El cubano Oreidis Despaigne, descalificado el jueves en el judo en los Juegos Olímpicos tras acumular cuatro faltas, se quejó de que la decisión arbitral que lo dejó fuera fue injusta.
"Fue una decisión muy injusta… ¿qué voy a hacer?", lamentó el atleta cubano de 31 años, quien con una palabra malsonante señaló que la determinación lo perjudicó. "Fue demasiado drástico, no era lo que tenía que cantar. A mí me partieron la boca, me metieron el dedo en la boca y no sancionaron nada".
El judoca, tres veces medallista en Panamericanos en la categoría de 100 kilos, perdió luego de que su rival Ramziddin Sayidov, de Uzbekistán, reclamó al árbitro de que el cubano le había doblado los dedos. El juez aplicó la sanción y paró la pelea porque, con ello, Despaigne acumulaba cuatro faltas, el máximo permitido en judo.
"Claro que me voy dolido y triste. Yo venía preparado, era un combate que iba ganando y faltando pocos segundos me meten esa injusticia. Uno se prepara cuatro años para venir", manifestó sobre la eliminación en la segunda fase de la contienda. Despaigne había pasado a la segunda ronda sin necesidad de competir en la primera.
El atleta, quien ganó plata en los Panamericanos de 2011 y bronce en el Campeonato Mundial de Judo de 2010, tenía la esperanza de pelear por su primera presea olímpica, pero la eliminación truncó su sueño.
"Ya no pienso competir más en olimpiada, a lo mejor compito por ahí en otro lado, pero ya no en olimpiada", aseguró Despaigne.