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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 17/01/2012 20:29
  Jeremy R. Hammond
Voltairenet.org

  02-03-2011
 
 
El mito de la creación de Israel por las Naciones Unidas

 
Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

Muchas de las creencias históricas que se han filtrado hasta nosotros se basan en las distorsiones, verdades a medias o en ninguna verdad en absoluto. Según el analista político Jeremy R. Hammond, el punto de vista predominante sobre la creación de Israel, que se encuentra en el núcleo del denominado conflicto palestino-israelí, no es una excepción. Hammond hace un relato detallado de la manipulación, la injusticia y el fracaso de las Naciones Unidas para cumplir sus propias normas que han causado grandes turbulencias políticas y una catástrofe humanitaria en la región del Oriente Medio durante más de sesenta años.

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En 1947 la sesión de la Asamblea General que aprobó la Resolución 181.

Hay una creencia ampliamente aceptada de que la Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas "creó" el Estado de Israel, basada en el entendimiento de que esta resolución implicó la partición de Palestina o, de alguna forma, que confirió autoridad legal o la legitimación de la declaración de la existencia del Estado de Israel. Sin embargo, a pesar de su popularidad, esta creencia en realidad no tiene una base de sustentación, como lo demuestran indiscutiblemente la revisión de la historia de la resolución y el examen de los principios jurídicos.

Gran Bretaña ocupó Palestina durante la Primera Guerra Mundial, y en julio de 1922 la Liga de Naciones dio a conocer su mandato para Palestina, reconoció al gobierno británico como potencia ocupante y le confirió la autoridad legal para administrar temporalmente el territorio [1]. El 2 de abril de 1947, tratando de alejarse del conflicto que había surgido en Palestina entre árabes y judíos, como resultado del movimiento sionista que tenía como objetivo establecer en Palestina un "hogar nacional para el pueblo judío" [2], el Reino Unido presentó una carta a la ONU solicitando al Secretario General "la inclusión de la cuestión de Palestina en el orden del día de la Asamblea General en su próximo período ordinario de sesiones anual", y pidiendo a la Asamblea "hacer recomendaciones, de conformidad con el artículo 10 de la Carta, con respecto al futuro gobierno de Palestina” [3]. A tal fin, el 15 de mayo, la Asamblea General aprobó la Resolución 106, que estableció el Comité Especial de las Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP) para investigar "la cuestión de Palestina", y para que "prepare un informe a la Asamblea General” con base en sus conclusiones, y para "presentar las propuestas que considere apropiadas para la solución del problema de Palestina"[4].

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El 3 de septiembre, UNSCOP emitió su informe a la Asamblea General donde explicitaba su recomendación de la mayoría de que Palestina se dividiera en Estados separados, uno árabe y otro judío. Allí se señalaba que la población de Palestina hacia finales de 1946 se estimaba en casi 1.846.000 personas, de las cuales 1.203.000 eran árabes (el 65 por ciento) y 608.000 judíos (el 33 por ciento). El crecimiento de la población judía se debió principalmente a la inmigración, mientras que el crecimiento de la población árabe había sido "casi en su totalidad" debido al crecimiento natural. Se observaba que "no hay una clara separación territorial de las poblaciones judías y árabes en las grandes áreas contiguas", e incluso en el distrito de Jaffa, que incluía Tel Aviv, los árabes constituían la mayoría [5]. Las estadísticas de los propietarios de la tierra desde 1945 demostraron que los árabes poseían más tierra que los judíos en todos los distritos de Palestina. El distrito con mayor porcentaje de propiedad judía era Jaffa, donde el 39 por ciento de la tierra estaba en manos de los judíos, comparado con el 47 por ciento de propiedad árabe [6]. En el conjunto de Palestina en ese momento y según el informe de la NSCOP, los árabes eran propietarios del 85 por ciento de la tierra [7], mientras que los judíos tenían menos del 7 por ciento [8].

A pesar de estos hechos, la propuesta de la UNSCOP era que el Estado árabe se constituyera solamente en el 45,5 por ciento de la totalidad de Palestina, mientras que a los judíos se les otorgaría el 55,5 por ciento de la superficie total para su Estado [9]. La UNSCOP reconoció en su informe que:

    "De acuerdo con el principio de la libre determinación, aunque el derecho internacional reconoció este principio al final de la Primera Guerra Mundial y se ha respetado en lo que respecta a los territorios árabes, en el momento de la creación de los mandatos clase ‘A’ no se aplicó a Palestina, obviamente debido a la intención posibilitar la creación del hogar nacional judío allí. En realidad bien podría decirse que el hogar nacional judío y el sui generis Mandato para Palestina van contra este principio” [10].

En otras palabras, el informe reconoce explícitamente que la negación de la independencia palestina con el fin de lograr el objetivo de establecer un Estado judío constituía una negación del derecho de la mayoría árabe a la libre determinación. Y sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la UNSCOP aceptó esa negación de los derechos árabes dentro del marco legítimo que debía otorgar una solución razonable al conflicto.

Tras la publicación del informe de la UNSCOP, el Reino Unido emitió un comunicado manifestando su acuerdo con las recomendaciones del informe, pero añadió que "si la Asamblea recomendara una política que no fuera aceptable tanto para judíos como para árabes, el Gobierno del Reino Unido no se sentiría capaz de ponerlo en práctica” [11]. La posición de los árabes había sido clara desde el principio, pero el Alto Comisionado Árabe emitió un comunicado el 29 de septiembre reiterando que "los árabes de Palestina estaban decididos a oponerse por todos los medios a su alcance a cualquier régimen que implique segregación o partición que otorgue a una minoría una posición de preferencia". En su lugar:

    "Abogó por la libertad y la independencia de un Estado árabe en toda Palestina y que respetará los derechos humanos, las libertades fundamentales y la igualdad de todas las personas ante la ley y protegerá los derechos e intereses legítimos de todas las minorías, garantizando al mismo tiempo la libertad de culto y el acceso a los Santos Lugares” [12].

A continuación el Reino Unido emitió una declaración en la que reitera "que el Gobierno de Su Majestad no podría desempeñar un papel importante en la aplicación de un régimen que no fuera aceptable para ambas partes, árabes y judíos", pero añadiendo "que, sin embargo, no desea obstaculizar la aplicación de una recomendación aprobada por la Asamblea General" [13].

El Comité Especial nombrado para la cuestión de Palestina fue establecido por la Asamblea General poco después de la publicación del informe UNSCOP con el fin de seguir estudiando el problema y hacer recomendaciones. Paralelamente se creó un segundo comité que tenía la misión de examinar las cuestiones jurídicas relativas a la situación en Palestina, y publicó el informe de sus conclusiones el 11 de noviembre. Observó que el informe de la UNSCOP había aceptado una premisa básica "que las reclamaciones de Palestina por parte de los árabes y los judíos son válidas ambas", que "no estaba apoyado por ninguna razón convincente y demostrable que diga lo contrario de todas las pruebas presentadas”. Con el fin del mandato y la retirada de los británicos, "no hay ningún obstáculo para convertir Palestina en un Estado independiente", que "sería la culminación lógica de los objetivos del mandato" y el Pacto de la Liga de las Naciones. Se consideró que "la Asamblea General no es competente para recomendar, y menos aún para obligar a cumplir, cualquier otra solución que el reconocimiento de la independencia de Palestina, y que la solución del futuro gobierno de Palestina es un asunto exclusivo del pueblo de Palestina”. Llegó a la conclusión de que "no es necesario ni apropiado continuar con las discusiones del problema de Palestina, y este tema debe borrarse de la agenda de la Asamblea General", pero que si hubiera una disputa sobre este punto, “sería esencial consultar la opinión de la Corte Internacional de Justicia sobre esta cuestión", como ya había sido solicitada por varios Estados árabes. Se concluyó además que el plan de partición era "contrario a los principios de la Carta, y las Naciones Unidas no tienen poder para hacer efectivo ese plan”. Las Naciones Unidas no pueden:

    "Privar a la mayoría del pueblo palestino de su territorio y transferirlo para uso exclusivo de una minoría del país… La Organización de las Naciones Unidas no tiene poder para crear un nuevo Estado. Esta decisión sólo puede adoptarse por la libre voluntad del pueblo de los territorios en cuestión. Este requisito no se cumple en este caso, ya que no es una propuesta de la mayoría e implica el establecimiento de un Estado judío con total desprecio de los deseos e intereses de los árabes de Palestina” [14].

Sin embargo la Asamblea General aprobó la Resolución 181 del 29 de noviembre con 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones [15]. El texto pertinente de la resolución dice:

    "La Asamblea General....

