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General: FIDEL Contra la manguala CIA- TROSKOS que buscaban al CHE para matarlo
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Respuesta  Mensaje 1 de 19 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 04/02/2011 12:57

Parte de un discurso de Fidel  en la decada de los 60 ... cuando el Ché dejó Cuba para combatir en el Congo y en Bolivia .-

"Hay un hecho que voy a tomar como ejemplo para demostrar cómo trabaja el imperialismo y sus agentes, y que es un hecho extraordinariamente interesante.  Me refiero a la campaña realizada por el imperialismo yanki y sus agentes en relación con la partida de nuestro compañero Ernesto Guevara (APLAUSOS).  Creo que este es un asunto que hay que “tomar por los cuernos” (RISAS) para esclarecer algunas cosas. 

El compañero Ernesto Guevara, unos cuantos revolucionarios de este país y unos cuantos revolucionarios fuera de este país saben cuándo salió, qué ha estado haciendo en este tiempo y, desde luego, los imperialistas estarían muy interesados en saber, con todos los detalles, dónde está, qué ha hecho, cómo lo hace y, desde luego, al parecer no lo saben y si lo saben lo disimulan mucho (RISAS). 

Pero, desde luego, estas son cosas que el tiempo, cuando las circunstancias lo permitan, permitirá su esclarecimiento.  Pero los revolucionarios no necesitamos esos esclarecimientos; es el enemigo quien se vale de estas circunstancias para tratar de intrigar y para tratar de confundir y para tratar de calumniar. 

El compañero Guevara se unió a nosotros cuando estábamos exiliados en México, y siempre desde el primer día tuvo la idea, claramente expresada, de que cuando la lucha terminara en Cuba, él tenía otros deberes que cumplir en otra parte, y nosotros siempre le dimos nuestra palabra de que ningún interés de Estado, ningún interés nacional, ninguna circunstancia, nos haría pedirle que se quedara en nuestro país, obstaculizar el cumplimiento de ese deseo, o de esa vocación.  Y nosotros cumplimos cabal y fielmente esa promesa que le hicimos al compañero Guevara (APLAUSOS). 

Naturalmente que si el compañero Guevara iba a salir del país, era lógico que lo hiciera clandestinamente, era lógico que se moviera clandestinamente, es lógico que no haya estado llamando a periodistas, es lógico que no haya estado dando conferencias de prensa, es lógico que, dadas las tareas que se propuso, debiera hacerlo en la forma en que lo hizo.  Y, sin embargo, cuánto provecho han tratado de sacar los imperialistas de esta circunstancia y cómo lo han hecho. 

Es por eso que yo traje algunos papeles.  No se vayan a asustar ustedes pensando que les voy a leer todos los papeles que aquí hay, solo les voy a leer algunas cosas, porque aquí está lo que han escrito todos los periódicos imperialistas y burgueses con relación al caso del Comandante Guevara, lo que han escrito los periódicos de Estados Unidos, sus revistas, sus agencias cablegráficas, los periódicos burgueses de América Latina y de todo el mundo.  Y vamos a ver quiénes han sido precisamente los principales voceros de la campaña imperialista de intriga y de calumnia contra Cuba con relación al caso del compañero Guevara.  En primer término, ciertos elementos que han sido utilizados en las últimas décadas de manera constante contra el movimiento revolucionario.

Y así, si ustedes me dan un poquito de tiempo, entre tantos datos voy a buscar uno muy interesante.

¡Ah, lo encontré!  (RISAS Y APLAUSOS)  Es un cable de la UPI de diciembre 6 de 1965 que dice:  “Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro (EXCLAMACIONES) por orden de la URSS (EXCLAMACIONES) —declaró Felipe Albaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declaraciones a “El Universal”.  Agrega que el Che fue liquidado por insistir en poner a Cuba en la línea china (EXCLAMACIONES).

Esto, naturalmente, venía a tono con una campaña que comenzaron a desatar los elementos trotskistas en todas partes simultáneamente.

Y así, con fecha octubre 22, en el semanario “Marcha”, se publica un artículo en que un conocido teórico del trotskismo, Adolfo Gilly, afirma que “el Che salió de Cuba debido a discrepancias con Fidel por el conflicto chino-soviético y que el Che no pudo imponer su opinión en la dirección.”  Dice que “el Che, en forma confusa, propugnaba la extensión de la Revolución al resto de América Latina, en oposición a la línea soviética.”  Dice que “la dirección cubana está dividida entre un ala conservadora, que incluye a viejos dirigentes del PSP, los partidarios del Che, y Fidel y su equipo en una posición de oscilación centrista conciliadora.”  Dice que “el Che salió de Cuba por carecer de medios para expresarse y que Fidel temió enfrentarse a las masas para explicar el caso Ché.”

Este mismo teórico del trotskismo el 31 de octubre de 1965 como reportero de “Nuevo Mundo”, un periódico italiano, escribe un artículo calificando a la dirección cubana de “filosoviética” y acusando a Fidel de “no haber explicado políticamente al pueblo lo ocurrido con el Che”.  Dice que “el Comandante Guevara fue derrotado por el PSP y el equipo castrista”; critica al Che por “no haber llevado a las masas la lucha por imponer su tesis” y concluye que “el Estado cubano, paralizado por su propia política, no apoyó abiertamente a la revolución dominicana”.  y sobre esto me voy a referir más extensamente un poco más adelante. 

