Por si creíamos que nadie podía igualar en barbarie a Canadá y en hipocresía a España, ahora los ches nos han desmentido:
Ha pasado una estúpida ley con la cual basta que la mujer jure al médico, en un escrito, que el niño que porta en el vientre es "bastardito producto de una violación", para que el médico pueda ejecutar a la criatura sin pisar la cárcel, no importa que ello ocurra en el noveno mes.
Dos o tres provincias han intentado rebelarse, pero no se ve que vaya a haber éxito.
Da asco argentina. No me compadeceré de ella si la vuelven a masacrar los ingleses.