    Recomienda al Reino Unido, como Potencia Mandataria de Palestina, y a todos los demás miembros de las Naciones Unidas, la adopción y aplicación, en relación con el futuro gobierno de Palestina, del Plan de Partición con Unión Económica que figuran a continuación;

    Pide que:

    (A) El Consejo de Seguridad adopte las medidas necesarias conforme a lo dispuesto en el plan para su aplicación;

    (B) El Consejo de Seguridad considera la posibilidad, si las circunstancias durante el período de transición requieren una consideración tal, si la situación en Palestina constituye una amenaza para la paz. Si se considera que tal amenaza existe, y con el fin de mantener la paz y la seguridad internacionales, el Consejo de Seguridad debe completar la autorización de la Asamblea General mediante la adopción de la medida, conforme a los artículos 39 y 41 de la Carta, para facultar a la Comisión de las Naciones Unidas, conforme a lo dispuesto en la presente resolución, para ejercer en Palestina las funciones que le son asignadas por la presente resolución;

    (C) El Consejo de Seguridad considera una amenaza para la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión, de conformidad con el artículo 39 de la Carta, cualquier intento de alterar por la fuerza lo acordado en la presente resolución;

    (D) El Consejo de Administración Fiduciaria se informará de las responsabilidades que le incumben en este plan;

    Hace un llamamiento a los habitantes de Palestina a que tomen las medidas necesarias por su parte para poner este plan en vigor;

    Hace un llamamiento a todos los gobiernos y todos los pueblos de que se abstengan de tomar medidas que puedan obstaculizar o retrasar la realización de estas recomendaciones... [16].

Una simple lectura del texto es suficiente para demostrar que la resolución para la partición de Palestina no tiene ninguna base legal para hacerlo. Simplemente se recomienda que el plan de partición se implemente y pidió al Consejo de Seguridad tratar el asunto en ese foro. Se exhortó a los habitantes de Palestina a aceptar el plan, pero, sin duda, sin ninguna obligación de hacerlo.

Un plan que nunca se implementó

El asunto fue tratado tanto por el Consejo de Seguridad, donde el 9 de diciembre el representante de Siria ante la ONU Faris El-Khouri observó que "la Asamblea General no es un gobierno mundial que pueda dictar órdenes, decidir la partición de Estados o imponer constituciones, ni normas, ni reglamentos y tratados sobre personas sin su consentimiento”. Cuando el representante soviético Andrei Gromyko dijo que la opinión de su gobierno era contraria y que "La resolución de la Asamblea General debe ser implementada" por el Consejo de Seguridad, El-Khouri respondió señalando además que:

    "Algunos párrafos de la resolución de la Asamblea General, que conciernen al Consejo de Seguridad, se refieren al Consejo mismo, a saber, los párrafos (a), (b) y (c), describiendo las funciones del Consejo de Seguridad con respecto a la cuestión palestina. Todos los miembros del Consejo de Seguridad están familiarizados con las funciones del Consejo, que están bien definidas y establecidas en la Carta de las Naciones Unidas. No creo que la resolución de la Asamblea General pueda añadir o eliminar alguna de estas funciones. Las recomendaciones de la Asamblea General son bien conocidas por ser recomendaciones, y los Estados miembros no están obligados a aceptarlas por la fuerza. Los Estados miembros pueden aceptarlas o no, y lo mismo se aplica al Consejo de Seguridad” [17].

El 6 de febrero de 1948, el Alto Comité Árabe comunicó nuevamente al Secretario General de las Naciones Unidas su posición diciendo que el plan de partición era "contrario a la letra y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas". Las Naciones Unidas "no tienen jurisdicción para ordenar o recomendar la partición de Palestina. No hay nada en la Carta que justifique dicha autoridad, por lo tanto la recomendación de la partición es ultra vires y por lo tanto nula y sin efecto”. Además, el Alto Comité Árabe señaló que:

    "Las delegaciones árabes presentaron propuestas en la Comisión Especial con el fin de remitir toda la cuestión jurídica planteada para que la Corte Internacional de Justicia emita su fallo. Dichas propuestas nunca fueron sometidas a votación por el presidente de la Asamblea. Las Naciones Unidas son un organismo internacional encargado de hacer cumplir la paz y la justicia en los asuntos internacionales. ¿Cómo se podría tener confianza en dicho órgano si injustificadamente y sin razón se niega a remitir una controversia a la Corte Internacional de Justicia?

"Los árabes de Palestina nunca reconocerán la validez de las recomendaciones fruto de extorsiones para aprobar la partición ni a la autoridad de las Naciones Unidas para llevarlas a cabo", declaró el Alto Comité Árabe, y considerarán "que cualquier intento por parte de los judíos o cualquier potencia o grupo de establecer un Estado judío en territorio árabe sería considerado como un acto de agresión al que se opondrá resistencia en defensa propia por la fuerza" [18].

El 16 de febrero, la Comisión de las Naciones Unidas para Palestina, encargada por la Asamblea General de preparar la transferencia de autoridad de la Potencia mandataria a los gobiernos sucesores en el marco del plan de partición, publicó su primer informe al Consejo de Seguridad. Llegó a la conclusión con respecto al rechazo árabe de que "se ve enfrentado a un intento de desertar de sus fines, y para anular la resolución de la Asamblea General", y pidiendo al Consejo de Seguridad que proporcionara una fuerza armada", que sólo permitiría a la Comisión cumplir sus responsabilidades sobre la terminación del Mandato”. En efecto, la Comisión Palestina había determinado que el plan de partición debe ser aplicado en contra de la voluntad de la mayoría de la población de Palestina por la fuerza [19].

 

Warren R. Austin (L), Representante Permanente de EE.UU. ante las Naciones Unidas, desde enero de 1946 hasta enero 1947.

En respuesta a esta propuesta, Colombia redactó un borrador notificando al Consejo de Seguridad que en la Carta de las Naciones Unidas no se autoriza al Consejo de seguridad a crear fuerzas especiales para el propósito de la Comisión para Palestina [20]. El delegado de los Estados Unidos, Warren Austin, declaró en el mismo sentido dentro del marco del 253 encuentro del Consejo de Seguridad, el 24 de febrero:

    El Consejo de Seguridad está autorizado para tomar medidas de fuerza con respecto a Palestina para eliminar una amenaza a la paz internacional. La Carta de las Naciones Unidas no faculta al Consejo de Seguridad para hacer cumplir un acuerdo político si se atiene a la recomendación de la Asamblea General o del mismo Consejo de Seguridad. Lo que esto significa es lo siguiente: El Consejo de Seguridad, en virtud de la Carta, puede tomar medidas para prevenir la agresión contra Palestina desde el exterior. El Consejo de Seguridad, por estos mismos poderes, puede tomar medidas para prevenir una amenaza a la paz y la seguridad internacionales desde el interior de Palestina. Pero esta acción debe dirigirse exclusivamente al mantenimiento de la paz internacional. Las acciones del Consejo de Seguridad, en otras palabras, tienen como objetivo mantener la paz y no forzar una partición [21].

Los Estados Unidos, sin embargo, presentaron su propio proyecto de texto todavía más ambiguo aceptando las sugerencias de la Comisión para Palestina "enmarcado bajo la autoridad del Consejo de Seguridad según la Carta" [22]. Faris El-Khouri se opuso al proyecto de EE.UU. sobre la base de que "antes de aceptar estas tres peticiones, es nuestro deber comprobar si están o no en el marco del Consejo de Seguridad y bajo los límites de la Carta. Si se comprueba que no responden a sus principios, debemos abstenernos de aceptarlas”. Recordó que en la misma declaración de Austin se menciona la falta de autoridad del Consejo de Seguridad, diciendo: "Se deriva de este hecho incuestionable que cualquier recomendación sobre una solución política sólo puede aplicarse si las partes interesadas aceptan de buen grado y se complementan”. Además, "el plan de partición en sí constituye una amenaza para la paz si es rechazado abiertamente por todos aquellos a cuyas expensas iba a ser ejecutado” [23]. Austin, a su vez explicó la intención del proyecto de los EE.UU. indicando su aceptación de la Resolución 181:

    Sujetos a la limitación de que la fuerza armada no puede utilizarse para la ejecución del plan, ya que la Carta limita expresamente el uso de la fuerza de las Naciones Unidas a las amenazas y quebrantamientos de la paz y las agresiones que afecten a la paz internacional. Por lo tanto, debemos interpretar la resolución de la Asamblea General en el sentido de que las medidas de las Naciones Unidas para aplicar la presente resolución son medidas pacíficas.

