Lecturas: Sabado 19 de Mayo, 2012…
San Pedro Celestino, monje y papa dimitido
Primera Lectura
Lectura del libro de los Hechosde los Apóstoles (18, 23-28)
En aquellos días, después de haber estado en Antioquía algún tiempo, emprendió Pablo otro viaje y recorrió Galacia y Frigia, confirmando en la fe a los discípulos.
Un judío, natural de Alejandría, llamado Apolo, hombre elocuente y muy versado en las Escrituras, había ido a Efeso. Aquel hombre estaba instruido en la doctrina del Señor, y siendo de ferviente espíritu, disertaba y enseñaba con exactitud lo concerniente a Jesús, aunque no conocía más que el bautismo de Juan.
Apolo comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Aquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con mayor exactitud la doctrina del Señor. Como él deseaba pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allá para que lo recibieran bien. Cuando llegó, contribuyó mucho, con la ayuda de la gracia, al provecho de los creyentes, pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando, por medio de las Escrituras, que Jesús era el Mesías.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 46
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo.
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo de Dios, Dios de Abraham, porque de Dios son los grandes de la tierra. Por encima de todo Dios está.
Dios es el rey del universo. Aleluya.
Evangelio
Lectura del santo Evangelio según San Juan (16, 23-28)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"Yo les aseguro: cuanto pidan al Padre en mi nombre, se lo concederá. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Les he dicho estas cosas en parábolas; pero se acerca la hora en que ya no les hablaré en parábolas, sino que les hablaré del Padre abiertamente. En aquel día pedirán en mi nombre, y no les digo que rogaré por ustedes al Padre, pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que salí del Padre. Yo salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Sobre las Lecturas de Hoy...
El relato que leemos hoy nos ubica frente a una de las más importantes síntesis del ministerio de Jesús: "Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre". Esta síntesis presenta el dinamismo en el cual se fundamenta la vida y la misión de Jesús de Nazaret: Del Padre al mundo y del mundo al Padre; es decir, Encarnación, por un lado, y Pasión-Resurrección-Ascensión, por el otro. El evangelista Juan nos hace evidente que la tarea concreta de los discípulos es lograr entender tal dinamismo, entender que la fuente de la vida, del amor y la salvación es Dios; en el momento en que entiendan esta realidad no será necesario seguir hablando por medio de parábolas, sino que se hablará directamente del Padre, pues lo conocen y creen fielmente en Él. Dicha confianza en el amor de Dios, lograda gracias al convencimiento pleno de que Jesús es el camino que conduce a la vida digna y plena, permitirá a los discípulos dirigirse a Dios en actitud de hijos. Muchas veces nuestra fe se enreda en los ritos, en las fórmulas, en los lugares sagrados, y perdemos el hilo conductor que nos hace uno con Dios: la práctica del amor fraterno.
En la primera lectura, nada de celos apostólicos. Todos debemos involucrarnos en el anuncio del Evangelio. Más aún, quienes tienen más clara la doctrina del Señor tienen obligación de enseñarla a sus hermanos, no para atiborrarlos de conceptos en su cabeza, sino para ayudarles a dar un testimonio cada vez más creíble y eficaz del Nombre del Señor; testimonio nacido no sólo del estudio, sino de la experiencia personal del Señor que dará una nueva orientación a la vida de su enviado. Esto nos debe llevar a preocuparnos con toda lealtad de la mutua evangelización, así como nos dedicamos a la evangelización de los no creyentes, pues la Iglesia no sólo debe ser evangelizadora, sino también evangelizada. Tal vez haya muchos sectores de nuestra Iglesia que vivan casi como paganos; círculos en los que ya no se conozca a Dios. El Señor nos envía a evangelizar a quienes jamás han oído hablar de Él porque, aun cuando se les bautizó, jamás se les habló del Señor y se dejó que la vida de fe se marchitara demasiado pronto. Abramos nuestros ojos hacia el interior de la Iglesia para que procuremos trabajar en favor de la salvación, no sólo del mundo, sino también de nosotros mismos.