En el número de octubre de 1965, el periódico “Batalla”, de los trotskistas españoles, declara que “el misterio que rodea el caso del Che Guevara debe ser aclarado”.  Dice que “amigos del Che suponen que la carta leída por Castro es falsa y se preguntan si la dirección cubana se orienta hacia una sumisión a la burocracia del Kremlin”.

Por la misma fecha aproximadamente, el órgano oficial trotskista de Argentina publica un artículo en el que asegura que el Che está muerto, o preso en Cuba.  Dice que “entró en conflicto con Fidel Castro por el funcionamiento de los sindicatos y la organización de las milicias”.  Agrega que “el Che se oponía a la integración del CC con los favoritos de Castro, especialmente oficiales del ejército, seguidores del ala derecha de Moscú”. 

Pero uno de los escritos más sucios, más groseros y más indecentes es el que escribió el dirigente del Buró Político Latinoamericano de la Cuarta Internacional en el periódico “Lucha Operaria”, de Italia.  Sobre este artículo, largo por cierto, solo voy a leer tres párrafos.  Empieza diciendo: 

“Un aspecto de la agudización de la crisis mundial de la burocracia es la expulsión de Guevara.  Guevara ha sido expulsado ahora, no desde hace ocho meses.  Ocho meses ha durado la discusión con Guevara y no han sido ocho meses que pasaron bebiendo café, han luchado duramente y quizás ha habido muertos, quizás se ha discutido a golpes de pistola.  No podemos decir si han matado o no a Guevara, pero existe el derecho a suponer que lo hayan matado.  ¿Por qué Guevara no aparece?  No lo han presentado en La Habana por temor a las consecuencias, a la reacción de la población, pero en definitiva, al esconderlo, producen el mismo efecto.  La población dice:  ¿Por qué Guevara no sale, no aparece?  No hay ninguna acusación política, existen elogios políticos en relación con él.  ¿Por qué no han presentado a Guevara?  ¿Por qué no ha hablado?  ¿Cómo es posible que uno de los fundadores del Estado obrero cubano, que hasta hace poco tiempo recorría el mundo en nombre del Estado obrero, imprevistamente diga:  'me he aburrido de la Revolución Cubana, voy a hacer la revolución en otra parte'?  Por otra parte, no dicen dónde ha ido y no se presenta.  Si no hay ninguna divergencia, ¿por qué no se presenta?  Todo el pueblo cubano comprende que hay una lucha enorme y que esta lucha no se ha terminado. 

“Guevara no estaba solo ni está solo.  Si toman estas medidas contra Guevara es porque hay una gran tendencia, muy grande, que está de su parte.  Y además de una tendencia muy grande, hay una enorme preocupación del pueblo. 

“Hace poco tiempo el gobierno cubano publicó un decreto bastante severo:  'es necesario restituir todas las armas al Estado'.  En aquel momento la cuestión era un poco confusa, ahora está claro qué fin tenía esta resolución, era contra la tendencia Guevara.  Tienen miedo de un levantamiento.”

Otro párrafo:  “¿Por qué han hecho callar a Guevara?  La Cuarta Internacional debe llevar adelante una campaña pública en ese sentido, exigiendo la aparición de Guevara, el derecho de Guevara a defenderse y discutir, a hacer apelación a las masas, a no fiarse de las medidas tomadas por el gobierno cubano, porque son medidas burocráticas y quizás de asesinos.  Han eliminado a Guevara por callar su lucha, han hecho callar a Guevara.  No obstante que su posición no fuese consecuente desde el punto de vista revolucionario, porque tendía hacia la armonización de sus posiciones en la tendencia revolucionaria.”

Y más adelante dice:  “Esto demuestra, no la potencia de Guevara o de un grupo guevarista en Cuba, sino la madurez de las condiciones en el resto de los estados obreros para que en breve tiempo estas posiciones fructifiquen.  No se engaña a la burocracia con maniobras y medidas de este género.  La eliminación de Guevara significa para la burocracia la tentativa de liquidar una base de posible reagrupamiento de tendencias revolucionarias que continúan el desarrollo de la revolución mundial.  Esta es la base de la liquidación de Guevara y no solo por el peligro que representa a Cuba, sino porque incluye el resto de la revolución latinoamericana. 

“Al lado de Cuba está Guatemala, al lado de Cuba está Guatemala con el programa de la revolución socialista y, no obstante, su fuerza y los discursos de su líder máximo Fidel Castro, no ha podido impedir que el Movimiento '13 de Noviembre' se transforme en un movimiento socialista revolucionario y que luche directamente por el socialismo.”

No es absolutamente casual, ni mucho menos, que este señor dirigente de la Cuarta Internacional, mencione aquí muy ufano el caso de Guatemala y del Movimiento “13 de Noviembre”, porque precisamente con relación a este movimiento el imperialismo yanki ha usado una de las tácticas más sutiles para liquidar un movimiento revolucionario, que fue filtrarle los agentes de la Cuarta Internacional, que —por ignorancia, por ignorancia política del dirigente principal de ese movimiento— lo hicieron adoptar nada menos que esa cosa desacreditada, esa cosa antihistórica, esa cosa fraudulenta que emana de elementos tan comprobadamente al servicio del imperialismo yanki, como es el programa de la Cuarta Internacional. 