Por otra parte, continuó explicando Austin el proyecto de EE.UU.:

    No autorizar el uso de la aplicación de los artículos 39 y 41 de la Carta de facultar a la Comisión de Naciones Unidas para ejercer en Palestina las funciones asignadas por la resolución, porque la Carta no autoriza ni a la Asamblea General ni al Consejo de Seguridad a hacer tal cosa [24].

Cuando el Consejo de Seguridad adoptó finalmente una resolución el 5 de marzo, se limitó a hacer una nota de "Habiendo recibido la Asamblea General la resolución 181” y el primer Informe mensual de la Comisión de Palestina, y resolvió:

    Hacer un llamamiento a los miembros permanentes del Consejo para consultar e informar al Consejo de Seguridad sobre la situación con respecto a Palestina y que, según sea el resultado de dichas consultas, las recomendaciones relativas a la orientación y las instrucciones que podrían ser útiles y el Consejo transmitiera a la Comisión de Palestina con miras a la aplicación de la resolución de la Asamblea General [25].

Durante los siguientes debates del Consejo de Seguridad sobre la forma de proceder, Austin observó que había quedado claro "que el Consejo de Seguridad no está preparado para seguir adelante con los esfuerzos para aplicar este plan en la situación actual”. Al mismo tiempo era evidente que el Reino Unido anunció la finalización del mandato para el 15 de mayo y que ese anuncio "daría lugar, a la luz de la información disponible, al caos, a intensos combates y a la pérdida de muchas vidas en Palestina." La ONU no puede permitir esto, dijo, y el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad y autoridad en virtud de la Carta de actuar para prevenir tal amenaza para la paz. Los EE.UU. también propusieron la creación de un fideicomiso de Palestina para dar otra oportunidad a los judíos y árabes de llegar a un acuerdo. En espera de la celebración de un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General con ese fin, "creemos que el Consejo de Seguridad debe instar a la Comisión Palestina a suspender sus esfuerzos para aplicar el plan de partición propuesto” [26].

El Presidente del Consejo de Seguridad, en su calidad de representante de China, respondió: "Las Naciones Unidas fueron creadas principalmente para el mantenimiento de la paz internacional. Sería trágico el hecho de que las Naciones Unidas, al intentar una solución política, llegaran a ser la causa de una guerra. Por estas razones mi delegación apoya los principios generales de la propuesta de la delegación de los Estados Unidos” [27]. En una nueva reunión del Consejo de Seguridad, el delegado de Canadá señaló que el plan de partición "se basa en una serie de supuestos importantes", el primero de ellos que "se suponía que las dos comunidades que habitan en Palestina cooperarían en la puesta en vigor de la solución al problema de Palestina, que fue recomendada por la Asamblea General” [28]. El delegado de Francia, mientras declinaba prorrogar la aprobación o desaprobación de la propuesta de EE.UU., señaló que permitiría cualquier número de soluciones alternativas del plan de partición, incluyendo "un Estado único, con suficientes garantías para las minorías" [29]. El representante de la Agencia Judía para Palestina leyó un comunicado rechazando categóricamente "cualquier plan para establecer un régimen de administración fiduciaria de Palestina", que "implicaría necesariamente una negación del derecho judío a la independencia nacional” [30].

Consciente del deterioro de la situación en Palestina, y deseando evitar la promoción de debates, los EE.UU. propusieron otro proyecto de resolución pidiendo una tregua entre los grupos armados árabes y judíos que Austin señaló que "no afectará a las reivindicaciones de los dos grupos" y que "no se mencionara la administración fiduciaria" [31]. Fue aprobado como Resolución 43 el 1 de abril [32]. La resolución 44 se aprobó el mismo día requiriendo que "el Secretario General, de conformidad con el artículo 20 de la Carta de las Naciones Unidas, convocara un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General con el objetivo de examinar más a fondo la cuestión del futuro gobierno de Palestina" [33]. La resolución 46 del Consejo de Seguridad reiteró el llamado para el cese de las hostilidades en Palestina [34], y la resolución 48 estableció una "tregua de la Comisión" para promover el objetivo de la aplicación de sus resoluciones que piden que se ponga fin a la violencia [35].

 

El 14 de mayo de 1948, un día antes de que expirara el mandato Británico, David Ben-Gurion declaró unilateralmente la creación del Estado de Israel, refiriéndose a la decisión de la Asamblea General de la ONU como una justificación legal para el establecimiento del Estado.

El 14 de mayo, la dirección sionista declaró unilateralmente la existencia del Estado de Israel, citando que la Resolución 181 es «el reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del derecho del pueblo judío a establecer su Estado" [36]. Por lo que la guerra se produjo inevitablemente.

La Autoridad de las Naciones Unidas con respecto a la partición

 

 

En resumen, la creencia popular de que la ONU "creó" el Estado de Israel es un mito, y

El artículo del Dr. Mordejai Nisán refutando los argumentos de Hammond:¿Es un mito la creación de Israel por las naciones Unidas? Pregúntele al Diario de Política Exterior, publicado por Israel National News INN), el 27 de octubre de 2010.8] Walid Khalidi, "Revisión de la Resolución Asamblea General de la Partición", Revista de Estudios Palestinos XXVII, número 1 (otoño 1997), p.11. Edward W. Said, La Cuestión de Palestina (Nueva York: Vintage Books Edition, 1992), pp. 23, 98.

[9] Khalidi, p.11.

 

 



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De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2012 20:34

La Autoridad de las Naciones Unidas con respecto a la partición

El capítulo 1, artículo 1 de la Carta de la ONU, ésta define sus propósitos y principios, que son de "mantener la paz y la seguridad internacionales", "desarrollar relaciones de amistad entre las naciones, basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y autodeterminación de los pueblos" y "lograr la cooperación internacional" sobre varios temas y "desarrollo y estímulo del respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos".

Las funciones y atribuciones de la Asamblea General se enumeran en el capítulo IV, artículos 10 a 17. Su tarea es la de iniciar estudios y hacer recomendaciones para promover la cooperación internacional y el desarrollo del derecho internacional, para recibir informes del Consejo de Seguridad y otros órganos de las Naciones Unidas y examinar y aprobar el presupuesto de la organización. También se encarga de realizar funciones en el sistema internacional de administración fiduciaria. Su autoridad se limita a considerar y discutir los asuntos en el ámbito de la Carta, hacer recomendaciones a los Estados miembros o al Consejo de Seguridad o llamar la atención sobre ciertos asuntos de los que el Consejo de Seguridad debe ocuparse.

En el capítulo V, artículos 24 a 26, establece las funciones y atribuciones del Consejo de Seguridad. Tiene la tarea de mantener la paz y la seguridad de conformidad con los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Los poderes otorgados específicamente al Consejo de Seguridad se presentan en los capítulos VI, VII, VIII y XII. En virtud del Capítulo VI, el Consejo de Seguridad puede convocar a las partes a resolver las controversias por medios pacíficos, investigar y tomar una determinación acerca de si una controversia o situación constituye una amenaza para la paz y la seguridad. Puede recomendar procedimientos adecuados para resolver los conflictos, teniendo en cuenta que "las controversias legales, por regla general deberán ser sometidas por las partes a la Corte Internacional de Justicia". En virtud del Capítulo VII, el Consejo de Seguridad puede determinar la existencia de una amenaza a la paz y hacer recomendaciones o decidir qué medidas se deben tomar para mantener o restablecer la paz y la seguridad. Podrá instar a las partes interesadas a que adopten medidas provisionales "sin perjuicio de los derechos, reclamaciones o la posición de las partes interesadas”. Se podrá pedir a las partes interesadas que empleen "medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada" para aplicar esas medidas. En caso de que tales medidas no resulten adecuadas, se podrá autorizar el uso de las fuerzas armadas "para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales". El capítulo VIII establece que el Consejo de Seguridad "fomentará el desarrollo de arreglos pacíficos para las controversias de carácter local" a través de acuerdos u organismos regionales, y de utilizarlos bajo su autoridad para hacer cumplir tales acciones.

Las funciones y atribuciones del Sistema Internacional de Administración Fiduciaria se enumeran en el capítulo XII, artículos 75 a 85. El propósito del sistema es el de administrar y supervisar los territorios que allí se sitúan de acuerdo con el objetivo de "evolucionar hacia la autonomía o la independencia, que pueden ser apropiadas a las circunstancias particulares de cada territorio y de sus pueblos y los deseos libremente expresados de los pueblos interesados". El sistema funcionará de conformidad con los propósitos de las Naciones Unidas, según se establece en el artículo 1, incluyendo el respeto del derecho a la libre determinación. La Asamblea General se encarga de todas las funciones "no calificadas como estratégicas”, que son designadas para el Consejo de Seguridad. Se estableció un Consejo de Administración Fiduciaria para ayudar a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad a desempeñar sus funciones en el sistema.

