Por ARISTÓTELES TINIACOS*
AL recibir una invitación de China Hoy para relatar mi experiencia trabajando con empresas chinas en Venezuela sentí un gran honor y, a la vez, que me enfrentaba a un gran desafío. Indudablemente, es todo un reto resumir en pocas líneas la relación de amistad y de trabajo que he venido sosteniendo con China Railway Engineering Corporation, sucursal Venezuela (CRECV), y su grupo de empresas, al tratarse de una relación que crece a diario en aprendizaje e intercambio de cultura y conocimiento.
El autor del artículo en CREC Central Caracas. Foto cortesía del autor
Comencé a cooperar con CRECV hace 2 años, cuando participé en el análisis y redacción de un contrato de obras para un proyecto ferroviario. En aquellos días de 2009, el Gobierno de Venezuela había designado a CRECV para ejecutar un ambicioso plan, que consistía en desarrollar vías férreas, ampliar las formas de transporte e implantar formas sostenibles y menos contaminantes de comunicación.
La cooperación y creciente amistad entre los Gobiernos de Venezuela y China, enmarcadas dentro de acuerdos bilaterales de cooperación técnica y financiera, han hecho posible desarrollar el Eje Norte-Llanero venezolano, en materia de vías ferroviarias.
El proyecto que ejecuta CRECV se denomina Tramo Ferroviario Tinaco-Anaco. Comprende más de 460 km de construcción ferroviaria, en un país de 916.445 km² y con una población de más 30 millones de habitantes, lo que representa una obra de gran magnitud para Venezuela y de gran relevancia e importancia para los venezolanos.
El proyecto ferroviario tiene un impacto directo en las poblaciones de Tinaco, El Pao, Ortiz, El Sombrero, Chaguaramas, Valle de la Pascua, Tucupido, Zaraza, Aragua de Barcelona y Anaco, lo cual permite unir a Venezuela de este a oeste entre los estados de Cojedes, Guárico y Anzoátegui.
Esta inversión conjunta entre China y Venezuela en tecnología y transferencia de conocimientos está creando muchas fuentes de empleo e incide de forma positiva en la economía local y nacional. Según cifras no oficiales, la obra ferroviaria ha creado más de 5.000 puestos de trabajos y reactivado la economía local en más de 400 millones de dólares.
Empleados chinos y venezolanos de CREC cuelgan faroles rojos para celebrar la Fiesta de la Primavera.
Una vez finalizado el proyecto, se estima que se podrán trasladar al año –a través del novísimo sistema ferroviario– más de 5 millones de personas y 9 millones de toneladas de carga.
Para llevar adelante este ambicioso objetivo, muchos planes de preparación debieron ser puestos en marcha por CRECV, pues la construcción requería adentrarse en las llanuras venezolanas, el eje central de Venezuela, en los estados de Cojedes, Guárico y Anzoátegui.
De acuerdo con mi experiencia, la cooperación ha consistido en prestarle a la empresa servicios para un oportuno y sencillo avance de los trabajos, teniendo en cuenta que la obra tiene un impacto muy significativo en la economía de las comunidades por donde pasa el trazado ferroviario. La logística puesta en práctica por CRECV ha sido extraordinaria, pues ha logrado desplegar recursos humanos, técnicos, industriales y financieros a lo largo de más de 400 km de geografía venezolana.
Al cabo de 2 años, la cooperación ha ido creciendo y los trabajos de construcción han ido avanzando. Hoy, quienes cooperan con los chinos en el ferrocarril entienden que la obra tiene un impacto extraterritorial: los trabajos comienzan en China, pero luego son implementados en Venezuela o por la importación de materiales y maquinarias chinas, los que, a su vez, son luego utilizados u operados por venezolanos.
La cooperación con CRECV me ha permitido apreciar cómo se relacionan los chinos y venezolanos en sus formas de vivir y trabajar, en sus costumbres, sus conocimientos, sus hábitos alimenticios y en su desarrollo científico e industrial.
Sin duda, los esfuerzos entre chinos y venezolanos se han entrelazado de tal forma que con el sudor de todos se construye una obra ferroviaria de gran magnitud para Venezuela, lo que me permite afirmar que el Tramo Ferroviario Tinaco-Anaco será una evidencia viva de cómo China y Venezuela están unidas a través de ferrocarriles.
*Aristóteles Tiniacos es consultor jurídico y abogado de China Railway Engineering Corporation (Venezuela).