¿Cómo ocurrió esto?  Yon Sosa era, sin duda, un oficial patriótico.  Yon Sosa encabeza el movimiento de un grupo de oficiales del Ejército    —en cuyo aplastamiento, por cierto, participaron los mercenarios que después invadieron Girón—, y a través de un señor que era comerciante, que se encargó de la parte política del movimiento, la Cuarta Internacional se las arregló para que ese dirigente, ignorante de los problemas profundos de la política y de la historia del pensamiento revolucionario, le permitiera a ese agente del trotskismo —acerca del cual nosotros no tenemos la menor duda de que es un agente del imperialismo— que se encargara de redactar un periódico en el cual se copiaba “de cabo a rabo” el programa de la Cuarta Internacional. 

Lo que la Cuarta Internacional cometió con eso fue un verdadero crimen, contra el movimiento revolucionario, para aislarlo del resto del pueblo, para aislarlo de las masas, al contagiarlo con las insensateces, el descrédito y la cosa repugnante y nauseabunda que hoy es en el campo de la política el trotskismo (APLAUSOS).  Porque si en un tiempo el trotskismo representó una posición errónea, pero una posición dentro del campo de las ideas políticas, el trotskismo pasó a convertirse en los años sucesivos en un vulgar instrumento del imperialismo y de la reacción. 

De tal manera piensan estos señores que, por ejemplo, con relación a Viet Nam del Sur, donde un amplio frente revolucionario ha unido a la inmensa mayoría de la población a distintos sectores de la población, los ha unido estrechamente alrededor del movimiento de liberación en la lucha contra el imperialismo, para los trotskistas eso es absurdo, eso es contrarrevolucionario.  Y esos señores llegan a la osadía, a la cosa insólita frente a los hechos y a las realidades de la historia y del movimiento revolucionario, a expresarse de esa forma. 

Afortunadamente, en Guatemala el movimiento revolucionario se salva.  Y se salva gracias a la clara visión de uno de los oficiales que junto con Sosa había iniciado el movimiento revolucionario y que comprendiendo aquella insensatez, aquella estupidez, se separa del Movimiento “13 de Noviembre” y con otros sectores progresistas y revolucionarios organiza las Fuerzas Armadas Rebeldes de Guatemala (APLAUSOS PROLONGADOS).  Y ese oficial joven que tuvo tan clara visión de la situación es quien ha representado al movimiento revolucionario de Guatemala en esta conferencia, el Comandante Turcios (APLAUSOS PROLONGADOS). 

El Comandante Turcios tiene en su haber el mérito no solo de haber sido uno de los abanderados de la lucha armada por la liberación de su pueblo oprimido, sino el mérito de haber salvado al movimiento revolucionario guatemalteco de una de las estratagemas más sutiles y más pérfidas del imperialismo yanki, y levantar las banderas revolucionarias de Guatemala y de su movimiento antimperialista, rescatándolas de las manos sucias de estos mercenarios al servicio del imperialismo yanki. 

Y tenemos la esperanza de que Yon Sosa, cuyas intenciones patrióticas al iniciar la lucha, nadie duda, y cuya condición de hombre honrado nadie duda —a la vez que sí tenemos muy serias razones para dudar de su actitud como dirigente revolucionario—, no tarde mucho en desentenderse de esos elementos y vuelva a unirse al movimiento revolucionario de Guatemala, pero ya esta vez bajo otra dirección, bajo otra guía que sí demostró, en momentos como esos, claridad de visión y actitud de dirigente revolucionario (APLAUSOS PROLONGADOS). 

Esta posición de los trotskistas es la misma que adoptaron todos los periódicos y agencias publicitarias del imperialismo yanki, la misma con relación al caso del compañero Ernesto Guevara; toda la prensa imperialista de Estados Unidos, sus agencias cablegráficas, la prensa de los contrarrevolucionarios cubanos, la prensa burguesa en todo el continente y en el resto del mundo.  Es decir, que esta campaña de calumnia y de intriga contra la Cuba revolucionaria en relación al caso del compañero Guevara, hizo coincidir de una manera exacta a todos los sectores reaccionarios imperialistas, burgueses, a todos los calumniadores y a todos los intrigantes contra la Revolución Cubana. 

Porque es incuestionable que solo a la reacción y solo al imperialismo les puede interesar desacreditar a la Revolución Cubana, destruir la confianza de los movimientos revolucionarios en la Revolución Cubana, destruir la confianza de los pueblos de América Latina en la Revolución Cubana, destruir su fe. 

Y por eso no han vacilado en el empleo de las armas más sucias y más indecentes. 

Este mismo señor Gilly, que de vez en cuando posa entre otros intelectuales norteamericanos en la revista “Monthly Review” de Estados Unidos, tuvo la villanía de escribir el siguiente párrafo, que vale la pena analizar, con relación a la crisis de Santo Domingo.  Dijo así: 

“Un punto culminante de esta crisis tiene que haber sido la revolución dominicana, donde el Estado obrero cubano quedó paralizado por su propia política, sin apoyar abiertamente a la revolución, mientras en Cuba había una tremenda presión interior para una política de apoyo activo.  Si la crisis era muy anterior a Santo Domingo, indudablemente Santo Domingo precipitó la revolución.”

Este señor tiene la villanía de acusar a la Revolución Cubana de no haber dado un apoyo activo a la revolución dominicana.  Y mientras los imperialistas acusaban a Cuba, mientras los imperialistas trataban de pretextar su intervención diciendo que elementos izquierdistas y comunistas, entrenados en Cuba, estaban allí al frente del levantamiento, mientras el imperialismo acusaba a Cuba y presentaba a la revolución dominicana, no como un problema interno, sino como un problema externo, este señor acusa a la Revolución de no haber dado un apoyo activo.

