Rolf-Dieter Heuer, director del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), lleva una semana de presión extrema. Después del anuncio del gran descubrimiento de una nueva partícula elemental, posiblemente el bosón de Higgs, en el LHC en Ginebra, Heuer voló a Australia para presentar los resultados en el congreso más importante de la especialidad. De vuelta a Europa, muy cansado pero feliz y dispuesto a aclarar todo lo que haga falta, Heuer defiende la prudencia con que se hizo el anuncio “de una partícula consistente con el Higgs”, porque, recuerda, hacen falta muchos más datos para poder estar seguros de lo que se ha descubierto en dos de los detectores del acelerador.
En el congreso europeo de científicos ESOF 2012 en Dublín, con más de 4.000 asistentes, Heuer recapitula y recuerda que lo siguiente es intentar medir una propiedad fundamental del bosón, el espín, que el Higgs no debería tener si es la partícula predicha en el Modelo Estándar. “Quizás tengamos esa información antes de fin de año, pero no es seguro”, afirma. Este físico alemán reconoce con resignación que tiene que vivir con el mote “partícula de Dios”, adjudicado al bosón de Higgs, pero no lo comparte: “No tiene nada que ver con Dios”, afirma.
Respecto al vídeo explicativo del descubrimiento que apareció durante unos minutos el día antes del anuncio en una web del CERN, asegura que no fue un hecho intencionado, sino debido a un fallo en el servidor. “Fue desafortunado, pero no volverá a ocurrir”, sostiene.
“Sabemos que es una nueva partícula, un bosón porque da lugar a dos fotones, pero solo cuando la comprendamos podremos decir que es el Higgs, que es la que da masa a las partículas elementales”, repite Heuer, quien recuerda que hay modelos que predicen la existencia de una familia de cinco bosones como el Higgs, y el de menor masa tendría la misma que el bosón único del Modelo Estándar, así que ahí reside parte de la duda.
“A mí me gustaría poder haber dicho tenemos el Higgs, pero como científico debo ser más cauteloso. Pero tenemos que contar lo que hacemos al público, aunque no tengamos todos los datos, porque estamos en el foco de atención y se producen especulaciones. Cuando midamos el espín me quedaré más tranquilo”, dice. Califica de coincidencia el hecho de que hicieran el descubrimiento justo antes del congreso. Forzaron la marcha de los experimentos para tener datos suficientes para entonces y apareció la partícula. “Es un milagro que nuestros científicos pudieran presentarla cuando los últimos datos eran de solo dos semanas antes, pero también es verdad que lo tenían todo preparado”.
El CERN no es ya un laboratorio europeo, sino “de todo el mundo”, recuerda Heuer. Rumania, Serbia e Israel entrarán próximamente y Brasil y Rusia tienen presentada su solicitud. Es posible que India la presente pronto. “No necesitamos solo los fondos, sino, sobre todo, la inteligencia de las personas”, afirma. La esperanza es encontrar nuevas partículas.