El capítulo XIII, artículo 87, establece las funciones y atribuciones del Consejo de Administración Fiduciaria, que son compartidos por la Asamblea General. Se otorga autorización para examinar los informes, aceptar y examinar las peticiones, facilitar las visitas a los territorios en fideicomiso, y "tomar estas y otras acciones de conformidad con los términos de los acuerdos de administración fiduciaria". Otra sección relevante es el capítulo XI, titulado "Declaración con respecto a los territorios que no están bajo autogobierno y donde se establece que:

    Los miembros de las Naciones Unidas que tengan o asuman la responsabilidad de administrar territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio, reconocen el principio de que los intereses de los habitantes de esos territorios están por encima, y aceptan como un encargo sagrado la obligación de promover al máximo, dentro del sistema de la paz y la seguridad internacionales establecido por esta Carta, el bienestar de los habitantes de estos territorios...

Con tal fin, los Estados miembros están para "alcanzar el autogobierno, tener debidamente en cuenta las aspiraciones políticas de los pueblos, y para ayudarlos progresivamente al libre desarrollo de sus instituciones políticas".

Conclusión

El Plan de Partición presentado por UNSCOP estaba empeñado en crear en Palestina un Estado judío contrario a la voluntad expresa de la mayoría de sus habitantes. A pesar de que constituían sólo un tercio de la población y poseían menos del 7 por ciento de la tierra, se pretendía otorgar a los judíos más de la mitad de Palestina con el propósito de crear el Estado judío. En otras palabras, sería tomar la tierra de los árabes y dársela a los judíos. La injusticia inherente al Plan de Partición se encuentra en claro contraste con el plan alternativo propuesto por los árabes, que era el de un Estado independiente de Palestina, en el que serían reconocidos y respetados los derechos de la minoría judía, y que brindaría la representación de la población judía en una sociedad con gobierno democrático. El plan de partición fue abiertamente perjudicial para los derechos de la población de mayoría árabe, y se basaba en el rechazo de su derecho a la libre determinación. Esto es aún más controvertido en la medida en que el informe de la UNSCOP reconoce explícitamente que la propuesta de crear un Estado judío en Palestina es contraria al principio de autodeterminación. El plan se basaba también en la suposición errónea de que los árabes simplemente consentirían en que sus tierras fueran arrebatadas y voluntariamente cederían sus derechos de población mayoritaria, incluido su derecho a la libre determinación.

La Resolución 181 de la Asamblea General sobre la partición de Palestina no es legal ni confiere a los dirigentes sionistas ninguna autoridad legal para declarar unilateralmente la existencia del Estado judío de Israel. Es simplemente una recomendación de que el plan de partición de la UNSCOP sea aceptado e implementado por las partes interesadas. Naturalmente, para tener algún peso de ley, el plan, como cualquier contrato, tendría que haber sido formalmente acordado por ambas partes, que no sucedió. Tampoco puede legalmente la Asamblea General decidir la partición de Palestina ya que, haciéndolo, confiere autoridad legal para la creación de Israel a los dirigentes sionistas, y, como se ha dicho antes, carecía de dicha autoridad. Cuando el Consejo de Seguridad examinó la cuestión planteada por la Asamblea General, no se pudo llegar a ningún consenso sobre cómo proceder con la aplicación del plan de partición. Siendo evidente que el plan no podía aplicarse por medios pacíficos, la sugerencia de que se aplicara por la fuerza fue rechazada por los miembros del Consejo de Seguridad. El simple hecho del asunto es que el plan nunca se implementó. Numerosos delegados de los Estados miembros, incluidos los EE.UU., llegaron a la conclusión de que el plan era impracticable, y, además, que el Consejo de Seguridad no tiene autoridad para aplicar dicho plan, excepto por consentimiento mutuo de las partes involucradas, que estuvieron ausentes en este caso.

Los Estados Unidos, Siria, y otros miembros de las Naciones Unidas tenían razón en sus observaciones de que si bien el Consejo de Seguridad tenía la autoridad para declarar una amenaza a la paz y autorizar el uso de la fuerza para lidiar con eso y mantener o restablecer la paz y la seguridad, no tiene ninguna autoridad para aplicar por la fuerza un plan de partición de Palestina en contra de la voluntad de la mayoría de sus habitantes. Cualquier intento de usurpar la autoridad tanto de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad habría sido una violación prima facie del principio fundamental de la Carta del respeto por el derecho a la libre determinación de todos los pueblos, y por lo tanto nula y sin efecto en virtud del derecho internacional.

En resumen, la creencia popular de que la ONU "creó" el Estado de Israel es un mito, y la propia declaración de Israel en su documento fundacional de que la resolución 181 de las Naciones Unidas constituye la autoridad legal para la creación de Israel, o en otros términos, constituía el "reconocimiento" por la ONU del "derecho" de los judíos sionistas a expropiar la tierra árabe y negar a la mayoría de la población árabe el derecho propio a la libre determinación, es un fraude patente.

Se pueden extraer más corolarios. El desastre causado a Palestina no era inevitable. La ONU se creó con el fin de evitar tales catástrofes. Sin embargo fracasó estrepitosamente en ello en numerosos casos. Fracasó en su deber de remitir las cuestiones jurídicas de las reivindicaciones de Palestina ante la Corte Internacional de Justicia, a pesar de las peticiones de los Estados miembros de que lo hiciera. No utilizó todos los medios bajo su autoridad, incluyendo el uso de las fuerzas armadas, para mantener la paz y evitar la guerra que se predijo que ocurriría a la terminación del Mandato. Y lo más importante, lejos de la defensa de sus principios fundacionales, las Naciones Unidas ha actuado eficazmente para evitar el establecimiento de un Estado independiente y democrático de Palestina, en violación directa de los principios de su propia Carta. El mundo sigue siendo testigo cotidiano de estas y otras fallas. El reconocimiento de la grave injusticia perpetrada contra el pueblo palestino y para disipar los mitos históricos es esencial si se quiere transitar el camino de la paz y la reconciliación.

El artículo del Dr. Mordejai Nisán refutando los argumentos de Hammond:¿Es un mito la creación de Israel por las naciones Unidas? Pregúntele al Diario de Política Exterior, publicado por Israel National News INN), el 27 de octubre de 2010.

La respuesta de Hammond del 28 de octubre de 2010 a la refutación del Dr. Nisán: Réplica a '¿Es la creación de Israel por La ONU. un mito? Pregúntele al Diario de Política Exterior".

Notas:

[1] The Palestine Mandate of the Council of the League of Nations, 24 de julio de 1922.

[

[4] Resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas 106, 15 de mayo de 1947.

[5] El Comité Especial de las naciones Unidas para Palestina sobre el Informe a la Asamblea General, 3 de septiembre de 1947.

[6


Respuesta  Mensaje 3 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2012 20:39
La Resolución 181 de la Asamblea General sobre la partición de Palestina no es legal ni confiere a los dirigentes sionistas ninguna autoridad legal para declarar unilateralmente la existencia del Estado judío de Israel. Es simplemente una recomendación de que el plan de partición de la UNSCOP sea aceptado e implementado por las partes interesadas. Naturalmente, para tener algún peso de ley, el plan, como cualquier contrato, tendría que haber sido formalmente acordado por ambas partes, que no sucedió. Tampoco puede legalmente la Asamblea General decidir la partición de Palestina ya que, haciéndolo, confiere autoridad legal para la creación de Israel a los dirigentes sionistas, y, como se ha dicho antes, carecía de dicha autoridad. Cuando el Consejo de Seguridad examinó la cuestión planteada por la Asamblea General, no se pudo llegar a ningún consenso sobre cómo proceder con la aplicación del plan de partición. Siendo evidente que el plan no podía aplicarse por medios pacíficos, la sugerencia de que se aplicara por la fuerza fue rechazada por los miembros del Consejo de Seguridad. El simple hecho del asunto es que el plan nunca se implementó. Numerosos delegados de los Estados miembros, incluidos los EE.UU., llegaron a la conclusión de que el plan era impracticable, y, además, que el Consejo de Seguridad no tiene autoridad para aplicar dicho plan, excepto por consentimiento mutuo de las partes involucradas, que estuvieron ausentes en este caso.