¿Y qué se entiende por apoyo activo?  ¿Acaso se pretendía que Cuba, cuyas armas, cuyos recursos se sabe cuáles son sus características, podía impedir y debía impedir el desembarco de las tropas norteamericanas en Santo Domingo?  Tiene Cuba armas para defenderse a sí misma y en una correlación infinitamente inferior a los imperialistas, armas defensivas. 

Y son tan miserables estos señores, tan desvergonzados, que intentan responsabilizar a Cuba de no haber impedido...  Porque ¿qué otra cosa quiere decir apoyo activo?  Porque todo cuanto Cuba podía hacer dentro de aquellas circunstancias, todo cuanto Cuba podía hacer y debía hacer, lo hizo.  Y pedirle a Cuba que impidiera el desembarco es como pedirle a Cambodia, en el sudeste de Asia, que impida los bombardeos a Viet Nam del Norte y que impida la ocupación, por la infantería de marina yanki, de Viet Nam del Sur (APLAUSOS). 

Desgraciadamente, las fuerzas de Cuba son limitadas.  Pero en la medida de esas fuerzas, y de la manera más óptima posible, y de la manera más decidida, a la vez que más adecuada a las circunstancias, presta y prestará a la revolución su máximo apoyo. 

A aquellos que crean que este país teme a los imperialistas, a aquellos que creen —con espíritu de superioridad o con insolente delirio de superioridad sobre nadie— que este país teme a los imperialistas, bien les valdría haber vivido unas horas aquí en este país, cuando la Crisis de Octubre, y cuando por primera vez un pueblo pequeño como este, se vio amenazado con una andanada masiva de cohetes nucleares sobre su territorio, la actitud que tuvo este pueblo y la actitud que tuvo el Gobierno Revolucionario (APLAUSOS). 

Muchas tonterías, muchas tonterías y muchas boberías se escriben, y sobre todo se escriben por los irresponsables, cuando ciertos documentos no pueden ser dados a la luz; pero algún día la humanidad sabrá y algún día la humanidad reconocerá todos los hechos.  Será ese día cuando los miserables vean que no hubo ningún compañero Guevara asesinado, cuando se conozca con lujo de detalles cada uno de sus pasos, cuando se conozca igualmente cuál fue la posición de Cuba en aquellos días difíciles, y cuál fue la serenidad de este pueblo; cuando se comprenda, no habrá nadie, por insolente que sea, por provocador que sea, que se atreva a poner en duda el sentimiento de solidaridad de este pueblo y el valor de este pueblo.  Valor que lo demuestra el hecho de su conducta.  No obstante ser este un país que está a 90 millas de la metrópolis imperialista, sobre cuya cabeza en los años venideros pesarán enormes peligros, en la misma medida en que el movimiento revolucionario crezca, movimiento revolucionario que crece sobre todo a partir del ejemplo de la Revolución Cubana, movimiento revolucionario que crece, que se agiganta, por el ejemplo de Cuba, por las victorias de Cuba, por la posición de Cuba frente al enemigo. 

Y hay que tener en cuenta que cuando este país desafía ese peligro, este no es un país que posea millones de hombres sobre las armas, este no es un país que posea armas termonucleares, porque aquí nuestros cohetes son morales (APLAUSOS); y el número de millones no es lo infinito, el número de hombres no es lo infinito, sino la dignidad y el decoro de este pueblo. 

Y serán los años venideros los que hablen por nosotros, y serán los años venideros quienes se encarguen de aplastar a los calumniadores:  no a estos, que son agentes conocidos de los imperialistas, sino a los confusos, a los intrigantes, a quienes se dejan intrigar y sirven de instrumento a las mentiras contra nuestra Revolución. 

Altamente compensador es el hecho de lo que en esta conferencia se demostró, porque en esta conferencia se demostraron muchas cosas.  Se demostró, en primer lugar, cómo las discusiones pueden girar, por encima de todo, alrededor de lo que realmente interese, sobre todo alrededor de lo que interese a los pueblos que luchan:  cómo los pueblos —independientemente de sus fuerzas, independientemente de sus recursos, independientemente de su tamaño— tienen voz y tienen opinión, y cómo los pueblos son capaces de tener criterios propios y voces independientes. 

Eso se demostró en esta conferencia. 

Pero, además, nos cabe a los cubanos la satisfacción de que juntos, en las mismas posiciones, estuvieron siempre los cubanos y los movimientos revolucionarios, sin distinción de continente; y cómo la fuerza unida, cómo los criterios revolucionarios, cómo las posiciones más honradas, fueron imponiéndose; y cómo en esta conferencia —como una compensación frente a los intrigantes y a los calumniadores— los pueblos, los movimientos revolucionarios de liberación siempre, en todo instante, demostraron una grande, una inmensa confianza en Cuba y en su Partido revolucionario, y cómo por eso se hizo a este país el honor de concederle la Secretaría General y la sede temporal de la organización. "



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Respuesta  Mensaje 2 de 19 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 04/02/2011 13:46

El trotskismo al servicio de la CIA contra los países socialistas
Ludo Martens

Parti du Travail de Belgique
Octubre 20 de 1992

Después del triunfo de la contrarrevolución burguesa en Europa del Este y en la Unión Soviética, queda de manifiesto, y sin lugar a dudas entre los comunistas, cuál es la verdadera motivación del trotskismo.


