Talibanes están listos para retomar control de ese país, sugiere documento del Ejército de EE. UU.
El Ejército estadounidense dijo en un informe secreto que los talibanes, respaldados por Pakistán, tienen previsto retomar el control de Afganistán después de que las fuerzas lideradas por la Otan se retiren del país, elevando las perspectivas de un fracaso de la política occidental tras una costosa guerra.
El teniente coronel Jimmie Cummings, portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), liderada por la OTAN, confirmó la existencia del documento, reportado por el periódico británico 'The Times' y la 'BBC', pero dijo que no era una evaluación estratégica de operaciones. "El documento clasificado en cuestión es una recopilación de opiniones de talibanes detenidos. No es un análisis, ni tampoco debe ser considerado como un análisis" declaró.
Sin embargo, podría interpretarse como una evaluación muy negativa de la guerra, que se encuentra ya en su undécimo año y cuyo objetivo era bloquear el regreso al poder de los talibanes.
También podría ser visto como una admisión de derrota y reforzar el punto de vista de los talibanes de línea más radical de que el grupo no debe negociar la paz con Estados Unidos y el impopular Gobierno del presidente Hamid Karzai mientras esté en una posición de fuerza.
El documento citado por 'The Times' dijo que la poderosa agencia de seguridad de Pakistán, la Inteligencia Inter-Servicios (ISI), estaba ayudando a los talibanes a dirigir ataques contra fuerzas extranjeras, una acusación que ha sido a menudo negada por Islamabad.
Las acusaciones provocaron una contundente respuesta del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de
Pakistán, Abdul Basit. "Es una frivolidad, por no decir algo peor", declaró. "Estamos comprometidos con la no injerencia en Afganistán", agregó.
'The Times' dijo que el informe "altamente clasificado" fue elaborado por el Ejército de Estados Unidos en la base aérea de Bagram en Afganistán para altos oficiales de la Otan el mes pasado.
Grandes extensiones de Afganistán ya han sido devueltas a las fuerzas de seguridad afganas y se prevé que las últimas tropas de combate extranjeras dejen el país a finales del 2014.
Pero muchos afganos dudan de que su Ejército, fuerzas de seguridad o policía sean capaces de tener un firme control de uno de los países más inestables del mundo cuando se vayan las tropas extranjeras de combate.
Hasta fines de enero, 1.889 soldados estadounidenses han muerto en Afganistán en un conflicto que inició después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. La incursión ha costado casi medio billón de dólares a este país.
Historia turbulenta
Las acusaciones provocarán previsiblemente una mayor tensión entre las potencias occidentales e Islamabad, que siempre ha negado apoyar a grupos extremistas que quieren derrocar al Gobierno respaldado por Estados Unidos en Kabul.
Pakistán está revisando actualmente sus relaciones con Estados Unidos, que han sufrido una serie de reveses desde que tuvo lugar la incursión estadounidense con la que se dio muerte a Osama Bin Laden en suelo pakistaní en mayo del año pasado, la cual fue considerada como una humillación por los generales de ese país.
El pasado 26 de noviembre la crisis se profundizó tras un ataque aéreo transfronterizo de la Otan, que provocó la muerte de 24 soldados pakistaníes. Desde entonces Pakistán cerró las rutas de suministro a las fuerzas de la alianza en Afganistán.
A pesar de la presencia de unos 100.000 soldados extranjeros, la violencia en Afganistán está en su peor momento desde que los talibanes fueron derrocados por las fuerzas afganas respaldadas por Estados Unidos a fines del 2001, según Naciones Unidas.
Los talibanes anunciaron este mes que podrían abrir una oficina política en Doha, la capital de Qatar, para apoyar posibles conversaciones de paz con Estados Unidos.
El reporte del Ejército estadounidense podría impulsar la confianza de los talibanes y hacer que sus líderes estén menos dispuestos a hacer concesiones sobre demandas clave para un cese del fuego y para que rompan sus relaciones con Al Qaeda.
KABUL (AFGANISTÁN)