NACIONES UNIDAS, 25 de septiembre.— Con Siria, Palestina, Oriente Medio y las provocaciones contra las religiones como temas cardinales, más de un centenar de gobernantes iniciaron hoy diez días de debate en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Al inaugurar aquí el LXVII periodo de sesiones, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que se podría estar acabando el tiempo para alcanzar una solución de dos Estados para el conflicto entre israelíes y palestinos.
"La solución de dos Estados es la única opción sostenible. Pero la puerta podría estar cerrándose para siempre. El continuo crecimiento de asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado mina seriamente los esfuerzos por la paz", declaró, según Reuters.
Al referirse a la situación en Siria, expresó que ya no solo se limita al país árabe, sino que es una calamidad regional con ramificaciones mundiales. Al respecto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que la posibilidad de una intervención en la nación árabe sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU sería ilegal.
La mandataria también pidió el fin del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, el cual hace décadas golpea a la población de la Isla, aseveró.
"Está más que llegada la hora de poner fin a ese anacronismo, condenado por la inmensa mayoría de los países de las Naciones Unidas", afirmó.
Rousseff calificó a Cuba como un país hermano, querido por todos los latinoamericanos y caribeños, y añadió que la Isla ha avanzado en la actualización de su modelo económico, y para seguir adelante en ese camino, necesita del apoyo de aliados próximos y distantes.
Su homólogo de Namibia, Hifikepunye Pohamba, exigió igualmente el inmediato e incondicional levantamiento del bloqueo por los efectos adversos que tiene para el pueblo cubano, según PL.
La jefa de Estado de Argentina, Cristina Fernández, reiteró su llamado a la ONU para que se dé cumplimiento a la resolución 2065 —la cual reconoce el conflicto de las Islas Malvinas e invita a los Gobiernos involucrados (Argentina-Reino Unido) a mantener las negociaciones sobre la soberanía de ese territorio—, y solicitó que se estudie el caso de la desmilitarización del Atlántico Sur.
Por su parte, el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, llamó a reforzar la lucha contra la pobreza y la exclusión social a nivel mundial, e invertir más en el capital humano como vía segura de desarrollo.