El desarrollo del proceso contrarrevolucionario en Europa del Este y la Unión Soviética, nos revela claramente el sentido de clase que imprimen los trotskistas a su posición ideológica, permitiéndonos verificar en la práctica la ambivalencia del discurso que han sostenido por más de sesenta años. No es complicado, hoy día, percibir a través de su lenguaje “izquierdista” el verdadero objetivo de esta corriente. Nos basta leer las declaraciones que han hecho en los últimos dos o tres años, para ver que su estrategia central es el anticomunismo absoluto; una corriente que recluta a los elementos progresistas de la pequeña burguesía, para adoctrinarlos en el anticomunismo.

En suma, decimos que esta tendencia sólo ha llevado a cabo con perseverancia, continuidad y convicción el combate contra el marxismo-leninismo y el movimiento comunista internacional.

Es nuestro propósito probar la veracidad de estas afirmaciones, y lo haremos mediante el estudio y análisis de las proposiciones hechas por los trotskistas en el momento en que surgen las contrarrevoluciones, llamadas de terciopelo, que conllevaron a la restauración del capitalismo en Europa del Este y en la Unión Soviética.

“¡La restauración del capitalismo es imposible!”

En los años treinta Stalin planteó una pregunta esencial: ¿En un país en el cual el socialismo ha establecido la dictadura de la clase trabajadora, es posible el restablecimiento del capitalismo? Trotski respondió: el restablecimiento del capitalismo es imposible sin un levantamiento armado de la burguesía y sin una guerra civil prolongada. Su planteamiento de la “restauración imposible”, sirvió para eliminar toda alerta política e ideológica, favoreciendo una posición conciliadora y estimulante, tanto al interior del Partido, como hacia el enemigo de clase en la sociedad.

Desde la Revolución Cultural, los marxistas-leninistas reafirmaron que un Partido Comunista puede degenerar al ser invadido por concepciones y teorías burguesas y pequeño-burguesas.

El revisionismo es la adopción de las ideas de la burguesía y la pequeña-burguesía disfrazadas con terminología marxista-leninista. Cuando el revisionismo definitivamente logra acaparar un partido comunista, éste se vuelve el instrumento principal para el restablecimiento burgués progresivo, tanto en el plano ideológico-político como económico.

Mandel, el líder principal de la llamada IV Internacional, se ufana afirmando que esta teoría “estalinista” sólo sirve para justificar la arbitrariedad, haciendo así eco a una de las tesis de Trotski.

“Sólo verdaderos tontos…”

En 1934 Stalin demostró que la corriente del grupo oportunista Zinoviev-Kámenev, llevaría necesariamente al restablecimiento del capitalismo en la Unión Soviética. La historia demostró que las críticas de Stalin a Trotski, al grupo Zinoviev-Kámenev y posteriormente a los seguidores de Bujarin, fueron de mucho acierto. El rechazo de esas proposiciones, en el curso de los años veinte y treinta, permitió mantener la dictadura del proletariado y construir el poder político y militar necesario para defender al socialismo de la agresión fascista. Muchas ideas de Trotski, Zinoviev y Bujarin fueron retomadas medio siglo después por los revisionistas Jruschov y Brezhnev; y solo dos años después de la rehabilitación oficial de estas ideas oportunistas por Gorbachov, el restablecimiento del capitalismo era un hecho real.

Es de recordar que en 1943, Trotski argumentó contra Stalin: “Sólo verdaderos tontos son capaces de creer que proposiciones capitalistas, tales como la propiedad privada de los medios de producción, o de la tierra, puedan restablecerse de una manera pacífica en la Unión Soviética, y que desemboquen en un régimen democrático-burgués. De hecho el capitalismo sólo puede restablecerse en Rusia a través de un violento golpe de Estado contrarrevolucionario, que exigiría diez veces más de víctimas que la Revolución de Octubre y la guerra civil”. (1) Diez veces más, eso quiere decir que el restablecimiento del capitalismo en Rusia significaría un número de víctimas entre los 50 y 90 millones…

1989: “La restauración imposible a mediano plazo”

Ya en 1989, momento en el cual las fuerzas contrarrevolucionarias ejercían su abierta ofensiva, Mandel persiste afirmando que el fantasma de la restauración capitalista no es otra cosa que una mentira estalinista para justificar la “represión”. En 1989 ya se habían pasado al campo imperialista Polonia y Hungría. Sin embargo Mandel escribía: “La pequeña y media burguesía forman tan solo una minoría en la sociedad de estos estados obreros-burocráticos y gozan solamente de una ayuda limitada del gran capital internacional. Pero sumando todo esto, la confluencia de intereses no es suficiente para que a corto o a medio plazo se pueda imponer el capitalismo.” (2)

Ya hace mucho tiempo que los marxistas-leninistas describieron las cuatro fuerzas sociales que forman la base para el restablecimiento. Primero, es la capa de burócratas y elementos corruptos en el seno del Partido y del aparato de Estado. Segundo, son las fuerzas políticas e ideológicas de las viejas clases reaccionarias. Tercero, son los nuevos elementos burgueses y explotadores que se han desarrollado dentro de la sociedad socialista. Cuarto y último, son las fuerzas imperialistas que, de manera abierta o clandestina, funcionan en los países socialistas. Mandel desconoce la existencia de las dos primeras formas y minimiza las otras, aunque desde Reagan se duplicó la infiltración e intervención capitalista.