Respuesta  Mensaje 4 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 17/01/2012 20:48
"Privar a la mayoría del pueblo palestino de su territorio y transferirlo para uso exclusivo de una minoría del país… La Organización de las Naciones Unidas no tiene poder para crear un nuevo Estado. Esta decisión sólo puede adoptarse por la libre voluntad del pueblo de los territorios en cuestión. Este requisito no se cumple en este caso, ya que no es una propuesta de la mayoría e implica el establecimiento de un Estado judío con total desprecio de los deseos e intereses de los árabes de Palestina” [14].

Respuesta  Mensaje 5 de 10 en el tema 
De: albi Enviado: 18/01/2012 07:55

http://www.nodo50.org/csca/agenda09/palestina/arti740.html

Asamblea ONU aprueba resolución contra Israel por Crímenes de Guerra en Gaza. Israel rechaza la resolución de Naciones Unidas sobre el 'Informe Goldstone'

Israel cometió crímenes de guerra en Gaza. España se abstuvo. Portugal votó a favor de enviar el informe al consejo de Seguridad

El documento fue adoptado por 114 votos a favor, 18 en contra y 44 abstenciones. Junto con Estados Unidos e Israel se pronunciaron en contra Australia, Canadá, República Checa, Alemania, Hungría, Italia, islas Marshall, Nauru, Micronesia, Holanda, Palau, Panamá, Polonia, Eslovaquia, Macedonia y Ucrania.

bombardeeo

Servicio de Noticias de la Naciones Unidas, El Mundo Noticias Internacionales, 5 de Noviembre, 2009

Tras dos días de debates, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que pide al Secretario General que envíe al Consejo de Seguridad el informe Golstone, elaborado por la misión de la ONU que investigó los atropellos a los derechos humanos durante la más reciente incursión militar israelí en la Franja de Gaza.
El texto –promovido por la Liga de Estados Árabes y el Movimiento de Países No Alineados – fue adoptado con 114 votos a favor, 18 en contra y 44 abstenciones.
La resolución apoya el informe y pide al Secretario General que dentro de tres meses informe a la Asamblea General sobre los avances en la implementación de las recomendaciones del informe, con miras a la adopción de nuevas medidas.
Por otro lado, el documento insta a Israel y a la parte palestina a poner en marcha dentro de ese mismo plazo, investigaciones independientes sobre las violaciones del derecho internacional humanitario ocurridas durante la incursión israelí en diciembre y enero pasados.
Israel, Estados Unidos, Polonia y Australia se contaron entre los países que se opusieron a la resolución.

Asamblea ONU aprueba resolución contra Israel por Crímenes de Guerra en Gaza
Noticias Internacionales, 5 de Noviembre, 2009
 
Israel cometió crímenes de guerra en Gaza   
Confirman que fueron civiles mayoría de asesinados por Israel en Gaza

El documento fue adoptado por 114 votos a favor, 18 en contra y 44 abstenciones / por América Latina, la inmensa mayoría votó a favor, con la excepción de Panamá que se pronunció en contra y de Colombia, Costa Rica y Uruguay que se abstuvieron.

Naciones Unidas / La Asamblea General de Naciones Unidas respaldó hoy el llamado informe Goldstone sobre los crímenes de guerra cometidos durante la invasión de Israel a Gaza y encargó su presentación ante el Consejo de Seguridad.

El documento fue adoptado por 114 votos a favor, 18 en contra y 44 abstenciones.

La totalidad de los países de América Latina, con la excepción de Panamá, votó a favor del texto respaldado además por el grupo de Estados árabes de la ONU y el Movimiento No Alineados.

Junto con Estados Unidos e Israel se pronunciaron en contra Australia, Canadá, República Checa, Alemania, Hungría, Italia, islas Marshall, Nauru, Micronesia, Holanda, Palau, Panamá, Polonia, Eslovaquia, Macedonia y Ucrania.

La resolución también pide al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que presente ante el Consejo de Seguridad el informe Goldstone, que recoge los resultados de una investigación sobre lo acontecido en Gaza durante la invasión lanzada por Israel entre diciembre y enero pasados.

Israel no escapa a sus crímenes contra la población de Gaza

Pese a la férrea oposición de Israel y Estados Unidos, el máximo órgano de la ONU aprobó una resolución que llama a las autoridades israelíes y palestinas a investigar los alegados crímenes de guerra señalados en el material elaborado por una comisión presidida por el jurista surafricano, Richard Goldstone.

De los cinco miembros permanentes de ese órgano, solo China votó a favor del texto propuesto, mientras que Reino Unido, Rusia y Francia se abstuvieron y Estados Unidos lo rechazó.

En su parte introductoria, la resolución expresa preocupación por "las informaciones relativas a graves violaciones de los derechos humanos y serias infracciones del derecho internacional humanitario cometidas durante las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza".

Seguidamente, condena el hecho de que "se tome de blanco a personas civiles y la infraestructura e instituciones civiles, incluidos locales de las Naciones Unidas", como demuestra el informe Goldstone, material que hace dos días fue rechazado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Esa instancia legislativa norteamericana también llamó al presidente estadounidense, Barack Obama, y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a "rechazar sin equívocos todo examen futuro" de ese documento.

El acuerdo de la Asamblea General apunta "la necesidad de asegurarse de que los responsables de todas las violaciones del derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos rindan cuentas para prevenir la impunidad, garantizar la justicia, disuadir de la comisión de nuevas violaciones y promover la paz.

También, reitera que el logro de una solución justa, duradera y amplia de la cuestión de Palestina, núcleo del conflicto árabe-israelí, es indispensable para la consecución de una paz y estabilidad amplias, justas y duraderas en el Oriente Medio.

El informe Goldstone fue avalado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU por 25 votos a favor, seis en contra (Estados Unidos, Eslovaquia, Hungría, Italia, Holanda y Ucrania) y 11 abstenciones. Otros cinco países, entre ellos Francia y el Reino Unido, no participaron en la votación.

Al intervenir en el debate de la Asamblea General sobre las conclusiones del equipo de Goldstone, el observador permanente de Palestina ante la ONU, Riyad Manssur, rechazó cualquier equiparación de la agresión y los crímenes de Israel con la respuesta del lado atacado.

No existe absolutamente ninguna simetría o proporcionalidad entre el ocupante y el ocupado, aseveró.

Empero, reiteró que las autoridades palestinas asumen con mucha seriedad las posibles violaciones apuntadas en el informe y reafirmó el compromiso de realizar una investigación legal interna.

La votación en el plenario de la Asamblea General fue amplia a favor del informe Goldstone, pese a las presiones de Estados Unidos e Israel, pero más fuerte fue la condena general a la agresión israelí manifestada por casi medio centenar de oradores que escalaron el podio del máximo foro de la ONU.

Centro de noticias de la ONU

Estados miembros de la ONU expresan opiniones encontradas sobre informe Goldstone

05 de noviembre, 2009  Israel afirmó hoy que la resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU sobre el informe Goldstone es una burla a la realidad que enfrentan los Estados democráticos que tienen que afrontar el terrorismo.

El representante adjunto israelí, Daniel Carmon, afirmó que el texto daba un espaldarazo a una investigación parcializada del Consejo de Derechos Humanos.

“Ese documento ignora el derecho legítimo de Israel de proteger a sus ciudadanos de ataques terroristas, y va en contra de cualquier intento positivo de gestión diplomática en la región”, dijo Carmon.

El representante de Estados Unidos, Alejandro Wolff, por su parte describió al informe Goldstone como innecesario y desequilibrado.

“El tratar, como hace la resolución, de imponer el debate del documento al Consejo de Seguridad es improductivo, porque ese órgano está al tanto de la situación mediante sus encuentros mensuales sobre el Oriente Medio”, dijo Wolff.

Antes de la aprobación de la resolución este jueves por 114 de los 192 Estados miembros de la ONU, numerosos oradores resaltaron la importancia del Informe Goldstone, como un esfuerzo serio por poner fin a lo que describieron como “la impunidad israelí en sus crímenes contra los palestinos”.

Por otro lado, expresaron preocupación por la parcialidad con Israel en el Consejo de Seguridad. Uno de ellos fue el embajador venezolano ante la ONU, Jorge Valero.

“Preocupa a Venezuela que algunos miembros del Consejo de Seguridad, en el ejercicio del derecho al veto, puedan bloquear iniciativas conducentes a enjuiciar a los genocidas israelíes. Nuestra preocupación aumenta cuando una superpotencia, miembro permanente, es el principal aliado del país genocida”.

El informe Goldstone es el resultado de tres meses de una investigación que fue dirigida por el juez sudafricano Richard Goldston. La pesquisa halló tanto a israelíes como a militantes palestinos culpables de crímenes de guerra.

