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General: DECLARACIÓN POLÍTICA ELN-FARC-EP
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De: Quico º (Missatge original) |
Enviat: 27/09/2012 23:12 |
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DECLARACIÓN POLÍTICA --
El Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y Las Fuerzas
armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP),
inspirados en los más profundos sentimientos de hermandad,
solidaridad y camaradería, con optimismo y elevada moral de combate,
estrechados en un fuerte abrazo de esperanza en el cambio
revolucionario, nos hemos reunido para analizar la situación
política nacional e internacional, los problemas de la guerra y de
la paz en Colombia y avanzar en el proceso de unidad que desde el
año 2009 venimos forjando paso a paso, con el propósito de hacer
converger ideas y acciones que permitan enfrentar junto al pueblo a
la oligarquía y al imperialismo como elementos que imponen la
explotación y la miseria en nuestra patria.
Indoblegable determinación nuestra, es continuar la búsqueda de una
paz que para Colombia y el continente signifiquen el establecimiento
de la verdadera democracia, la soberanía popular, la justicia social
y la libertad.
Realizamos esta reunión, en momentos en que se desarrolla la más
profunda crisis del sistema capitalista mundial, caracterizada por
una desaforada carrera de guerras de invasión, saqueo y
sobreexplotación de los recursos de la naturaleza, precarización de
las condiciones de trabajo, que condenan al hambre y la muerte a
millones de seres humanos en un planeta conducido por la voracidad
del imperialismo, hacia el caos y la destrucción.
En nuestra patria las calamidades generadas por este sistema de
inhumana sobre-explotación y exclusión de las pobrerías, ha escalado
la desigualdad y profundizado la confrontación de clases en
dimensiones nunca antes vistas, las cuales derivan directamente de
la aplicación sostenida y desbocada de políticas neoliberales que
favorecen a los grandes grupos financieros y grandes corporaciones
transnacionales, en detrimento de las mayorías nacionales.
Dentro del panorama internacional de crisis sistémica del capital,
que muestra sus rostros múltiples de debacle financiera, económica,
ambiental, urbanística, energética, militar, política,
institucional, moral y cultural, Colombia se configura como un país
de economía reprimarizada y financiarizada.
A esa condición la han llevado los detentadores del poder, para
permitir el saqueo que significa la extracción desaforada, el robo
de sus recursos naturales y la especulación financiera. Millones de
compatriotas han sido lanzados a la miseria y la guerra, impuesta
por las élites para acallar la inconformidad de las mayorías frente
a esta iniquidad.
El gobierno de Juan Manuel Santos fue instaurado para garantizar la
continuidad de los planes de desposeción por despojo que sobre el
pueblo colombiano impone el imperialismo. Una nueva espacialidad del
Capital acompañada de ordenamientos jurídicos y disposiciones
militaristas de seguridad y defensa inmersas en la vieja Doctrina de
la Seguridad Nacional y terrorismo de Estado, se afianza en nuestro
país para blindar los “derechos” del capital, el bienestar de los
ricos a costa de los trabajadores y del pueblo más humilde. Dentro
de esa perspectiva se define la nueva etapa de despojo de tierras
que hoy se disfraza con el falso nombre de restitución. En la
práctica, a los millones de desplazados y víctimas de las sucesivas
etapas de despojo violento auspiciadas por el Estado, se suman ahora
nuevas legiones de campesinos, indígenas, y gente sencilla en
general, a los que se les arrebatará o se les niega ya la tierra
mediante procedimientos de engañosa legalidad, engrosándose aún más
las cifras de pobreza y de indigencia que colocan a Colombia en el
rango del tercer país más desigual del mundo.
Es este el sentido cruel de la seguridad inversionista y de la
prosperidad que difunde el presidente Juan Manuel Santos, mientras
se sigue encarcelando, asesinando y reprimiendo a sus opositores.
Frente a esta realidad no puede haber otro camino para los
revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las
calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades, retando
la criminalización de la protesta y exigiendo al gobierno reales
hechos de paz, que no pueden ser otra cosa que hechos de solución a
los problemas sociales y políticos que padecen las mayorías por
cuenta del terrorismo Estado de la casta gobernante cuyas tendencias
más guerreristas han conducido los destinos del país durante la
última década.
No es con demagogia y amenazas de represión y más guerra que se
pondrá fin al conflicto. No es con más compra de material bélico ni
entregando el país al pentágono que se alcanzará la paz; no es con
planes guerreristas y de tierra arrasada, como el “Plan Patriota” o
el “Espada de Honor” como se logrará la reconciliación de los
colombianos. Mucho menos dando ultimatums a la insurgencia a partir
de la idea vana de que la paz sería el producto de una quimérica
victoria militar del régimen, que lleve de rodillas a la
insurgencia, rendida y desmovilizada, ante ese adefesio llamado
marco jurídico para la paz.
Nuestra voluntad de paz radica en el convencimiento de que el
destino de Colombia no puede depender de los intereses ruines de la
oligarquía. Los cambios políticos y sociales con la participación y
decisión plenos del pueblo son una necesidad y un requerimiento
inevitable. Por ello la unidad y la movilización del pueblo en favor
de los cambios estructurales para, sobre la base de la justicia,
construir la paz, son la verdadera llave de su conquista.
Con pasos firmes de unidad en el pensamiento y en la acción,
fraternalmente,
COMANDO CENTRAL, ELN.
SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL, FARC-EP.
Montañas de Colombia, septiembre de 2012
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De: Matilda |
Enviat: 28/09/2012 00:41 |
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