Mandel utiliza los mismos argumentos para apoyar la contrarrevolución en la Unión Soviética: “¿Para dónde va la Unión Soviética de Gorbachov? Excluyamos, por ser imposible, la posibilidad del restablecimiento del capitalismo en la URSS, ya que de la misma manera que es imposible eliminar el capitalismo, tampoco este se puede restaurar progresivamente.” (3)

Los trotskistas dispersaron a los cuatro vientos su teoría de imposibilidad de restauración mientras existiese la más mínima resistencia por parte del Partido Comunista y del Estado.

Desde los años treinta, esta teoría justificará la desproporcionada ayuda a todas las corrientes oportunistas y contrarrevolucionarias. En los años treinta y cuarenta también apoyaron a todas las corrientes y fracciones oportunistas en su lucha contra la dirección marxista-leninista del Partido. En 1956, aplaudieron el “corajudo antistalinismo” de Jruschov, convirtiéndose en propagandistas de Solzhenitsin, el reaccionario seguidor del zar; apoyaron a todas las fuerzas reaccionarias nacionalistas y fascistas, como también a los disidentes prooccidentales. Propagaron sin rodeos todas las teorías anticomunistas que estaban de moda en los círculos gorbachovianos, e incluso destinaron dos tercios de su propio periódico a artículos de derecha, tomados del Novedades de Moscú y del Sputnik. (4) Resumiendo, en nombre de la teoría de la restauración imposible, los trotskistas apoyaron a todos los contrarrevolucionarios, hasta el día en que no quedó nada de las ideas e instituciones socialistas creadas y defendidas por Lenin y Stalin.

Una vez terminada la batalla, Mandel mencionó en una entrevista posterior a los hechos del Este, la teoría de imposibilidad de la “restauración”: “Excluyo la posibilidad de una restauración gradual y pacífica e imperceptible del capitalismo. Esta es una ilusión reformista, antes deberán romper la resistencia obrera…”. Más adelante continuó su declaración aludiendo a la trotskista Catherine Samary, quien dice que la restauración es posible, pero se hará “exclusivamente sobre el modelo turco…” (5). La evocación de una eventual restauración no influye en lo absoluto en la política trotskista, que guarda invariablemente su objetivo primero: la destrucción de todo lo que se parezca al comunismo. De este modo tres meses más tarde, a fines de diciembre de 1989, cuando se produce el asalto final de la contrarrevolución, los trotskistas lanzan la siguiente consigna en primera página: “Solidaridad con la revolución que comienza al Este…” (6)

De un lado “la burocracia”, del otro “las masas”…

La tesis de restauración imposible les sirvió de camuflaje durante sesenta años para desertar decentemente y pasar al lado de los anticomunistas.

Stalin, y después Mao Tsetung, enfatizaron que la lucha de clases continúa dentro del socialismo; que la lucha entre el camino socialista y el camino capitalista permanece durante un gran período histórico, y por supuesto una restauración capitalista siempre es posible. Que para mantener y fortalecer el socialismo, se necesita un Partido Comunista marxista-leninista auténtico, una estructura que en momentos necesarios purifique sus filas de corrientes oportunistas. El socialismo se debe defender contra sus enemigos, contra los restos de las viejas clases reaccionarias, contra los nuevos elementos burgueses que renacen durante el nuevo régimen, y contra los agentes del imperialismo.

Mandel y los trotskistas desarrollan una “teoría” original para combatir estos conceptos: la lucha de clases existe en realidad dentro del socialismo… Pero esta lucha opone la “burocracia” a las “masas populares”. Denunciando violentamente “la burocracia”, como lo hicieran antes los fascistas, los líderes trotskistas apoyan toda forma de oposición reaccionaria contra el socialismo, afirmando que éste es el sentido de le reivindicación y de la voluntad de las “masas populares”. Convirtiéndose en abogados de todas las fuerzas burguesas y anticomunistas, los trotskistas sitúan de un lado la “burocracia” que frena las libertades democráticas, y al otro lado las fuerzas de la “revolución política” que luchan por el “socialismo auténtico”. Así escribe Mandel en octubre de 1989: “El sentido principal de todas las luchas políticas actuales no gira alrededor de la restauración del capitalismo, sino que se trata de avanzar hacia la revolución política antiburocrática, es decir salvaguardar todas las libertades democráticas que las masas conquistaron durante la glasnost. La lucha principal no se sitúa entre las fuerzas procapitalistas y las fuerzas anticapitalistas sino que es la oposición de la burocracia contra el pueblo”. (7)

Partiendo de este punto de vista, que sitúa “la burocracia contra las masas”, Mandel apoya abierta y explícitamente las fuerzas liberales, socialdemócratas, monarquistas y fascistas, en su lucha en contra de los restos del socialismo.

“La glasnost es trotskismo…”

En el momento que la burguesía internacional reconocía que la restauración del capitalismo ya era un hecho, Mandel recibía los honores de la prensa anticomunista de la Unión Soviética. Su desvergüenza llega a tal extremo que lo llevó a declarar que Gorbachov era un gran revolucionario, retomador de las teorías trotskistas. Dice Mandel: “ahora pueden ver todos los comunistas del mundo quiénes son los verdaderos revolucionarios y contrarrevolucionarios. Trotski, los trotskistas, Gorbachov y los seguidores de Gorbachov se encuentran en el campo de la revolución; Stalin y los estalinistas están en el campo de la contrarrevolución”. Mandel declara en Managua que Stalin representa una “contrarrevolución violenta” (8).

Felizmente, gracias al esfuerzo de Mandel y Gorbachov, hemos avanzado en 1990 hacia la verdadera revolución.