Durante la incursión israelí a Gaza de diciembre y enero pasados, murieron más de 1300 palestinos y 13 israelíes.

Reacción a la votación en Nueva York
Israel rechaza la resolución de Naciones Unidas sobre el 'Informe Goldstone'

Netanyahu (izda.) y Barak, en una rueda de prensa en Tel Aviv. | Afp
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/06/internacional/1257513739.html

viernes 06/11/2009

Los ecos de la captura de un barco con 500 toneladas de armas, el anuncio del presidente palestino, Abú Mazen, de no presentarse a la reelección, el tenso riferrafe entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Barack Obama (sobre un posible encuentro), se han visto eclipsados el viernes por el juez Richard Goldstone y su informe sobre la masiva ofensiva militar hace 11 meses en la Franja de Gaza.

Israel ha rechazado la resolución aprobada el jueves por la noche por la Asamblea de Naciones Unidas que traslada el Informe Goldstone al Consejo de Seguridad y exige al Gobierno de Netanyahu y a los palestinos la creación, en un plazo de tres meses, de una comisión de investigación "independiente y creíble".

"La resolución y el informe no tienen nada que ver con la realidad que afrontamos en el terreno. Israel continuará defendiendo la vida de sus ciudadanos ante los ataques terroristas. Seguiremos actuando ante la amenaza que supone el terrorismo internacional, tal y como hemos demostrado esta semana", afirmó el ministro de Exteriores Avigdor Lieberman en referencia a la captura del arsenal en el barco 'Francop'.

Lieberman también se refirió al resultado de la votación en Nueva York: 114 países a favor de la resolución, 18 en contra (EEUU, Alemania, Holanda, Italia, entre otros) y 44 abstenciones (mayormente europeas).

"Estoy satisfecho, ya que 18 países en la vanguardia de la democracia mundial y que son mayoría moral votaron en contra y 44 se abstuvieron. Ya sabíamos el resultado de antemano dada la mayoría automática del bloque de los paises árabes y no alineados en la ONU que siempre votan contra Israel”, añadió.
Veto previsto

Pero de igual forma que estaba garantizada la derrota israelí en la votación en la Asamblea de la ONU, se prevé el veto de su aliado estadounidense en el Consejo de Seguridad.

Diversos ministros, diputados y juristas han pedido a Netanyahu que ordene la creación de una comisión interna para "responder" a las duras acusaciones que se desprenden de las 575 páginas del 'Informe Goldstone', donde se acusa a Israel de cometer "crímenes de guerra".

Netanyahu se plantea dicha comisión interna, pero cuenta con la oposición de su 'número dos' y ministro de Defensa, Ehud Barak.

 

El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso español, Josep Antoni Durán i Lleida, cree que el Informe Goldstone sobre la última guerra de Gaza es "poco imparcial" y no debería llegar a votarse en la Asamblea General de la ONU.

Elías L. Benarroch Jerusalén, EFE
http://www.unmultimedia.org

"Yo soy crítico respecto a ese informe, me parece poco imparcial, y además creo que someterlo a votación de la Asamblea General es someter a Israel a un árbitro con muchos componentes que, de entrada, son sus adversarios más que reconocidos", dijo a Efe el político catalán.
 
En visita "exploratoria" por Israel y los territorios palestinos ocupados al frente de una delegación del Comité de Exteriores del Parlamento español, Durán i Lleida hizo estas declaraciones en coincidencia con el inicio hoy de una reunión especial de la Asamblea
General para debatir el polémico informe.
 
Redactado por el juez sudafricano Richard Goldstone, el documento acusa a Israel y al grupo islamista palestino Hamás de cometer crímenes de guerra en el conflicto de Gaza de diciembre y enero pasados, aunque la propuesta presentada a la Asamblea por los países árabes exige solo medidas sancionadoras contra el Estado judío.
 
"Alguien me comentaba ayer que (esta votación) es como si alguien se somete al veredicto de sus verdugos, porque evidentemente es una votación que seguramente Israel tendrá perdida", consideró el secretario general de Convergencia i Unió (CiU).
 
Acompañado por sus colegas de comisión José María Benegas (PSOE), Francisco Ricoma de Castellarnau (PP) y Carlos Casimiro Salvador Armendáriz (grupo mixto), la visita de la delegación coincide con las vísperas de la presidencia de España de la Unión Europea.
 
Durán alentó a los países de la UE a "abstenerse" o "votar en contra" para "marcar una posición de calidad en contra de ese documento elaborado en el seno de las Naciones Unidas".
 
En la guerra de Gaza murieron 1.400 palestinos -la mayoría civiles- y 13 israelíes, y según Goldstone las violaciones del derecho de guerra y humanitario deberían ser investigadas por las propias partes.
 
En caso de no hacerlo, el informe recomienda que el Consejo de Seguridad de la ONU remita a los presuntos responsables de crímenes de guerra al Tribunal Internacional de la Haya.
 
El político catalán advierte de las consecuencias que eso puede tener, pues, de ser aprobado por el Consejo de Seguridad, no sentará jurisprudencia únicamente en el caso palestino-israelí.
 
"Es un informe que, a mi juicio, sienta una posición que va más allá y que afecta a la lucha de países democráticos contra el terrorismo.. y que no es nada positivo", declara.
 
La delegación parlamentaria española mantiene desde ayer encuentros con
funcionarios de gobierno y dirigentes políticos israelíes "con un clarísimo objetivo: reforzar desde la perspectiva parlamentaria las relaciones entre España e Israel, que en los últimos meses han mejorado de manera muy sensible y estentórea".
 
Mañana los miembros de la delegación se desplazarán a Ramala para seguir su misión exploratoria en una entrevista con el primer ministro palestino Salam Fayad y, esperan, otra con el presidente Mahmud Abás, en quienes ven un "deseo real" de alcanzar la paz. EFE elb-amg/ll (audio)

Llaman a tomar lado de la justicia en conflicto con Israel
TBD, 4 noviembre 2009

El observador permanente de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, instó hoy a la comunidad internacional a tomar el lado de la justicia y a no tolerar las acciones ilegales, violaciones y crímenes cometidos por Israel en los territorios palestinos ocupados.

Durante su participación en el debate del informe Goldstone sobre las violaciones a los derechos humanos cometidos durante el conflicto de Gaza de principios de año, Mansour fue elocuente en su llamamiento.

"En nombre de todas las víctimas palestinas que han sufrido los crímenes israelíes, llamamos hoy a la comunidad internacional a pugnar claramente por el respeto a la justicia y la ley internacional", dijo el embajador.

Por su parte la Representante israelí Gabriela Shalev reiteró la negativa de su país de aceptar el informe Goldstone, al cual describió como politizado y "concebido en el odio".

Arguyó que su país tenía el derecho de defenderse de los ataques de terroristas palestinos.

"En vez de discutir cómo parar a terroristas que atacan a civiles deliberadamente, la Asamblea General lanza otra campaña contra las victimas del terrorismo, el pueblo de Israel", dijo Shalev.

Durante el debate, los oradores han reiterado de manera abrumadora que Israel, debe cumplir con el derecho internacional y consideraron que la discusión constituye un esfuerzo serio por poner fin a la impunidad de las acciones de Tel Aviv contra los palestinos.


Respuesta  Mensaje 6 de 10 en el tema 
De: albi Enviado: 18/01/2012 08:00

José Luís Ramírez León[*]

Política Exterior de Colombia


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Durante los últimos meses se ha presentado una serie de hechos, a nivel externo e interno, de especial importancia para el desarrollo de las relaciones internacionales de Colombia con un área del mundo en especial: la región del Medio Oriente. Esto, producto del fortalecimiento del intercambio económico con Israel, adelantado por la actual administración, de la expedición de la Declaración de Argel que dio nacimiento al Estado Palestino, y del acceso del país a uno de los puestos destinados a los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

La intención del presente análisis es la de hacer una evaluación de los hechos enunciados, ubicando las posibles repercusiones a nivel de la política exterior de Colombia. De igual manera, se formularán algunas hipótesis acerca del probable desarrollo de las relaciones internacionales del país respecto al estado de Israel (atendiendo a la situación derivada de la relación especial que actualmente se mantiene con dicho país) y en cuanto a las consecuencias generadas por la proclamación del estado palestino.

