Un trabajador gesticula frente a un camión de la compañía YPF cerca de una refinería en La Plata, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

Un trabajador gesticula frente a un camión de la compañía YPF cerca de una refinería en La Plata, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

Un camión de YPF circula por una autopista de Buenos Aires, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

Un camión de YPF circula por una autopista de Buenos Aires, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

Un motociclista circula frente a una refinería de la compañía YPF en La Plata, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

Un motociclista circula frente a una refinería de la compañía YPF en La Plata, Argentina, el jueves 19 de abril de 2012. (AP foto/Natacha Pisarenko)

BUENOS AIRES (AP) — La inminente expropiación de la petrolera YPF a la española Repsol pondrá a la empresa argentina ante el difícil objetivo de aumentar su producción en momentos de creciente demanda y conseguir para ello millonarias inversiones.

El economista jefe de la consultora privada Grupo SBS, Marcelo Holguín, dijo a The Associated Press que "es probable que el gobierno recurra a capital privado para financiar parte de la exploración y producción de los yacimientos de YPF".

Según recientes versiones periodísticas no confirmadas por el gobierno, Sinopec, la segunda mayor petrolera china, estuvo en negociaciones con Repsol para comprar su participación en su filial argentina y ahora vería con recelo asociarse con el Estado argentino.

"Los chinos están con mucho interés en Africa y en América Latina y aquí estaban tanteando. Las medidas que tomó el gobierno van a hacer a los inversores pensar más porque no van a querer que les pase lo que le pasó a Repsol", dijo a la AP el consultor y ex secretario de Energía Emilio Apud.

El gobierno culpa a YPF de haber girado excesivos dividendos al exterior. El Ejecutivo quiere reinvertir las ganancias de YPF para desarrollar nuevas reservas pero el actual esquema de precios subsidiados en un sector con producción en baja y creciente demanda, no alienta las inversiones.

El proyecto que está siendo analizado por el Congreso establece la expropiación de 51% de las acciones de YPF en manos de Repsol, que en la actualidad tiene 57,43% de la participación en su filial argentina. El oficialismo tiene el control de ambas cámaras lo que anticipa una rápida aprobación de la iniciativa.

El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick dijo el jueves que el plan de expropiación que "es un error y un síntoma al que hay que estar atentos, de si, bajo presión económica, los países van a responder con populismo y proteccionismo".

El gobierno dispuso además el jueves por decreto que la expropiación de la petrolera argentina se extienda a la fraccionadora de gas licuado de petróleo Repsol YPF Gas, cuyo paquete accionario mayoritario también pertenece a Repsol.

Según cálculos del sector energético, las inversiones necesarias en los próximos diez años para aumentar la exploración y producción --que incluyen el yacimiento de Vaca Muerta de la provincia patagónica de Neuquén, de 30.000 kilómetros cuadrados y muy rico en hidrocarburos no convencionales-- varían entre los 5.000 y 25.000 millones de dólares anuales.

El consultor Eduardo Fernández, ex director de Combustibles de la Secretaría de Energía, dijo a la AP que Vaca Muerta, que demandará una inversión muy costosa, "es una apuesta un poco prematura porque para que sea una realidad explotable y rentable faltan cuatro o cinco años".

Según el gobierno la supuesta falta de inversión de YPF causó en 2011 un déficit comercial energético de 3.029 millones de dólares. Argentina tendrá que importar este año más de 10.000 millones de dólares de gas y gas natural licuado, según cálculos del sector.

Marcelo Elizondo, director de la Escuela Internacional de Negocios de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, consideró fundamentadas las acusaciones del gobierno argentino contra YPF.

"Hay que pasar por las estaciones de servicio de abastecimiento de Argentina para ver las filas de autos porque no hay suficiente cantidad de combustible, sobre todo de la marca YPF... pero también es cierto que Repsol ha estado operando en un sector regulado y caracterizado por su inestabilidad", señaló Elizondo a la AP.

Argentina fue autosuficiente en materia hidrocarburífera hasta principios de los 90. El pico de producción de crudo fue de aproximadamente 200 millones de barriles anuales en 1998. La producción en la actualidad está por debajo de los 180 millones, con una demanda en crecimiento e insuficientes inversiones en refinamiento, según el sector.

Por otro lado, la demanda creció 40% entre 2000 y 2010, mientras que la producción bajó 22% en el mismo periodo, dijo Apud, que se basa en datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, del Instituto Argentino de Petróleo y Gas y de la Secretaría de Energía. "Tendríamos que incrementar la producción entre 80 y 100 millones de barriles y aumentar la inversión en las refinerías", señaló.

Los analistas sostienen que Repsol se llevó demasiados dividendos con la aprobación del gobierno y no reinvirtió las utilidades para realizar las exploraciones necesarias.

"La decadencia de YPF fue porque si sacas las ganancias como dividendos y no reinviertes estás condenado a ir a peor", dijo el consultor Fernández.

Según indicó, en Argentina Repsol tenía menos interés en reinvertir que otras partes del mundo "porque los beneficios de la producción eran muy bajos comparados con lo que sacan en lugares como Brasil, Trinidad y Tobago y Bolivia".

Con los impuestos a las exportaciones de crudo y refinados "los precios acá en Argentina estaban a 55 dólares el barril de petróleo cuando afuera estaban a 100 o 105", agregó.

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Los corresponsales de The Associated Press Luis Andrés Henao en Buenos Aires y Luis Alonso Lugo en Washington colaboraron con este despacho