He aquí la declaración de Mandel a Temps Nouveaux: “Temps Nouveaux: ¿Declara Gorbachov que la perestroika es la nueva revolución auténtica? Ernesto Mandel: Si, efectivamente él dice eso, y esto es en realidad muy positivo. Nuestro movimiento ha defendido durante 55 años esta tesis, por lo cual se le denominó contrarrevolucionario. Hoy en día se comprende bien, en la Unión Soviética y en el seno de la mayoría de los movimientos comunistas internacionales, dónde se encontraban en realidad los verdaderos contrarrevolucionarios”. (9)

No hubo que esperar dos años para ver caer la Unión Soviética en manos de la mafia pronorteamericana y zarista, para ver florecer las fuerzas fascistas y zaristas en Rusia y las otras repúblicas, y para ver diferentes guerras civiles reaccionarias entre las diferentes fracciones burguesas de la población civil. Esto descubre la verdadera faz de los “revolucionarios” de la glasnost y la perestroika; esto demuestra también para qué fuerzas políticas trabaja Mandel, este profesional del anticomunismo.

Catherine Samary, la otra estrella de la IV Internacional, confirmó a la prensa soviética que Gorbachov aplicó el programa desarrollado por Trotski. Ella hace el elogio de la glasnost:

“En vuestro país aún no se ha publicado nada acerca de la plataforma de izquierda que luchó contra Stalin y que propuso un camino alternativo para la construcción del socialismo. Pero están ustedes en vía de adoptar esas ideas: construir una democracia socialista auténtica y la autogestión”. (10)

El apoyo de Mandel a Yeltsin

Mandel, ferviente partidario de la glasnost de Gorbachov, considera como obligación propia el apoyo a las fuerzas más a la “izquierda” de Gorbachov, convirtiéndose así en el vocero de Yeltsin y Sajarov.

A comienzos de 1989 Mandel presenta a Yeltsin como el representante de los trabajadores, el hombre de la democratización, que interpreta las ideas de la clase política consciente de la URSS. Mandel escribe en su libro sobre Gorbachov: “La destitución de Yeltsin (el 11 de noviembre de 1987) como dirigente del PCUS es un retroceso grave en el proceso de democratización de la URSS”. (11)

“Yeltsin es hoy la personalidad política más popular entre los trabajadores soviéticos. Espontáneamente se hicieron miles de etiquetas con el eslogan ‘Que regrese Yeltsin’. Todo esto señala la voluntad de una clase política consciente, dispuesta a conservar y ampliar las libertades democráticas parciales obtenidas durante el período 1986-1988′. (12)

El 3 de abril de 1989, Mandel da la bienvenida “Al nacimiento de una izquierda más radical y masiva, con tres líneas directivas y progresistas que sobresalen en la plataforma de Yeltsin y Sajarov: contra los privilegios de la burocracia, por más igualdad y por un sistema multipartidario”. (13)

Sajarov, el representante de la “izquierda radical”, tenía ya hace muchos años la reputación de agente oficial de la CIA en la Unión Soviética. Él apoyó con entusiasmo la agresión norteamericana contra Vietnam. Compartía la idea de que los norteamericanos hubieran ganado la guerra “si hubiesen actuado con más decisión en el campo militar y sobre todo en el campo político”. (14)

La prensa internacional ha comentado la admiración de Yeltsin por el capitalismo norteamericano y reconoció los contactos de Yeltsin con la CIA durante su primer viaje a los EU. Incluso un periódico belga de derecha como De Gazet van Antwerpen, reconocía que Yeltsin exageraba al declarar: “El capitalismo no está en declive, al contrario florece. Con poco dinero se puede comprar todo. En las calles no hay ningún peligro durante la noche. Incluso los desamparados tienen una visión positiva de la vida”. (15)

¡Después de estos propósitos abiertamente antisocialistas, Mandel seguía considerando a Yeltsin como “la izquierda radical democrática” del Partido Comunista de la URSS!

A principios de 1990 continuaba la prensa trotskista demostrando su apoyo a la “democracia radical” y a la oposición en la Unión Soviética: “El Moskovkaya Pravda del 23 de febrero de 1990 publicó ‘la plataforma democrática’ de la oposición radical democrática dirigida por Yeltsin. La plataforma exige: el ejercicio del poder por los soviets, elegidos en base a un sistema multipartidario, la abolición del “rol” dirigente del PC y la aprobación de una ley que legalice el sistema multipartidario”. (16)

Está claro que los trotskistas permanecen apoyando esos puntos de vista de Yeltsin, al coincidir con su línea “revolucionaria”.

Mandel llega a un extremo tal, que declara a Yeltsin como el nuevo Trotski: “En este momento, Yeltsin representa la tendencia que está por la reducción del enorme aparato burocrático. Él camina sobre las huellas de Trotski.” (17)

Mientras en 1991 Yannaviev trató de improvisar un golpe de Estado, Yeltsin por su parte preparó un golpe de Estado auténtico que destruía toda la legalidad del sistema existente: fue apoyado por una movilización internacional desenfrenada de todas las fuerzas imperialistas. Mandel y los trotskistas estaban por supuesto al lado de Yeltsin. “La movilización, la nueva vida propagada por Yeltsin y el rechazo al sistema anterior muestran el fracaso de lo que más parece un cambio de ruta, que un golpe de Estado. Hay que oponerse a los cabecillas y estar al lado de Yeltsin para que desarrolle la autoorganización, el pluralismo político y la libertad de opinión, que son las únicas garantías de los cambios que se aproximan. Somos partidarios de la nacionalización de las propiedades del Partido Comunista y de los sindicatos oficiales”. (18)