La Coyuntura Internacional

Tras veinticuatro años de lucha militar y política contra Israel, el 15 de Noviembre de 1988, el Consejo Nacional Palestino "en nombre de Dios y en nombre del pueblo árabe palestino" proclamó "el establecimiento del Estado de Palestina sobre nuestro territorio palestino, con Jerusalén como su capital".[1] La histórica declaración concluía, al menos en una primera etapa, con el peregrinar del pueblo palestino y su reclamo de tener un territorio propio. Los antecedentes se remontan a 1947 tras la expedición de la Resolución 181 (II) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por la cual se aprobaba el Plan de Partición para Palestina, creándose en consecuencia un estado árabe y otro judío. Los últimos aceptarían la decisión del organismo internacional dando nacimiento al Estado de Israel el 14 de Mayo de 1948. Pero, los países árabes, en general, y el pueblo palestino, en particular, rechazaron de plano la resolución y emprendieron una lucha total y frontal contra el recién creado estado israelí. La guerra sería ganada por Israel, asegurándose su derecho a existir dentro de la sociedad internacional, y al mismo tiempo, propiciando el problema de los refugiados palestinos; quienes en su nueva condición de pueblo sin territorio, organizarían una férrea resistencia a Israel. Así lo plasmaron en la Carta Nacional que aprobó el Consejo Nacional Palestino (CNP), especie de parlamento en el exilio, tiempo después de la creación de la Organización de Liberación Palestina (OLP) en 1964.

Las diversas formas de lucha militar que utilizó la OLP le ganaron la animadversión de parte de la opinión pública mundial, debido al radicalismo de sus actos terroristas, especialmente contra civiles indefensos en Israel y en los territorios ocupados por este país. La OLP argumentó, a su vez, que los actos llevados a cabo por las fuerzas armadas israelíes, tales como el bombardeo de campamentos de refugiados o la represión contra los habitantes palestinos en los territorios ocupados, también deberían considerarse como actos de terrorismo. La organización Palestina, y su líder, Yasser Arafat, consideraron por mucho tiempo el uso de la fuerza como única forma viable de resolver sus aspiraciones territoriales.

Este complejo espectro político dio un giro radical tras la reunión del CNP celebrada en Argel entre el 12 y el 15 de Noviembre de 1988, aunque al menos una parte de los resultados que allí se obtuvieron no fueron sorpresivos para muchos analistas internacionales. Varios hechos conducían a pensar en esa dirección: por un lado, el paso dado por el í- ?y Hussein de Jordania el 31 ce Julio de 1988, al cortar los vínculos administrativos y legales entre Ammán y Cisjordania y posteriormente, al aceptar la intermediación del Presidente egipcio, Hosni Mubarak, para hacer las "pases" con Yasser Arafat, tras un distanciamiento que ya duraba más de dos años. En esa ocasión se informó que tanto Hussein como Arafat, estaban "de acuerdo en el proyecto de formar una confederación jordano-Palestina que podría resucitar la llamada opción jordana para futuras negociaciones de paz con Israel".[2] Por otro lado, Arafat, quien desde varios años antes comenzaba a asumir una actitud más conciliadora, y que había dejado entrever la posibilidad de llegar a reconocer al Estado de Israel, jugaba una carta de suma importancia política. Acudía a la mediación de los dos países más moderados de la zona, aumentando su distanciamiento respecto a Siria y al grupo disidente de la OLP de Abu Nidal, que este último país apoya. Al mismo tiempo, ganaba un importante respaldo dentro de la comunidad internacional, dando pasos definitivos hacia el cumplimiento de los requisitos que Estados Unidos colocaba como condición para poder negociar con la OLP.

Es decir, que al momento de la instalación de las sesiones del CNP estaban dadas las condiciones más favorables: el acercamiento a Hussein; el apoyo de Mubarak; el distanciamiento del grupo radical de Abú Nidal y de Siria. Sin embargo, el hecho más importante lo constituían los 11 meses que llevaba la "Intifada", o sea, el levantamiento de los ciudadanos palestinos en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, con un saldo superior a 300 manifestantes palestinos muertos tras los actos del ejército israelí para reprimir la resistencia popular. Los acontecimientos expuestos permitían considerar que una parte de los resultados de la reunión de Argel, como la proclamación del Estado Palestino, se produjeran con bastante seguridad. Solo restaba esclarecer hasta dónde estaba dispuesto a ir Arafat en esta ocasión, teniendo en cuenta la manifiesta oposición que existía por parte de grupos como el FPLP de George Habash, que sin ser mayoritarios, contaban con cierto respeto al interior de la OLP. Los resultados, más allá de la proclamación del Estado Palestino, fueron califica dos por los observadores internacionales como "moderados, flexibles y realistas". Al aceptar las resoluciones 181 (II) de la Asamblea de la O.N.U. y la 242 y la 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas[3] que reconocen implícitamente al estado de Israel, lo incitan a abandonar los territorios ocupados tras la guerra de los "Seis Días" y le garantizan al pueblo palestino el derecho a su libre autodeterminación.

Una vez realizado el primer paso, había que lograr si no el reconocimiento, al menos el apoyo de la mayor cantidad de naciones del mundo respecto al Estado Palestino. En forma casi inmediata se produjo el reconocimiento de cerca de 20 países, en su mayoría del área socialista, y la aceptación "oficial que ya llega a 86 países a nivel de embajadas".[4] Para otros estados, la noticia constituía un gesto relevante, aunque en su mayoría se reservaban la opción de ofrecer una declaración más de fondo en espera de futuros acontecimientos. Israel y los Estados Unidos se opusieron en forma terminante, a pesar de que Arafat fue explícito en afirmar que renunciaba al terrorismo e implícitamente reconocía a Israel. Todo parecía indicar, por el momento, que Estados Unidos, a pesar de los buenos propósitos de la OLP, no iba a abandonar a su incondicional aliado en el Oriente Medio. De hecho, el nuevo gobierno de coalición israelí, con supremacía del Primer Ministro Shamir y su línea dura, auguraba que cualquier posibilidad de diálogo con la OLP estaba suficientemente descartada, dado el "carácter terrorista que mantiene esa organización". En una primera comunicación del gobierno israelí. hecha pública el 20 de Noviembre, se aseguraba que "la declaración del Consejo Nacional Palestino (CNP) es un intento adicional de desinformación, una mezcla de ilusiones que tienen por objeto engañar a la opinión pública mundial. La OLP no ha cambiado su Carta, su política, su camino terrorista ni su carácter".[5] Al poco tiempo, el gobierno de Israel propuso un plan alternativo en el que se contemplaba la realización de diálogos con palestinos moderados de los territorios ocupados y la pronta convocatoria a elecciones en los mismos, en busca de la autonomía, en el marco de los compromisos establecidos en el acuerdo de Camp David. La propuesta quedó inmediatamente sin piso, pues prácticamente nadie puso en duda que la única posibilidad de solución a la "Intifada" tenía que partir de la aceptación de la OLP como interlocutor único y válido de los palestinos.

El ambiente se alcanzó a ensombrecer un tanto ante la negativa norteamericana de conceder a Arafat la visa para ingresar a los Estados Unidos y hablar ante las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, hacia finales de 1988. La resolución a favor de la aceptación de la presencia de Arafat había sido aprobada por 152 votos a favor y dos (Estados Unidos e Israel) en contra. La Asamblea, entonces, aprobó por aplastante mayoría la realización de una reunión especial en Ginebra, a mediados de Diciembre. Arafat reafirmó en esta oportunidad lo propuesto en la Declaración de Argel, pidiendo "a los dirigentes de Israel que vengan aquí, bajo el auspicio de las Naciones Unidas, de modo que podamos forjar la paz". Ello dejó el camino abierto a la voluntad que pudieran expresar norteamericanos e israelíes. En esa ocasión y sorpresivamente, el representante norteamericano ante las Naciones Unidas, Vernon Wal-ters, decidió creer en la palabra del líder palestino, "aceptó el diálogo con la OLP y pidió a Israel retirarse de los territorios ocupados". Esta postura causó una sensación de satisfacción entre todas las delegaciones asistentes a la sesión especial, con la obvia salvedad de Israel, que se apresuró a "lamentar la decisión de los Estados Unidos de establecer contactos con la OLP", considerando "que esta medida no contribuirá a una conferencia de paz sobre el Medio Oriente".[6]

El contexto internacional, en ese momento, se presentaba favorable a la causa Palestina. La distensión iniciada por los Estados Unidos y la Unión Sviética tras la firma de los acuerdos Reagan-Gorvachov de Diciembre de 1987 sobre la eliminación de misiles de alcance medio y menor, comenzaba a irradiarse a otros escenarios conflictos: la aceptación del cese al fuego entre Irán e Irak; el retiro de las tropas soviéticas de Afganistán, el acuerdo de solución a la situación de Namibia y los principios de diálogo en Kampuchea. La mayoría de estos acuerdos se habían logrado bajo la intermediación de las Naciones Unidas. Es decir, que la coyuntura y el lugar escogidos por Estados Unidos para anunciar su acercamiento a la OLP. eran una reafirmación de la vigencia de los acuerdos con los soviéticos y, al mismo tiempo, una oportunidad de evidenciar la importancia que había adquirido la O.N.U. bajo la acertada dirección del peruano Javier Pérez de Cuellar.

