mujer sin recursos, y bajo el maltrato doble de la ocupación militar israelí y de un marido u hombre que la maltrate es sin duda un drama mayor... el crimen de honor en el medio oriente (a pesar de que en Palestina no es común) es una triste realidad. Hecho es que a pesar de que las causas de la violencia intrafamiliar radican mucho en el ambiente en el que se vive, y que evidentemente Palestina no es el mejor lugar, solo con una buena educación, la cual la ocupación militar no permite realizar, podremos darle el futuro que merecen a quienes son la base de nuestra familia y parte integral de nuestras actividades diarias.

 

Nosotros debemos desarrollar un cambio de mentalidad en la mujer, pues no es posible que nuestras hermanas tengan claro que desde el momento de ingresar a la universidad en cualquier minuto puedan ser comprometidas en matrimonio con o sin su consentimiento, y si bien esa tendencia va a la baja en gran parte por los niveles educativos que van en alza y por el status social que significa actualmente para la mujer el título universitario, cierto es que como dice la investigadora palestina Rana Khoury todo se logra con procesos y la mujer palestina lo fue logrando así, pero lamentablemente, otro fenómeno que existe y que debe afrontarse, es el lamentable fundamentalismo islámico que en palabras de Khoury echó por tierra el trabajo y los sueños de muchas mujeres, sobre todo lo logrado en la primera Intifada donde el rol de la mujer fue de vanguardia.
Problemas existen, que sin duda dejarán una huella muy grande cuando la tragedia de la ocupación militar israelí termine. Es por ello, que aprendiendo de la historia, no debemos permitir dejar cosas tan relevantes para el final, y la formación de la nueva sociedad palestina que se da en una elite que tiene acceso a las combativas universidades palestinas, debe partir desde ahora, promoviendo desde pequeños el valor por la igualdad que tanto deseamos como miembros de una misma nación, pero que también debe complementarse con la igualdad entre hombres y mujeres.

 

Lo decía la diputada palestina Hanan Ashrawi: Palestina es un caso especial, aquí cada niño tiene 10 madres..., y eso tiene mucho que ver con el rol de compañerismo existente entre las mujeres. En el campo de refugiados, en el barrio, en la mezquita y en la iglesia la solidaridad es algo normal, y el respeto también. El cónsul palestino en Chile Hani Rimawi señalaba a modo de ejemplo que cuando era niño y vivía con mi familia en Nablus, las mujeres, principalmente, se organizaban para dar dinero y alimentos a una mujer y su hija que habían perdido a su padre... la niña se llamaba Leyla, jugaba conmigo y era una judía palestina.

 

Pero algo falta, quizás la tranquilidad de ser libre pueda ayudar, pero es un problema mucho mas de fondo, pues Palestina necesita ponerse a la altura de lo altanero de su causa, y en ese marco es que necesitamos marcar las pautas y ser un ejemplo para el medio oriente y el denominado tercer mundo en su conjunto.

 

El nivel profesional que muestran los millones de profesionales palestinos y los centenares de miles graduados en universidades de nivel mundial como Oxford, Harvard y Moscú, debe ser la base para este cambio social que le de una perspectiva mas amplia a la mujer. La mujer dentro del movimiento palestino se ganó un espacio, pero este no es el necesario, pues se requiere más.

 

No puede ser que nuestros partidos realicen congresos con una presencia inferior al 10% de mujeres, no puede ser que en el gabinete solo tengamos 2 mujeres... no puede ser que en Gaza la mayoría de las mujeres no puedan hacer deporte por disposición familiar.

 

Sin embargo en el aspecto académico, nos encontramos con una realidad muy diferente. Y es que por ejemplo, la Universidad Católica de Bethlehem (Belén) cuenta con más de un 50% de alumnas, y Bir Zeit posee un porcentaje relativo a este. Y mientras nos encontramos con académicas de primer nivel que han trascendido nuestras escuálidas fronteras y dictan clases en el extranjero, como es el caso de la brillante Ghada Karmi en Gran Bretaña, en Palestina, nombres como Susan Atalah o Rawya al Shawa son símbolos de la resistencia académica palestina en contra de la ocupación militar israelí. Detenidas en varias oportunidades, ambas (una en Bethlehem y la otra en Gaza) tienen como único cargo el fomentar las clases populares mientras las fuerzas de ocupación clausuraban las universidades y escuelas, algo realmente notable.

 

Otro caso que no se debe olvidar, es la situación de las prisioneras políticas palestinas en cárceles israelíes. ¿Cómo olvidar a las resistentes jóvenes apresadas en el verdadero campo de concentración de Ramleh?, ¿cómo desoír el desairado llamado de auxilio de Intissar Ajouri que llora en su celda de exclusión víctima de las agresiones de carácter sexual llevadas a cabo por sus custodios sionistas?, ¿y que pasa con las decenas de adolescentes menores de 18 años también prisioneras en Israel?, ¿un simple acuerdo de paz limpiara de sus bellos corazones el temor que significa ser vejadas impunemente?.

 

Mientras ellas sufren su prisión, son otras las que les buscan ayuda, la que en definitiva será denegada. Claudette Habash, presidenta de la organización católica de beneficencia Caritas Jerusalén, se queja de esta situación y señala enfáticamente que el mundo cristiano no ha estado a la altura, aquí muere gente todos los días y nosotras las mujeres somos las que mas sufrimos... la lucha es contra el pueblo palestino y no contra una religión pues cuando un soldado israelí dispara, la bala no pregunta si es cristiano o musulmán, solo mata... menos distingue entre un hombre y una mujer.

 

A Palestina se le pide claudicar, y eso es imposible, aunque lamentablemente poco a poco nos hemos ido cansando, creo que deberíamos mirar a nuestra hermana mas cercana en la línea de combate, y aprender de ella el valor, la fuerza y el coraje para seguir vivos en una lucha que cada vez se vuelve mas eterna, pero que a la vez tiene tintes de romanticismo, ternura y belleza, tanto como la sonrisa que emana de cualquier mujer.

 

* Estudiante, Miembro de la Unión General de Estudiantes Palestinos de Chile (UGEP), Coordinador de la Selección Palestina de Fútbol para Latinoamérica y colaborador en asuntos de Medio Oriente de Radio Nuevo Mundo y la revista Al Damir.

 

Fuentes:

- The palestinian Women and the Intifada, Rana Khoury, Bethlehem University, 1998.

- Daughters of Palestine, Amal Kawar, 2001.

- Informe de Naciones Unidas sobre el trato a las prisioneras políticas palestinas, Junio del 2002.

- La Resistencia Palestina, Ricardo Ciudad, Madrid, 1968.



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