Para todos los anticapitalistas honestos era claro que Yeltsin representaba las fracciones ultraliberales y pronorteamericanas de la nueva burguesía rusa, que conservaba con mucho honor la herencia zarista. Sin embargo los trotskistas aplaudieron el golpe de Estado contrarrevolucionario de Yeltsin, porque éste abría camino a la “autoorganización”, es decir la autoorganización de las masas contra el Partido Comunista, ya que el pluralismo introducía la libertad para los partidos liberales, socialdemócratas, fascistas y zaristas. La libertad para todos los partidos burgueses, acompañada de la inevitable represión contra las organizaciones comunistas, incluso llegando a su prohibición, lo que es propio de todo sistema burgués-pluralista.

Un año más tarde nadie podía negar, incluso la gran burguesía internacional, el carácter de extrema derecha y proimperialista de Yeltsin.

Como verdaderos provocadores anticomunistas, los trotskistas se atrevieron a titular: “¿Sigue Boris Yeltsin las huellas de José Stalin?” (19). Este ejemplo nos muestra que estos anticomunistas no retroceden ante ninguna bajeza. Ellos apoyaron hasta el final al liberal Yeltsin en su lucha anticomunista y lo compararon con su respetado jefe revolucionario, el gran Trotski; y después de algunos meses, cuando la restauración capitalista fue un hecho, luego de que Yeltsin honró la memoria de los viejos zares, los trotskistas declararon que Yeltsin se parece a su peor enemigo: Stalin.

“Un gran suspiro de alivio…”

En abril de 1989, Mandel publicó un libro en el cual reflejaba todo lo que pensaba sobre Gorbachov, Yeltsin, y sobre todo de la Glasnost.

No olvidemos que difícilmente la burguesía escondía su entusiasmo por los cambios que Gorbachov introducía.

La señora Thatcher se declaró partidaria de la Glasnost y de la perestroika; la burguesía anunciaba el fin del comunismo y el comienzo de una era de paz, de democracia y libertad. Con su solapado “lenguaje de izquierda”, Mandel apoyó como siempre la corriente de moda en la burguesía. En su libro escribe: “La pesadilla del estalinismo y del brezhnevismo está definitivamente superada. El pueblo soviético, y el proletariado internacional, y toda la humanidad puede dar un suspiro de alivio.” (20)




Respuesta  Mensaje 3 de 19 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 04/02/2011 13:56

GRANMA INTERNACIONAL 1997. EDICION DIGITAL La Habana. Cuba

Carta de despedida del Che a Fidel

"Año de la Agricultura"
Habana




Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos.
Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la Direccón del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario.
Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario.
He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.
Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!
Te abraza con todo fervor revolucionario,


Trascendental ejemplo de unidad

El 3 de octubre de 1965 se dio a conocer que el Partido Unido de la Revolución Socialista adoptaba el nombre de Partido Comunista de Cuba y se presentaba su primer Comité Central. En especial conjunción, Fidel daba lectura a la carta de despedida de Che Guevara.
Esa fecha devino concreción de la unidad de todos los revolucionarios cubanos, lo que fue sueño y aspiración de varias generaciones de combatientes, desde la génesis gloriosa de Octubre de 1868.
Mas sólo en la revolución victoriosa, bajo la firme política de unidad conducida por Fidel, pudieron hacerse realidad los objetivos por los que lucharon siempre, a lo largo de casi un siglo, los mejores hijos de Cuba.
Aquella noche, el presidente Fidel Castro tuvo a su cargo el Informe y la presentación del Comité Central, del cual dijo: "No hay episodio heroico en la historia de nuestra patria en los últimos años que no esté ahí representado".
"Hay una ausencia en nuestro Comité Central -continuó Fidel- de quien posee todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto para pertenecer a él y que, sin embargo, no figura entre los miembros de nuestro Comité Central."
Fidel entonces dio lectura, en medio de una indescriptible tensión dramática, a la carta de despedida del Che.
Uno de los dos primeros acuerdos adoptados por el Comité Central, aclamado de forma unánime, fue el de tomar el nombre de Partido Comunista de Cuba, y el segundo fue la fusión de los periódicos Revolución y Hoy, para crear uno nuevo que llevaría el nombre de Granma "como símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino".
Día histórico, momento trascendental de ejemplo de unidad revolucionaria. Como dijera Fidel aquel 3 de octubre de 1965: "Defenderemos, como hemos defendido hasta hoy, nuestros puntos de vista y nuestras posiciones y nuestra línea, de manera consecuente con nuestros actos y con nuestros hechos. Y nada nos podrá apartar de este camino".


                                        · M. C.


Respuesta  Mensaje 4 de 19 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 04/02/2011 23:04
"Es un cable de la UPI de diciembre 6 de 1965 que dice:  “Ernesto Guevara fue asesinado por el Primer Ministro cubano Fidel Castro (EXCLAMACIONES) por orden de la URSS (EXCLAMACIONES) —declaró Felipe Albaguante, jefe de los trotskistas mexicanos en declaraciones a “El Universal”.  Agrega que el Che fue liquidado por insistir en poner a Cuba en la línea china (EXCLAMACIONES)." No tiene nada que decir a ésto la mendaz fascista matimula sobre la unión de su grupúsculo con la CIa para desprestigiar a Fidel y la REvolución cubana y favorecer al imperio contra latinoamérica ?


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