Así mismo, y continuando con el hábil manejo diplomático de Arafat. éste se entrevistó con el Papa Juan Pablo II quien le dio un gran espaldarazo al proceso iniciado en Argel al pronunciarse en favor de "un verdadero proceso de entendimiento entre palestinos e israelíes".[7] Pero la ofensiva no paró ahí. Buscando fortalecer el apoyo que se le había brindado a la causa Palestina en los diferentes foros multilaterales. se aseguró la obtención de una postura favorable de parte de la Comunidad Económica Europea, la cual atravesaba por una situación propicia a los intereses palestinos. De hecho, de acuerdo a la rotación interna de la presidencia de la misma, en el último semestre del año anterior, aquella le correspondió a Grecia. La del actual semestre de 1989 le corresponde a España y la del segundo semestre le corresponderá a Francia. Lo anterior cobra significación si nos atenemos al hecho de que para Arafat "España y Grecia son los dos países europeos en los que más confiamos para que nos apoyen[8]. Y Arafat no se equivocó en su apreciación. La CEE manifestó su deseo de apoyar una conferencia internacional de paz, patrocinada por la ONU; solicitando a Israel que actuara en consecuencia. La presión diplomática que pueda ejercer la CEE sobre los israelíes es de mucha importancia. debido a su vez a la gran cantidad de productos, especialmente agrícolas, que este país envía a Europa.

Resumiendo, es posible afirmar que Arafat. con su actitud "realista y moderada", ha logrado modificar la imagen de "terrorista" que proyectaba entre los países más escépticos y ha consolidado su proyección entre aquellos estados que le han brindado un apoyo permanente. La declaración de creación del Estado palestino y la aceptación de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas, le abrieron el camino para establecer negociaciones directas con Estados Unidos, principal aliado de Israel. Paralelamente, se aseguró el compromiso de una conferencia internacional involucrando a las dos superpotencias. quienes se encuentran mejor dispuestas e interesadas en solucionar uno de los grandes conflictos regionales que aún subsisten. El deseo de Arafat de trasladar parte de su ofensiva al seno de las Naciones Unidas —foro que le es favorable desde hace algún tiempo— representa una acertada actitud pragmática ya que se han presentado una serie de decisiones que sin ser determinantes, sí son importantes: aceptar que de ahora en adelante la representación de la OLP. ante la ONU, se denominará Palestina. Entre las decisiones relevantes se encuentra el apoyo mayoritario a la conferencia de paz que probablemente se lleve a cabo durante 1989 a pesar de la oposición israelí. Es muy posible que el gobierno de Israel deba ceder poco a poco en su actual actitud, ya que Estados Unidos ejercerá presión en ese sentido. Un primer paso hacia una política interna más realista y mesurada lo dio Yitzak Rabin número dos del bloque laborista, y los altos jefes de las fuerzas armadas '"(que) se han persuadido de que sin la cooperación de la Organización para la Liberación de Palestina

(OLP) será imposible poner fin al alzamiento popular ... y dar una solución política al conflicto".[9] Por último, el haberse asegurado el respaldo de la Asamblea General de la ONU, la CEE, los No Alineados, la Organización de Unidad Africana (OUA) y de dignatarios de diferentes países, en declaraciones individuales o conjuntas, auguran que al igual que lo sucedido por la lucha para la creación del estado de Israel, la materialización del Estado Palestino será cuestión de tiempo. Es decir, que "más temprano que tarde" se convertirá en una realidad, con el concurso de la comunidad internacional y mediante un consenso que ha ido creciendo en los últimos años.


Respuesta  Mensaje 7 de 10 en el tema 
De: albi Enviado: 18/01/2012 08:04
“Un Estado judío en una parte de Palestina no es un final, sino un principio.
La  creación  de  ese Estado  judío  servirá  como medio  a  nuestros  esfuerzos
históricos de redimir al país en su totalidad. Traeremos al país cuantos judíos
pueda  contener;  construiremos una  economía  judía  sólida. Organizaremos
una fuerza de defensa sofisticada, un ejército de élite. No tengo ninguna duda
de que nuestro ejército será uno de  los mejores del mundo. Y  también estoy
seguro de que nada nos impedirá asentarnos en todo el resto del país, ya sea
por medio del entendimiento mutuo y el acuerdo con nuestros vecinos árabes
o por cualquier otro medio”.
David Ben Gurion, 1935

Respuesta  Mensaje 8 de 10 en el tema 
De: albi Enviado: 18/01/2012 08:11


En 1917  tiene  lugar  la  llamada Declaración Balfour, en  la que el Ministro de
Asuntos Exteriores del Reino Unido, Arthur Balfour dirigiéndose a Lord Rothschild,
uno de los más relevantes judíos británicos, se mostraba a favor de un Estado judío en
Palestina. Reproducimos a continuación un extracto de esta carta:


“[…]  El  Gobierno  de  Su  Majestad  contempla  con  simpatía  el
establecimiento  en Palestina de un hogar nacional para  el pueblo  judío y
pretende  emplear  sus mejores  esfuerzos para  facilitar  el  cumplimiento de
este objetivo, quedando claramente entendido que nada se hará que pueda
perjudicar  los derechos  civiles y  religiosos de  las  comunidades no  judías
existentes  en  Palestina,  o  los  derechos  y  el  estatuto  político  de  que
disfrutan los judíos en cualquier otro país […]”.
Esta controvertida declaración sirvió durante años a los judíos para argumentar
sus reclamaciones, al tiempo que los árabes se sintieron traicionados en la promesa de
tener un Estado propio.
A partir de este momento, la situación en Palestina se complicaría sobremanera y
la violencia ya no cesaría en la zona. La llegada de judíos se multiplicó, entrando a las
tierras del futuro Israel 358.910 inmigrantes entre 1919 y 1942, que además disponían
de mejores medios técnicos y económicos que sus vecinos árabes. Todo ello exacerbó

los ánimos árabes, que se levantaron entre 1936 y 1939


Respuesta  Mensaje 9 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 18/01/2012 12:28

Algo que es fundamental sobre la posible creación del estado israelí ..es ésto ...

"El Plan de Partición presentado por UNSCOP estaba empeñado en crear en Palestina un Estado judío contrario a la voluntad expresa de la mayoría de sus habitantes. A pesar de que constituían sólo un tercio de la población y poseían menos del 7 por ciento de la tierra, se pretendía otorgar a los judíos más de la mitad de Palestina con el propósito de crear el Estado judío. En otras palabras, sería tomar la tierra de los árabes y dársela a los judíos. La injusticia inherente al Plan de Partición se encuentra en claro contraste con el plan alternativo propuesto por los árabes, que era el de un Estado independiente de Palestina, en el que serían reconocidos y respetados los derechos de la minoría judía, y que brindaría la representación de la población judía en una sociedad con gobierno democrático. El plan de partición fue abiertamente perjudicial para los derechos de la población de mayoría árabe, y se basaba en el rechazo de su derecho a la libre determinación. Esto es aún más controvertido en la medida en que el informe de la UNSCOP reconoce explícitamente que la propuesta de crear un Estado judío en Palestina es contraria al principio de autodeterminación. El plan se basaba también en la suposición errónea de que los árabes simplemente consentirían en que sus tierras fueran arrebatadas y voluntariamente cederían sus derechos de población mayoritaria, incluido su derecho a la libre determinación. "

 

 

Respuesta  Mensaje 10 de 10 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 20/01/2012 00:33
Hay que recordar lo que se dijo antes de la unilateral creación del estado israelí para concluir en que dicha creación fué espúrea y violatoria de la carta de la onu ...
 
 Las Naciones Unidas no pueden:

    "Privar a la mayoría del pueblo palestino de su territorio y transferirlo para uso exclusivo de una minoría del país… La Organización de las Naciones Unidas no tiene poder para crear un nuevo Estado. Esta decisión sólo puede adoptarse por la libre voluntad del pueblo de los territorios en cuestión. Este requisito no se cumple en este caso, ya que no es una propuesta de la mayoría e implica el establecimiento de un Estado judío con total desprecio de los deseos e intereses de los árabes de Palestina” [14].



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