Lecturas: Domingo 20 de Mayo, 2012…
Santa Maria de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba
Primera Lectura
Lectura del libro delos hechos de losApóstoles(1, 1-11)
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?" Jesús les contestó:
"A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
"Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 46
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo.
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Segunda Lectura
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los efesios (4, 1-13)
Hermanos:
Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.
Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado.
Por eso dice la Escritura:
Subiendo a las alturas, llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres. ¿Y qué quiere decir "subió"? Que primero bajó a lo profundo de la tierra. Y el que bajó es el mismo que subió a lo más alto de los cielos, para llenarlo todo.
El fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Evangelio
Lectura del santo Evangelio según San Marcos (16, 15-20)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
"Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado.
Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos".
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Sobre las Lecturas de Hoy...
Solemnidad de la Ascensión del Señor, Ciclo B
La presente lectura pertenece al resumen de las apariciones de Jesús con el que concluye el texto canónico de Marcos.
Posiblemente se trata de un pasaje añadido al relato original. Terminada la misión de Jesús en el mundo, va a comenzar la misión de los Apóstoles. Y si Jesús comenzó haciendo y predicando en Galilea, sus discípulos comenzarán predicando el Evangelio de Jesús y haciendo las mismas obras que el Maestro.La creación entera, es decir, todos los hombres, han de ser confrontados con el evangelio. Viene así sobre los hombres la hora del juicio, en la que cada uno elegirá la sentencia: los que crean se salvarán y los que no crean se condenarán (cf. Jn 3,18). La predicación del evangelio compromete, pues, nuestra existencia en su totalidad. Nadie puede escuchar en vano el evangelio.El Evangelio de Marcos enumera unas cuantas señales que acompañan esta misión. Son unas señales que no causan la fe, sino que la siguen, y son unas señales que nos pueden sorprender. Tal vez son el lenguaje de un tiempo determinado o la expresión de un modo de ser cultural. Hay que entenderlas como manifestaciones del poder y soberanía de Jesús y de la fe.La fe en Jesús expulsará los demonios, es decir, el mal del mundo. Hablará en lenguas nuevas, surgirá un nuevo lenguaje con nuevos valores que fomentará la fraternidad y comunicación del hombre. El creyente será capaz de expulsar de su vida el miedo a las cosas más repugnantes y malignas, como son las serpientes, y males como el "Sida" y otros. No habrá venenos capaces de dañarle, porque a los que aman a Dios todo les sirve de bien. La Buena Noticia será especialmente alivio para los pobres y enfermos. Jesús sube al cielo, pero a sus discípulos les encarga que miren al mundo y al futuro.El poder de hacer milagros es una promesa hecha a la comunidad y no a cada uno de los creyentes. El libro de los Hechos nos habla abundantemente de la existencia de este don en la primitiva comunidad de Jesús; pero lo que importa no es tanto echar demonios y hablar lenguas extrañas cuanto exorcizar con la palabra y con los hechos la mentira y la opresión que padecen los hombres. Evangelizar es un servicio de liberación, es redimir a los cautivos y desatar los lazos que detienen la ascensión del hombre. Y en esto sí que podemos y debemos ayudar todos los creyentes.Esta fórmula "Jesús es Señor" constituye el núcleo más originario del símbolo de la fe cristiana. En esta fórmula se confiesa que Jesús, el hijo de María, que padeció bajo Poncio Pilato, es el Señor resucitado. Se trata de una expresión muy frecuente en los Hechos y en toda la literatura paulina, pero que sólo aparece aquí en los textos evangélicos.Todo el N.T. se interesa más por el significado teológico de la ascensión del Señor que por su facticidad histórica. Los textos más antiguos relacionan la ascensión con la muerte y resurrección del Señor; en cambio, los más recientes (entre los que hay que contar el presente) la relacionan con su entronización "a la diestra del Padre". En cualquier caso, la ascensión del Señor significa la culminación de la obra de Jesús y el triunfo sobre el pecado y la muerte. Jesús, libre de toda necesidad, vive para siempre y es la garantía y la fuerza de nuestra liberación.